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jueves, 31 de octubre de 2013

Nominada a los Liebster Award

Hola a todos y a todas.

Por si no sabéis que son los ''Liebster Award'' os explico un poquito. Tiene una finalidad, y es dar difusión a los blogs de nueva creación o los que tiene menos de 200 seguidores y así motivar a esa gente a que siga con su gran labor como es la escritura. A mí me ha nominado María y le doy mil gracias por leer la novela, por comentar y dejar tu opinión y por esta nominación, la verdad es que no me lo esperaba para nada! ;P

Las reglas:
1.-Agradecer el premio a la persona que te lo concedió. 
2.- Seguir el blog de la persona que te premia.
3.- Nominar a once blogs que sigas  o con menos de 200 seguidores e informarles de la nominación con un comentario en su blog.
4. Responder a once preguntas que te ha formulado quien te nominó y hacer once preguntas para que tus nominados las respondan.

Pondría once blogs, pero la verdad es que no tengo ni idea de cuales poner. LO SIENTO!

1- ¿Te gusta el mundo de la escritura? Me encanta! :)
2- ¿Te gusta lo que escribes? Depende del día o de la situación del capítulo, pero en general si, me gusta lo que escribo. 
3- ¿Tienes muchas lectoras? Supongo que si... jajajajajaja
4- ¿Cuáles o quién son tus ídolos? Principalmende Auryn, son tan asdfghj pero principalmente me decanto por Álvaro.
5- ¿Cuál es el libro que más te gusta? Me llamaréis pervertida o algo así, pero me encanta 50 sobras de Grey y El circo de los extraños ;)
6-  ¿A la hora de escribir como te surgen las ideas? Normalmente, cuando suelo estar aburrida me vienen de golpe, o cuando me pongo a escribir, me pongo algo de música y surge solo. 
7- ¿Has copiado alguna vez alguna idea o escena de otro blog? Intento no copiar, pero si es verdad que leer algún que otro blog me a ayudado para escribir cuando estaba atascada :) Pero NO he copiado ningún fragmento de ninguna escena :))
8- ¿Sobre que tipo de historias escribes, que personajes sueles usar más? Amorosas ¿No? jajajajaja Suelo escribir más sobre Álv :)
9- ¿Alguna vez has colaborado con algún otro escritor o estas colaborando ahora con uno? A veces, cuento con mi queridíma @Mia_Auryner para que me ayude con los capítulos "hot" ya que soy de pocas ideas jajajajaja (Gracias María!)
10- ¿Cuál es tu mayor sueño? Creo que el mismo que el de todas las Auryners, poder pasar un rato con los chicos, abrazarlos, decirles lo importantes que son para mi... 
11- ¿Qué o cómo te sientes al estar nominado a los Libster award? Pues, un poco rara, es la primera vez que me nominan y de verdad, siento mucho no nominar a nadie... ¡No tengo ni idea a quien nominar! SORRY!!!!!!


martes, 29 de octubre de 2013

Capitulo 74

Holaaaaaaaaaaa! Hago esta pequeña parada para deciros que, la novela todavía no acaba, no de momento! Pero si que os digo que, tengo otra pequeña novela en mente, y que he echo un blog para ella. La novela se llama "Mi bella traición" Esta novela será dedicada únicamente a Álvaro y la protagonista, ya que en esta he puesto pequeños capítulos de los demás pero es un lio para mi y para vosotras. 
Os agradecería que pasarais por el blog, y que dejarais comentarios allí de si os parece interesante o no. (Algo es algo jajajaja) 
Sinceramente espero que os guste tanto como os gusta esta. Lo espero con toda mi alma :$ Bueno, aquí os dejo el link. 

PD: Vuelvo a decir, que dejéis comentarios en ese blog (solo y únicamente en el blog) Y si tenéis alguna idea o sugerencia de que podría pasar en la novela, decirlo, estoy abierta a todo tipo de comentarios e ideas! Y por último, si queréis que os avise, decirlo en el blog o por twitter, como queráis! (@SmileerAuryn) 


http://areyouwannamakemyday.blogspot.com.es/ 


AQUÍ OS DEJO EL CAPÍTULO!!!!!!! :)

PD: Tengo que dar las gracias a mi querida @Mia_Auryner porque me ha ayudado muchísimo para hacer este capítulo. Gracias, gracias, gracias! :*

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La cerró a con una patada. Seguía teniendo sus manos en mi culo, mientras que las mías estaban entretenidas entrelazándose con su corto pelo. Poco a poco, me fue soltando hasta que quedamos en el suelo. Se separó de mi, a pesar de que yo no quería y me miró.

-Ven, quiero enseñarte algo. -Dijo mientras me arrastraba hacia dentro de la habitación-

Suspiré.

-¿Porque vuelves a pararte? -Pregunté-


Álvaro solo me miró, abrió un cajón y sacó un pañuelo, me lo ató, tapándome los ojos.

-¿Que haces Álvaro? -Dije un poco asustada. No me gusta nada que me vende los ojos-
-Quiero probar una cosa -Dijo mientras besaba mi cuello-
-Dios... ¿Y no lo puedes probar sin que tenga los ojos tapados? Esto me pone muy nerviosa.
-Nope, así es más excitante. ¿No crees? -Dijo mientras mordía mi labio-
-Claro, muy excitante -Notese la ironía- Tener los ojos vendados y depender de tu novio, que vete tu a saber que hará. ¡Super excitante!
-Eres una quejica. ¡Deja de quejarte! -Gruñó-
-Odio cuando te pones así...
-Oh, vamos. Si te va a gustar.


Álvaro introdujo sus manos por debajo de mi ropa, acariciando mi espalda, mientras me besaba. Lentamente sacó mi abrigo y sus manos recorrían mi espalda, sacó lentamente la camiseta, y dejaba besos por todos lados. .

-¿Pero se puede saber que estás haciendo? Esto me esta poniendo nerviosa.
-Shhhh, estate callada, o me vas a obligar a ponerte algo en la boca para que no hables.


Oh dios mio. Tenía que decir que, cuando hablaba así, me ponía y mucho. “Cause your sex takes me to paradise” Susurró en mi oído mientras metía su mano por dentro de mi pantalón. Vale, si. Sabía de sus intenciones desde un principio. ¡Por dios, esto es una puta tortura! ¿Como puede hacerme esto mientras tengo los ojos cerrados? Y lo que más me sorprende es que, este juego, me excitaba. ¡Estaría mejor montándonoslo en el puñetero ascensor!
Mientras su boca estaba entretenida mordiendo y dejando marcas en mi cuello, sus manos estaban entretenidas desabrochando mi pantalón. Lo bajó lentamente, sus yemas paseaban por mis piernas y mi piel automáticamente se puso de gallina. Dios, adoraba que hiciera eso. Automáticamente me saqué las vans, mientras Álvaro dejó de besarme para sacarme los pantalones.

-Lo has echo a propósito -Murmuró Álvaro-
-¿El que?
-Ponerte esa ropa interior.
-¿Tu crees?
-Vamos, no te quieras hacer la interesante -Dijo mientras mordía y besaba mis piernas- Sabes que me encanta la ropa interior de encaje y mucho más me gusta cuando estas tu en ella. Te ves realemnte sexy y... buuuuuuuf -Mordió mi pierna-
-¡Hay Álvaro! -Me quejé-
-Me pones tanto con estos culottes... Deberían prohibirlos. Son realmente tóxicos. -Solté una carcajada- ¿De que te ríes?
-De nada... Simplemente me imagino tu cara en estos momentos -Saqué la lengua-


No noté a Álvaro tocar mi cuerpo. ¿Donde estaría? No hay ruido, no se escucha nada. Encima, me acaba de atar las manos. Oh dios mio, juro tomar venganza por esto!


-¿Álvaro? -Pregunté temerosa-
-Dime.
-¿Que estás haciendo? Me frustra no ver nada. -Dije enfadada-
-Me encanta cuando te enfadas, eres toda una gatita -Mordió mi oreja-


Álvaro me pegó completamente a él, se había sacado la ropa y solo estaba en bóxer. Sacó mi sujetador, y bajó lentamente mis culottes, mientras lamía y mordía mi cuerpo. Poco a poco, me fue llevando a no se donde, hasta que tropecé y caí en una cama. Álvaro separó mis piernas y empezó a juguetear con mi clítoris. Odiaba que hiciera eso, bueno, no, no lo odiaba, pero me incomodaba. Mientras lo lamía, introdujo un dedo en mi y no pude evitar soltar un gruñido. Esto me recordaba a aquel día en la piscina, en Mallorca. Me encontraba indefensa y el hacia lo que quería conmigo.


-Oh dios -Suspiré- Como sigas así yo... aggg -Gruñí-


Arqueé mi espalda, lo sentía, venía y Álvaro lo notaba. Intenté soltarme, necesitaba agarrarme a algún sitio, pero el capullo de Álvaro había atado bien mis manos, no podía soltarme y encima las estaba autoplastando. De repente paró. Se apartó. ¿Que coño hacía?

-¿Se puede saber que haces? -Dije enfadándome-
-¿Que pasa Míriam? ¿Quieres más?
-Si.
-¿Y si te dejo así?
-¿No decías que era mi cumpleaños y me tenías que complacer? ¿A que coño esperas? -Si, vale, me había enfadado-
-No quiero que te corras ahora. -Soltó una pequeña carcajada- No de momento pequeña. Vas a tener que aguantar las ganas.
-No seas capullo Álvaro.
-No lo soy.


Me levantó de la cama. ¿Se puede saber que clase de tortura iba a someterme? Empezó a arrastrarme a no se donde, vete tu a saber. Rodeó mi cintura con sus brazos, mientras me dejaba besos en mi hombro. Paró de caminar bruscamente y soltó una pequeña carcajada. ¿Que coño...?


-Sube las escaleras con cuidado -Susurró en mi oreja-
-Álvaro, esto no tiene gracia... Me da la sensación que me vas a tirar por el balcón -Bromeé-
-Nah, no soy tan malo, amor.
-No quiero subir... Oh, vamos... ¿No puedes limitarte a acabar tu faena? -Mordió mi hombro como respuesta- ¡Auch!
-Quejica... sube las escaleras.
-¿Y si no quiero?
-Pues te obligaré. Tu misma, por las buenas o por las malas. -Giré un poco la cabeza y suspiré-
-Esta bien.


Subí esos escalones que, vete tu a saber donde me llevaban. No se cuando y no se como, Álvaro se encontraba delante mío, ayudándome a... ¿Bajar? Oye, esto de tener los ojos cerrados no me mola. Definitivamente no.
Noté agua. ¿Agua?


-¿Agua? -Murmuré- Dios mio, Álvaro... ¿Se puede saber donde estamos?
-Ten un poco de imaginación... ¿Donde podrías estar? Hay burbujas, el agua está caliente... -Me mordí el labio. No podía ser-
-Un día de estos, me vas a matar.
-Si, bueno... -Rió- Si me permite señorita, voy a seguir.

Álvaro me cogió de la cintura y empezó a besarme. Esos besos provocaban calores en mi interior. Toqueteaba todo lo intocable de mi cuerpo, mordía mi labio inferior con deseo. ¡Que acabe ya esta tortura por favor! Fue bajando poco a poco, hasta que quedé sentada a horcajadas encima suyo.

-Desatame -Susurré-
-No.
-Vamos... -Le di un pico- Por favor. -Dije mientras me movía, frotando nuestros sexos- Por favor. -Volví a hacerlo-
-He dicho que no. -Gruñó-
-Venga...
-No insistas. -Susurró en mi oreja- Hoy eres mía y voy a hacer contigo lo que me plazca.
-No digas eso -Susurré- y no lo digas con ese tono... -Mordí mi labio-
-¿Porque?
-Me excita.

Álvaro apoyó su cara en mi hombro y sonrió. Me deja sentada, recorre mis piernas con sus manos, hasta llegar a mi entre pierna. Gimo. No puedo evitar echar la cabeza hacia atrás. Un día de estos me mata. Vuelve a hacer lo mismo que antes, vuelve a introducir sus dedos dentro de mi. Dios bendito. A mi me mata.
No se como, no se cuando, pero vuelvo a estar a horcajadas. Nuestros labios no se separan ni para coger aire. Lentamente, se introduce dentro de mi, provocando que suspire. Por fin, le tengo dentro de mi. Mis manos siguen atadas, necesito tocarle, sentirle... Agarra mis caderas, para ayudarme a unirme a ese vaivén tan esperado. Apoyo mi cabeza en su hombro, mientras le gimo en la oreja o le muerdo el cuello. Álvaro susurra barbaridades. Si, vale, ok. Me voy a volver loca como siga así. Sin dejar de movernos, Álvaro desató mis manos. Oh, por fin. Froté mis muñecas. Esperé a que me desatara los ojos, pero no lo hizo y tampoco quise hacerlos. Puse las manos en su pecho, y las frotaba contra él, dirigí mis labios a su cuello, mientras subía mis manos hacia su pelo. Anhelaba poder hacer eso, necesitaba hacerlo. Álvaro subió lentamente sus manos por mi espalda, acarició lentamente mi pelo y dejó caer el pañuelo. Este quedó en mi cuello y por fin, pude mirarle. Sonreí como una tonta. Besé su mejilla, besé su nariz, besé sus labios.


Nos quedamos dentro del agua, abrazados. Álvaro recorría con la yema de sus dedos mi brazo, haciéndome cosquillas. Golpearon la puerta, Álvaro salió del jacuzzi, se enroscó una toalla en la cintura y fue a abrir. Llegó con un carrito lleno de comida y con una botella de cava con dos copas. Cogió una de las bandejas y la dejó en la superficie plana del jacuzzi. Volvió al carrito y cogió la botella de cava. Volvió a meterse, la abrió y nos sirvió.


-Feliz cumpleaños amor. -Dijo mientras besaba mis labios-
-Gracias por el día de hoy, corazón. -Le miré- Realmente, está siendo especial -Sonreí-
-Me alegra de que lo estés pasando bien. ¿Tienes hambre? -Dijo mientras sacaba lo que tapaba la bandeja-
-Oh, muuuucha. -Me sonrojé-
-Te ves preciosa cuando te sonrojas. Anda, ven aquí que estoy hambriento -Dijo mientras cogía mi mano-

domingo, 27 de octubre de 2013

Capitulo 73




-¿Marian?


Esa mujer... esa mujer se parecía a ella, solo que... ¿llevaba un carro? Si, era un carro y.. estaba acompañada con un hombre y un adolescente. Agarré la mano de Álvaro con fuerza. La mujer no se giró, volví a llamarla y al parecer, se enteró.
Si, es ella... La misma mujer que se presentó en casa de mis abuelos el día antes de la boda, la mujer que me había contado todo, la mujer que me dio la vida.

-¿Míriam? -Preguntó al verme- Oh dios mio -Sonrió- Ven aquí cariño -Dijo mientras abría sus brazos-


La miré dudosa. ¿Iba o no iba? Hice una mueca y ella lo vio, suspiró y se acercó a mi, lentamente, como si yo fuera a huir cuando se acercarse. Acepté su abrazo. Cierto era que, aquella vez que me contó todo, decidí perdonarla ya que, parte de culpa la habían tenido mis supuestos abuelos pero, ella si hubiera querido me hubiera podido buscar.


-¿Tu no estabas... -Dijo mientras me miraba de arriba a bajo-
-S..Si -Tartamudeé- Lo perdí. -Noté como unos brazos rodeaban mi cintura-
-Oh, entiendo... -Se hizo un silencio incómodo- Mira, te presento a Alberto mi... -Me miró- marido.
-Hola -Dijo el señor, levantando la mano-
-Hola
-Y bueno, esta pequeña se llama Liss. -Dijo mientras cogía a la pequeña de unos.. ¿tres o cuatro años?-
-¿Es tu... -Me callé, no me atreví a preguntar-
-Es tu hermana -Soltó de golpe-


Y de repente PUUUUUUUUUUM, tengo una hermana. ¿A caso no supo contarme esto antes? Creo que... me va a dar algo.


-¿Que haces aquí Marian? -Dije molesta. Esto me superaba-
-Hemos venido de vacaciones -Dijo ella-
-¿Seguro? -Alcé una ceja y me crucé de brazos. Marian miró a su marido, él asintió y suspiró-
-Vale... Hemos venido aquí porque Alberto quería conocerte y, no me parecía justo, ocultarle la verdad a Liss. Ya ha sufrido una hija mía las consecuencias, no quiero que la otra pase por lo mismo. -Volví a alzar la ceja. ¿Se piensa que me voy a tragar ese discurso?-
-¿Te crees que soy tonta? -Contesté tajante-
-Amor.. -Dijo Álvaro-
-No, amor, no... ¿Porque no me dices de una vez la verdad? ¿Eh? ¿Tanto te cuesta? ¿Tanto te cuesta decirme la verdad? Dime -Marian suspiró-
-Eres más lista de lo que creía. -Miró al suelo- Hoy es tu cumpleaños. -La miré-
-Si... ¿Y que? -Seguía cruzada de brazos-
-Pues, quería... -Suspiró- Esto es difícil para mi -Me miró- Se que no he estado en tu vida y se que de un día para el otro no puedo aparecer de la nada y acapararte, pero he estado muucho tiempo lamentándome, cada fecha que pasaba, no podía dejar de pensar lo mayor que te estabas haciendo y que, a lo mejor, necesitarías a tu madre para organizar tu cumpleaños.. Pero directos al grano, hemos venido porque queríamos y queremos formar parte de tu vida Miriam. Queremos estar contigo. Supongo que... ¿Feliz cumpleaños? -Alzó los hombros y sonrió-
-Anos anos -Dijo la pequeña sonriendo- eliz! -Alzó los brazos- Muak muak -Tiró los brazos hacia mi, como si quisiera que la cogiera-


Miré a mi... a Marian, ella me acerco a... ¿Liss? La cogí encantada. Era una niña preciosa y muy idéntica a mi, a pesar que tuviera los ojos verdes. Una vez que la tenía en brazos, Liss me abrazó y me besó la mejilla. “Abrazo de oso” Dijo Marian. Liss me miró divertida, hizo pucherito y me abrazó con todas sus fuerzas. Dios, casi me ahoga. ¿Como una niña tan pequeña podía tener tanta fuerza?


-Siento interrumpir este momento -Dijo Álvaro- Pero amor... tenemos que irnos ya...
-Eh.. si.. -Marian cogió a la niña- Bueno... esto... -Me rasqué la cabeza- Supongo que nos volveremos a ver. -Arrugué las cejas. ¿Porque dije eso?-
-Si, claro -Sonrió Marian- Nos encantaría volver a verte, Miriam.
-Si... bueno pues... Adiós.

Levanté la mano, para despedirme mientras la otra la tenía entrelazada con los dedos de Álvaro. Andamos y andamos durante media hora, hasta que Álvaro se paró delante de un hotel. Me miró y sonrió. Entramos y, mientras me susurraba que me quedase donde estaba, él se acercó a recepción, donde allí le dieron unas llaves. Regresó junto a mi, me cogió de la mano y me llevó hasta los ascensores.


-¿Que hacemos aquí? -Pregunté confusa-
-Comer. -Sonrió-
-Pero... El comedor está abajo. -Mordí mi labio-
-Bueno, no solo se puede comer en el comedor -Me guiñó el ojo-
-Tengo el culo adolorido. -Solté de repente, provocando que Álvaro soltase una carcajada-
-Eso no es ningún impedimento, corazón. -Besó mis labios muy lentamente-
-¿A caso quieres que no sobreviva al día de mi cumpleaños?
-Mmmm, si no sobrevives a mi, me da algo. -Me guiñó el ojo. -
-Aquí hay tema, pero vamos... -Reí-
-Habrá que complacerte hoy. ¿No crees? -Sonrió-
-Mmm ¿Y si quiero que me complazcas aquí mismo? -Pregunté mientras me acercaba a él lentamente-
-Por mi, encantado. Pero en un ascensor no debe de ser muy cómodo -Dijo mientras pasaba sus brazos por mi cintura-
-¿Y quien dice que no? -Mordí su labio-
-No hagas eso -Gruñó-
-¿Porqué? -Volví a hacerlo-
-Porque perderé los papeles. -Dijo mientras me acorralaba en la pared-
-A mi no me importaría -Le besé-
-Mmm, lástima que ya estemos en la planta -Dijo mientras miraba como se abrían las puertas- Aunque, podemos seguirlo en la habitación.
-No veo la necesidad de estar en un hotel -Arrugué las cejas- ¿No podríamos ir a casa?
-Nope. -Dijo mientras echó a caminar por el largo pasillo-
-¿Porque?
-Porque no.
-Jo. -Hice puchero-
-Venga, acabará gustándote -Se paró en seco y me cogió en brazos-
-¡Bajame! -Grité-
-Nope.
-Álvaro por favor, bajame. -Bufó y me bajó- Bien echo bonito -Revolví su pelo-
-¡Hey! -Apartó su cabeza-



Paró en seco, me agarró de la cintura, pegándome a él y, literalmente, me comió la boca. Hay que ver este chico lo pasional que es cuando le entra el venazo. Chocamos contra una puerta, Álvaro puso sus manos en mi culo y yo di un salto, rodeando sus caderas con mis piernas. Como pudo, abrió la puerta y me apoyó en una pared. 

lunes, 21 de octubre de 2013

Capitulo 72




[Narra Míriam]





Los rayos de sol se colaban por la ventana. Remoloneé un poco, me daba mucha pereza levantarme de la cama. Me giré lentamente y estiré la mano hacia el otro lado. Me levanté sobresaltada al notar la parte de la cama de Álvaro fría. ¿Donde habría ido? Miré toda la habitación y vi un ramo de rosas, enorme, encima de mi mesita. No pude evitar morder mi labio y pensar que tenía al mejor novio del mundo. Cogí el ramo, y en él vi una targetita blanca.

Feliz cumpleaños amor. Difruta de tu día, te lo mereces. Te ama, Álvaro”

Simplemente es tan asdfghjkl. Me levanté de la cama y salí de la habitación. Vi unos pétalos en el suelo que hacían un camino. Los miré extrañada y los seguí. Esos pétalos conducían hacia una de las habitaciones de invitados. Abrí la puerta y me encontré con un enorme paquete encima de la cama. Otra vez, me mordí el labio. ¿Porqué era tan perfecto? Me acerqué hacia el paquete y retiré el lazo que le envolvía con cuidado, abrí la caja lentamente y en él pude ver un vestido precioso, de color negro. Dentro de la caja, había otra nota.

Espero que el vestido te guste y haya acertado con la talla, si no, seré el peor novio del mundo”


Mordí otra vez mi labio. Salí de la habitación en busca de Álvaro y, para mi asombro, me encontré a Nala, con un lazo bastante exagerado en el cuello y el cual llevaba una caja alargada. Me agaché, cogí a Nala en brazos y le saqué el lazo junto con la caja. Lentamente abrí la caja y me encontré con una pulsera de plata, en la parte delantera estaban nuestros nombres escritos, y detrás, la fecha de cuando empezamos. Y otra vez, me encontraba mordiéndome el labio, al recordar aquel viaje a Mallorca.
Me dirigí a la cocina y me lo encontré allí, sentado en la cocina. Me abalancé sobre él.


-Jopé, no tenías porqué molestarte con tantos regalos -Le besé- Con las flores me basta -Mordí de nuevo mi labio-
-Es lo que te mereces princesita -Me besó la frente- Te mereces esto y mucho más.
-No digas eso, me siento mala persona -Suspiré-
-¿Porque? -Preguntó extrañado-
-Pues, porque yo para tu cumpleaños no te compré nada...
-Míriam... -Me abrazó- A mi me da igual, si me regalas algo o no, a parte que para esa época no estábamos juntos -Suspiró-
-Ya pero... igualmente -Hice un puchero- No tienes que gastarte el dinero en comprarme cosas, tu eres mi regalo perfecto -Sonreí- Con que sonrías y no te vayas nunca de mi lado, es suficiente. -Álvaro sonrió y me senté en sus piernas-
-Anda, vamos a desayunar que esto me ha dado trabajo...
-Nadie te ha pedido que lo hicieras amor. -Sonreí- Por cierto, todo esto tiene pinta de ser delicioso -Besé su mejilla-


Desayunamos entre mimos y risas. Nadie había llamado para felicitarme, aunque poco me importaba con tal de estar con Álvaro. Este, me dijo que me cambiara y que cogiera unos guantes y una bufanda, aunque me parecía extraño ya que empezaba a hacer calor, las cogí sin rechistar. Bajé y Álvaro estaba allí, esperando. Salimos y no sabía donde nos dirigía. Hubo un momento en que, me obligó a vendar los ojos, iba completamente agarrada en él para no caerme. Pasado un buen rato, noté que estábamos en un lugar frío y nos paramos. Álvaro me sacó la venda y pude ver donde estábamos. ¡Una pista de patinaje!


-Álv, no se patinar -Dije cuando trajo los patines-
-Para eso no tengas problema, yo te enseño -Le miré desconfiada-
-¿Tu desde cuando sabes patinar? ¿Eh? ¿Eh? No me fío..
-Gracias mujer, gracias -Rió- Se patinar, para tu información... -Suspiró- Venga, no seas quejica y vamos.


Nos pusimos los patines y los guantes, Álvaro entró confiado en la pista, no tanto como yo. Si, soy una miedica de cuidado, pero es que nunca en mi vida había patinado sobre hielo. Puse primero un pie, y al poner el otro, casi me caigo. Me agarré a la barandilla, maldiciendo a los ancestros de Álvaro.

-No te rías, capullo...
-Lo siento...es que... -Estalló en una carcajada- No agarres tan fuerte la barandilla, que la vas a romper.
-Oh, cierra el pico, barbudo. -Gruñí- Maldita la hora que me has traído aquí... ¿No ves que lo estoy pasando mal?
-Oh, venga ya, si no has dado ni un paso -Se acercó a mi- Anda, ven -Me tendió sus manos-
-¿Puedo fiarme de ti?
-Mujer, claro que si. Te fias de mi sobre otras cosas y en esto no? Vas a herir mi orgullo... -Hizo una mueca y suspiré-
-Ok.
-Principalmente, pon los pies rectos, y deslizate poco a poco con ellos. Venga, tu puedes.


Le hice caso, intenté poner los pies rectos, intenté deslizarme, pero no conseguí nada, bueno, si... una caída mortal...


-¡Oh dios mio! Que dolor! -Álvaro reía- No te rías imbécil, ayúdame a levantarme -Le tendí las manos y me levantó-


Seguíamos intentándolo, poco a poco iba logrando patinar, aunque tenía el culo adolorido y mojado.


-¡Joder Álvaro, no voy a poder sentarme en un mes! ¡Que dolor! -Dije frotándome el culo-
-Que exagerada, eso no es nada.
-¿Que no? Caete tu cada vez que patines, a ver si te va a doler el culo. -Gruñí-
-Eu, no te enfades.


Álvaro se acercó a mi y me abrazó, pero, como yo soy tan torpe, resbalé y caímos los dos, llevándome yo todo el golpe.


-Ouch -Me quejé- Álvaro, pesas mucho, me duele el culo, me duele la espalda... -Lloriqueé- ¿Haces el favor de levantarte? Me duele todo. -Hinché los morros-
-No seas llorica -Dijo mientras colocaba un mechón de mi pelo detrás de mi oreja- ¿Enserio peso tanto? -Dijo horrorizado-
-No, pero ya sabes que me encanta quejarme -Reí y le besé-
-Eres única pequeña.
-Y llorona -Le saqué la lengua-


Álvaro se levantó y me ayudó a levantarme con cuidado. Seguimos patinando, pero esta vez sin caerme. Creo que, empezaba a cogerle el tranquillo pero... ¡Tenía toda la ropa mojada!

-¿Quieres que nos vayamos? Empiezo a tener hambre y tu estás mojada.. -Dijo mientras me cogía de la mano-
-Si por favor -Suspiré- Tengo el culo adolorido -Reí-
-Quejica -Susurró-
-Te he escuchado, feo. -Le solté de la mano- Puedo ir yo sola hasta la salida, gracias.
-¿Segura? Seguro que te caes -Se burló-


Le miré desafiante, empecé a patinar hasta llegar casi a la puerta sin resbalar  Digo casi, porque me caí de culo antes de poner un pie fuera de la pista. Álvaro se reía a carcajada limpia y a mi no me hacía gracia. Vale, si, me había divertido, los golpes ya no dolían, me lo tomaba a risa cada vez que me caía, pero que se riera cada vez que me veía en el suelo, me estaba empezando a molestar. Saqué mis patines estando en la pista, me levanté como si nada y salí. Álvaro dejó de reír al instante, salió de la pista, se sacó los patines lo más rápido que pudo y me siguió hasta dentro. Una vez allí le di mis patines a la chica y ella me dio mis zapatos. Me senté en el banco y me los puse, mientras a Álvaro le daban sus zapatos. Se los puso y me abrazo.

-Vamos, no te molestes... Sabes que no lo hago con mala intención... -Besó mi mejilla-
-No, si que me molesto -Me crucé de brazos- Una cosa es que te rías las primeras veces, pero todas las que me caigo? Eso ya es exagerado... parece que solo quieres burlarte de mi. -Dije cruzándome de brazos- Me estoy hartando.
-Eu, lo siento... -Me giró- Lo siento si te ha sentado mal que me ría, no lo he echo queriendo... Vamos, mírame -Dijo levantando mi cara, obligándome a mirarlo- Sabes que te quiero ¿Verdad? -Asentí- No lo he echo con mala fe, se que eres una patosilla y una llorica, pero vamos... Hemos venido a que a divertirnos, es tu cumpleaños -Suspiré-
-Y parece que a nadie le importa -Solté-
-¿Porque lo dices? -Se rascó la cabeza- 
-Pues, porque nadie me ha llamado -Suspiré- Ni siquiera Marta... de las demás a lo mejor me lo esperaba, pero de Marta... de Marta no -Suspiré-
-A lo mejor te felicita después... -Me miró- Ya sabes, Marta está con Hugo que son culo y mierda y las chicas con los chicos igual, quizás que esta tarde te llamen o algo..
-No se... -Suspiré- Tampoco es que me importe mucho, pero... no se. -Suspiré-
-Jode, lo se -Besó mi frente- ¿Vamos a comer? Yo invito -Le miré-
-Ni se te ocurra.
-Oh, claro que si que se me ocurre, es el cumpleaños de mi novia, hoy vivirá como una princesita. -Sonrió-
-Si vivir como una princesita es llevarte golpes en el culo cada dos segundos... ¡No quiero ser una princesa! -Levanté los brazos-
-Estás loca -Dijo riendo-
-Pero me amas tal y como soy.

-Eso es verdad -Me besó la frente- 

viernes, 18 de octubre de 2013

Capitulo 71






[Narra Blas]


Estar con ella, es lo mejor que me ha podido pasar en la vida. Ella, ella es mi mundo, mi vida. No puedo dejar de pensar en ella, en su pelo, en su sonrisa, en sus ojos, en su risa... Adoro su risa, se pone colorada como un tomate y se tapa los ojos, como queriendo pasar desapercibida. ¿Porque me trae tan loco? No lo se. Simplemente no lo se. Todo en ella me vuelve loco. A veces, masoca de mi, pienso en como sería mi vida, si no la hubiera conocido o si por alguna razón la perdiera de un día para el otro, y, siento un enorme vacío en el pecho al pensarlo. Llevamos apenas ocho meses y para mi, es como si hubiera estado con ella, toda mi vida. Definitivamente es el amor de mi vida y no quiero cambiarla por nada del mundo.


-¿Blas? -Dijo pasándome las manos por delante de la cara- ¡Hey! -Me zarandeo- ¿Quieres hacer el favor de escucharme? -Dijo indignada-
-¿Eh? Lo siento amor. ¿Que decías? -Dije rascándome la cabeza- Lo siento -Suspiré- Me he quedado en mi mundo. ¿Que me decías?
-Te decía que, creo que ya es hora de que te presente a mi familia -Me miro con... ¿miedo?-
-Eeeeeh, esto... -Volví a rascarme la cabeza- Por mi vale -Dije definitivamente- Sabes lo que opino sobre esto pero.... si es lo que tu quieres, así será -Sonreí y le di un beso-
-Te quiero -Susurró en mis labios-


La abracé como si mi vida se fuera en ello. Al separarnos, dejó un beso en mi mejilla y se fue a preparar. Apenas eran las doce de la mañana y ella había quedado con sus padres para ir a comer a las dos. Me estiré en el sofá y encendí la tele. Bien es cierto, que tengo un pánico enorme en conocer a mis suegros. ¿La razón? No caerle bien a la persona que tanto amaba mi novia, la temida suegra. ¿Que pasaría si la relación entre mi suegra y yo no es lo bastante buena? Bien es cierto que, yo no me llevo mal con casi nadie y no me gustaría tener que hacerlo con mi suegra.


Cuando me di cuenta, Eunice estaba estirada conmigo en el sofá preparada. Me desperecé y me metí en el baño, me duché y me cambié. Bajé abajo y la vi hablando por el móvil, por lo que pude deducir, estaba hablando con María y hablaban de las vacaciones de esta.
Conducí hasta casa de sus padres, estaba nervioso. Tenía la mínima esperanza de que les cayera bien, si no... podía morir en terribles sufrimientos. Aparqué el coche, nos bajamos y Eunice tocó al timbre. De la puerta, salió una mujer de mediana estatura, pelo castaño oscuro, corto y rizado, unos ojos pequeñitos y marrones, por sus gestos deducí que era su madre. Y en efectivo lo era. Ambas se abrazaron como si no se hubieran visto en años y la madre fijó su mirada en mi, poniendome aún más nervioso.


-Ho...Hola -Dije con vergüenza y me rasqué la cabeza- Soy Blas, el novio de Eunice.
-Hola Blas! -Sonrió- Encantada de conocerte... ¡Por fin te decides a venir! -Exclamó y soltó una carcajada- Anda, pasar dentro, la comida está casi echa.
-¿Ha llegado ya papá? -Dijo Eunice pasando una mirada por el comedor-
-Debe de estar apunto de llegar -Dijo su madre entrando en la cocina- Ya sabes que hasta las dos y diez no llega a casa -Levantó los hombros-
-Si... viejas manías -Rió ella- Entonces... ¿Como lo lleváis? -Preguntó con curiosidad y no entendí a lo que se refería- ¿Papá y tu ya lo habéis arreglado?
-Sip, está todo arreglado, ya sabes... las discusiones de pareja es lo que tiene... -Soltó otra carcajada y me miró- Podéis sentaros, no quiero que se os queden los pies clavados en el suelo -Eunice rió y se sentó en una silla y yo, la imité-


La puerta de la entrada se abrió, dejando ver a un hombre con traje. Eunice se levantó corriendo y se tiró en sus brazos.

-¡Jorge! -Le besó la mejilla-
-Hola hija -Dijo besándole la frente- ¿Como estás?
-Bien -Sonrió- Anda, ven, que te tengo que presentar a alguien -Dijo tirandole de la mano-
-¿A quien tienes que presentarme? ¿A tu novio? -Dijo con una cara de sorpresa-
-Sipp, anda ven. -Entraron por la puerta- Blas -Me llamó la atención- Te presento a Jorge, mi padre -Sonrió- Y bueno, él es Blas, mi novio.
-Mucho gusto de conocerle señor -Dije apretándole la mano-
-El gusto es mío -Sonrió- Si me disculpan, voy a cambiarme, odio el dichoso traje -Suspiró- Ahora regreso. -Se fue-


Estuvimos hablando y riendo con la madre de Eunice, mientras ella preparaba la cena. Su padre se sentó en el sofá, viendo la tele y básicamente, las chicas me echaron de la cocina. “Tenemos que hablar de madre a hija” dijeron. ¡Miedo me dan! Suspiré y fui con... ¿Jorge? Al sofá.


-Veo que te han excluido -Dijo echándome una mirada-
-Si.. Tenían que hablar de madre a hija -Rodé los ojos-
-Bueno, no será para tanto ¿no? -Sonrió- ¿Cuanto llevan?
-Ocho meses -Dije firme-
-Uou, eso es mucho eh -Volvió a sonreír- ¿Y lo llevan bien? Digo... no hay peleas de por medio, ni esas cosas ¿verdad?
-Ems, no... de momento no, vamos... intentamos no discutir y hablar las cosas calmados y de momento, nos va bien -Sonreí-
-¿La quieres mucho verdad?
-Con toda mi alma -Dije sincero- Ella... -Miré hacia la cocina y suspiré- Ella es mi mundo -Miré a Jorge-
-La verdad, es que la pequeña se hace querer mucho. Cuando la conocí, ella apenas tenía cinco años y era una niña bastante asustada e insegura -Suspiró- pero era tan adorable... La quise al instante que llegó a mi vida -Sonrió-
-Espera... ¿Quieres decir que ella es... adoptada? -Me sorprendí-
-¿Que? ¿Eh? No -Dijo rascándose la cabeza- ¿Ella nunca te ha contado nada? -Negué con la cabeza-
-Casi no hablamos de la familia, preferímos centrarnos en nosotros y si eso, más adelante, teníamos pensado presentarnos a los padres y ese rollo -Suspiré-
-Entiendo -Dijo desviando un momento la mirada a la televisión y me volvió a mirar- Eunice no es adoptada, lo que pasa, es que su padre... bueno, las abandonó cuando ella tenía cinco años... Yo... bueno, era un gran amigo de la familia y siempre había estado enamorado de Mari -Sonrió al recordarlo- Entonces, cuando las abandonó, yo me uní a ellos y me prometí a mi mismo, que la enamoraría. Eunice desde que empecé a salir con su madre, empezó a llamarme papá y bueno, a mi no me molestaba. La verdad es que yo la sentía como una hija biológica -Alzó los hombros-
-Entiendo...
-Pero eso si... Llegando al papel de padre sobreprotector, espero que... no le hagas daño. Ella ha tenido una infancia muy dura y la adolescencia no es que haya sido su mejor etapa... -Suspiró- Se que esto no ayuda a meterte miedo por si llegas a hacer algo en un futuro, no soy de echar broncas y esas cosas. Pero me partiría el alma verla llorar, y más verla llorar por ti... se le nota a miles de kilómetros que te adora y te quiere... No lo desperdicies porque es una chica que vale millones. -Sonrió y le asenti-
-¿Quien es una chica que vale millones? -Preguntó Eunice entrando por la puerta con la bandeja de comida-
-Ustedes dos -Dijo Jorge sonriendo- Son lo más valioso que tengo en la vida -Las abrazó-
-Bueno, vamos a comer ¿si? -Dijo Mari y me miró- Seguro que debes estar hambriento.
-Un poco, pero es soportable -Solté una pequeña carcajada-


La verdad, es que todo había resultado ser del revés. Los padres de Eunice eran muy simpáticos y la verdad es que no eran tan malos como esperaban. Pasamos la tarde con sus padres, riendo y hablando de un montón de cosas en general. Se nos había echo tarde y decidimos irnos.


-¿Ves como mis padres no eran tan malos? -Dijo una vez entró en el coche-
-La verdad es que son un amor -Sonreí-
-Pues entonces, son como tu -Dijo y me besó-
-Te quiero muchísimo amor, tenlo siempre presente -Se mordió el labio-
-Yo también te quiero muchísimo amor, pero mucho, mucho, muuuuuucho. -Mordió mi mejilla-

-Mira que eres lela -Reí- pero aún así, te quiero mucho. -Besé su frente-

viernes, 11 de octubre de 2013

Capitulo 70



[Narra Álvaro]






-¡Vamos Álvaro! ¡Vamos! -Dijo tirándome del brazo- Que te quedas atrás.

Le sonreí y fui junto a ella. Estaba muy contenta por ir de compras. Y eso me hizo recordar aquella tarde de Mallorca con ella y las compras. Sabía que no me iba a aburrir, con ella era imposible que me aburriera. Al llegar al centro comercial, entramos tienda en tienda y como no, Míriam provándose ropa cada dos por tres y no hace falta decir que me tocó hacer de perchero. “Sujetame esto”, “deja esto allí”, “Esto no lo sueltes que me lo llevo”. ¡Madre mía! Si parecía que se iba a comprar medio centro comercial. La mañana se nos pasó volando, así que decidimos ir a comer. Pasamos por una tienda de animales y me quedé mirando un cachorrillo, me llamó muchísimo la atención, por no decir que se me caía la baba.


-¿Porque te paras? -Dijo Miriam volviendo hacia mi- Oh, que preciosidad. -Dijo mirando al cachorrillo- Mira que orejitas más peludas... Madre, me lo como. -Se mordió el labio inferior y una bombilla se encendió en mi cabeza-
-Ven -Dije cogiéndole de la mano y arrastrándola hacia dentro de la tienda-

Vimos al cachorrillo más de cerca. Mientras Míriam jugaba con él, fui a preguntarle a la dependienta cuanto costaba el perro, aunque el precio era el que era, lo compré. La dependienta se acercó a Míriam y le sacó el perro, diciéndole que ya lo habían comprado. Pude ver como sus ojitos se entristecieron y fui a buscarla.


-Anda, ven... tengo una sorpresa para ti -Me miró extrañada-
-¿Una sorpresa? -Asentí-
-Anda, ven -La arrastré hacia el mostrador-
-El perro tiene las vacunas que necesita, pero para asegurarnos, pásese por aquí para comprovar que lo tenemos todo controlado. -Dijo la dependienta y Míriam no entendía nada- Bueno chiquitín -Dijo mirando al cachorro- Por fin tienes una familia ¡eh! -El perro le chupó la mano- portate bien eh -Rió- Tomen -Dijo extendiéndonos la correa-
-Álvaro... -Dijo Míriam mirándome sin creerselo- ¿Acabas de comprar el perro?
-Si, tómatelo como un pequeño anticipo de tu cumpleaños -Dije mientras le daba la correa-
-¡Pero si todavía quedan dos semanas! -Protestó-
-¿Y que? No me puedes negar que esta cosita es muy mona -Dije mientras salía de la tienda-
-Si, pero...
-¿Pero que? ¿No te ha gustado? -La miro horrorizado-
-¡No! -ME miró- Osea, si que me gusta... -Se acercó a mi- Gracias corazón -Dijo besándome- Hay que pensar un nombre, ¿no?
-Sip -Dije rascándome la cabeza- ¿Que nombre quieres ponerle?
-No lo se... Primero habría que saber si es macho o hembra... -Me agaché para comprobarlo- ¿Que haces?
-Mirando si tiene cosita... -La miré- Es una hembra. ¿Que te parece luna?
-Muy común. ¿Que te parece magi?
-No es por nada, pero... Como Magí se entere de que tengo un perro que se llama igual que él, me odiará por el resto de los restos -Míriam carcajeó-
-Pues entonces di tu un nombre, listo. -Se cruzó de brazos-
-¿Que te parece Nala?
-¿Como la del rey león? -Carcajeó-
-Jopé, no te rías, le da un aire, lo que pasa que es más oscura... -Hice puchero-
-Nala -Miró hacia ella- Nala -Volvió a decir y el perro ladró- ¿Te gusta tu nombre? ¿Nala? -La perra dio un salto y empezó a mover la colita y a chupar la mano de Míriam, que esta solo hacía más que reír- Creo que le gusta -Me miró-
-Decidido -Me agaché yo también- Hola Nala, soy tu papi -Dije cogiéndola- ¿Quien es la perrita más bonita? ¿Eh? -Me sentía tonto perdido, pero no podía evitar hablarle como si fuera un bebé-
-Venga Álvaro, bajala y vayamos a comer... ¡Tengo hambre!
-¿Celosa por la perra? -Sonreí divertido-
-No, ¿Como crees? Creo que la querré más que a ti -Me sacó la lengua-
-Llega a ser eso verdad y me suicido -Hice un puchero-
-Anda, no digas tonterías. -Se giró hacia mi y me abrazó- Tu eres inigualable y insustituible. -Me besó- Te quiero.
-Y yo a ti princesa. -Me acerqué a su oído- Recuérdalo siempre -Besé su mejilla- Anda, vamos a comer.


Míriam se quedó en la terraza, ya que no podía entrar a la perrita. Fui a pedir y en seguida me trajeron la comida. Esa es la ventaja de comer en un Burguer. Pasamos la comida entre risas, como siempre, al acabar nos fuimos hacia casa. Era el primer día que salíamos los dos desde que habíamos vuelto. Normalmente lo hacíamos con los chicos o nos solíamos quedar encerrados en casa, mirando alguna película o haciendo cosas.
Al llegar a casa, Míriam dejó todas las bolsas encima de la cama, bajó con rapidez y se quedó jugando en el suelo con Nala. No pude resistirme a tal encanto y les eché una foto. Automáticamente la subí a twitter.


Con las dos mujeres que amo @Miriam19Smiler y Nala, nuestra perrita. ¡Besos!


En seguida llegaron un montón de menciones, que las ignoré. Cuando Míriam se cansó de jugar con Nala, se sentó conmigo en el sofá y se acurrucó en mi pecho. Una hora y media después el timbre sonó, me levanté sobresaltado, nos habíamos dormido. Fui a abrir la puerta y allí estaban Carlos y Andrea, abrazados, como siempre.


-¡Buenas tardes! -Dijeron los dos a la vez-
-Hola -Dije con una voz ronca-
-¿Estabas haciendo la siesta? -Dijo Andrea-
-Si... anda, pasar.. -Dije encaminándome hacia el sofá- Corazón -Dije zarandeándola- Ei, despierta -Le di un beso en la frente y abrió lentamente los ojos- Carlos y Andrea están aquí... venga.
-Creo que os hemos pillado en mal momento -Dijo Carlos rascándose la cabeza-
-Un poco si la verdad -Suspiré- ¿A que habéis venido?
-Hemos visto la foto de twitter -Dijo Andrea-
-Y veníamos a ver a Nala -Dijo Carlos-
-Oh, la pequeña esta allí -Señaló Míriam hacia la otra punta del sofá y Carlos fue corriendo- Que sepas que vas a ser sustituida por la pequeña -Dijo advirtiendo a Andrea-
-Bueno -Dijo levantando los brazos- Lleva todo el día pegado a mi, así que por un rato que se divierta con Nala, no le va a hacer daño a alguien... creo -Dijo mirándo como Carlos jugaba con la pequeña Nala-
-Bueno, yo mejor me voy a vigilar a Carlos, no quiero que le rompa una pata o que se la coma... -Dije iendo hacia Carlos-
-¡Eh! Que te he escuchado -Se quejó- ¿Como crees que voy a comerme a tu perra?
-Carlos, tienes tres perros y siempre dices que te los quieres comer... ¿Como quieres que no piense que te quieres comer a Nala? Eh, melón
-Eh, es una forma de hablar, mis perros son muy tiernos ¿Vale? Pero mira a esta chiquitina, se parece a Dama de Dama y el Vagamundo... yo le hubiera llamado Dama -La perra gruñó-
-Creo que le gusta más Nada -Ahora, ladró- ¿Ves? -Dije sonriendo- ¿A que si chiquitina? ¿A que te gusta Nala? -La perra se tiró encima mío- Me quiere más a mi
-Normal, eso es porque no se ha familiarizado conmigo, si no... me querría más a mi
-Claro que si melón -Dijo Míriam- Te querría tanto como te quiere Breaker -Andrea y ella estallaron a carcajadas-
-No hace gracia ¿vale? Ese gato me odia -Se hizo el indignado- No se que le he echo yo... pobre de mi
-Existir -Dijo Álvaro-
-¡Oye! -Dijeron Carlos y Andrea a la vez, y recibí un puñetazo en el hombro por parte de él-
-¡Auch! Pero de que vas imbécil, te echo de casa ¡eh!
-Si me echas me llevo a Nala.
-No -Protesté-
-Si
-No
-Si
-Que no
-Que si
-Que no
-Que si
-¡Que os calléis! -Gritaron las dos a la vez y las miramos-
-Así me gusta, seguir jugando con Nala y no os peleéis, parecéis niños de cinco años. -Dijo Míriam cruzándose de brazos-
-Pero nos amáis con locura -Dijimos Carlos y yo a la vez, y echamos a reír-
-Por suerte o por desgracia -Suspiró Andrea-