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sábado, 28 de septiembre de 2013

Capitulo 66






-Álvaro! -Gritó María- ¿Sabes donde está mi prima?
-¿Qué? Yo que se... ¿Porqué?
-Porque desde que se ha despedido de Àlex no la he visto más y en casa no está, la estoy llamando al móvil y no lo coge. Encimas se ha puesto a llover.
-Mierda. Voy a salir a buscarla -Dijo levantándose del sofá-


Si, me había ido hacía un buen rato, después de que Àlex se fuera y después de que hablase con Rocío y David. Necesitaba espacio, necesitaba tiempo, necesitaba tranquilidad y sobre todo necesitaba estar sola. Eché a caminar por las calles de Madrid, sin rumbo alguno. Llegué hasta el parque del retiro, después de estar andando horas y horas, me quedé sentada en unas escaleras. ¿Porque mi vida tiene que ser tan complicada? ¿Porque me tiene que pasar todo a mi? ¿Àlex o Álvaro? ¿Álvaro o Àlex? ¿O ninguno? ¿Debo olvidarlos? ¿Debo quedarme? ¿Debo irme? Millones de preguntas pasaban por mi mente igual que millones de gotas me empapaban pero no me importaba, necesitaba estar sola. Pasó tiempo, cuando decidí largarme de allí, para no caer enferma. Me levanté y al girarme me topé con unos ojos verdes, perfectamente reconocibles.


-Míriam... por fin te encuentro.
-¿Que haces aquí?
-He venido a buscarte -Sonrió- Nos tienes a todos preocupados. ¿Porque te has ido sin despedirte?
-Necesitaba pensar -Miré hacia un lado-
-¿En que? Si se puede saber.
-En ti. -Dije sincera- En Àlex y en lo que tengo que hacer con cada uno de vosotros.
-¿Y a que conclusión has llegado?
-Que tu estás aquí y él no, que Àlex volverá con Joana y yo no voy a poder hacer nada y... que no quiero perder al amor de mi vida por un simple capricho -Dije sin dejar de mirarlo ni un solo segundo- ¿Porque todo es tan difícil Álvaro? ¿Porque la vida me pone tantos obstáculos? ¿Porque no puedo ser feliz de una vez sin ningún tipo de complicación?
-No lo se. Pero yo quiero superar todas las pruebas que nos anteponga la vida junto a ti. No quiero volver a separarme de ti jamás. Te lo prometí y se que no cumplí, pero esta vez, no te voy a prometer nada porque lo voy a hacer. No dejaré que nada ni nadie se interponga entre nosotros. Te amo Míriam, te amo con todo mi ser y sin ti yo no sería nada.


Le miré. Se hizo un silencio, para mi asombro agradable. Cuando quise darme cuenta, estaba debajo de su paraguas, abrazándolo y llorando como una niña desesperada. Le echaba muchísimo de menos, quería estar a su lado pasase lo que pasase. Él era mi mundo. Él era la persona que más amaba de toda la tierra. Si, estoy segura, quiero estar con él y solo con él. Álvaro me abrazó, y puso su chaqueta encima mío ya que me había puesto a tiritar. Normal, llevaba horas debajo de la lluvia.


-¿Porque me la das? No quiero que cojas frío.
-No me importa resfriarme Míriam -Me miró- Llevas horas debajo de la lluvia, puedes resfriarte.
-A mi eso me da igual. Joder, vas en manga corta y hace frío... -Le miré-
-No me reproches, anda, ven. -Pasó un brazo por detrás de mi cuello y me acercó a él- ¿Como se te ha ocurrido salir con la que está cayendo?
-Cuando salí no estaba lloviendo -Miré al suelo- Necesitaba estar sola y pensar -Suspirar-
-¿Y te ha servido de algo empaparte?
-La verdad es que no, tengo toda la ropa pegada a mi y me está dando mucho asco -Saqué la lengua- Deseo llegar a casa y cambiarme.
-Te quiero -Soltó de la nada- 


Me quedé mirándolo. La verdad es que empaparme no ha servido de nada, soy una tonta y seguro que al día siguiente me enfermaría como nunca. 
No pude evitar morderme el labio, le tenía delante, le tenía allí. Sin duda, él era mío y solo mío. Me abalancé sobre él, haciendo que él tirara el paraguas al suelo y me abrazara. Pegué mi frente con la de él y no lo dudé ni un segundo. Le besé. Le besé como si no hubiera mañana, como si fuera el último día de la tierra, como si nos fuéramos a morir minutos después. 



-Yo también te quiero -Dije cuando me separé de él- 



Fuimos caminando en silencio y abrazados. Álvaro se encogía por el frío y me sentía mal. Aunque estuviéramos en principios de Marzo, todavía hacía un poco de fresco. No podía creer que me hubiera estado buscando todas estas horas que he estado perdida, no podía creer que le tuviera por fin a mi lado.
Suelto un par de estornudos seguidos, esto es realmente malo. Siento pesadez en mis parpados y siento que, mi cabeza, estallará en cualquier momento. Por fin, hemos llegado. Álvaro abre la puerta y cierra el paraguas. Me saco su chaqueta y la cuelgo en el perchero, estaba un poco empapada pero se salvaba. 


-Dios, Míriam! -Dije María viniendo hacia mi- No vuelvas a irte así nunca, estás chorreando!
-Si.. yo.. lo siento -Miré hacia el suelo y noté un leve mareo-
-¿Te encuentras bien? -Dijo María preocupada-
-Enana, no vuelvas a irte así nunca más ¿Vale? -Dijo Carlos entrando al comedor-
-Lo siento, necesitaba estar sola -Levanté los hombros y cerré los ojos-
-Será mejor que te vayas a dar una ducha de agua caliente -Dijo Álvaro- Deberás estar helada. -Dijo una vez detrás mía-
-Si... esto... -Me quedé callada y todos me miraron-


No me acuerdo de lo que pasó, solo recuerdo que mis piernas temblaron y escuché como alguien gritaba y me cogía. Me sentía helada, pesada, enferma...
Levanté con pesadez un ojo, tenía sueño, me sentía realmente cansada. Cuando pude ver, vi que no estaba en mi habitación. Se me hacía desconocido el lugar donde estaba. Moví la cabeza hacia un lado y hacia el otro. Vi que Álvaro estaba acurrucado en un sofá, dormido. ¿Se habría quedado conmigo?
Pude reconocer que estaba en una habitación de hospital. ¿Que hacía allí? Intenté levantarme, pero el cuerpo me pesaba y me entró una leve tos y que hizo que Álvaro se despertase asustado.


-No vuelvas a asustarme de esa manera -Dijo levantándose y apoyándo su mano en mi frente- Sigues con fiebre.
-¿Que hago aquí?
-Ayer, te desmayaste por culpa de la fiebre. ¿Porque no me dijiste que te encontrabas mal? Me has echo pasar un mal trago.
-Lo siento, no quería...
-Shh -Dijo poniendo un dedo en mi boca- Vasta de lamentarlo ¿Vale? Lo importante es que estás despierta y los médicos lograron bajarte la fiebre. Aunque todavía tienes.
-Siento como si me hubieran dado una paliza. -Dije mientras me echaba hacia un lado de la cama- Anda, estírate conmigo, ese sillón tiene pinta de ser muy incómodo.
-Y lo es.. tengo la espalda echa una mierda -Dijo mientras se estiraba- Casi me da algo cuando te desmayaste -Dijo mientras acariciaba mi pelo- Suerte que estás bien, no podía soportar la idea de perderte.
-No me vas a perder Álvaro... Voy a estar a tu lado, siempre
-Lo se, y yo estaré a tu lado, siempre. Anda, duerme un rato que se te están cerrando los ojitos. -Dijo besando mi frente-
-No quiero... -Apoyé mi cabeza en su pecho-
-Anda, hazlo -Acariciaba mi pelo- Estaré aquí cuando te despiertes.


Asentí levemente y me dormí. Y era cierto lo que dijo, al despertarme le vi a mi lado, dormido. Tenía un brazo suyo encima de mi cadera y su cabeza apoyada en mi cabeza. Levanté un poco la cabeza y le besé la mejilla y la nariz . Álvaro juntó las cejas y abrió poco a poco los ojos.


-Buenas tardes dormilón -Sonreí-
-Mmmm, buenas tardes -Dijo con una voz ronca-
-¿Sabes una cosa? Echaba mucho de menos despertarme a tu lado y escuchar esa voz ronca -Volví a besar su mejilla-
-Y yo echaba de menos despertarme con tus besos -Me acarició la mejilla- ¿Como te encuentras?
-Bien, ya no siento tanta pesadez como antes. -Puse una mano en su pecho-
-Me alegro que ya te sientas bien -Dijo dándome un beso en la frente y me miró- Te quiero. -Sonreí-

-Yo también te quiero. 


lunes, 23 de septiembre de 2013

Capitulo 65






-¿Y Rocío? -Preguntó Sonia-
-No lo se -Dijo Álvaro. Estaba enfadado-
-¿Como no los vas a saber? -Dijo Alba-
-Pues que no lo se, que desde ayer no la he visto. -Dijo sentándose en la silla-
-¿Habéis vuelto a enfadaros? -Volvió a hablar Alba-
-Alba deja de entrometerte y dejale ya -Dijo Andrea- ¿No ves que preguntandole solo vas a enfadarle más?
-Tu te callas -Dijo Alba- no estoy hablando contigo.
-Ten un poco más de respeto Alba -Dijo Carlos- Deberías callarte, Álvaro no esta de buen humor, y preguntarle solo hará que se enfade más.
-Tienes razón... lo siento.
-Supongo que estará en alguna habitación -Murmuró Álvaro-


Subí arriba en busca de Rocío, entré en la habitación de invitados y allí estaba, tumbada boca arriba.


-¿Que quieres? -Dijo sin mirarme-
-¿Puedes bajar a desayunar? Te estamos esperando.
-No quiero. -Dijo borde-
-¿Se puede saber porque eres tan desagradecida? -La miré- Para mi no es plato de buen gusto venir y llamarte para ir a desayunar porque yo a ti no de doy ni agua,es más, si fuera por mi no estarías aquí, pero tenemos amigos en común y Álvaro está enfadado. ¿Se puede saber que le has echo? -Crucé de brazos-
-Nada que a ti te importe ¿Vale? Siempre estás tu en el medio, tu y Álvaro con sus putos sentimientos hacia ti. -Me miró- Estoy harta de que solo me utilice para olvidarse de ti. ¿A caso no ve que tengo sentimientos y que me está haciendo daño? ¿A caso no lo ve? Yo ya no puedo más con esto. Cuando ayer nos interrumpistes y te largaste después de decir todo aquello, Álvaro quiso seguir, pero me di cuenta de que él siempre te quiere a ti y siempre te querrá y yo no tengo nada que hacer respecto a eso así que le dejé ahí con las ganas y bajé abajo. Llevo toda la noche dándole vueltas. Él siempre quiere tema conmigo cuando hablan de ti. Siempre estás en el puto medio y me estoy cansando ya...
-Yo... vaya... Lo siento.
-No tienes que sentir nada. Me comporté como una gilipollas, si, lo admito. Estoy enamorada hasta las trancas de Álvaro y se que él de mi no, que aquella vez que te puso los cuernos conmigo, acabó poniéndomelos a mi contigo y cuando lo dejasteis vino corriendo a mis brazos porque él sabía perfectamente que estaría allí porqué le quiero. -Soltó alguna que otra lágrima- Estoy harta de siempre ser la que sufre, estoy harta.
-Lo siento, de verdad.. yo no quiero que pases por esto... joder. -Me callé. ¿Que podía decirle? Me daba pena verla así, sufriendo por mi culpa. Se como se siente y pfff, no es nada bonito-
-Tu no tienes la culpa... Es culpa mía, por involucrarme y dejarme llevar pensando que algún día Álvaro me querría -Suspiró y me senté a su lado-
-Pero de verdad, me siento culpable. No quiero que sufras y aunque no nos llevemos bien... no quiero verte así. -Torcí mi labio- Lo siento mucho de verdad.
-¿Sabes lo que tienes que hacer? -Dijo mientras se secaba las lagrimas- Tienes que perdonarle y volver con él, por más que a mi me duela. Él sin ti no es nada, te echa muchísimo de menos y cuando se enteró que no estabas en casa, casi le da algo, se puso como loco, echándose la culpa de todo, dándole patadas a todo lo que encontró. Estuvo días sin comer y sin levantarse de la cama, tuvimos que obligarlo... La verdad que lo ha pasado mal. Yo he estado para apoyarlo y para animarle. De verdad Míriam. Te echa muchísimo de menos y se nota que te quiere muchísimo. -La abracé-
-Gracias, de verdad... pero no se... no se si debería volver con él. -Suspiré-
-Si lo dices por mi, no te preocupes -Sonrió- puedo superarlo. -Levantó los hombros y me miró- Más bien, lo dices por Àlex ¿Verdad? -Asentí- Míriam, no pierdas a lo que más amas en la vida por un simple capricho de dos días.. No merece la pena, te lo aseguro.
-Si.. bueno.. ¿Vamos a desayunar? Carlos está hambriento y yo también. -Reí-
-Vale.


Rocío se secó las lagrimas y las dos bajamos, con una sonrisa radiante. Los chicos al principio de extrañaron pero por fin comimos, estaba hambrienta. Recogimos la mesa y acompañé a Àlex a la puerta.


-Te voy a echar de menos -Dije mientras me mordía el labio-
-Prometo escribirte y llamarte todos los días ¿Vale?
-Te quiero -Le abracé-
-Y yo también te quiero, y mucho.


Nos dimos un beso, un beso que sabía a despedida. Àlex se montó en su coche y vi como desaparecía. Entré en la casa y cerré la puerta tras de mi, quedándome apoyada. Sabía que no me iba a llamar, sabía que a lo mejor hablaríamos pero muy poco. Sabía que todo iba a cambiar a partir de ahora ya que allí vería a su ex y lo más seguro que hablen, se reconcilien, vuelvan y yo me joda.
Me quedé sentada en el sofá, todos estaban en sus mundos y yo en el mío, sin duda iba a echar muchísimo de menos a mi chico sin pelo, a mi pilar fundamental... Salí de mis pensamientos cuando alguien se sentó a mi lado.


-¿Estas bien? -Levanté la mirada y miré quien era-
-Ah, eres tu... -Suspiré- No se como estoy.
-¿Es por Àlex? -La miré-
-Si... bueno. -Suspiré- Él me dice que me va a llamar, que seguiremos hablando y que todo estará bien, pero se que una vez allí, pasará de mi, no me hablará y todo lo que se supone que teníamos, se esfumará -Rodeé mis rodillas con mis brazos- Y no quiero que eso pase... él ha sido muy importante para mi.
-Entiendo -Me miró- ¿Y porque no esperas a que todo se calme y le llamas?
-No quiero ir detrás de nadie, si él no me llama, interpretaré que él está bien y que seguramente haya vuelto con su ex novia.
-Venga, no te pongas triste Míriam. Se que no hemos tenido el mejor trato, pero no puedes deprimirte por él... Tienes a Álvaro aquí, y quieras o no él te quiere y mucho. Se que le duele verte mal y le dolió muchísimo que te fueras de aquella manera sin decirle nada. ¿Te digo una cosa? -La miré y asentí- Álvaro tenía muchísimas ganas de volver a verte porque se había dado cuenta de que no te trató como te tenía que tratar y cuando llegó aquí y vio que te habías ido, todo se le derrumbó encima... tuvieron que cancelar conciertos porque él no se quería mover de casa. -Levantó los hombros- Estos meses han sido muy duros para él, aunque me haya utilizado para desahogarse o como le quieras llamar -Hizo una mueca- Y por más que me duela, a quien realmente quiere es a ti y no a mi. No seas tonta, como ya te he dicho, no pierdas al amor de tu vida por un simple capricho que dura un día. No cambies a alguien que te considera una rosa por alguien que solo eres un simple pétalo. Álvaro no lo soportaría.
-Gracias... -La miré y la abracé- Enserio... y perdona, por haberte tratado tan mal, no te lo merecías.
-A lo mejor un poco si... -Me miró con... ¿lastima?- Yo sabía que él tenía novia, y aún así me metí en medio, nos veíamos todos los días a pesar de que él me decía que te quería y que no quería hacerte eso y yo me comporté como una puta porque pensé que podía llegar a tenerlo conmigo, pero a pesar de todo él siempre te ha querido y te va a querer.


Las dos sonreímos y volvimos a fundirnos en un abrazo. La verdad, es que Rocío no era mala chica... solo necesitaba un poco de amor.

-Juro no volver a meterme en medio...
-Te creo -Sonreí y me abrazó-
-Apa, ¿Desde cuando se llevan tan bien? -Dijo una voz entrando al salón-
-Ah, eres tu -Dije- Pues mira... hemos decidido llevarnos bien..
-Si, será lo mejor para todos y para el grupo -Dijo Rocío sonriendo y me miró- Ya sabes lo que tienes que hacer. No seas tonta -Dijo mientras se levantaba- Adiós David.
-Adiós Rocío -Dijo frío-
-No te cae bien, eh
-Bueno... no es una mala chica, lo que pasa que tiene el ego muy subido y eso no me gusta -Suspiró- Pero si tu decides llevarte bien con ella, es tu decisión, no voy a reprocharte nada.
-Aii, mi pastelito -Dije abrazándolo- Te he echado muchísimo de menos.
-Y yo también enana... Por cierto -Dijo cuando se separó de mi- ¿Que vas a hacer con Álvaro? -Dijo mientras no apartaba la vista de mi ni un minuto-
-Pues no lo se... No se que hacer -Suspiré-



Estuvimos un rato hablando, hasta que David se fue con Clara. Me asomé a la ventana, necesitaba pensar y necesitaba estar sola, así que agarré mi abrigo y me fui. 

viernes, 20 de septiembre de 2013

Capitulo 64



Al día siguiente, me levanté con un dolor de cabeza y de espalda tremendo. Me había quedado dormida en el sofá y junto a mi estaba Marta. Uhhh. ¿Que paso para quedarnos dormidas aquí? Me levanté y fui hacia mi habitación. La casa estaba en silencio así que supuse que todos estarían durmiendo. Al entrar en ella, vi a Àlex dormido. Quise no despertarle, pobre. Cogí mi ropa y me metí en la ducha. La puerta se abrió, pero no le di mucha importancia, seguro que sería alguna de las chicas. Acabé de ducharme, cogí la toalla, me envolví en ella y corrí la cortina.


-¿Que haces aquí? -Dije un poco sorprendida-
-Quería hablar contigo.
-¿Si? Pues yo no. ¡Largate!
-No me voy a ir. -Se acercó-
-Álvaro, largate. Vete con tu querida Rocío si tantas ganas tienes de... lo que tu ya sabes.
-No quiero eso, solo quiero hablar contigo.
-¿Para que? ¿Que me quieres decir? ¿Que lo de ayer no era lo que parecía? ¿Que no estabais medio desnudos apunto de hacerlo en mi habitación? Si tanto me quieres como tu dices, no hubierais echo eso en mi habitación, por dios. Os hubierais ido a un motel.
-¿Le quieres? -Cambió de tema y me dejó atontada-
-¿A quien?
-A Àlex. ¿Le quieres? -Me miró-
-Yo.. no lo se... estoy confundida... con él me siento bien. Pero nunca hemos pasado más allá de los besos -Le miré- ¿Y yo porque te estoy dando explicaciones? No te interesa lo que hago o lo que no.
-Si me interesa Míriam... te sigo queriendo aunque no lo parezca.
-Álvaro, deja de mentir. Tu no me quieres. -Me giré para no verle, sentía que me derrumbaría en cualquier momento- Si tanto me quisieras, hubieras tenido un mínimo respeto hacia mi persona y no lo hiciste... -Álvaro echó la llave del baño y me cogió por la cintura, apartando mi pelo mojado hacia un lado.-
-Si te quiero. Pero entiéndeme, soy un hombre y tengo mis necesidades...
-¿Y te crees que yo no las tengo? Por dios Álvaro, llevo cuatro meses ya. ¿Te piensas que yo no tengo necesidades? Porque vas equivocado y eso no significa que me acueste con el primero que pasa.


Álvaro no dijo nada. Escondió su cara en mi cuello y empezó a dejar pequeños besos y mordiscos en él. Sabe que ese es mi punto débil...


-Álvaro por favor... -Dije mientras cerré los ojos- No... no me hagas esto. No puedo hacerle esto a Àlex...


Álvaro me giró y me encontré con su boca. Nuestros labios volvieron a juntarse. Hacía tiempo que no lo estaban. Los echaba de menos, le echaba de menos. Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, estaba acorralada en la pared y sacandole la camiseta a Álvaro. Lo separé de mi bruscamente.


-No puedo...
-Te has enamorado de él. -Sonó como si le hubiera traicionado-
-Entiende que él a estado cuando más lo he necesitado. -Miré al suelo- Tu solo te dedicabas a echarme la culpa y a gritarme, mientras que él estaba a mi lado, consolándome y ayudándome a seguir hacia delante y no quedarme estancada. -Alguna que otra lágrima cayó por mi mejilla- Por favor... solo te pido que me entiendas.
-Lo hago. Estamos en la misma situación, pero yo no estoy enamorado de Rocío.
-Somos distintos Álvaro... Ahora, ¿Te puedes ir? Quiero vestirme.
-Puedes hacerlo delante mío. No veré nada que no haya visto ya -Le miré mal- Vale, vale... ya me voy. Pero quiero que sepas que voy a luchar por lo que un día fue mío.


Álvaro sacó el cerrojo y se fue. Me vestí entre suspiros. Si antes era difícil olvidarlo, ahora será imposible. Tengo que hablar con Àlex aunque esto signifique que le haré daño. Cuando acabé de prepararme me dirigí a mi habitación y Àlex estaba allí, trasteando su móvil.


-Buenos días -Dije entrando a la habitación-
-Hola -Sonrió-
-¿Que tal has dormido?
-Bien, pero hubiera dormido mejor si hubieras dormido conmigo
-Lo siento, me quedé dormida en el sofá -Suspiré y le miré- Tengo que hablar contigo.
-Lo suponía. -Se sentó en la cama- Acabo de ver a Álvaro saliendo del baño -Me miró-
-¿Podemos hablar? Quiero ser sincera contigo. -Le miré con algo de culpa-
-Claro, ven aquí. -Dijo dando palmas al otro lado de la cama y me senté a su lado- Yo también tengo algo que decirte.
-Primero de todo, quiero decirte que te quiero -Le miré- Pero Álvaro..
-Sigue estando ahí... lo entiendo. -Sonrió un poco triste-
-Ayer noche, Álvaro me devolvió esto. -Dije sacando una cadena que llevaba debajo de la ropa. Allí tenía el anillo.- Dijo que era mío, y que me pertenecía. Me dijo un montón de cosas. Me pidió perdón por como me trató, se disculpó -Alcé los hombros- Dijo que seguía queriéndome pero que no estaba con Rocío -Àlex iba a hablar pero le corté- Si, ayer vimos lo que pasó, pero él solo esta con ella por “necesidades de hombres” -Hice las comillas con los dedos- Como él dice- Me dijo que era distinta a las demás, y que me quería por encima de todo.. y hoy... por mas que le dijera que se fuera del baño, no me hizo caso y me besó. -Le miré- Y me siento culpable porque yo le seguí, pero por suerte le paré. Le paré porque sentí que te traicionaba, sentí que no tenía derecho a hacerte esto aunque no hayamos hablado de lo que nos pasa, sentí que te estaba fallando... y yo no quiero eso... -Volví a echarme a llorar- Yo te quiero Àlex, de verdad... has sido un gran apoyo para mi, has estado siempre ahí, pero es que estoy muy confundida por lo que siento por ti, porque no se si te quiero como amigo o como algo más y eso me esta frustrando. ¡Joder! -Me dí pequeños golpes en la cabeza- Me siento mal por hacerte pasar por esto otra vez... de verdad, tu no te mereces esto... Eres demasiado bueno conmigo y lo único que estoy haciendo es jugar con tus sentimientos cuando no se ni cuales son los míos en estos momentos. -Me callé- Dime algo.. por favor... -Dije mientras me limpiaba las lágrimas. Àlex me abrazó-
-Tu no tienes la culpa. Se donde me he metido y el juego que estaba jugando, sabía que podía salir lastimado, sabía que cuando volvieras a ver a Álvaro, no resistirías. Míriam, te conozco desde hace mucho, más o menos, pero puedo ver que el amor que os tenéis Álvaro y tu es real, y es verdadero. No tienes que perderlo a él, solo porque yo sea un capricho tuyo. ¿Sabes lo que te quiero decir? No lo cambies por nada del mundo. Siempre estaré a tu lado para lo que me necesites -Sonrió- Y bueno, lo que te quería decir es que me han llamado para empezar a rodar la serie y me tengo que volver a Barcelona. -Le miré-
-¿Cuando te vas?
-Todo es muy precepitado...
-¿Cuando te vas? -Volví a preguntar y él suspiró-
-Tengo que irme ya. -Me miró- No quiero irme -Volvió a abrazarme-
-Y yo no quiero que te vayas. -Besé su mejilla- Te quiero Àlex, de verdad...
-Yo también te quiero Míriam. Y mucho. -Dijo separándose de mi- Será mejor que vuelva ya... tengo que ir a Jaén a recoger mis cosas y me tengo que ir a Barcelona. ¡Madre mía, voy a morir! -Dijo agarrándose la cabeza-
-Es significa que... te tendrás que rapar otra vez -Le miré divertida-
-Ay, callate, no me lo digas porque me da algo... Odio raparpe, parezco un enfermo de verdad -Suspiré-
-Bueno, pero si actuar es lo que te gusta ya sabes... Anda, no te entretengas más que si no no vas a llegar nunca. -Él asintió y se levantó- Te voy a dejar que te cambies y prepares tus cosas. Voy con los demás. -Me acerqué a él y le di un beso, esta vez en los labios-


Le dejé cambiarse y prepararse mientras yo bajaba por las escaleras. Los chicos se habían levantado. María estaba encima de Dani, Andrea se estaba peleando con Carlos ya que esta no le dejaba comer chocolate de buena mañana, Marta no estaba, Hugo estaba con la cara apoyada en la pared medio dormido, David estaba en el salón con Clara, Blas y Eunice, Álvaro perdido por ahí, seguramente con Rocío y Alba y Sonia haciendo el desayuno.


-Dejame ayudaros -Dije poniéndome a su lado-
-Claro -Dijo Sonia-
-¿Que os falta?
-El zumo -Dijo Alba- ¿Puedes hacerlo tu?
-Claro -Sonreí-


Cogí todas las naranjas que había, eramos muchísimos, me iba a dejar la mano. Empecé a cortarlas y a estrujarlas con el coso este que es mas raro que una vaca verde. Después de casi veinte minutos exprimiendo las naranjas, serví los vasos y los puse en la mesa.


-Oye, ¿Àlex donde está? -Preguntó María-
-Haciendo la maleta -Dije mientras llevaba una galleta a la boca-
-¿Como? ¿Os vais ya? -Preguntó Marta entrando por la puerta-
-No, yo no. Él si.
-¿Y eso? ¿Os habéis peleado? -Preguntó Carlos, dejando de pelear con Andrea-
-No, pero le han llamado que tiene que irse a Barcelona lo antes posible y antes tiene que pasar por su casa a hacer la maleta y no se que historias mas -Suspiré-
-¿Y tu te vas a quedar aquí? -Preguntó Andrea-
-Sip -Sonreí- De momento no tengo pensado irme, pero vamos, eso ha sonado como que me estuvieras echando -Me crucé de brazos-
-Que no mujer. ¿Como voy a echarte si esta es tu casa? ¿Estas loca? -Me abrazó- Anda que... como puedes pensar eso de mi... me ha dolido -Dijo llevándose una mano al pecho-
-No seas tonta ¿quieres? -Sonreí- Vamos a desayunar por favor... ¡Tengo hambre!
-¡Yo también! -Dijo Carlos y todos reímos-
-Pues a ver si bajan estos tres -Dijo David entrando en el comedor-
-Voy a buscarlos -Dijo Blas-



Al poco rato, Àlex dejó su maleta en la entrada, Álvaro bajó con Blas y sin Rocío, algo que me extrañó un poco. 

lunes, 16 de septiembre de 2013

Capitulo 63




Me separé de Àlex para ir a beber un poco, tenía la garganta seca, aunque solo había alcohol necesitaba beber algo. Cuando estaba en la mesa Álvaro me agarró del brazo y me llevó afuera.


-Eh, eh... -Me quejé- ¿Se puede saber que coño estás haciendo? ¡Suéltame! -Grité-
-¿Tan rápido te has olvidado de mi?
-¿Tan rápido te has olvidado de mi? -Volví a repetir con su mismo tono y me crucé los brazos-
-No me imites Míriam...
-No te imito Álvaro, te repito lo mismo. Se te ve feliz con Rocío, otra vez... -Le miré.
-¿Porque te fuiste? -Suavizó su rostro- ¿Porque no me dijiste que tu abuelo estaba mal? ¿Porqué me dejaste de la noche a la mañana?
-¿Porque te dejé? ¿Enserio me lo preguntas? No me lo puedo creer -Reí- Me echaste toda la culpa a mi, no te importó como me sentía o como estaba, me gritabas todo el tiempo y encima me trataste de una manera muy fría... si tanto asco te doy, porque seguías conmigo. ¿Eh? -Le miré-
-Yo... tu no me das asco -Miró hacia el suelo- Se que he sido un completo gilipollas, se que no debí tratarte así, se que debí haberte obligado a no hacer nada para la boda, debí haberte obligado quedarte en la habitación... debí haberte tratado mejor, lo se... y me arrepiento de haberte estado un mes gritado, me arrepiento de haberte tratado como lo hice ¿vale? Se que soy un gilipollas y se que cuando pierdo las cosas es cuando realmente las valoro... Cuando.. Cuando entré en casa y encontré esa caja en el salón, tus llaves, el anillo... yo... -Hizo una pausa y contuvo la respiración un largo rato para evitar llorar- Joder, se que no soy perfecto, se que cometí errores en mi pasado, se que no debí haber echo todo lo que hice, debí ir a buscarte en cuanto llegué a casa, pero estaba dolido... habíamos perdido a nuestro bebé y acababa de perderte a ti también... mi dolor y mi orgullo se antepusieron a mis sentimientos... joder, de verdad... lo siento. -Me miró- Lo siento
-Eso no arregla las cosas Álvaro, me hiciste sentir una mierda durante este mes, me echaste toda la culpa a mi y yo idiota te creí. Y tan mal no lo debes de estar pasando cuando recurres a Rocío -Me crucé de brazos-
-No estoy con Rocío, solo son rumores y más rumores. Ella solo está ayudándome a superarlo. -Me miró- Pero veo que lo tuyo con ese chico va enserio... ¿Tan rápido me has olvidado?
-No. Él ha estado a mi lado durante todos estos meses, tu no... tu no sabes lo que me está costando olvidarte... cuando creo que ya lo he echo, que ya lo he superado, aparecen noticias tuyas y con la pelirroja por Internet o por revistas, caigo una vez tras de otra y él está ahí para apoyarme. Y respecto lo que has visto hace un rato yo.... -Miré al suelo y suspiré. ¿Que se supone que le iba a decir? ¿Que Àlex me gusta? ¿Que no es lo que vio? ¿Que le digo?-
-No hace falta que digas nada, vi lo que vi y te entiendo. Han pasado tres meses y tienes derecho a pasar pagina. Yo no soy nadie para reclamarte nada después de todo lo que ha pasado. -Le miré- Pero me duele ver como te besuqueas con Àlex delante de mis narices, me duele que sea él quien te haga feliz y no yo, me duele y no sabes cuanto...
-Yo... -Se metió la mano en el bolsillo y sacó mi anillo- Siempre lo llevo encima por si te veo... ¿Te acuerdas la vez que nos conocimos? En el aeropuerto de Mallorca, después nos encontramos en la piscina y después pasó todo lo que pasó por culpa de Andrés, nos besamos... nuestro primer beso -Se le iluminaron los ojos, pero agachó la cabeza volviendo a contener la respiración- y casi lo hicimos -Soltó una risita- ¿Te acuerdas cuando te invité a cenar en aquel restaurante? Nuestra noche, nunca se me olvidará. Para mi fue mágica, toda aquella semana y sobre todo aquella noche fue mágica, allí me di cuenta de que te quería, de que eras distinta a las demás -Oí un sollozo- de que mi vida a tu lado tendría sentido y que sería feliz estando contigo. Y si te soy sincero, así fue. A tu lado soy feliz Míriam, aunque la vida nos ponga miles de pruebas y no las podamos superar juntos. Te quiero Míriam... Yo... -Suspiró y se secó las lágrimas- Hemos perdido demasiado tiempo sin estar juntos y no quiero perder ninguno más sin estar sin ti Míriam. Rocío y yo no somos nada, nada. -Se pasó las manos por el pelo- Sabes como son los periodistas, que sacan una historia que en verdad no es nada, todas esas fotos.... no son nada, yo... yo nunca estaría con Rocío, ella es un pilar para mi, pero nada más. Vale, si, se que ella siente algo por mi y quizá le esté dando esperanzas y ella se está creando ilusiones, si... me siento mal por eso, pero yo te quiero a ti, quiero estar junto a ti. Quiero ser el futuro padre para nuestros hijos, y te juro, te juro que la próxima vez seré cuidadoso y evitaré que tengas que hacer esfuerzos, porque si para eso tengo que atarte en la cama lo haré. Se que me devolviste el anillo, que no quieres saber nada de mi, pero quiero que lo tengas tu. Es tuyo -Dijo entre sollozos y miré el anillo y lo cogí- Siempre lo ha sido y siempre lo será.. -Sentí que mis lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas-
-Álvaro yo...
-No digas nada -Dijo mientras se acercaba a mi y me cogí a de las mejillas- No llores, no me merezco tus lágrimas... solo sirvo para hacerte sufrir y yo no quiero eso, quiero verte feliz, quiero verte con ese brillo en los ojos -Besó mi frente- Si de verdad quieres a Àlex... -Hizo una pausa y le miré fijamente- Espero que seas feliz con él y que nunca te haga las cosas que yo te hice, porque realmente no te las mereces.


Dejó el anillo en mi mano, besó mi frente y se giró para irse pero le cogí del brazo. Me dejó atontada por todo lo que me había dicho. ¿Enserio quería que fuera feliz por Àlex? ¿En serio no iba a luchar por mi?


-¿No vas a luchar por lo nuestro? -Pregunté y los ojos volvieron a inundarse de lágrimas- ¿No piensas luchar por mi? -Sollocé- ¿A caso ya no te importo? ¿Es eso?
-No.. No... -Dijo acercándose- Tu me importas... y mucho. -Volvió a colocar sus manos en mis mejillas- Pero a tu lado, solo consigo hacerte daño.
-Pero también me haces feliz. ¿A caso eso no cuenta? ¿No cuenta los momentos que pasamos en Verona? ¿No cuenta aquella semana en Mallorca? ¿No cuentan todos los momentos que hicimos el amor? ¿A caso no cuenta la felicidad que sentimos cuando estamos uno con el otro? Dime... ¿A caso no cuenta?
-Si, cuenta, y mucho... Pero te he echo sufrir y mucho. Todos los momentos malos apartan los buenos...
-Álvaro no me jodas. -Le miré- No me jodas. En todas las relaciones hay momentos buenos y momentos malos. ¿Y que más da? Soy feliz a tu lado. ¿Es que no te das cuenta? ¿No te das cuenta de cuanto te quiero? Tu no sabes lo mal que lo estoy pasando sin ti. Todo me recuerda a ti. Ya no puedo más Álvaro... No.. no puedo -Dije rompiendo a llorar- Sin ti yo no puedo...
-No llores, por favor... -Me abrazó- por favor... -Susurró- No quiero verte mal. ¿Ves lo que te digo? Solo sirvo para hacerte daño -Le pegué en el pecho, separándolo de mi-
-No vuelvas a decir eso ¿me escuchas? No lo vuelvas a decir, porque tu sirves para mucho más. No fue tu culpa por la que aborté, fue mía, no debí cargar con todo, no debí ayudar, debí haberme limitado a hacer lo menos posible, debí de haber pensado en el bebé y no en que la boda saliera perfecta. Tuve que haberme calmado para que los nervios y el estrés no afectaran al bebé, pero no lo hice... fue mi culpa... solo mía...
-No, no lo es y lo sabes. ¿Vale? No lo es. -Volvió a abrazarme-
-Álvaro yo... yo no... tu... -Suspiré- Te quiero -Le miré-
-Yo no te quiero, yo te amo princesa. -Mordí el labio-
-No te muerdas el labio -Dijo mientras pasaba un dedo por mis labios y se acercó a mi oreja- Sabes que no puedo resistirme a ello. -Susurró-
-No digas eso... no hagas eso... -Pasó los brazos al rededor de mi cintura y me acercó a él y me acerqué a su oído- Porque te juro que no respondo de mi. -Le miré-
-No lo hagas. Te necesito conmigo. -Juntó su frente con la mía-
-Y yo te necesito conmigo. Pero no puedo -Me separé y me tambaleé- Ui.
-Creo que deberías dejar de beber por hoy -Le miré-
-Puede... Yo, me voy dentro... Rocío te estará buscando y Àlex... en fin, no conoce a nadie y...
-Ve... -Dijo señalando la casa y yo asentí-



Me metí dentro de la casa, seguida de Álvaro. Una vez allí, busqué a Àlex y le vi, allí, charlando animadamente con la pelirroja de pote.


-Veo que se llevan bien -Le dije a Álvaro que le tenía detrás-
-Si, por lo que se ve si.
-No la soporto. ¿Como puedes estar con ella? -Me giré y le miré y este alzó los hombros-
-Ya te he dicho que no estoy con ella, solo me ayuda por decirlo de alguna manera.
-Y mientras, tu te la tiras ¿no? -Me crucé de brazos-
-Eso a ti, ya no te incumbe -Me miró bastante mal-
-Prefiero no saberlo, haz lo que quieras, ya no estamos juntos.


Le dejé allí, plantado. Me dirigí hacia Àlex y Rocío y abracé a este primero.


-¡Hey! Te he estado buscando -Dijo mientras dejaba un beso en mi cabeza-
-Lo siento, fui a por unas bebidas y estuve hablando con Álvaro -Vi que a Rocío le cambió la cara, sonreí y la miré- Tranquila, esta vez no ha pasado nada, que pena. -Pasé un brazo por la cadera de Àlex- Pero bueno, tu sigue siendo su putita mientras él no se puede olvidar de mi -Le guiñé un ojo-
-No me llames puta -Dijo acercándose a mi y solté a Àlex-
-¿O si no que? ¿Me vas arañar con tus uñas de gatita? Te recuerdo que la última vez no te salió bien.


Roció se largó indignada. Miré a Àlex y suspiré. Esta tía me sacaba de quicio. Nos abrazamos y fuimos con las chicas a bailar. Estuvimos bien durante media hora, hasta que María dejó de bailar y se quedó mirando a un punto fijo. Seguí su mirada y me quedé de piedra. Álvaro y Rocío se estaban besando demasiado apasionados. Los dos se miraron y subieron arriba. Oh no, que asco.


-No puede ser verdad -Dijo María-
-¿Pero este tío está ido de la olla o que? -Dijo Andrea-
-Míriam... -Nombró Eunice y las miré sonriendo-
-¿Que?
-Nosotras... sentimos lo que acabas de ver -Dijo Eunice mirando a las demás- No queremos verte mal.
-No estoy mal. Todo lo contrario, estoy bien -Sonreí falsamente- Me alegro de que haya rehecho su vida aunque sea con la putita -¿Que coño estás diciendo? ¿A caso permitirás que lo hagan en tu casa? ¿Tan loca estás?-


Les dije a las chicas que siguieran a lo suyo, pero no lo hicieron, se quedaron atentas a lo que hacía. Subí las escaleras decepcionada, en esos instantes solo quería estar sola, quería olvidarme de todo y de todos.


-¡Apagar la música! -Dijo Marta-
-¿Porqué? -Preguntó Blas-
-Álvaro y Rocío se han ido arriba y Míriam también -Dijo Àlex-
-Aquí va a pasar algo muy gordo -Dijo Dani mientras abrazaba a María-
-Voy con ella -Dijo Àlex-


Entré en mi habitación y encendí la luz. Que ironía la vida. No habían más habitaciones que tenía que ser la mía.


-Bravo! -Empecé a aplaudir y los dos me miraron y se separaron-
-Míriam yo...
-¡Callate! -Grité- ¡Eres una mierda! ¿Como puedes ser tan caradura?
-¿Porque gritas? -Dijo Àlex entrando- Wow...
-Míriam por favor -Dijo acercándose y me alejé-
-No Álvaro... Esto no... Yo no... -Me quedé callada. No sabía que decír-
-Bueno, te callas y te vas. -Dijo Rocío-
-Mira, putita. -La miré con infinito desprecio- Ya te dije una vez, esta es mi casa y tu no eres bienvenida a si que te largas. ¡Ahora!
-Míriam controlate -Dijo Álvaro- Ella no se va.
-Si, se va y tu también. ¡Largo! -Grité-
-Míriam...
-Da igual. -Dije saliendo por la puerta y los miré- Seguir con lo vuestro. Hazlo donde lo hizo conmigo cuando yo vivía aquí. Al fin y al cabo solo te estás comiendo las sobras. -Reí- Pero te advierto, como algún día Álvaro y yo volvamos -Le miré- Que lo dudo. -Volví a mirar a Rocío- Me encargaré personalmente de que te mantengas alejada de él, pequeña zorra. Pero ahora disfruta de lo que fue mío.


Agarré la mano de Àlex y bajamos. Todos estaban pendientes y seguro que escucharon todo. No dije nada, ni miré a nadie. Me sentía avergonzada.


-Hey -Dijo Marta abrazándome- Lo siento.
-¿Que sientes? -Dije mirándola-
-Todo el daño que te está causando Álvaro, es un completo... -Le corté-
-Imbécil, gilipollas, mal nacido... si, pero paso. Me he dado cuenta de que ya no me afecta -Sonreí y las miré-
-No hace falta que finjas con nosotras -Dijo Andrea-
-Y no finjo, es la verdad... Nosotros no estamos juntos y el puede tirarse a todas las tías que le de la gana si eso le hace sentir mejor. No pienso entrar en el juego de quien lastima a quien porque no me interesa. Enserio -Sonreí- Estoy bien.
-¿Estas segura? -Dijo Àlex abrazándome por detrás-
-Segura. -Me giré y vi que Álvaro bajaba con Rocío y no parecía contento. Cuando su mirada se quedó fija en nosotros sonreí. Te vas a joder ahora.- Tan segura como esto. -Agarré la cara a Àlex y le besé-



Al separarnos no dije nada al respecto, fui hacia la cadena de música y volví a enchufarla, solo eran las dos y media de la noche y nos quedaba mucha noche por delante. Comenzó a sonar That power de Justin y cogí a Marta de la mano y la llevé donde antes nos subimos. A nuestro peculiar podium y empezamos a bailar como si se nos fuera la vida en ello. No podía evitar mirar hacia Álvaro, que nos miraba serio y estaba con los chicos. Yo bajaba de vez en cuando para coger dos cubatas, uno para mi y otro para Marta y seguiamos bailando. Se puede decir que fingí que estaba bien, y todos me creyeron o eso creía yo. Pero yo sabía perfectamente todo lo que sentía dentro de mi y tenía la imagen en mi cabeza. Me dolía.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Capitulo 62





Estábamos entrando ya en el mes de Marzo. El cumple de Marta. Me puse en contacto con las chicas, para planearlo todo. No podía faltar, así que sería una parte de la sorpresa.
Ese día tan esperado por todas llegó. A primera hora llamé a Marta, felicitándola y disculpándome por no poder ir, ya que ''estaba ocupada''. Noté que se enfadó, pero me lo dejó pasar. Estuvimos un rato hablando hasta que decidí colgar. Era hora de marchar hacia Madrid. Cargué mis cosas en el coche, me despedí de mis abuelos y de Àlex.


-En dos días estaré aquí de vuelta, te lo prometo -Dije mientras le abrazaba-
-Tranquila, tomate tu tiempo ¿Vale? Tus amigas te necesitan, yo te puedo esperar.
-Gracias -Besé su mejilla-


Me despedí de mis abuelos, me subí el coche y arranqué. Puse la radio para que el viaje fuera menos pesado. El viaje se me pasó rápido. Cuando me di cuenta, estaba delante de mi piso. Llamé a las chicas para saber si Marta estaba y no, al parecer Hugo se la llevó. Bien, tendría más tiempo. Subí la mini maleta que traje, la dejé en mi antigua habitación, bajé y ayudé a preparar las cosas. No pude evitar el interrogatorio de las chicas sobre Àlex.


-¿Pero están juntos? -Preguntó Eunice-
-Que no. Que solo somos amigos. -Suspiré. El tema se me hacía pesado-
-¿Seguro? -Preguntó Andrea-
-Que Álvaro haya rehecho su vida no significa que yo también lo haya echo. Àlex solo es un amigo que ha estado ahí durante todos estos meses, ayudándome a superarlo.
-Pero... ¿Te gusta? -Preguntó María-
-No lo se. -Miré al suelo- Hemos estado varias veces en la situación de besarnos y eso, pero nunca ha pasado nada. O él se apartaba o me apartaba yo... no lo se -Suspiré-
-Pues besale -Dijo Ariadna- Ya sabes. Mejor sacarse las dudas. -Sonrió-
-Si... pero no se... Y como... ¿Como está Álvaro?
-Sinceramente creo que solo utiliza a Rocío -Dijo Eunice- Aunque la muy guarrilla siempre está encima de Blas y eso no lo soporto.
-Peor es Alba, que es la ex de Carlos y están siempre juntos -Dijo Andrea cruzándose de brazos-
-La única que se salva de ese grupo es Sonia -Dijo Clara- Se lleva bien con todos pero no es tan pesada como Rocío con Blas. Vale que se conozcan desde la escuela pero es muuuuy pesada.
-Ya veo cuanto las amáis -Reí-
-Si... bueno.
-Y que te quede claro que yo estoy muy indignada contigo por dos cosas -Dijo Andrea poniéndose enfrente de mi-
-¿Porque? ¿Que he echo?
-Primero; No veo el autógrafo de Àlex en mis manos y segundo; ¿Porque has echo esa masacre en tu pelo? Con lo que me encantaba tu pelo largo! -Puso sus manos en sus caderas-
-Pues, necesitaba un cambio de look y decidí cortarlo, era eso o teñirme el pelo... Y como que no sabes...
-Sigo indignada igual.
-Hay tonta mía -La abracé- Ya te conseguiré un autógrafo o algún día te harás una foto con él -Le guiñé el ojo.-
-Pues no se que esperas para traerlo aquí.


Después de la charla, volvimos a preparar todo. Las pancartas, los globos, el picapica, el pastel... estaba agotada del viaje y encima hacer eso.. acabó conmigo. Me fui a dormir un ratito. Al despertarme, me dirigí a la ducha. Eran las nueve de la noche. Oh dios, no me da tiempo. Me vestí a toda prisa, me sequé el cabello y lo planche para que no se ondulara, me maquillé suave. Me puse un vestido blanco, de encaje, tenía manga gasta el codo y tenía toda la espalda descubierta. Me quedé sola en el jardín mientras los invitados venían. Escuchaba la risa de los chicos, ellos no sabían que estaba allí. Me quedé mirando el cielo.


-Mimi, será mejor que te prepares para llevar la tarta... Marta esta apunto de llegar -Dijo Eunice-
-Si.. ya voy -Dije levantándome del suelo-


Me fui hasta la cocina, nadie me vio. No pude evitar soltar un suspiro. Ni siquiera Carlos se había dado cuenta de mi presencia, que se le iba a hacer. Las luces se apagaron. Y la puerta se abrió, encendí las velas lo más rápido que pude. Después de un ¡Felicidades! De parte de todos, cogí aire, puse la tarta entre mis manos y poco a poco salí de la cocina y fui al salón.


-Cumpleaños feliz -Empecé a cantar y todos me miraron y siguieron cantando- cumpleaños feliiiiz, te deseamos todos, cumpleaños feliz.


Dejé la tarta en la mesa, Marta me miraba, asombrada y yo le contesté con una sonrisa. Fue hacia la tarta, sopló las velas y vino corriendo hacia mi. No pude evitar echar alguna que otra lágrima. Jope, hacía mucho que no la veía. Si, tan solo habían pasado tres meses desde que me fui, pero era mi amiga, mi mejor amiga... mi hermana.. la echaba mucho de menos.

-Te odio, te odio... -Dijo al separarse de mi- Me dijiste que no estarías aquí... llevo todo el día enfadada contigo y llorando al pensar que no estarías.
-Lo siento -Miré hacia abajo- Pero si te decía que venía no sería una sorpresa.
-Dios mío -Dijo Carlos- ¿Se puede saber que has echo con tu pelo?
-Me lo he cortado melón. ¿No lo ves?
-Te queda genial -Dijo David-
-Gracias -Sonreí-
-¿Como estás? -Dijo Dani-
-Bien, bien.
-¿Y tu abuelo? -Todos miraron a Carlos. Claro, nadie sabía... -
-Bien, cuando llegué, fui directa al hospital y nos dijeron que no tenía muchas posibilidades, pero se despertó y ahora está en casa reposando.
-Me alegro que estés bien -Dijo Carlos y me abrazó-
-¿A caso quieres hacerme llorar? ¡Que solo me he ido tres meses! -Todos rieron-
-Han parecido una eternidad sin ti amiga -Dijo Marta-
-Bueno, nada de lamentaciones y que siga la fiesta. -Dije mientras alzaba una copa-


Todos levantaron la copa conmigo e pusieron la música a todo volumen. Las chicas les dieron los regalos, el mío era el ultimo. Estaba nerviosa, sabía que le gustaría pero igual... me ponía de los nervios. Pulseras, zapatos, collares, ropa y más ropa fueron lo que le regalaron las parejas. Llegó mi turno. Me levanté y fui hasta ella, dandole aquel enorme paquete. Me miró con cara asesina, sabía que yo para los regalos era un poquito capulla. Pero eso si, este año decidí no pasarme. Era una caja, tampoco tan grande, estaba lleno de serpentinas y confeti. Buscó y rebuscó hasta encontrar el regalo, otra vez envuelto. Lo abrió y por fin salió el regalo.


-Dime que no es lo que creo que es -Dijo mirándome-
-Emm, no se lo que estás pensando, así que ábrelo de una vez! -La obligué-


Marta rompió el papel, y allí se dejó ver la tapa del álbum. Era una foto de nosotras dos de pequeñas, estirándonos de los pelos. Arriba de la foto, le coloqué un 19 bien grande y bien bonito. Marta se mordió el labio y empezó a mirar las fotos. Eran fotos desde que nos conocimos hasta ahora. Pude ver en su cara, como se emocionaba al verlas. Jo, la quería tanto...

-Dios, Míriam... yo te mato -Dijo mirándome- ¿Porque has tenido que poner esta foto? -Dijo enseñándola y todos rieron-
-Pues, porque sales muy mona vestida de pipi calzaslargas y bañada en barro...
-Tu cumple es dentro de poco... preparate... -Desafió-
-Si, si... anda, busca el otro regalo por la caja.


Marta me miró confusa. Volvió a mirar a la caja y sacó el otro regalo. Lo desenvolvió dejando a la vista un osito muy viejo y desgastado.


-No me lo puedo creer. -Dijo mirándolo- Es tobby. ¿De donde lo has sacado? Pensé que lo había perdido.
-Pues... es una historia un poco vergonzosa -Me sonrojé-
-Cuéntala, anda -Dijo Carlos-
-Pues, verás -Miré a Marta- Antes de nada perdoname -Saqué la lengua- Tu eras muy inseparable de ese muñeco, ya sabes, dormías con el, comías con el, te duchabas con el... -Me cortó-
-Si, si... no hace falta que des mas detalles.
-Y como pasabas de mi... pues te lo robé -Me sonrojé- Un día me cansé de que jugaras solo con el oso y conmigo no, así que te lo robé y lo escondí en el sótano de mi casa, dejándolo olvidado 
-Te odio. -Dijo Marta mientras achuchaba al osito-
-Que quieres.. era una niña de cuatro años cuya amiga pasaba más tiempo con el osito que con su amiga... normal que hubiera acabando robándotelo -Me crucé de brazos-
-Aún así no dejas de ser mi mejor amiga -Me abrazó- Te quiero..
-Y yo a ti preciosa -Dije respondiendo al abrazo-
-Bueno, ahora que ya tienes todos los regalos... ¡Que no pare la fiesta! -Dijo María-


Marta guardó todos los regalos en su habitación. Todos bebían y bailaban. Álvaro se le veía muy encariñado con Rocío... demasiado diría yo. Salí al jardín y me senté en el césped y me quedé mirando las estrellas. Me sentía como un pez fuera del agua, no me sentía cómoda...


-¿Que haces aquí sola? -Preguntó una chica sentándose a mi lado-
-Tomar el aire. -La miré- ¿Nos conocemos?
-No -Dijo la chica sonriendo- Yo soy Sonia
-Yo Míriam -Le sonreí-
-Se quien eres -Rió-
-Oh... siento no decir lo mismo.
-Tranquila... no pasa nada. Entonces.. ¿Puedo hacerte compañía?
-Claro, no seas tonta -Reí- ¿De que conoces a los chicos?
-Son nuestros “padrinos” -Dijo haciendo dedillos- Ellos nos estan ayudando muchísimo con nuestro grupo, somos sus teloneras y nos están ayudando con nuestro single.
-Oh, que suerte tenéis. -La miré- Creo que ya se están pasando de rosca -Dije mientras miraba el percal-
-Si... Bueno, déjalos, por un día que pueden disfrutar...
-Si... supongo -Suspiré-


Nos quedamos las dos calladas. Al rato, Sonia se disculpó y entró a la fiesta ya que una chica rubia la llamó. ¿Porqué me sentía tan excluida del grupo? Sentía que ya no era lo mismo... Era como si no existiera. No entiendo.

-¡Mimi! -Gritaron desde la puerta las chicas-
-¿Que pasa? -Las miré-
-Ven corre, tenemos una sorpresa para ti.
-Dejaros de sorpresas. ¿Que pasa?
-Mira. -Se hicieron a un lado y Àlex apareció. Me quedé embobada mirándolo-
-Dios, ¿Que haces aquí?
-Las chicas me llamaron esta tarde, pensaban que estarías incómoda con... ya sabes, y me pidieron que viniera -Levantó los hombros- Así que aquí estoy


Me levanté y fui corriendo a abrazarle. EL poco tiempo que no había estado con él, le había echado muchísimo de menos. Dios... si le había echado de menos.... Entramos a la casa y fuimos a tomar algo. Cubata tras cubata, íbamos ríendo y haciendo un poco el bobo. Paré de beber cuando ya notaba el mareo. Marta vino corriendo hacia mi, me cogió la mano y me llevó hasta la mesa. La miré rara y ella se subió, captando la atención de todos.


-¡Vengaaa! ¡Vamos a perrear! No puede faltar nuestro baile -Gritó-
-Estás loca -Dije soltándome de su mano, no me apetecía bailar y menos con Àlex allí-
-Venga, no seas un muermo -Miré a Àlex y él me asintió.-


Me sentía mal por dejarle allí solo. No conocía a nadie y encima Marta 'me había secuestrado'. Tras un rato de pensar... ¡A la porra todo! Me subí a la mesa y empezamos a bailar... si lo viera desde fuera diría como dos perras en celo. No podía dejar de reírme y de saltar. Si ya estaba mareada antes de saltar, ahora ya ni te digo. Me bajé de la mesa dejando a Marta sola. Casi me meto un porrazo, de no ser porque Àlex me cogió del brazo para que no me cayera.


-Dios... todo me da vueltas.
-No me extraña, has empezado a saltar como un canguro. -Rió-
-Hay madre... -Dije poniéndome las manos en la cara- Que mala imagen te acabo de dar. -Me escondí en su pecho-
-Hey, nada que una borrachilla demuestre. -Le miré rara. No le entendí- Ni yo mismo se que he querído decir, no me mires así -Rió-
-Tu estás más afectado que yo... -No se porqué, pero me acerqué a él-
-¿Tu crees? -Dijo acercándose-
-Si, lo creo... mira que ojos me llevas... -Dije poniendo mis manos en sus mejillas- Ya te vale.
-Lo siento, es algo ya habitual... me costará dejarlo.
-No te estoy pidiendo que lo dejes... -Acaricié su mejilla- Vamos, si tu no lo quieres dejar, yo no te voy a obligar... pero solo te pido que cuando estés conmigo, no lo hagas.
-Cuando este contigo... -Murmuró- ¿En que sentido te refieres? -Me miró extraño-
-Pues, cuando quedemos y esas cosas.
-Está bien -Dijo besando mi mejilla y juntó nuestras frentes-
-Gracias por todo Àlex, de verdad...
-No tienes porqué agradecerlo. Haría por ti, lo que he echo y mucho más... solo quiero verte feliz -Dijo mientras ponía sus brazos al rededor de mi cintura y me acercaba mi cuerpo al suyo-
-Sabes... Llevo mucho tiempo deseando hacer algo.
-¿El que?


Puse mis manos al rededor de su cuello, y le besé. Al principio no me siguió el beso, pero continuó. Me apretó más contra él. Mientras nos besábamos, jugueteé con el poco pelo que le había crecido en estos tres meses. Al separarnos a coger aire, le miré y me sonrojé.


-Yo... esto... lo siento. -Agaché la cabeza-
-No tienes porque disculparte. -Me volvió a besar- Supongo que es algo que queríamos los dos -Le miré y asentí-
-Si pero... esto va a cambiar la cosa entre los dos ¿verdad?
-No si tu no quieres. Míriam, tu me gustas, pero no quiero que te arriesgues ni yo quiero arriesgarme... no quiero que lo pases mal por mi, ni yo pasarlo mal por ti...
-Shh. -Dije poniéndole un dedo en su boca- No digas nada.


Volví a besarlo. Me sentía bien, me hacía sentir bien, pero no era lo mismo que besar a Álvaro... no era lo mismo.


-¡Haaay! -Dijo Andrea- Que se han besado -Dijo mientras agarraba a Ariadna y a María- Míriam y Àlex se acaban de besar.
-No jodas... -Dijo María mirándonos-
-Si, miralos -Dijo Andrea señalándonos-
-Jo, que buena pareja hacen -Dijo Ariadna-
-Que buena pareja hace, quien? -Dijo una voz detrás suyo y las tres se giraron-
-Hey Álvaro. ¿Que tal? -Dijo Andrea-
-Bien... ¿Me queréis responder? ¿Quien hace buena pareja con quien?
-Ehh... estábamos hablando de Marta y Hugo -Dijo María un poco nerviosa- Hacen muy buena pareja
-Si... tienes razón, son perfectos -Dijo Ariadna-
-¿Que ocultáis?
-Nada... -Dijeron las tres a la vez y Álvaro las miró-
-¿No será mejor que vuelvas con Rocío? Te echará de menos..
-No... estoy buscando a... -Se calló y las chicas vieron como miraba detrás de ellas- Bah, veo que está ocupada...
-Esto.. Álvaro... -Dijo Andrea-
-No.. no digas nada. -Se fue-
-Mierda.
-Tarde o temprano lo iba a ver.
-Si pero... y si le da para hablar con ella?
-No lo creo....

-Pues crees mal. Mira -Dijo Ariadna señalándonos-