[Narra
Mimi]
Había
pasado un mes. Un mes desde que Álvaro me contó lo de su
infidelidad. Un mes en que no no hablábamos. Un mes el cual Álvaro
ya me había sustituido. Un mes el cual Gonzalo no se separó de mi.
Era un sábado noche, fuimos a casa de unos amigos, ya que daban una
fiesta. Álvaro había venido con.. No se como se llama, tampoco me
interesa. Eunice y Blas por fin habían echo oficial lo suyo, Andrea
y Carlos estaban como si empezaran, Dani y David... bueno, ellos dos
estaban echos unos 'Heartbreakers'. Iba con Gonzalo. Os voy a aclarar
una cosa. Gonzalo no es nada mío, solo me esta ayudando a superarlo.
Y si es necesario, me ayuda a poner celoso a Álvaro, pero a él, a
él se le veía feliz con la putita esa pelirroja. Estaba con los
chicos cuando Álvaro y la pelirroja se acercaron.
-Hola
chicos. -Dijo Álvaro agarrando a la pelirroja por la cintura-
-Hola,
por fin has llegado -Dijo Dani-
-Lo
siento, ha sido culpa mía -Dijo la pelirroja y rodé los ojos-
-Oír,
nosotras nos vamos a bailar -Dijo Marta agarrándome de la mano-
-¿No
os vais a presentar? -Preguntó la pelirroja-
-Yo
soy Andrea -Dijo dándole dos besos- La novia de Carlos.
-Yo
soy Eunice -Le dio dos besos- La novia de Blas.
-Yo
Marta. -Todos me miraron y no dije nada-
-¿Y
tu? -Dijo la pelirroja y le miré mal-
-Míriam.
-Encantada
-Dijo sonriendo- Yo soy Rocío. -Marta puso una cara culo-
-Yo
no digo lo mismo -Susurré, las chicas escucharon y rieron-
¡Vayámonos a bailar por favor! Nada de amarguras esta noche -Dije
mientras levantaba la copa y todas brindaban conmigo-
Nos
fuimos al 'centro' del salón, allí empezamos a bailar y a beber
como unas desesperadas. El alcohol nos había subido bastante, sobre
todo a mi y a Marta. Nos miramos y nos subimos encima de la mesa,
como si eso fuera un podium. Empezamos a “perrear” como si se nos
fuera la vida y todo el mundo nos miraba, nos silbaban hasta incluso
nos empezaron a sobar las piernas. Marta y yo no parábamos de
reírnos. Hugo nos ahogo la fiesta e hizo que Marta bajase de nuestro
podium, yo seguí en el. ¿Perreando el aire? No tengo ni idea, pero
seguí bailando. De pronto, se me dio por mirar a los chicos, miré a
Álvaro que tenía los ojos clavados en mi, le lancé un beso y la
guarra de la pelirroja al verlo, le comió toda la boca. ¿A si?
Vamos a jugar sucio! Subí a un chico que, madre mía como estaba.
Empecé a perrearmelo y al poco tiempo acabé comiéndole la boca. La
gente gritaba y aplaudía. El chico no era tonto, y empezaba a
sobarme, cosa que no me gustaba mucho, le apartaba las manos pero él
seguía. Oh, “Noche de sexo” está sonando. ¡Madre mía! Marta
vino corriendo y tiró al chico del podium. Empezamos a perrear otra
vez y la gente, sobre todo los tíos mirándonos. Me acerqué al oído
de Marta.
-Oye...
¿Y si provocamos al personal? -Sonreí malvada y Marta me miró-
-A
que te refieres?
-A
que nos subamos un poco la falda, ya sabes. -Reí-
Marta
asintió y nos subimos un poco la falda, habían caras de los chicos
que eran dignas de una foto y otras de perturbados mentales. La
canción se acabó y noté como unos brazos me cogieron y me bajaron.
-¿Pero
que coño haces? ¡Suéltame! -Cuando me dejaron en el suelo, vi
quien era- ¿Que coño quieres Álvaro? -Dije enfadada-
-Ven
conmigo. ¡Ya! -Me agarró del brazo y nos llevó al baño-
Iba
demasiado mal, veía todo borroso. Álvaro me estaba haciendo daño
en la muñeca. Cuando llegamos al baño, Álvaro cerró con pestillo
y no dudé en soltar una carcajada.
-¿De
que coño te ríes?
-¿Que
pashó Alvarito? -Dije acercándome- ¿Porqué me has traído a este
baño? A caso quieres algo que no te da tu novia? Ah no espera, que
si te lo da -Le miré con rencor- Pero seguro que soy más buena en
la cama que ella -Reí-
-¡Míriam!
-Gruñó y le miré con cara culo-
-¡Que
coño quieres Álvaro! ¿Eh? ¿Porque te has traído a la pelirroja?
¿Para joderme? Ok. ¡Si, lo has conseguido! -Grité- ¿Contento?
Ahora, déjame pasar. Quier seguir bailando.
-¿Que
quieres que te acaben violando?
-Álvaro
déjame. Déjame hacer lo que me de la gana. No soy tuya, no soy tu
novia ¿recuerdas? -Me balanceé a un lado por culpa del mareo- ¡Uy!
Lo que te decía -Me agarré del lava manos- Si quiero enseñar,
enseño. Si quiero follar, follo. ¿Te queda claro? Tu no eres nadie
para decirme lo que tengo que hacer. Lo dejaste de ser hace un mes
atrás y por lo que veo, me has olvidado pronto. -Le miré y las
lágrimas brotaron de mis ojos-
-Por
favor... no llores.
-¿Como
quieres que no llore si cada vez que quedamos te traes a la
pelirroja? ¿Porque te crees que en este mes no he quedado apenas con
los chicos? -Le miré- Si, por tu culpa. Porqué no tienes nada mejor
que hacer que integrar a esa pelirroja de bote a nuestro grupo. ¿A
caso integro yo a Gonzalo? A que no? Pues tu no hagas lo mismo. Estoy
hasta los cojones de ti -Le empujé- Estoy hasta los cojones de la
pelirroja -Le volví a empujar- Estoy hasta los cojones de todo esto
-Volví a empujarlo y lo empotré contra la pared- Estoy harta.
¡Harta! -Grité-
-Míriam
yo...
-Ni
Míriam ni ostias. ¡Déjame en paz! ¿Es que no lo entiendes? Tu y yo
no somos nada. NADA.
-No
estoy con Rocío. -Susurró y le miré-
-¿Que?
-Que
no estoy con Rocío.
-¿Como
que no?
-No.
Solo que... ella me gusta.
-¿Y
ya te has olvidado de mi? -Las lágrimas cayeron por mis mejillas-
-No.
¡No! ¿Tu estás loca? ¿Como me voy a olvidar de ti?
-Álvaro...
ella te ha eclipsado. Te tiene en la palma de su mano. Es obvio que
ya no sientes nada...
-Eso
es mentira.
-Es
demasiado obvio. Esto... esto esta muerto -Dije separándome- Ella te
ha eclipsado.
-Ella
me gusta, pero es que yo a ti te amo. -Me acercó a él-
-¡Suéltame!
-Grité llorando- ¿Es que no lo ves? ¿No ves que con todo esto me
estas haciendo daño? Salió Rocío, te eclipsó y te encandiló.
-Sabes
que..
-No
somos novios. Lo se. No me tienes que dar explicaciones, pero..
¿Sabes? Hubiera estado bien que me hubieras contado tu infidelidad
cuando pasó. Por que a lo mejor ahora te hubiera perdonado y
estaríamos bien.
-No
iba a decir eso, te iba a decir que te amo. -Me miró y me acercó
aún más a él- Y se que estuve mal y que debí llamarte, pero tenía
miedo a tu reacción. ¡Entiéndeme!
-No
quiero entender. Y menos hoy. Ella te eclipsó, muy bien, pues vete
con tu eclipse rocial, a mi me la suda.
-Sabes
que siempre voy a ser tuyo -Negué con la cabeza-
-No.
No eres mío. Tu estas por Rocío. Vale. Muy bien. A mi me olvidas.
No aguanto más. Tu y yo eramos como uña y carne, hasta que llegó
Rocío y vas y me haces esto. -Le miré- Álvaro. ¿Te gusta?
-Si.
-¿Te
gusto?
-Te
amo.
-No
te creo ¿Sabes?
-No
te culpo. Siento por Rocío algo que no puedo controlar. -Mi mundo se
cayó al suelo. Empecé a llorar-
-Esta
bien, esta bien eso es lo que quería saber. Si es así yo no puedo
-Me sequé las lagrimas- No puedo compartirte, no puedo ni quiero. Lo
mejor será que... Que nos olvidemos el uno del otro. Como si aquí
no hubiera pasado nada. Como...
Álvaro
me interrumpió y me besó. Mis manos pararon en sus cabellos,
mientras que el las tenía en mi culo. Di un pequeño salto y
enrosqué mis piernas en su cintura. Sus labios... sus labios por fin
volvían a juntarse con los míos. Los anhelaba. Los deseaba. Como
pude, le saqué la camiseta a Álvaro, mientras él me empotraba
contra la pared. Tocaba mis pechos, tocaba mi culo. Sus manos se
paseaban por todo mi cuerpo. ¡Oh dios mio! Echaba de menos sus
manos, su cuerpo, sus labios, sus besos... TODO. Tenerlo así, aquí,
ahora... Era un milagro. Picaron a la puerta, pero sudamos de ello.
Volvieron a picar intensamente, hasta que me separé. Me bajé y le
miré.
-¿Álvaro,
siguies ahí dentro? -Preguntó la voz insoportable de la pelirroja-
-Eh,
si.
-¿Vais
a tardar mucho? -Preguntó-
-No.
Ya salimos.
-Que
sepas que lo has vuelto a hacer. -Le miré- ¿Vas a tardar en
contarselo? ¿O directamente no lo harás? -Le miré y abrí la
puerta-
Álvaro
no se había puesto ni la camiseta cuando abrí la puerta. Miré lo
mas mal que pude a Rocío y me fui. Supongo que Álvaro se la había
puesto porque Rocío no le dijo nada. Solo escuché un apretón de
labios por parte de ambos (un beso para ser exactos). Rodé los ojos
y me largue. La fiesta seguía animada. Fui a por otra copa, cuando
estuve apunto de beber, alguien me la sacó.
-Eh,
eh, eh. -Me llamaron la atención- No vas a beber más.
-¡Oh,
diablos! ¿A caso eres mi padre? Dame el vaso David.
-Me
preocupo por ti.
-¿A
si? Pues si tanto te preocupas por mi, dame el puñetero vaso.
Necesito un trago.
Vi
que Álvaro estaba con los demás agarrado de la mano con Rocío. Yo
estaba saltando como una estúpida hasta que me mareé. DE tanto
saltar estuve apunto de echar la pota. Vi que Álvaro y Rocío me
miraban. Sonreí malévola y agarre de la cabeza a David e hice como
si le estuviera dando un beso.
-¿Que
estas haciendo princesita? -Me preguntó David- Me estás haciendo
daño en el cuello.
-Tu
sígueme el rollo y mueve un poco la cabeza.
David
me hizo caso. Movió la cabeza despacio, como si me estuviera
besando. Me separé y le sonreí. Pude ver que Álvaro tenía los
ojos abiertos de par en par. Así que me acerqué a David y le di un
pico. Este se quedó todo parado, sonreí y le saqué mi cubata de
entre sus manos y me largué tan pancha.
-Tío
que coño ha sido eso? -Preguntó Álvaro enfadado-
-¿El
que?
-Lo
que acaba de pasar con Míriam
-Fue
un simple beso, tranquilízate. Va borracha.
-¿Y?
Tío, se supone que eres mi amigo.
-Relaja
la raja quieres? Tu le hiciste lo mismo. A parte, que solo ha sido un
pico.
-¿Un
pico? ¿Me ves cara de tonto? ¡Pero si os acabáis de liar delante
de mi cara!
-Para
el carro chaval -Dijo David estirando la mano y rió- Mimi me dijo
que moviera la cabeza lentamente y es lo que hice. Después se separó
de repente y me dio un pico. Va borracha. ¿Que esperas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario