Habían
pasado dos semanas. Me había ido a vivir con Álvaro mientras las
chicas seguían en mi casa. No me importaba que estuvieran allí,
pero tampoco las iba a echar. Todo era perfecto, Álvaro y yo
estábamos mejor que nunca. Su disco había sido lanzado y había un
montón de CD's vendidos. La verdad es que Anti-Héroes era
increíble.
Llevaba
un par de días mala en la cama. No podía comer nada ya que
enseguida lo vomitaba, estaba demasiado cansada y el simple olor de
la comida me hacía arcadas. ¿Que me estaba pasando? Era martes. Las
chicas habían quedado en venir a verme, así que me preparé y me
quede estirada en el sofá acurrucada. El timbre sonó, y me levanté
rápidamente para abrir la puerta. Me arrepentí de haberlo echo, ya
que me mareé. Fui despacio hasta la puerta y la abrí. Allí estaban
las tres, con una sonrisa de oreja a oreja. Entraron y se sentaron en
el sofá.
-¿Como
te encuentras amiga? -Preguntó Marta-
-Bien,
hoy he podido comer un poco sin vomitarlo... -Suspiré-
-Pero...
¿Porque te están entrando estas nauseas? -Preguntó Andrea-
-No
tengo ni idea. -Era la pura verdad-
-Míriam
-Dijo Eunice bastante seria y la miré-
-¿Que
pasa?
-¿No
estarás embarazada? -Preguntó de sopetón y abrí los ojos como
platos-
-No...
-Dije extrañada-
-Míriam.
¿Te ha bajado la regla este mes? -Preguntó Marta-
-No.
-¿No
querrás decir que tienes un atraso? -Dijo Andrea-
-Que
no chicas, que es impo... -Me callé-
Si,
podía ser. Aquella noche en Roma, después de que me diera las
llaves de la casa, se nos había pasado... Joder. ¡Joder! Miré a
las chicas con pánico.
-¿Que
pasa? ¿Porque nos miras así? -Preguntó Marta alarmada-
-Pues,
que si... es posible -Dije mientras agarraba mi cabeza- Joder...
-Bueno,
bueno. Tengo una idea. -Dijo Andrea- Marta y yo iremos a comprar un
test de embarazo y mientras tu de tanto vas bebiendo agua para que te
den ganas de mear. ¿Vale? -Asentí-
Marta
y Andrea se habían ido. Me levanté a por una botella de agua.
Estaba realmente asustada. Eunice me abrazó una vez que me senté.
-¿Que
voy a hacer si estoy embarazada? -Estaba realmente asustada-
-Cuando
lo sepas, se lo dices a Álvaro.
-¿Y
si se lo toma mal? -La miré- ¿Y si me deja?
-No
te va a dejar tonta. -Dijo apretándome más contra ella- Sabes que
Álvaro no es así.
-Ya...
Pero... -Eunice me cortó-
-Pero
nada Mimi.
-¿que
haría Blas si tu te quedases embarazada?
-Pues
no lo se, sinceramente. Aunque conociéndolo, se que él cuidaría de
mi y del bebé como si fuéramos su vida. Y también se que Álvaro
cuidará de ti como si fueras su vida. Te lo esta demostrando Mimi.
Confía en él.
-Yo
confío, ahora más que nunca -Suspiré- Pero no se... tengo miedo.
¿Y si no sabemos cuidar bien del bebé? -Di un sorbo de agua-
-No
seas tonta, nos tienes a nosotras, a los chicos sobre todo a vuestra
familia. -La miré con pánico-
-Eunice,
no conozco a los padres de Álvaro. No es plan de que el día que me
los presente les diga hola, soy la novia de tu hijo y estoy
embarazada. -Suspiré-
-No
seas tonta ¿Quieres? -Dijo Eunice golpeándome suavemente el hombro-
Ahora bebe, para que te den ganas de mear.
Le
hice caso, con la tontería me bebí toda la botella de agua y si, me
estaba meando. Como no llegaran ya, me meaba encima. Por suerte
llegaron las chicas, me dieron el test y me acompañaron al baño.
-Supongo
que sabes como se hace ¿no? -Dijo Marta y asentí lentamente-
-Las
dos rallas son que estás embarazada y una es que no -Explicó
Andrea-
-Vale.
Cerré
la puerta. Respiré hondo y leí las instrucciones, las seguí al pie
de la letra. Salí del baño cuando la realicé y las chicas me
abrazaron. Estuvieron animándome y diciéndome cosas super bonitas.
¿Que haría yo sin las chicas? Suspiré para mis adentros. Pasó un
cuarto de hora. Tenía miedo. Marta cogió la prueba y la miró. Acto
seguido sonrió.
-Vas
a ser mamá! -Dijo eufórica y yo me quedé en shock- ¡Ey! -Dijo
zarandeándome-
-Eh...
esto... yo... -Intenté decir algo pero no pude, simplemente me dejé
caer al suelo- ¿Que hago? -Pregunté mirándolas y ellas se sentaron
en el suelo-
-Tienes
que decirselo. -Dijo Marta-
-Ya
lo se.. pero.. ¿Y si me deja? ¿Y si quiere que aborte? Yo... yo no
se si quiero hacerlo -Dije confusa-
-Mimi,
ya hemos hablado. No te va a dejar y no querrá que abortes. -Dijo
Eunice con total seguridad en si misma-
-Eso
tu no lo sabes -Susurré-
La
puerta se abrió. Supongo que Álvaro ya había llegado. Marta me
tendió el test y me ayudaron a levantarme. Bajamos y las chicas se
despidieron. Me senté en el sofá y Álvaro vino a mi con un trozo
de jamón en la mano. Tapé mi nariz para evitar las arcadas.
-Algún
día o otro tendrás que ir al médico para ver que te pasa. -Dijo
sentándose a mi lado-
-No
hace falta, estoy bien -Intenté sonar convincente-
-Oh,
vamos. ¿Como vas a estar bien si tienes pánico a oler la comida?
-Álvaro...
-Dije mirándolo- Tenemos que hablar. -Se puso serio-
-¿Que
pasa? Me estas asustando.
-Mira...
es que... no se como decirlo... -Suspiré- ¿Te acuerdas aquella vez
en Roma, cuando me hiciste lo del labio? -Asintió- Pues... aquella
noche no usamos protección -Le miré con miedo y abrió mucho los
ojos- Yo... -Bufé- No se como decírtelo...
-E...
Estas... -Dijo dudoso y yo le miré-
Saqué
el test de mi espalda y se lo di. Álvaro se lo quedó mirando
atentamente y me miró con cara de pánico. Volvió a mirar y se fijó
en las dos rayas. Pude ver como su cara esbozaba una sonrisa
demasiado entusiasmada.
-Entonces..
-Dije mirándolo-
-Vamos
a ser papás -Se levantó y le miré extrañada- ¡Esto es increíble!
-Dijo con emoción-
-¿Te
alegras?
-¿Como
no iba a alegrarme? Si voy a tener un hijo con la mujer que más amo
en este mundo. -Sonrió y le sonreí- Ahora entiendo los mareos y las
nauseas. No se como pude ser tan tonto. -Dijo dándose ligeros golpes
en la cabeza- En nueve meses tendremos aquí a la mini mimi.
-O
a Álvaro Junior -Sonreí y me levanté- Pensé que te lo ibas a
tomar peor, y que me ibas a dejar... -Me miró con cara de pánico-
-¿Dejarte?
¿Yo? ¿A caso estas loca? -Dijo mientras colocaba sus brazos en mi
cintura- Te dije que no te iba a abandonar nunca más y lo pienso
cumplir. Aunque estuvieras enferma de cáncer estaría a tu lado
hasta el fin -Le miré y no pude evitar morderme el labio-
-Te
quiero mucho papi -Dije sonriendo-
-Y
yo te quiero mucho más mami -Me abrazó- ¿Que te parece si esta
noche invitamos a cenar a los chicos y se los contamos?
-Por
mi me parece perfecto -Sonreí- Pero igual, habría que ir al
ginecólogo para saber si es cien por cien cierto. ¿No crees?
-Si,
tienes razón. Pero no creo que mienta el coso este. A parte, tus
síntomas concuerdan con el embarazo.
-Si,
bueno... Haz lo que quieras -Sonreí- Envíales un mensaje a los
chicos a ver que dicen sobre venir a cenar y yo se lo digo a las
chicas, aunque ya lo saben -Me ruboricé-
-¿Y
que dirá tu padre y tus abuelos cuando lo sepan? -Suspiré-
-No
creo que me digan nada, mi padre a mi edad me tubo a mi y consiguió
sacarnos en adelante con la ayuda de mis abuelos. Nosotros también
podremos -Le besé lentamente- ¿Que dirán los tuyos? Ni siquiera me
conocen.
-Eso
es lo que te iba a comentar. Estuve hablado con ellos, y me han dicho
de ir a comer mañana. Para hacerlo oficial. -Le miré un poco
asustada- ¿No tendrás miedo, verdad?
-Un
poco... ¿Y si no les gusto? -Suspiré-
-Claro
que les vas a gustar tonta! -Me besó- Ya lo veras.
-No
se yo... -Suspiré-
-Oh,
venga tontita. Por cierto ¿Cuando es la boda de tu padre? -Le miré
alarmada. ¡Se me había olvidado!-
-Ostras,
es la semana que viene. El sábado. ¿Tenéis gira, firmas o algo?
-Negó -
-No,
por suerte no, pedimos que ese día no nos pusieran nada porque
teníamos unos planes. -Sonrió- No pienso dejar a mis princesitas
solas.
-¿Princesitas?
-Le miré extrañado- ¿Que te hace pensar que será una nena y no un
nene?
-Sexto
sentido -Sonrió- Será una nena bien hermosa como su mamá, ya lo
verás.
-Pues
yo creo que será un nene. Y será igual de hermoso como tu. -Le
besé- Ahora, vamos a comprar la cena, que estos seguro que llegaran
hambrientos. -Reí-
Fuimos
al supermercado a comprar. Volvimos rápido. Álvaro le dijo a los
chicos que teníamos que hablar con ellos y que vinieran a cenar, y
yo les dije a las chicas que se vinieran a cenar. Ambas partes
aceptaron. Eran las ocho de la tarde y empezamos a hacer la cena ya
que los chicos llegaban a las diez. Un poco temprano si, pero es que
eramos muy lentos cocinando.
Me encanta, sin palabras.
ResponderEliminarLo unico que me sale decir es: SIGUIENTE