Ayudé
a mi abuela a recoger la mesa, con la ayuda de Álvaro. La verdad es
que se veía feliz con Cloe y eso me alegraba, pero me jodía que
tuviera que ser madre de quien es. Ayudamos traer el postre a la
mesa y nos acomodamos en el sofá. Fui a por un par de cucharitas
para el helado y cuando volví, ya no había sitio. Álvaro me hizo
una seña para que me sentara encima de él. Y así hice. Me saqué
los tacones y me subí a él con cuidado. Mientras hablaban yo me
dignaba a comer el helado. Estaba aburrida. Así que cogí un poco de
helado en la cuchara y se lo estampe en la nariz de Álvaro.
-Maldita
sea amor. -Dijo serio y después empezó a reír y me la devolvió-
-¡Hey!
-Me quejé- No me hagas eso... esta muy frió -Dije poniendo voz de
bebé-
-¡Oh!
¿Si? Bueno, no pasa nada. Ven aquí -Me acerqué a él y me lamió
la nariz-
-Serás
cochino -Susurré y mis abuelos reían-
-Y
dime Álvaro -Dijo mi abuela captando su atención- ¿Como os
conocisteis?
-Pues,
nos conocimos en el aeropuerto de Mallorca -Sonrió-
-Que
romántico -Balbuceó Cloe- Amor a primera vista. ¿No es bonito eso?
-Todos la ignoramos-
-Pero
explicanos. ¿Que paso? -Álvaro me miró y me sonrió-
-Pues,
había aterrizado en el aeropuerto e iba a por mi maleta, cuando me
distraje por la cantidad de gente que había y Míriam se chocó
conmigo -Rió- Iba dormida, ella se excusó y pude ver que no era
como las demás chicas -Miró a Ana- Ella no se percató de quien era
y no empezó a chillar, eso me atrajo mucho de ella. Entonces, me
presenté y algo me decía en mi interior que no sería la ultima vez
que la veía -Reí-
-Normal,
si te dije que estaba ahí de vacaciones -Reímos todos-
-Si
bueno, entonces, el mismo día en el hotel, nos encontramos en la
piscina y le pregunté en que habitación estaba y justo dijo que se
encontraba en la habitación de al lado de la mía.
-Casualidades
de la vida. -Dijo mi abuela emocionada- Sigue cariño, sigue.
-Pues,
entonces, ella empezó a gritar y a llorar como una desesperada -Mis
colores se apoderaban de mis cachetes- y se fue corriendo, y Carlos y
yo nos acercamos a Marta y ella nos dijo que problemas con su ex que
no paraba de molestarla etc etc. -Miró con desprecio a Andrés- Y
bueno, así fueron pasando los días.
-¿Y
como te declaraste? -Preguntó Cloe-
-Pues,
para ser sinceros, el primer día. -Mi padre y mi abuelo abrieron los
ojos de par en par y Álvaro prosiguió rápido- No es lo que
pensáis, yo fui a hablar con ella para que me explicara que había
pasado, al principio le costó pero al final accedió y me lo contó.
Yo le tuve que contar una historia antes, para que confiara en mi. Si
os digo la verdad, si no fuera gracias a ella, en estos momentos no
creería en el amor. Ella volvió a abrir esas puertas que pensé que
nunca se abrirían. Había algo en ella que me atraía demasiado,
algo que hacía que no pudiera olvidarme de ella. -Sonrió-
-Entonces..
¿Pasasteis todas las vacaciones juntos? ¿En plan pareja? -Preguntó
mi abuela y los dos asentimos- ¡Que divinos! -Rió- La verdad, es
que me gusta mucho la pareja que hacéis.
-A
mi también, créeme Rosi -Me abrazó y se rió- Ella consigue sacar
casi siempre lo bueno de mi, hace que me sienta especial cada día
que me despierto a su lado. -Se le quedó una sonrisa bobalicona- En
estos momentos no se lo que sería sin ella.
-Sin
embargo -Dijo mi abuelo- hoy os habeis peleado. -Álvaro me miró-
-¿Se
lo has contado? -Preguntó asombrado y rápido negué con la cabeza-
-No
querido -Dijo mi abuela- Lo que pasa es que, la escuche hablar
contigo y bueno.. ya sabes como somos las abuelas de chismosas
-Reímos-
-Esta
bien saber eso -Rió Álvaro-
-Bueno,
creo que es hora de que este vejestorio se vaya a dormir -Dijo mi
abuelo levantándose del sofá- Llevo desde las seis de la mañana
despierto y no puedo más con mi alma. ¿Te quedas a dormir no
Álvaro?
-No
quiero ser una molestia, Carlos.
-No
lo eres querido -Esbozó una sonrisa- Si mi nieta está de acuerdo,
puedes quedarte. -Álvaro me miró-
-Bueno,
si se queda. Que duerman en habitaciones distintas. -Dijo mi padre-
-¡Papá!
-Grité- No soy una niña pequeña
-Por
eso, no quiero escuchar ruidos extraños en mitad de la noche
-Venga
ya -Abrí los ojos como si fuera un sapo- ¿Por que clase de chica me
estas tomando? -Crucé mis brazos y Álvaro reía por lo bajo.
-Pues,
no lo se.
-Venga
ya. Si nosotros dormimos separados, ellos también -Señalé a Ana y
a Andrés-
-Si
hombre, dejanos a nosotros en paz -Dijo Ana con un todo demasiado
borde para mi agrado-
-Aquí
o todos moros o todos cristianos. -Dije mientras me cruzaba de
brazos-
-Deja
de ser tan infantil -Comentó Andrés-
-Tu
cierras el pico -Riñó Álvaro-
-¿Y
si no me da la puta gana?
-Pues
harás por callar, si no quieres ver mi maldito puño incrustado en
tu fea cara.
El
comentario de Álvaro me hizo gracia, no podía parar de reír y noté
como Andrés me miraba mal. Al final, cada uno dormía con su pareja,
lo más lógico. Subimos arriba y mi padre le prestó un pijama a
Álvaro. Me cambié y me puse una simple camiseta de propaganda y fui
a lavarme los dientes. Estaba tan tranquila lavandomelos hasta que
entró Andrés.
-¿Que
me miras? -Contesté borde-
-Nada.
-Pues
entonces deja de mirarme de una vez. -Andrés no sacaba los ojos de
mi-
-¿Sabes?
Estas igual de sexy que cuando te lavabas los dientes en mi casa.
¿Recuerdas? Después de hacerlo. -Se acercó a mi- Siempre solías
ponerte mi camiseta y salir corriendo a lavártelos. Te veías tan
sexy con solo la camiseta.
-Hace
mucho tiempo de eso -Contesté secamente- Y la verdad, es que me la
suda si te acuerdas o no de eso. Pasa pagina ¿Quieres?
-Venga,
me estas diciendo que ya te has olvidado de mi? -Asentí- No me lo
creo.
-Venga
va, Andrés. ¿Piensas que iría toda mi puta vida detrás de un
cabrón como tu? Estas jodidamente loco de la cabeza si piensas eso
-Suspiré y escupí la pasta de dientes-
Andrés
se iba acercando cada vez más y yo me ponía aún más nerviosa.
¿Porque no podía dejarme en paz por un triste momento? ¿Tanto le
gustaba joderme la vida? Me lavé la boca, y Andrés aprovechó para
tocarme el culo, cosa que hizo que me sobresaltara y acto seguido le
abofeteé.
-¿Pero
quien coño te has creído que eres imbécil? Deja de amargarme la
vida. Olvídate de mi. Olvídate de que existo -Le miré con
desprecio- La próxima vez que te atrevas a tocarme, te la verás
conmigo.
-¡Oh!
Venga gordi. Se que sientes algo por mi. Todavía sigo notando cuando
te pones nerviosa cada vez que me acerco a ti. -Se acercó- Y ahora
lo estas
-Si.
Estoy nerviosa. ¿Pero sabes porqué? Porque me repugnas. Me pongo
nerviosa porque Álvaro está aquí en frente y en cualquier momento
puede venir, y pensarse lo que no es. No quiero joderla con él por
tu culpa. Ya tengo bastantes marrones para que ahora me vengas tu y
me metras en otro. Pasa página Andrés. Yo ya lo echo.
-Eres
una puta barata
-Y
tu un hipócrita de mierda -Le grité mientras salía por la puerta-
Me
encaminé hacia la habitación. ¿Porque coño no me dejaba en paz de
una vez? ¿Tanto le costaba? Una mano me agarró del brazo y
seguidamente un cuerpo me acorraló en la pared. Pusieron su mano en
mi cuello, apartando mi pelo de él.
-¿Porqué
haces que todo esto sea más difícil? -Preguntó Andrés acercándose
a mi cuello-
-Andrés...
-Dije con nerviosismo- No te acerques. Suéltame.
-Antes
te gustaba que te hiciera esto. -Dijo mientras se acercaba aún más-
Y esto.
Tenía
su mano en mi cadera, y la fue deslizando por mi pierna,
levantándola.
-Andrés,
dejame. -Intenté soltarme pero no me dejo- Como no me sueltes grito.
-¿Crees
que te tengo miedo? ¿Eh? Noto como te pones de nerviosa, cada vez
que me acerco. -Dijo colocando sus labios en mi cuello-
-Andrés,
suéltame -Empecé a moverme y él solo gruñia-
De
un momento para el otro, Andrés ya no estaba encima mío. Miré
anonadada. Álvaro le había sacado de encima mío y le había dado
un puñetazo en toda la cara.
-¿Porque
coño no la dejas en paz? ¿Tanto te cuesta? -Dijo Álvaro mientras
se ponía encima de él para volver a pegarle- Ella ya no es nada
tuyo. Así que déjala ya de una vez.
Álvaro
se levantó de encima de Andrés y me cogió la mano para irnos.
Andrés llamó a Álvaro y el se giró. Al girarse, Andrés le
devolvió un par de puñetazos.
-¡Paren!
-Grité- ¡Parar!
Separé
a Álvaro de Andrés y este, al no esperarse que me metiera, me
golpeo a mi. Maldita la hora que me metí en medio para separarlos.
De la fuerza con la que me dio, me caí al suelo. Me llevé
rápidamente la mano a mi labio y este sangraba. Mi padre salió de
su habitación y abrió los ojos como platos al verme sentada en el
suelo, sangrando.
-¿Se
puede saber que ha pasado? -Dijo mientras ponía rumbo hacia mi-
-Ha
sido por culpa de Álvaro -Escupió-
-¡Oh,
venga! -Dije- Deja de ser tan mentiroso. Ha sido todo por tu culpa.
-¿Quien
te ha pegado? -Dijo mi padre mientras me miraba el labio-
-Andrés.
-Dije mirándolo. Ahora te vas a cagar-
-¿Que?
-Le miró- ¿Has sido tu? Joder Andrés. Que coño te pasa a ti por
tu puta cabeza? -Gritó- No quiero que te acerques más a mi hija.
-Le señaló con el dedo- Como vuelvas a acercarte, el próximo que
te pegue no será Álvaro, seré yo.
-Papá,
dejalo. -Miré la sangre- Me estoy mareando.
-¿Que
ha pasado aquí? -Dijo Cloe-
-Nada.
¿Es que no ves? -Gruñí-
Álvaro
me cogió como una princesita y bajamos a la cocina. Me sentó en la
silla y cogió el maletín donde mi abuela guardaba las gasas y el
alcohol. Cogió una gasa, la mojó en alcohol y con cuidado me la
puso en el labio. Hice una mueca de dolor, escocía mucho.
-Lo
siento. -Dijo Álvaro mientras me apretaba con delicadeza-
-Tranquilo.
Solo escuece un poco.
-No,
no lo digo por eso -Suspiró y le miré-
-¿Entonces?
-Susurré-
-Yo...
Esta mañana me comporté como un estúpido, tuve que haber notado
que estabas bromeando, pero los chicos no paraban de reír y de hacer
bromas y me estaba agobiando. Encima por mi culpa hice que Andrés te
pegase -Suspiró- Lo siento mucho
-¡Hey!
-Dije cogiéndole la cara- No es tu culpa ¿Vale? Yo también pude
haber contestado bien, y no hablarte de aquella manera tan borde
-Suspiré- Y por el golpe... no te preocupes, al fin y al cabo solo
es un golpe.
-Pero
te lo ha dado por mi culpa -Me miró- Si no le hubiera pegado no te
hubiera dado.
-Si
no le hubieras pegado, vete tu a saber que hubiera pasado. -Le
acaricié la mano y jugueteé con su anillo y sonreí- Gracias por
venir esta noche amor.
-Para
eso estoy. ¿No? Tenía que conocer a tu familia, y ver quien ha echo
a mi hermosura.
No
pude evitar sonreír y morderme el labio. Cogí una gasa y le puse un
poco de alcohol. Álvaro se sentó y le curé las heridas que tenía
en la cara. Me acordé de la foto de mis padres, Álvaro no la había
visto. Cuando acabé de curarle, le cogí de la mano y le llevé al
salón. Allí agarré la foto y se la dí.
-¿Y
esto? -Dijo mirándola atentamente-
-Mis
padres... -Susurré-
-Tus
padres -Repitió- Ella... ¿Es tu madre? -Me miró y asentí- ¿Como
es que nunca me habías hablado de ella?
-Pues,
nunca he sabido quien era, nunca he sabido nada de ella. Hoy, he
encontrado esta foto entre todas ellas, y mi padre me ha confirmado
que era ella.
-¿Nunca
te has planteado buscarla?
-No
-¿Porque?
-Se rascó la nuca-
-Pues,
si ella me abandonó cuando era un bebé, significa que no se quería
hacer cargo de mi, yo.. yo no quiero ilusionarme en buscarla, para
después llevarme un chasco.
-¿Porque
te tienes que llevar un chasco?
-Pues,
porque... ¿Si no me quiere conocer que pasa? -Me abrazó- No quiero
encontrarla y decirle; Oye tu, soy tu hija, ¿porque me abandonaste?
¿Porque no has venido nunca a buscarme? ¿A caso no significo nada
para ti?... -Suspiré- Simplemente no puedo. No quiero.
-Entiendo
-Me apretujó contra él- No quiero que te preocupes. ¿Vale?
-Asentí- Te amo -Susurró-
-Yo
también te amo. -Sonreí y le besé-
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