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domingo, 4 de agosto de 2013

Capitulo 28





Ayudé a mi abuela a recoger la mesa, con la ayuda de Álvaro. La verdad es que se veía feliz con Cloe y eso me alegraba, pero me jodía que tuviera que ser madre de quien es. Ayudamos traer el postre a la mesa y nos acomodamos en el sofá. Fui a por un par de cucharitas para el helado y cuando volví, ya no había sitio. Álvaro me hizo una seña para que me sentara encima de él. Y así hice. Me saqué los tacones y me subí a él con cuidado. Mientras hablaban yo me dignaba a comer el helado. Estaba aburrida. Así que cogí un poco de helado en la cuchara y se lo estampe en la nariz de Álvaro.


-Maldita sea amor. -Dijo serio y después empezó a reír y me la devolvió-
-¡Hey! -Me quejé- No me hagas eso... esta muy frió -Dije poniendo voz de bebé-
-¡Oh! ¿Si? Bueno, no pasa nada. Ven aquí -Me acerqué a él y me lamió la nariz-
-Serás cochino -Susurré y mis abuelos reían-
-Y dime Álvaro -Dijo mi abuela captando su atención- ¿Como os conocisteis?
-Pues, nos conocimos en el aeropuerto de Mallorca -Sonrió-
-Que romántico -Balbuceó Cloe- Amor a primera vista. ¿No es bonito eso? -Todos la ignoramos-
-Pero explicanos. ¿Que paso? -Álvaro me miró y me sonrió-
-Pues, había aterrizado en el aeropuerto e iba a por mi maleta, cuando me distraje por la cantidad de gente que había y Míriam se chocó conmigo -Rió- Iba dormida, ella se excusó y pude ver que no era como las demás chicas -Miró a Ana- Ella no se percató de quien era y no empezó a chillar, eso me atrajo mucho de ella. Entonces, me presenté y algo me decía en mi interior que no sería la ultima vez que la veía -Reí-
-Normal, si te dije que estaba ahí de vacaciones -Reímos todos-
-Si bueno, entonces, el mismo día en el hotel, nos encontramos en la piscina y le pregunté en que habitación estaba y justo dijo que se encontraba en la habitación de al lado de la mía.
-Casualidades de la vida. -Dijo mi abuela emocionada- Sigue cariño, sigue.
-Pues, entonces, ella empezó a gritar y a llorar como una desesperada -Mis colores se apoderaban de mis cachetes- y se fue corriendo, y Carlos y yo nos acercamos a Marta y ella nos dijo que problemas con su ex que no paraba de molestarla etc etc. -Miró con desprecio a Andrés- Y bueno, así fueron pasando los días.
-¿Y como te declaraste? -Preguntó Cloe-
-Pues, para ser sinceros, el primer día. -Mi padre y mi abuelo abrieron los ojos de par en par y Álvaro prosiguió rápido- No es lo que pensáis, yo fui a hablar con ella para que me explicara que había pasado, al principio le costó pero al final accedió y me lo contó. Yo le tuve que contar una historia antes, para que confiara en mi. Si os digo la verdad, si no fuera gracias a ella, en estos momentos no creería en el amor. Ella volvió a abrir esas puertas que pensé que nunca se abrirían. Había algo en ella que me atraía demasiado, algo que hacía que no pudiera olvidarme de ella. -Sonrió-
-Entonces.. ¿Pasasteis todas las vacaciones juntos? ¿En plan pareja? -Preguntó mi abuela y los dos asentimos- ¡Que divinos! -Rió- La verdad, es que me gusta mucho la pareja que hacéis.
-A mi también, créeme Rosi -Me abrazó y se rió- Ella consigue sacar casi siempre lo bueno de mi, hace que me sienta especial cada día que me despierto a su lado. -Se le quedó una sonrisa bobalicona- En estos momentos no se lo que sería sin ella.
-Sin embargo -Dijo mi abuelo- hoy os habeis peleado. -Álvaro me miró-
-¿Se lo has contado? -Preguntó asombrado y rápido negué con la cabeza-
-No querido -Dijo mi abuela- Lo que pasa es que, la escuche hablar contigo y bueno.. ya sabes como somos las abuelas de chismosas -Reímos-
-Esta bien saber eso -Rió Álvaro-
-Bueno, creo que es hora de que este vejestorio se vaya a dormir -Dijo mi abuelo levantándose del sofá- Llevo desde las seis de la mañana despierto y no puedo más con mi alma. ¿Te quedas a dormir no Álvaro?
-No quiero ser una molestia, Carlos.
-No lo eres querido -Esbozó una sonrisa- Si mi nieta está de acuerdo, puedes quedarte. -Álvaro me miró-
-Bueno, si se queda. Que duerman en habitaciones distintas. -Dijo mi padre-
-¡Papá! -Grité- No soy una niña pequeña
-Por eso, no quiero escuchar ruidos extraños en mitad de la noche
-Venga ya -Abrí los ojos como si fuera un sapo- ¿Por que clase de chica me estas tomando? -Crucé mis brazos y Álvaro reía por lo bajo.
-Pues, no lo se.
-Venga ya. Si nosotros dormimos separados, ellos también -Señalé a Ana y a Andrés-
-Si hombre, dejanos a nosotros en paz -Dijo Ana con un todo demasiado borde para mi agrado-
-Aquí o todos moros o todos cristianos. -Dije mientras me cruzaba de brazos-
-Deja de ser tan infantil -Comentó Andrés-
-Tu cierras el pico -Riñó Álvaro-
-¿Y si no me da la puta gana?
-Pues harás por callar, si no quieres ver mi maldito puño incrustado en tu fea cara.


El comentario de Álvaro me hizo gracia, no podía parar de reír y noté como Andrés me miraba mal. Al final, cada uno dormía con su pareja, lo más lógico. Subimos arriba y mi padre le prestó un pijama a Álvaro. Me cambié y me puse una simple camiseta de propaganda y fui a lavarme los dientes. Estaba tan tranquila lavandomelos hasta que entró Andrés.


-¿Que me miras? -Contesté borde-
-Nada.
-Pues entonces deja de mirarme de una vez. -Andrés no sacaba los ojos de mi-
-¿Sabes? Estas igual de sexy que cuando te lavabas los dientes en mi casa. ¿Recuerdas? Después de hacerlo. -Se acercó a mi- Siempre solías ponerte mi camiseta y salir corriendo a lavártelos. Te veías tan sexy con solo la camiseta.
-Hace mucho tiempo de eso -Contesté secamente- Y la verdad, es que me la suda si te acuerdas o no de eso. Pasa pagina ¿Quieres?
-Venga, me estas diciendo que ya te has olvidado de mi? -Asentí- No me lo creo.
-Venga va, Andrés. ¿Piensas que iría toda mi puta vida detrás de un cabrón como tu? Estas jodidamente loco de la cabeza si piensas eso -Suspiré y escupí la pasta de dientes-


Andrés se iba acercando cada vez más y yo me ponía aún más nerviosa. ¿Porque no podía dejarme en paz por un triste momento? ¿Tanto le gustaba joderme la vida? Me lavé la boca, y Andrés aprovechó para tocarme el culo, cosa que hizo que me sobresaltara y acto seguido le abofeteé.


-¿Pero quien coño te has creído que eres imbécil? Deja de amargarme la vida. Olvídate de mi. Olvídate de que existo -Le miré con desprecio- La próxima vez que te atrevas a tocarme, te la verás conmigo.
-¡Oh! Venga gordi. Se que sientes algo por mi. Todavía sigo notando cuando te pones nerviosa cada vez que me acerco a ti. -Se acercó- Y ahora lo estas
-Si. Estoy nerviosa. ¿Pero sabes porqué? Porque me repugnas. Me pongo nerviosa porque Álvaro está aquí en frente y en cualquier momento puede venir, y pensarse lo que no es. No quiero joderla con él por tu culpa. Ya tengo bastantes marrones para que ahora me vengas tu y me metras en otro. Pasa página Andrés. Yo ya lo echo.
-Eres una puta barata
-Y tu un hipócrita de mierda -Le grité mientras salía por la puerta-


Me encaminé hacia la habitación. ¿Porque coño no me dejaba en paz de una vez? ¿Tanto le costaba? Una mano me agarró del brazo y seguidamente un cuerpo me acorraló en la pared. Pusieron su mano en mi cuello, apartando mi pelo de él.


-¿Porqué haces que todo esto sea más difícil? -Preguntó Andrés acercándose a mi cuello-
-Andrés... -Dije con nerviosismo- No te acerques. Suéltame.
-Antes te gustaba que te hiciera esto. -Dijo mientras se acercaba aún más- Y esto.


Tenía su mano en mi cadera, y la fue deslizando por mi pierna, levantándola.


-Andrés, dejame. -Intenté soltarme pero no me dejo- Como no me sueltes grito.
-¿Crees que te tengo miedo? ¿Eh? Noto como te pones de nerviosa, cada vez que me acerco. -Dijo colocando sus labios en mi cuello-
-Andrés, suéltame -Empecé a moverme y él solo gruñia-


De un momento para el otro, Andrés ya no estaba encima mío. Miré anonadada. Álvaro le había sacado de encima mío y le había dado un puñetazo en toda la cara.


-¿Porque coño no la dejas en paz? ¿Tanto te cuesta? -Dijo Álvaro mientras se ponía encima de él para volver a pegarle- Ella ya no es nada tuyo. Así que déjala ya de una vez.


Álvaro se levantó de encima de Andrés y me cogió la mano para irnos. Andrés llamó a Álvaro y el se giró. Al girarse, Andrés le devolvió un par de puñetazos.


-¡Paren! -Grité- ¡Parar!


Separé a Álvaro de Andrés y este, al no esperarse que me metiera, me golpeo a mi. Maldita la hora que me metí en medio para separarlos. De la fuerza con la que me dio, me caí al suelo. Me llevé rápidamente la mano a mi labio y este sangraba. Mi padre salió de su habitación y abrió los ojos como platos al verme sentada en el suelo, sangrando.


-¿Se puede saber que ha pasado? -Dijo mientras ponía rumbo hacia mi-
-Ha sido por culpa de Álvaro -Escupió-
-¡Oh, venga! -Dije- Deja de ser tan mentiroso. Ha sido todo por tu culpa.
-¿Quien te ha pegado? -Dijo mi padre mientras me miraba el labio-
-Andrés. -Dije mirándolo. Ahora te vas a cagar-
-¿Que? -Le miró- ¿Has sido tu? Joder Andrés. Que coño te pasa a ti por tu puta cabeza? -Gritó- No quiero que te acerques más a mi hija. -Le señaló con el dedo- Como vuelvas a acercarte, el próximo que te pegue no será Álvaro, seré yo.
-Papá, dejalo. -Miré la sangre- Me estoy mareando.
-¿Que ha pasado aquí? -Dijo Cloe-
-Nada. ¿Es que no ves? -Gruñí-


Álvaro me cogió como una princesita y bajamos a la cocina. Me sentó en la silla y cogió el maletín donde mi abuela guardaba las gasas y el alcohol. Cogió una gasa, la mojó en alcohol y con cuidado me la puso en el labio. Hice una mueca de dolor, escocía mucho.


-Lo siento. -Dijo Álvaro mientras me apretaba con delicadeza-
-Tranquilo. Solo escuece un poco.
-No, no lo digo por eso -Suspiró y le miré-
-¿Entonces? -Susurré-
-Yo... Esta mañana me comporté como un estúpido, tuve que haber notado que estabas bromeando, pero los chicos no paraban de reír y de hacer bromas y me estaba agobiando. Encima por mi culpa hice que Andrés te pegase -Suspiró- Lo siento mucho
-¡Hey! -Dije cogiéndole la cara- No es tu culpa ¿Vale? Yo también pude haber contestado bien, y no hablarte de aquella manera tan borde -Suspiré- Y por el golpe... no te preocupes, al fin y al cabo solo es un golpe.
-Pero te lo ha dado por mi culpa -Me miró- Si no le hubiera pegado no te hubiera dado.
-Si no le hubieras pegado, vete tu a saber que hubiera pasado. -Le acaricié la mano y jugueteé con su anillo y sonreí- Gracias por venir esta noche amor.
-Para eso estoy. ¿No? Tenía que conocer a tu familia, y ver quien ha echo a mi hermosura.


No pude evitar sonreír y morderme el labio. Cogí una gasa y le puse un poco de alcohol. Álvaro se sentó y le curé las heridas que tenía en la cara. Me acordé de la foto de mis padres, Álvaro no la había visto. Cuando acabé de curarle, le cogí de la mano y le llevé al salón. Allí agarré la foto y se la dí.


-¿Y esto? -Dijo mirándola atentamente-
-Mis padres... -Susurré-
-Tus padres -Repitió- Ella... ¿Es tu madre? -Me miró y asentí- ¿Como es que nunca me habías hablado de ella?
-Pues, nunca he sabido quien era, nunca he sabido nada de ella. Hoy, he encontrado esta foto entre todas ellas, y mi padre me ha confirmado que era ella.
-¿Nunca te has planteado buscarla?
-No
-¿Porque? -Se rascó la nuca-
-Pues, si ella me abandonó cuando era un bebé, significa que no se quería hacer cargo de mi, yo.. yo no quiero ilusionarme en buscarla, para después llevarme un chasco.
-¿Porque te tienes que llevar un chasco?
-Pues, porque... ¿Si no me quiere conocer que pasa? -Me abrazó- No quiero encontrarla y decirle; Oye tu, soy tu hija, ¿porque me abandonaste? ¿Porque no has venido nunca a buscarme? ¿A caso no significo nada para ti?... -Suspiré- Simplemente no puedo. No quiero.
-Entiendo -Me apretujó contra él- No quiero que te preocupes. ¿Vale? -Asentí- Te amo -Susurró-
-Yo también te amo. -Sonreí y le besé-



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