Empezamos
a andar. ¿Tan lejos estaba el lugar al que me llevaba? ME acordé de
que no llegaríamos a la salida de la Uni, así que saqué mi móvil
y le envié un mensaje a las chicas avisandolas que me había surgido
un imprevisto y que me había ido y que sobretodo no me esperasen.
-¿Un
improvisto? -Preguntó Hugo- ¿Porque no les dices la verdad?
-Sonrió-
-¿Que
quieres que les diga? -Le miré- Si chicas, me he besado con Hugo y
nos hemos ido de la escuela. Llamarme puta y todo lo que queráis.
-Eh,
no te digas eso -dijo Hugo mientras me abrazaba-
-Todo
ha pasado muy rápido Hugo. No es bueno de ver. -Suspiré-
-Bueno,
tranquila. ¿Vale? Si hace falta no decimos nada.
-Vale
-Volví a suspirar y me mordí el labio- ¿Donde vamos?
-Estamos
a punto de llegar. Confía en mi.
Seguimos
andando, estaba cansada. Hubo un momento en que Hugo me tapó los
ojos y para seros sinceras no confiaba nada. ¿Donde me llevaba? Nos
paramos. Hugo carraspeó y me sacó las manos de sus ojos, seguía
con estos cerrados.
-Abrelos.
Le
hice caso. ¡Waw! Esto es impresionante. Estamos en una especie de
terraplén de asfalto donde se podía ver todo el bosque incluso un
pedacito de Madrid. ¿Tan lejos habíamos llegado? Miré a Hugo que
este, tenía una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Porque
sonries tanto? -Le pregunté acercándome a él-
-Aquí
solía venir de pequeño con mi abuelo -Su sonrisa no se iba de su
cara. Me enamoraba-
-Oh,
es un lugar muy bonito... -Dije mirando para todos los lados-
-Mi
abuelo, de pequeño me dijo que algún día traería a una chica aquí
-Soltó una pequeña carcajada- Y que esa chica sería muy especial.
-Me miró-
-¿Que
quieres decir con eso? -No entendía nada.-
-Pues,
yo siempre venía aquí cuando mi abuelo se enfadaba con mi abuela,
veníamos a jugar y a relajarnos. Y siempre se reconciliaba aquí con
mi abuela, por eso, cuando apenas era un niño, me dijo que algún
día traería aquí a una chica que significase muchísimo para mi,
como él lo hizo con mi abuela -Levantó los hombros- Y hoy estás tu
aquí.
-¿Quieres
decir que..? -Dije un poco atónita-
-Si...
eso supongo -Me miró y se acercó- No quiero que te asustes ni nada
por el estilo. Desde que choqué contigo mi primer día, sentí algo
raro, algo que no había sentido nunca, algo que hacía que me
pusiera muy de mala leche y que hiciera que te tratase así -Suspiró-
Por eso, el sábado, cuando estube apunto de besarte no lo hice, no
lo hice porqué me di cuenta, y cuando te fuiste, me sentí como un
completo estúpido. -Suspiró y agachó la vista- Yo..
-Shh.
-Dije cortándolo y le agarré la cara con mis manos- No hace falta
que te disculpes -Le miré a los ojos- Yo también me he comportado
como una estúpida, la más estúpida de todos, tendría que haberme
dado cuenta antes, tendría que haber evitado... lo de Fer. -Suspiré-
Yo... Yo también siento algo que nunca he sentido Hugo, y quieras o
no, ese sentimiento hizo que te odiara, que te tratase tan mal no
sabía lo que era. Y hoy.. cuando nos besamos... Las cosquillas se
apoderaron de mi estómago y me he dado cuenta de lo que siento...
Nadie
dijo nada. Solo nos limitamos a mirarnos. Podía notar que todo lo
que decía Hugo era verdad, todo lo que me había dicho, todo lo que
sentía... No pude evitar morderme el labio y hundí mi cara en su
cuello, como signo de vergüenza, cosa que hizo que Hugo riese. Él
me abrazó. Me sentía tan agusto en sus brazos... me sentía tan
bien, no quiero que acabe nunca. Nos sentamos al borde del terraplén,
de manera que nuestras piernas quedaron colgando. Empezamos a hablar
de nosotros, donde vivíamos, con quien, que hacían, amigos, ex
novios, lo que nos gusta, lo que no... Pasamos lo que quedaba de
mañana entretenida. Me levanté y puse música. Empezamos a hacer el
tonto, como no. No podía parar de reír. Hugo cogió su móvil y
empezó a echarme fotos y como no, siempre haciendo alguna payasada.
Cogí su móvil y puse la cámara delantera, para poder echarnos
fotos a los dos. Algunas eran demasiado horrendas, en cambio, otras
eran perfectas. La mitad de las fotos era poniendo caras, y la otra
mitad dándonos besos. Había que aprovechar las vistas, así que
Hugo puso el temporizador del móvil y que volviese la ronda de las
fotos. Cuando nos cansamos, nos estiramos, tenía la cabeza apoyada
en su pecho y él me abrazaba con las dos manos.
-¡Tengo
hambre! -Dije sonrojandome-
-¿Quieres
ir a comer? -Me preguntó-
-Si
por favor, si no como... me va a dar algo.
-Pues
que no te de algo muñeca, no quiero quedarme sin ti. -Le miré y me
mordí el labio- No te muerdas el labio, porque me dan unas ganas
locas de besártelos
-¿Y..
porque no lo haces? -Sonreí pícara y le besé-
Me
aparté el pelo hacia un lado y me puse encima de él. Hugo sonrió y
nuestros labios volvían a unirse. Hugo se incorporó y volvimos a
quedarnos a horcajadas. Mordí su labio inferior y tiré de él,
haciendo que se separase y reí.
-Vale,
vale fiera. Vamos a comer anda -Rió-
-Oh,
si por favor
Nos
levantamos, agarramos nuestras cosas y bajamos. Mientras bajamos Hugo
agarró mi mano y eso hizo que sonriera. Nunca me llegué a imaginar
que estaría así con él. Me mordí el labio inferior. Cuando
estuvimos abajo, caminamos hacia un restaurante. Una vez allí,
pedimos y nos sentamos en una mesa. Nos trajeron la bebida y nos
servimos. ¡Que hambre tenía!
-Oye
Hugo. -Me miró- Nosotros... ¿Que somos? -Se lo solté y Hugo abrió
los ojos como platillos-
-Como
que que somos -Parecía no entender-
-Me
refiero a tu y yo... y nuestra etiqueta -Dije mirándolo y él me
agarró la mano-
-Pues
no lo se. -Me miró- Que te parece si de momento, miramos como nos va
y si nos va bien lo hacemos oficial? -Asentí- ¿Te parece bien
princesita?
-Chi
-Dije con voz de niña pequeña y Hugo se mordió el labio-
Nos
trajeron la comida y empezamos a comer.. Mmm que hambre tenía! Hugo
me miraba como comía y se reía, mientras que yo me limitaba a
tragar y a sonrojarme. Estuvimos hablando y por lo que se ve no se
acababan los temas entre nosotros. Comimos con risas y algún que
otro pique y guerra con alguna que otra patata. Cuando acabamos de
comer Hugo no me dejo pagar. ¡Que malo! Salimos del restaurante y
nos fuimos hacia mi casa. Quedaba bastante lejos, ya que habíamos
estado caminando mucho desde la Universidad hasta el terraplén. Al
aproximarnos a la Uni, nos fuimos por la calle siguiente por si salía
algún profesor que hubiéramos tenido. Cuando llegué a mi casa, me
despedí de Hugo con un beso tierno. Él me abrazó y yo escondí mi
cabeza en su cuello. Saqué las llaves de mi bolso despidiéndome de
él otra vez y entré en casa.
La
semana había pasado volando y con Hugo todavía más. Nuestra
relación o lo que sea iba viento en popa. ¡Que raro! Eso si, alguna
pelea había pero nos reconciliábamos enseguida. Por fin era sábado.
Me encontraba arriba con las chicas, menos con Mimi, que estaba
abajo. Empezamos a poner música y a bailar, cuando entre música y
música escuchamos a Mimi.
-Álvaro...
Álvaro por favor... -Empezó a decir desesperada y llorando- No
puedo... -Intentaba respirar y no podía- No puedo respirar... -Iba
haciendo pausas, supongo que Álvaro estaría diciéndole algo- Por
favor... por favor... ven...
No hay comentarios:
Publicar un comentario