Maleta
desecha. Me estiro en la cama a descansar. La verdad es que el hotel
era perfecto. Álvaro era perfecto. Solo había pasado una hora de
que habíamos llegado a Roma y quería correr, verla. Ver las calles
donde transcurre la historia de Romeo y Julieta. Ver Verona, la
fuente, los candados... Estaba ilusionada, nunca había ido a Roma y
mucho menos con mi hombre. Álvaro estaba metido en el baño. ¿Que
hacía allí tanto tiempo? Me levanté y fui a verle. Me apoyé en el
marco de la puerta y veía como se miraba en el espejo recortándose
la barba.
-Ni
se te ocurra cortártela un centímetro más. -Le amenacé-
-¿Y
que pasa si me saco la barba?
-Pues
te dejo. -Le dije seria y me miró-
-¿Enserio
me dejas si me saco la barba? -Preguntó dejando la maquinilla en la
pica-
-Si.
-Ah,
que solo estas conmigo por mi barba.. muy bonito.
-No,
estoy contigo porque me gustas y porque la barba te hace mucho mas
sexy -Le abracé- Y no sabes cuanto me pone -Le susurré al oído-
Pude
ver la cara de Álvaro. Salí corriendo del baño, para dirigirme a
la habitación pero no llegué ni a la mitad del camino ya que Álvaro
me cogió por la cintura y me alzó para que dejara de andar. Cuando
me soltó en el suelo, le mire y sonreí.
-¿Sabes
que te ves extremadamente sexy sin camiseta? -Dije mientras me mordía
el labio-
-¿Sabes
que te ves extremadamente sexy cuando te muerdes el labio?
Empezó
a besarme, y empezamos a caminar hasta la cama, una vez allí, caímos
encima de ella sin darnos cuenta.
-¡Mierda!
-Gritó Álvaro mientras cayó al suelo-
-¿Que
pasa?
-¡Joder!
-Me miró- Se me acaba de morir el dedo pequeño -Dijo mientras se lo
cogía y estallé a reír-
-Eso
te pasa por ir descalzo, tonto. -Dije mientras me incorporaba en la
cama- ¿Estas bien? -Le pregunté al ver que había apoyado su
frente en la rodilla-
-¿Tu
que crees?
-Jo...
-Me tiré encima de él y le empecé a dar besitos- ¿Te sigue
doliendo?
-Mmm
-Dijo mientras seguía dándole besitos- Ahora no tanto.
-Soy
la mejor. -Dije soltando una carcajada-
-Si,
bueno... -Dijo mientras me cogía por la cintura-
-Si,
bueno ¿Que? -Levanté una ceja- ¿A caso no lo soy?
-Eres
la mejor de las mejores -Me besó-
-Así
me gusta Gango -Sonreí-
-¿Que
te apetece hacer hoy? -Me miró-
-Puees
-Dije mientras pensaba- ¿Que tal si descansamos hoy y mañana vamos
a Verona? Tengo muchísimas ganas de ir -Sonreí-
-Eso
esta echo princesa -Me besó y nos levantamos del suelo-
Álvaro
continuaba recortándose la barba mientras que yo le esperaba. Empecé
a mirar el Twitter, y no podía parar de reírme. Las chicas de la
Uni no paraban de subir fotos del lunes, cuando Álvaro se presentó.
Habían fotos muy graciosas y otras muy tiernas. Puse la tele un
rato y fui haciendo zapping, hasta que promocionaron una revista. Me
quedé con los ojos abiertos de par en par.
-Cariño!
-Grité-
-¿Que
pasa? -Dijo asomando la cabeza por la puerta-
-Ven
corre.
Álvaro
vino y miramos el anuncio, salíamos Álvaro y yo, en la puerta de la
Universidad, diciendo que habíamos vuelto y no se que historias más.
Ambos suspiramos.
Al
día siguiente, nos levantamos temprano y fuimos rumbo a Verona. ¡Que
hermosa! Fuimos viendo y llegamos justo donde se rodó Cartas a
Julieta, allí donde había un montón de papeles y de cartas. Era
hermoso. Nos paramos a mirarlos, había un montón de nombres
escritos, un montón de parejas jurándose amor. Me mordí el labio
inferior. Eso era realmente hermoso. Nos hicimos un par de fotos.
Estábamos maravillados ante tanta belleza. De repente, Álvaro sacó
un papel y un boli.
-¿Que
haces?
-Poner
nuestros nombres. Bueno... los vas a poner tu -Le miré-
-¿Es
que no sabes escribir?
-Si,
pero tu letra es más bonita que la mía. -Dijo sonriendo-
-Eres
un tonto -Le besé- Anda trae.
Escribí
nuestros nombres y los enganché en la pared. Acto seguido Álvaro
sacó el móvil e izo una foto. “Dejando nuestra huella en la bella
Verona” Puso como comentario en Twitter.
Pasamos
toda la mañana adorando la belleza de Verona. Comimos en un
restaurante que había allí, estaba muy bien decorado, el lugar
parecía viejo, pero no lo era. ¿O si? Comimos espagueti otra vez.
El día se nos había pasado volando. Ha sido espectacular y muy
bonito. Dios. Las mejores vacaciones sin duda. Habíamos llegado al
hotel, reventados y con la cena. No teníamos ganas de bajar al
restaurante del hotel o ir por ahí. Me metí en la ducha. Oh, que
bien sentaba. Me tiré bastante tiempo en la ducha, necesitaba sentir
el agua correr por mi cuerpo. Salí, me sequé y me vestí. Al asomar
la cabeza por la puerta, todo estaba a oscuras, dejé la toalla
colgada en el baño y me extrañé. ¿Donde estaba Álvaro? Salí del
baño y vi un camino de velas, las seguí y me llevaron hasta la
salón. Estaba todo apartado. El suelo lleno de pétalos y en la mesa
estaban los platos y un candelabro con cuatro velas. Me mordí el
labio. ¿Es que Álvaro no pararía de sorprenderme? Se que lo digo
mucho y que me repito. Pero es que es verdad. No deja de sorprenderme
y pfffffff... me lo como. Le busqué por todas partes pero no estaba.
Volví al salón y me lo encontré allí, parado delante de una
silla, con su sonrisa puesta y con un traje. Hay que decir que a este
hombre el traje le sienta fenomenal.
-Venga
aquí, señorita. -Dijo mientras tiraba la silla hacia atrás para
que me sentara-
-Encantado,
señorito. -Le sonreí- ¿Sabe usted donde se ha metido mi novio?
-Pues
la verdad que no lo se, señorita. Me dijo que cuidara de usted y que
disfrutara de esta hermosa velada. -Sonrió siguiéndome el juego-
-¿A
si? Pues dígale a mi novio, que como no aparezca rápido me voy a
poner muy pero que muy triste -Dije mientras hacía un puchero-
-Su
novio no quiere que esté triste en una noche como hoy. Mire todo lo
que le preparó -Dijo extendiendo los brazos-
-Me
echaré a llorar como no aparezca -Me crucé de brazos y Álvaro me
miró-
-Eres
mala. -Dijo suspirando-
-¿Álvaro?
-Dije mirando por todos los lados- ¿Eres tu? ¿Donde estas? -Dije
mientras metía mi cabeza debajo de la mesa-
-Eres
tontita, eh. -Le miré-
-Si.
Pero me quieres -Le guiñé el ojo-
-Demasiado
-Me tiró un besito-
Álvaro
fue a por la comida y nos la sirvió. Todo estaba a oscuras y solo
nos alumbraba la luz de las velas. Apareció de la nada y me sirvió
la comida que habíamos comprado anteriormente. Álvaro se acercó al
reproductor de música y lo enchufó, un CD con baladas empezó a
sonar. Sin duda, este chico no dejaba de impresionarme. Volvió a
sentarse y comimos con toda la normalidad del mundo, hablando como si
fuéramos dos completos extraños que se conocen demasiado bien.
Cuando acabamos de comer, ayudé a recoger la mesa, aunque Álvaro se
negó pero no le hice caso. No quería que se manchara ese traje que
le sentaba demasiado bien.
-¿Sabes
que ese traje te hace guapo? -Sonreí con malicia-
-¿A
si?
-Si.
-¿Que
pasa que sin traje soy feo? -Preguntó e hizo un puchero-
-Si,
eres horrible. -Sonreí- Entre la barba y el traje, hoy me tienes...
-Me callé y le miré-
-¿Que
pasa?
-¿Y
el postre? Quiero postre -Dije acercándome a él-
-¿A
si? ¿Desde cuando tu tomas postre?
-Pues
desde que tengo novio, de vez en cuando -Sonreí y me acerqué a él-
Te quiero a ti. -Le miré-
-Mmmm,
y si yo no te quiero... ¿Que pasa?
-Pues
que me vuelvo a Madrid -Dije separándome de él-
-No
te atreverías..
-¿No?
Le
miré desafiante y me encaminé hacia la puerta de la habitación.
Álvaro caminó detrás de mi y cuando iba a abrir la puerta la cerró
bruscamente, poniéndose delante mío. Sonreí victoriosa y me
acerqué a él. Cogí la corbata e hice que Álvaro se acercase.
Junté nuestros labios, y su lengua atacó a la mía. Puse mis brazos
en su cuello y él sus brazos en mi cintura y empecé a retroceder.
Él me guiaba hasta la habitación. Una vez allí, me dejó caer con
cuidado encima de la cama. Noté todos los pétalos de rosas al
rededor nuestro. De repente, vi una caja chiquitina al lado de mi
cabeza. Lo que izo que la mirase y la cogiera. Álvaro se apartó de
mi y yo le miré estupefacta. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, su
sonrisa era tan linda... Abrí la caja y me encontré unas llaves. Le
volví a mirar, dudosa.
-¿Y
estas llaves? -Dije mientras las miraba-
-¿Tu
que crees? -Sonrió-
-¿Me
has comprado un coche? -Reí-
-No
boba. -Soltó una carcajada- Son las llaves de nuestra casa. -Le
miré-
-Nuestra...
¿Nuestra casa? -Sonreí como una tonta-
-Si.
Nuestra casa.
Grité
y me eché encima de él. No podía ser más perfecto. No podía
creer lo que estaba pasando. ¿Viviríamos juntos? ¡Viviríamos
juntos! Comencé a darle besos y él no dejaba de reír.
-Te
tendré que regalar casas más a menudo para que me des estos
besitos. -Sonrió-
-Jopé
Álvaro. Te debes haber gastado un dineral... ¿Porqué?
-No
me he gastado un dineral. Esta casa me la compraron mis abuelos
cuando yo era chico, y me dijeron que algún día viviría con una
mujer hermosa, la cual estaría completamente enamorado de ella.
-Sonrió- Y esa mujer eres tu. -Me mordí el labio inferior-
-Jopé.
¿Nunca vas a dejar de sorprenderme? -Me senté a horcajadas y cerré
la caja-
-No,
no mientras pueda -Dijo mientras me cogía de mi cintura-
-Me
quedo sin palabras -Dije mientras juntábamos nuestras frentes-
Supongo que irme a vivir contigo es un paso mas en nuestra relación.
¿No?
-Si,
supongo que es así. Aunque lo que más rabia me va a dar es que
cuando yo me vaya de gira, estarás sola en casa. -Hizo un puchero-
-Tranquilo,
llamaré a mi amante para que venga mientras tu estas fuera.
-¿Perdón?
-Dijo con un tono receloso y exploté a carcajadas-
-Es
una broma mi amor -Dije abrazándolo- Me iré con las chicas cuando
no esteis. Así no estaremos solas. En cierto modo. -Le miré- Yo
nunca tendría un amante. -Dije seriamente- Te amo demasiado. -Le
besé-
-Lo
se. Solo de pensar en el simple echo, de que lo volvamos a dejar...
me da miedo.
-No
tienes porqué tener miedo Álvaro. -Dije agarrándole la cara y
rozando nuestras narices, como un beso de esquimal- Porque yo nunca,
pero nunca te voy a dejar. ¿Me entiendes? -Asintió- Más vale que
te portes bien -Le miré- Porqué si vuelve a pasar, te juro que...
-Álvaro me interrumpió-
-No
va a volver a pasar nunca más, te lo juro princesa. -Me besó-
Dios!!!!!!! Es para comerselo!!! Me he enamorado de este capítulo. Me encanta, es absolutamente asdfghjkl PERFECTO!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias María!!! jajajjaa La verdad es que a mi este es uno de los que más me gustan de toda la novela. Gracias por leerla! :*
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