Translate

miércoles, 31 de julio de 2013

Capitulo 24








Estaba enfadada. Muy enfadada. Álvaro no paraba de dar por culo, encima me había bajado la regla y eso no es una buena combinación en mi. Encima no encontraba mi neceser. Álvaro y Dani nos estaban ayudando a buscarlo, pero con tanto alboroto se acabaron marchando ¿Que día más completo, verdad? Con tanto alboroto no me di cuenta de que mi móvil estaba sonando.


-¿Si? - Grité -
-Hija, carió. ¿Porque gritas?
-Lo siento papá, es que estoy estresada y en mi periodo. ¿Que quieres?
-Pues hablar con mi hija un rato. Pero veo que no esta – Bromeó-
-Si que estoy papi. - Me senté en la cama-
-Bien -Rió- He hablado con tus abuelos y quieren que vengas este sábado.
-¿Como?¿Para que?
-Para conocer a Cloe y al novio de Ana
-Pfff, papá, no quiero ir... no puedo.
-¿Porque mi niña? ¿Que pasa?
-Álvaro se va de gira y no quiero ir sola.. Ya sabes. -Suspiré- Y estamos intentando buscar un piso en el centro de Madrid, pero nuestros ahorros no llegan – Volví a suspirar-
-Hijita, nosotros tenemos un piso en el centro de Madrid. ¿O es que no te acuerdas? Ven el sábado, y te las doy. Si Álvaro no puede venir, que venga Marta, me gustaría que conociera a Cloe.
-Vale papá -Suspiré- Ya veré con quien iré, pero ahí estaré. ¿Vale?
-Vale hijita. Cuidate. Un beso.


¿Algo más? ¿Me podía pasar algo más? ¡Venga va que estoy en racha! Me arrepiento de no haberme quedado en la cama... Por fin, encontré mi neceser. Me metí en el baño y me puse el tampax y el bañador. Mientras bajamos le expliqué a Marta lo que me contó mi padre.


-Ves tía, no seas tonta.
-¡Tu estas loca! - Grité – No tengo ganas de ver a la zangana esa. Paso.
-¿Y que dirá tu padre? ¿Que le dirás?
-No lo se Marta. Estoy hasta los cojones de todo. Será que no hay mujeres en el mundo que se tiene que enamorar de la nombre cursi. ¡Madre mía! - Estaba demasiado indignada - ¡Pero que he echo yo joder! - Grité -
-Bueno, tranquilizate.
-No quiero, no me voy a tranquilizar – Volví a gritar -
-Pues cuando se te pase el enfado me hablas.


Nos estiramos en el césped. Los chicos estaban jugando a fútbol y Carlos había ido a buscar a Andrea y a Eunice. Poco tiempo después sonó el timbre y Blas salió corriendo a abrir. Cuando las chicas se sentaron, Carlos se unió a jugar, el equipo de Dani empezó a remontar ya que Blas de tanto en tanto se quedaba embobado mirando a Eunice y se podía escuchar a Álvaro quejándose.


-¡Hola chicas! -Dijo Eunice tan feliz como siempre-
-¡Hola preciosidades! -Dije incorporándome en la toalla- ¿Que tal el viaje hasta aquí?
-Horrible chica. ¡Que calor que hace! -Dijo Andrea mientras estiraba su toalla y se sacaba la ropa- Hace demasiado calor.
-Demasiado -Comentó Marta-
-¿Le habéis dicho lo del piso y el trabajo a los chicos? -Preguntó Andrea y ambas asentimos-
-¿Lo del piso?
-Si. - Reí- Es una historia larga de contar. Aunque no tan larga -Reímos-
-¿Y tenéis el piso? - Negamos- ¿Entonces?
-El sábado tengo que ir a Jaén, a conocer a la novia de mi padre y él me dijo que me daba las llaves de un piso que tenemos aquí en el centro. Así que supongo que de momento viviremos en él y después nos compraremos uno cuándo ya tengamos dinero.
-Esta bien para empezar -Dijo Eunice-
-La verdad es que si -Dijo Marta-
-Eunice cuéntanos. ¿A ti te gusta Blas verdad?
-Bueno, lo que se dice gustarme no. -Se sonrojó- No le conozco suficiente para que me guste pero lo que pasa es que es un chico muy atractivo. Y es el mismo prototipo que quiero en un hombre.
-No dejes escapar la oportunidad -Dijo Andrea- Se van de gira dentro de poco así que poco les veremos -Suspiró-
-La verdad que va a ser una lástima. No se que haré sin mi niño -Comenté-
-La verdad es que Carlos es super tierno -Sonrió al mencionarlo- He tenido suerte.
-Mucha -Dijo Marta-


Estuvimos un rato riendo, hasta que Álvaro empezó a gritar. Se cagaba en todo. Le miré y estaba tumbado en el suelo, muerto de dolor. Me levanté y fui hacia él sin pensarlo. Le ayudé a levantarse. Pobre Carlos. Se sentía tan culpable... Me llevé a Álvaro a la cocina. Puse un poco de hielo en un trapo de cocina y se lo puse con cuidado.


-¡Vigila, que me duele! -Dijo con un tono demasiado borde-
-¿Se puede saber que te pasa? -Dije enfadada- Llevas un día... Estas insoportable.
-Pues te aguantas. -Le miré y arqueé una ceja-
-¿Se puede saber que coño te pasa Álvaro? ¿Porque estas tan borde conmigo? ¿Que te he echo?
-Nada. Tu nunca haces nada. -Volvió a decir borde-

Me harté de que me hablara así. Solté el trapo y me largué. Salí afuera con las chicas y Eunice estaba jugando a fútbol con los chicos. ¡Era realmente buena!. Me estiré en la toalla y las chicas notaron que algo me pasaba. Como no


-¿Que te pasa cielo? -Preguntó Andrea-
-Nada. No es mi día. -Suspiré-
-¿Ha pasado algo con Álvaro? -Preguntó Marta-
-Esta insoportable desde anoche. Me acaba de contestar super borde y le he mandado a freír espárragos.
-Esperate a que las aguas se calmen.


Las chicas se quedaron en silencio y Álvaro se tumbó a mi lado. Le miré y pude ver en sus ojos, que se arrepentía, pero con eso no basta. Él me abrazó, pero yo no hice nada, ni siquiera le hablé. Carlos fue donde Andrea. Los dos se veían muy animados, mientras que Blas y Eunice se dedicaban a ahogarse. David nos preguntó que queríamos para comer y todos contestamos la misma cosa. A David eso le cabreaba porque no sabía que cocinar. Eunice le dijo algo a la oreja a Blas y este sonrió. Blas se sentó en la toalla de Eunice y ella apoyó su espalda en el pecho de él. Parecían novios. ¡Que bonitos!. Al cuarto de hora, David nos trajo la comida; ensalada con escalope. Le ayudé a poner la mesa, mientras que los demás recogían o llevaban otras cosas a la mesa. Nos sentamos y nos pusimos a comer. Como no Blas y Carlos estuvieron toda la comida bromeando y nosotros riendo. ¡Que chicos! Álvaro no dejaba de mirarme, y yo evitaba su mirada. Los chicos se percataron pero no dijeron nada al respecto. Cuándo acabamos de comer, volví a ayudar a David, con los platos y todo.


-Deja ya me ocupo yo. -Dije mientras le sacaba los guantes de las manos-
-Eh, no hace falta. -Sonrió David-
-Déjalo, lo hago yo de verdad. Necesito alejarme un poco -Suspiré-
-¿Por Álvaro verdad? -Dijo mientras se sentaba en la mesa de la cocina y asentí-
-No se que le pasa. Hoy lleva un día de perros. ¿Tu sabes porqué? -Asintió y le miré-
-No se si puedo decírtelo Mimi.
-Dímelo por favor David. Necesito saber que le pasa. -David suspiró-
-Lo que le pasa es que le jodió que no se lo hubieras contado a él primero. -Volvió a suspirar- Dice que entiende que te quieras ir, pero no entiende y le molesta que no se lo hayas contado a él antes.
-¿Por eso se ha enfadado? - Abrí los ojos y David asintió- Gracias por decírmelo David -Sonreí-


David se fue con los demás, y yo me quedé fregando los platos. Cuando acabé vi a Álvaro plantado en la puerta de la cocina. No le dije nada. Guardé los guantes y salí de allí, aunque sin poco éxito porqué me agarró del brazo.


-¿Podemos hablar por favor?
-No. -Ahora la borde soy yo-
-Por favor -Le miré-
-¿Para que quieres hablar? ¿Para hablarme mal? No gracias. -Intenté girarme pero Álvaro me seguía teniendo cogida- Haz el favor de soltarme.
-No te pienso soltar hasta que me escuches.
-¿Que tengo que escuchar? ¿Que estas de ese humor porque no te conté que nos queríamos mudar? ¿Eh? Lo contamos en la mesa porqué lo mas justo era que os enteraseis todos por igual, no con favoritismos.
-Yo... -Agachó la cabeza y me soltó- Siento mucho haberte hablado así de mal. Ya se que no hubiera sido justo. Lo siento. -Le miré-

-Estas perdonado. Pero antes de volver hablarme así, por favor, cuéntame que te pasa ¿Vale? -Asintió-




martes, 30 de julio de 2013

Capitulo 23





[Narra Blas]





Era un día demasiado soleado. Muy agobiante esta calor. Las chicas tenían la música a todo volumen y gritaban porqué no sabían donde estaban sus cosas. Que desordenadas. Yo me encontraba afuera, jugando a fútbol con David, mientras Carlos había bajado a por Andrea y Eunice. Álvaro y Dani estaban ayudando a Marta y a Mimi, aunque creo que duraron poco en ayudarlas porque se vinieron a jugar con nosotros. 





-¿Que les pasa? - Preguntó David mientras me pasaba la pelota - 

- Pues que no encuentran el neceser de no se qué - Dijo Dani y se adueñó de la pelota - 
- Mejor dejarlas, están en el periodo - Suspiró Álvaro - 
- Te quedaste sin pinchito durante toda la semana - Bromeé y todos rieron menos él -
- Pues a mi no es que me haga mucha gracia - Volvió a suspirar - Pero bueno, hay que aguantarse - Rió -
- Y que. ¿Mimi es una tigresa en la cama? - Reí y Álvaro me dio con la pelota - 
- A ti eso no te incumbe Blas. - Se volvió a poner serio - 
- Para el carro ¿Vale? Que te pasa 




Conocíamos a Álvaro desde hacía mucho,  y si está tan serio es porque le pasa algo. ¿Pero el que? Álvaro era muy resentido para esas cosas, y casi siempre se las guardaba para él. 





- Nada. - Suspiró - 

- Estas muy serio - Dijo David - ¿Es por la gira? - Álvaro asintió - 
- Pero no es solo por eso ¿verdad? - Dijo Dani -
- No. Lo que pasa es que no quiero que se vaya de aquí. - Dijo cogiendo la pelota y dando toques -
- Pues díselo. - Le dije - 
- No me va a hacer caso. No dejara a Marta sola en el centro de la ciudad.
- ¿Pero habéis hablado? - Pregunté -
- Si. Por una parte la entiendo, entiendo que se sienta incomoda - Le miramos todos - No es lo que pensáis, a ver, no quieren abusar de nosotros, ni de nuestra hospitalidad. Eso lo puedo llegar a entender, y entiendo que no quiera dejar a Marta sola. Lo que no entiendo es porque se quieren ir de sopetón.
- Pero hay algo más... - Le dije y me crucé de brazos - ¿Que te molesta?
- Me molesta que no me lo haya contado a mi antes. Enterarme así de sopetón no es que sea muy agradable.
- Bueno, tienes que entenderla hombre. No lo ha echo con mala fe. Piensa que esta casa es muy grande y que cuando nos vayamos, las dos aquí solas se van a cagar de miedo - Reímos - A parte, ellas mismas lo dijeron, necesitan dinero para pagarse la carrera. ¿Tendrán que estudiar no crees? - Álvaro asintió - Y si se quedan aquí, no van a estudiar nada - Volvimos a reír - Así que hermano... Déjala ir, que se vaya a vivir con Marta. Tu podrás bajar a verla, si vivís en el mismo pueblo - Dijo David - 
- Ya, pero no se... - Volvió a suspirar - 
- No te ralles. Cuando estés fuera la podrás llamar - Dijo Dani - Ya buscaremos un momento entre la gira para llamarlas. 
- Ya. - Álvaro estaba tocado -
- Bueno, sigamos jugando anda. - Dije mientras le pasaba la pelota - ¿Hacemos un dos contra dos? 





Empezamos a jugar Dani con David y yo con Álvaro. Íbamos ganando, como no. Las chicas salieron y Mimi estaba enfadada. Que raro. Le hablaba un poco mal a Marta y esta no decía nada, solo se limitaba a decir 'Ya lo se'. Álvaro no hizo caso, que raro. Mimi se tumbó en el césped y no dijo nada más, ni Marta tampoco. Sonó el timbre y fui a abrir. 





- Tío, te has quemado un poco la espalda - Dijo Carlos - 

- Ya, un poco, estábamos jugando a fútbol. Hola chicas! - Las saludé -


Me quedé embobado mirando a Eunice. Llevaba una coleta, unos tejanos y una camiseta blanca metida por dentro. Era perfecta. Y esos ojos... me quedé perdidos en ellos. Era tan perfecta para.. mi. 




- Hola - Le dije sacando mi mejor sonrisa - 

- Ho.. hola - Dijo con un poco de vergüenza - 




Fuimos a la parte de atrás, y volví a ponerme a jugar con los chicos. Andrea y Eunice se estiraron con Marta y Mimi y empezaron a hablar. Como si se acabasen de conocer, se preguntaban de todo y reían. ¡Bipolares!. 





- ¡Tu tío! - Dijo Álvaro - ¿Quieres mover tu puñetero culo y marcar? 

- ¿Eh? - Me había distraído - Perdón tío, me había distraído - Chuté - 
- No hace falta que lo jures. 

Chuté, pero no marqué. Álvaro me miró con cara de perro. ¿No me podía distraer o que?. Carlos iba con Dani y David, empezaron a sacarnos la pelota y empezaron a remontar. ¡Como es eso posible! Álvaro se estaba enfadando. Les sacó la pelota y se fue corriendo hacia la otra portería, pero vino Carlos y sin querer le tiró al suelo. ¡Que patán! 




-¡Álvaro tío! - Dijo Carlos - ¿Estas bien?

- ¡Joder Carlos! - Álvaro se había echo daño en la espalda. Se quedó tumbado en el césped - ¡Me has echo mierda la espalda! 




Mími enseguida se levantó y fue hacia él. Parecía que se había calmado un poco. ¡Que chico! Mimi se lo llevó a la cocina, para ponerle un poco de hielo en la espalda y Carlos se sentía culpable. 





- Joder, yo no tengo tanta fuerza para tirar a Álvaro - Dijo con un tono de voz triste - 

- Chico, si te has abalanzado hacia él - Rió David - No pasa nada, será solo un golpe. A parte hoy esta muy raro y le mosquea todo.. 
- ¿Se ha peleado con Mimi? - Preguntó - 
- No lo sabemos. Lo único que sabemos es que han hablado sobre lo de que ella se iba... Le ha molestado que no se lo contara antes. 
- Entiendo... 




Carlos se fue a la toalla con Andrea. Eran la pareja perfecta. La pobre Eunice estaba un poco incómoda así que le dije si quería jugar con nosotros a fútbol y ella asintió. Empezamos a jugar y para mi asombro, jugaba bastante bien. Dani jugaba con ella y yo jugaba con David. 





- ¡Os estamos ganando! - Dijo Dani - 

- Os estamos dejando ganar porque esta la chica en tu equipo - Dijo David y reímos - 
- No seáis mentirosos - Dijo Eunice - Soy buena jugando al fútbol, y vosotros no. - Rió -




Dani y David empezaron a picarse, y casi eran ellos dos los que jugaban. Cuando Eunice tocaba la pelota se la sacaba. No se como pasó, pero empezamos a tontear. Cuando yo cogía la pelota ella se me echaba encima o me abrazaba para sacármela y yo la cogía como un saco de patatas o la levantaba para sacársela. Estuvimos riendo un buen rato. Hubo un momento que nos quedamos demasiado cerca uno del otro, sus labios estaban tan cerca de los míos que me daban ganas de besarlos. Aguanta Blas, aguanta. Nos quedamos mirando durante un largo tiempo y ella sonrió. No se si estaba esperando a que tomara yo la iniciativa pero no lo hice. La cogí como si fuera un saco de patatas y la tiré en la piscina. No gritó ni nada por el estilo, solo soltó una carcajada y se acercó a mi. Mi corazón latía a cien. Intentó ahogarme, pero no pudo, acabó ella ahogada. Volvió a reírse. ¿Como podía ser tan dulce? Se subió a mi espalda, enrollo los brazos en mi cuello y las piernas en mi cintura. 





- ¿Que intentas hacer? - Le pregunté -

- Ahogarte cuando menos te lo esperes - Soltó una mini carcajada -
- No vas a poder. ¿No ves que acabas siendo tu la ahogada? 
- No me pienso rendir Blas - Rió - Lo voy a conseguir. Cueste lo que cueste. 
- ¿Cueste lo que cueste? - Le pregunté y puse cara de picarón - 
- Si. 
- Entonces si te digo de que me des un beso, a cambio de que te deje ahogarme...¿Me lo das?
- Me lo pensaré - Me susurró en el oído -  
- No me susurres al oído. - Dije cerrando los ojos - 
- ¿Porqué? - Volvió a susurrarme - ¿A caso te pone nervioso? ¿A caso te excita? - Me mordió la oreja -
- Epa, epa - Dije - No vuelvas a hacerlo porque no respondo. 
- ¿Estás seguro? - Dijo al lado de mi oreja y se mordió el labio - No creo que seas capaz de hacerme algo. 
- ¿Segura? - Asintió - 




Me eché hacia atrás, ahogándola, se soltó. Cuándo volvió a la superficie me miró, un poco mal, cosa que me hizo reír. La agarré por la cintura y la acerqué a mi. Ella era mi perfección. Nos quedamos muy juntos. Ella me miraba, ella lo deseaba, lo podía notar. La miré, la deseaba, quería besarla, no aguantaba mas. 





- Eh, tortolitos ¿que queréis comer? - Preguntó David - 

- Lo que queráis hacer, a mi me da igual - Dije mirando mal a David y él lo notó y sonrió -
- ¿Y tu bonita? 
- Lo que queráis - Sonrió - 




David se fue, mire a Eunice, me sonrió. Parecía incomoda. Le dije para ir a la toalla y asintió. Álvaro estaba estirado al lado de Mimi, seguía con la cara de perro. Los dos estaban callados. Carlos y Andrea hablaban animadamente, como si nada hubiera pasado entre ellos dos. Eunice se acercó a mi oído y me volvió a susurrar en él. No me gustaba nada que me susurraran, solo cuando... ya sabéis. "Quédate conmigo en la toalla" me dijo al oído. La cogí de la mano y fuimos a mi toalla. Allí me senté y ella sentó conmigo. Apoyó su espalda en mi pecho, sonrió y me agarró las manos entrelazando sus dedos con los míos. ¿Podía ser más perfecta? 

domingo, 28 de julio de 2013

Capitulo 22




[Narra Carlos]




Acompañé a Andrea hasta su casa, aunque ella no quería que la acompañara porqué no quería que volviera solo. ¿Como podía ser tan mona?
La acompañé hasta su puerta y ella buscaba sus llaves en el bolso.


- Muchas gracias por acompañarme Carlos, aunque no hacía falta – Sonrió -
- No me tienes que dar las gracias Andrea. ¿Como quieres que te deje bajar sola hasta aquí? ¡Ni aunque estuviera loco te dejaría bajar sola!
- No se como agradecértelo, de verdad – Sonrió -
- Ya me lo recompensarás con algo – Me acerqué a ella -
- Algo se me ocurrirá, no te preocupes -Soltó una risita nerviosa- Será hora que entre ya, mis padres deben estar a punto de salir
- Vale. ¿Podemos quedar antes de que me vaya de gira? -Andrea asintió-
Llámame cuando te vaya bien. ¿Vale? De mientras seguimos hablando -Me besó la mejilla- Buenas noches rubiales.
- Buenas noches princesa


Inicié rumbo para irme. Pero algo me detuvo. Me sentía incompleto, me faltaba algo. ¿Pero el qué?. Me giré y vi que Andrea me estaba mirando. No hizo falta decir nada, era el momento perfecto. Inicié camino hacia ella, y ella dejó su bolso y sus cosas en el suelo y vino hacia mi. Nos quedamos mirando el uno al otro. Que ojos más bonitos tenía, me perdí en sus ojos. Volví al mundo real, cuando sentí el contacto de sus labios con los míos. ¿Desde cuando una chica tomaba la iniciativa? ¡Bah! Carlos cállate ya, y disfruta. Le seguí el beso, agarré su cintura e hice desaparecer los centímetros que separaban nuestros cuerpos, ella rodeó mi cuello con sus brazos. Cuando nos separamos, Andrea me abrazó, como si se hubiera puesto tímida. La puerta de su casa se abrió y de ella, salió una muchacha bastante joven, cosa que hizo que Andrea se separase.


- Hola –Dijo mientras le sonreía-
- Oh, estás aquí -Dijo la muchacha  con un tono dulce- Nosotros ya nos vamos. Acuesta a tu hermano temprano, no te olvides
- No, mamá, tranquila -Volvió a sonreír-
- ¿Y esta preciosidad de chico? -Preguntó su madre mientras me miraba de arriba a bajo-
- Carlos, ella es mi madre, Aurora. Mamá él es Carlos, un amigo


Se podía decir que esas palabras, me habían sentado como el culo. ¿A caso después de lo que acababa de pasar, solo seríamos amigos? La madre rió.


- De verdad, no se como los jóvenes de hoy en día llamáis 'amigos' cuando ha pasado algo. -Me quedé helado- Se os nota en los ojos.. y en los labios -Rió su madre- ¡Jorge, vamos que llegaremos tarde!
- Ya estoy aquí -Dijo mientras cerraba la puerta-
- Andrea, que alegría que estés aquí, no me hacía gracia dejar a tu hermano solo. - Me miró- ¿Y tu quien eres?
- Soy Carlos.
- Encantado Carlos – Dijo estirándome la mano- Yo soy Jorge, el padre de Andrea – Sonrió- Bueno, nosotros nos vamos, que se nos va a pasar la hora. ¡Portaros bien!
- Si papá -Dijo Andrea mientras le daba un beso-
- ¿Te vas a quedar con ella Carlos?
- No, yo ya me voy hacia casa, que mis compañeros me están esperando para cenar.
- Que lástima. Bueno, ha sido un placer conocerte.


La madre de Andrea soltó una pequeña carcajada y se fueron los dos cogidos de la mano. La verdad, es que los padres de Andrea parecían majos. Cuando ya se habían ido, Andrea se sonrojó. No entendía el motivo. Cogió todas sus cosas del suelo y me miró.


- ¿Estas seguro de que no te quieres quedar? -Pregunto con un tono super dulce-
- No, gracias. -Sonreí- La verdad es que los chicos me están esperando en casa.
- Entiendo. Bueno, otro día será. -Se acercó- Buenas noches Carlos -Me besó-
- Buenas noches preciosa.


Andrea entró en su casa y yo me quedé allí, plantado, congelado. Pensando en el beso que me acababa de dar. La verdad es que no entendía su reacción y eso, era lo que me atraía de ella. Era una caja de sorpresas. Una caja de sorpresas que estaba ansioso por abrir. Llamé a los chicos para decirles que iba de camino. Cuando llegué, todos estaban preparando la mesa, menos Mimi y Álvaro. Me imagino que estarían haciendo. Me senté con los demás en la mesa y esperamos a que los dos tortolitos bajasen.


- ¿Y esa cara de tórtolo Carlitos? -Preguntó Marta- ¿Ha pasado algo entre Andrea y tu?
- Se puede decir que si
- Pero no seas tan estirado hombre. ¡Cuéntanos! -Dijo Blas con entusiasmo-
- Pues, hubo un momento en que nos quedamos mirando, y ella me besó.
- ¿Ella? -Dijo David- ¿Enserio fue ella? -Asentí-
- Si, y no solo una vez, sino dos. Y encima, he conocido a sus padres.
- ¿Como? - Dijo Marta-
- Pues eso, justo después de que me besara, salieron sus padres y se presentaron y pues, su madre nos pillo
- ¡Que fuerte! -Dijo Dani- ¿Pero os pillo cuando os estabais besando?
- No, osea, fue algo raro, porque cuando sus padres salieron, solo estábamos abrazados, pero su madre nos dijo que teníamos un brillo en los ojos y los labios rojos –Los chicos rieron-
- Que brutos.



Por fin, Álvaro y Mimi bajaron. Ellos si que tenían un brillo en los ojos. Si es que de verdad, que poca vergüenza tienen jajaja. Blas había preparado macarrones con tomate. Mm  sus macarrones estaban deliciosos. Nos servimos y hablamos un poco de todo. Álvaro y Mimi no paraban de mirarse. ¿Que les pasaba? Sería un misterio que tardaría en descubrir, o no. Tengo que hablar con ella, se que ella me lo contará.


- ¿Y que Blas, te ha gustado la chica de hoy eh! - Dijo Álvaro-
- La verdad es que me ha atraído muchísimo. Es muy guapa.
- Si quieres te la presento -Dijo Mimi-
- Pues no veo porqué no -Blas soltó una carcajada-
- ¿Que haréis vosotras cuando no estemos? -Preguntó Dani-
- Pues no lo sabemos. -Dijo Mimi-
- Supongo que buscaremos trabajo. -Dijo Marta mientras comía-
- ¿Trabajo? ¿Para qué? Si aquí estáis muy bien y no tenéis que pagar nada.
- Pero es que no es plan de que abusemos de vosotros, a parte los ahorros que tenemos se nos están gastando y conviene que empecemos a trabajar, si nos queremos pagar la matricula para la universidad.
- ¿Sabéis que vais a estudiar? -Les pregunté-
- Yo voy a estudiar empresas -Dijo Marta con un tono orgulloso-
- Yo educación infantil -Dijo Mimi con una sonrisa de oreja a oreja-
- Esta muy bien eso -Dijo David- Las dos cosas tienen bastantes salidas.
- Si, pero es que cuesta un dineral, y no queremos pedir dinero a nuestros padres. Sería abusar mucho, encima de que ya estamos lejos... -Dijo Marta-
- Por eso, teníamos pensado bajar mañana al centro para echar un par de currículums.
- ¿Y bajaréis andando todos los días? Porque no tenéis el carnet ninguna de las dos.
- Eso es lo que os íbamos a decir -Dijo Mimi tragando saliva-
- Habíamos pensado en mudarnos -Soltó Marta muy rápido-
- ¿Os queréis mudar? -Blas se había ofendido-
- No os ofendáis -Dijo Mimi mirándonos- Lo que pasa es que habíamos pensado en que si nos cogían en algún lado para trabajar, alquilar un piso en el centro, para así no tener que madrugar demasiado.
- ¿Pero después volveréis aquí? -Preguntó Álvaro, y por su tono de voz, el no estaba al corriente de nada de esto-
- No creemos -Dijo Marta muy tranquila-

Y será verdad que las alegrías de la casa se nos van. No puede ser. Pero tampoco quiero obligarlas a quedarse. Entiendo por una parte que se quieran ir, si consiguen trabajo, estamos un poco demasiado alejados del pueblo, pero por una parte, no entendía porque se querían ir, si aquí tienen de todo. Pero ella sabrán. Es su vida, yo con tal de verlas cada día me conformo.


- ¿Que os parece si llamo a Eunice para que mañana se venga a pasar el día aquí? -Preguntó Mimi mirando a Blas-
- A mi me parece perfecto – Dijo Blas y soltó una risa nerviosa-
- Pues si Eunice se viene, le digo a Andrea que venga. Así aprovecháis y os conocéis un poco mas.



Le envié un whatsapp a Andrea, diciéndole que mañana habíamos quedado todos en casa, para estar todo el día en la piscina y hacer una barbacoa. Andrea me dijo que no sabía que iba a hacer mañana y que todo dependía de sus padres, tenía que hablar con ellos para haber si podía quedarse con su hermano así ella podría subir. Mimi estuvo hablando con Eunice, que esta, no le puso ninguna pega cuando le dijo de quedar mañana con todos nosotros. Blas se puso nervioso.

sábado, 27 de julio de 2013

Capitulo 21





- Hola chicos - Dijo con un todo de voz dulce - 
- Hola Paula - Dijeron todos al coro - 


Los chicos salieron de la piscina y se acercaron a ella para darle dos besos. Nosotras nos quedamos mirándola. ¿Quien era? ¿Que hacía aquí?. La chica rubia nos miró 


- Hola chicas - Dijo con el mismo tono de voz - Yo soy Paula
- Yo soy Marta, ella es Andrea y ella Miriam -  Dijo señalándonos - 
- Encantada - Dije - 
- Lo mismo digo chicas - Sonrió - Veo que os lo estáis pasando bien eh - Miró a los chicos - Pero traigo noticias
- ¿Que pasa Paula? - Preguntó Carlos - 
- Bueno, me han dicho que os diga, que os tenéis que ir preparando porqué empezáis la gira. 
- ¿Como? ¿Tan pronto? - Dijo Blas y la rubia asintió -
- Si, así que ir preparando lo que os queráis llevar, porque serán muchos días. Y entre ellos, prepararemos las nuevas maquetas. 
- ¿Nuevas maquetas? - Pregunto Dani y la rubia volvió a asentir - 
- Si chicos, ayer nos enviaron dos canciones para vuestro nuevo disco. Espero que hayáis compuesto algo
- Si Paula, pero solo tenemos una canción - Dijo David - 
- Bueno, no pasa nada. Espero. - Volvió a reír - Solo he venido a deciros eso. Me voy 
- ¡Pero quedate con nosotros! - Dijo Blas - 
- No puedo, tengo que hacer cosas, a parte, ya veo que estáis bien acompañados - Soltó una carcajada, les guiñó el ojo y se fue -


No me había caído bien. No se porqué, a lo mejor si la conozco un poco más cambiaré de opinión, no se. Álvaro se tumbo a mi lado y Carlos al lado de Andrea. Marta rió y se fue con los chicos, decía que no quería estar en medio de las parejas. Es tonta pobre. 


- ¿Que te pasa? Estas muy callada 
- A no, no me pasa nada - Sonreí - Solo que me quedé pensando...
- ¿En que? Si lo puedo saber 
- En que, mi padre me quiere presentar a su novia - Mentí -
- ¿A si? - Asentí - Eso es bueno, ¿no?
- No, su novia es la madre de la fresca de Ana
- Ana... ¿Aquella chica que me contaste? - Asentí - ¿Y que tiene de malo?
- Quizás nada. Pero no se... no me acabo de fiar del todo ¿Sabes? - Asintió - ¿Que voy a hacer si tu no estás? - Le dije poniendo voz de bebé -
- Hablaremos todos los días amor - Me besó en la frente - 
- Eso espero ¡eh! - Reí - Mi padre me dijo, que quiere que te presentes ante la familia, el mismo día que él presente a la novia. Entenderé si no lo quieres hacer o si estás cansado.  - Dije rápidamente para evitar el no - 
- Habla despacio y si que iré. - Le miré -
- ¿Si? ¿No te da vergüenza o algo por el estilo?
- Quizás un poco de nervio, pero creo que lo difícil ya lo he superado. ¿No crees? - Asentí -


Y es que Álvaro tenía razón. Lo más difícil ya lo superó al encararse con mi padre y le salió bastante bien la jugada. Los chicos no dejaban de mirarnos y susurraban. Algo malo tramaban. Se fueron acercando pero no les hice caso. Estaban delante mío y les miré. Era evidente lo que iban a hacer. Los tres me cogieron y empecé a gritar. 


- ¡Álvaro por favor! ¡Sácame! ¡No me tiréis  - Grite mientras ellos me acercaban a la piscina - ¡Por favor! ¡No quiero mojarme! 
- Chicos, soltadla - Dijo Álvaro levantándose - 


Mi salvador. Los chicos me soltaron y miraron con cara de perro a Álvaro. Me ayudó a levantarme. Y se quedó agachado, acto seguido me cogió como un saco de patatas.


- ¡No! ¡No! - Grité y le pegaba en la espalda - ¡No me tires! ¡No me tires!



Gritaba para nada, porque sabía que acabaría en el agua. Dejé de gritar e Álvaro hizo un amago de tirarme, pero no lo hizo. Me dejó en el bordillo de la piscina. Se me quedó mirando. Di un par de pasos hacia atrás y le miré igual que una niña pequeña miraba a su madre cuando ya había echo algo malo. Empujé a Álvaro, y mientras caía, me tiró con él. ¡Toma agua! 


- ¡No! - Grité - ¡Porque no te has caído tu solo! ¡Porque me has tirado! - Grité mientras le salpicaba - 
- Te iba a dejar irte, pero tu me has tirado y tu has acabado jodiendo - Dijo mientras se acercaba a mi -


Álvaro estaba enfrente mío. Estaba tan sexy mojadito... Me agarró por la cintura y crucé mis piernas en su cadera y mis brazos en su cuello. Volvíamos a estar en esa situación... 


- Te quiero - Me miró - No se que sería sin ti
- Pues supongo que la misma persona que ahora 
- Mmmm quien sabe. A lo mejor andaría depre por la vida
- O a lo mejor tendrías a otra.
- Si no eres tu, no la quiero. - Sonreí -
- Deja de decir esas cosas. Yo te quiero más 
- No, yo más.
- Que no. Y no se discute. 
- Vale, pero yo te quiero muchísimo más, y ahí acaba el tema. 


Besé a Álvaro para que se callara de una vez. Odio esas tontas discusiones en que llega un punto que pareces un idiota. Los besos cada vez iban subiendo de tono, y no podía permitir que volviera a pasar. Me separé de él y le miré a los ojos. Era tan divino, que nunca me cansaría de mirarle. Puse mi cara en su cuello, de manera en que habíamos quedado abrazados. 


- Tortolitos - Dijo Carlos y le miramos. - Andrea ya se va. 
- Oh. ¿Tan pronto? - Dije - 
- Si, es que mis padres hoy tienen una cena y me tengo que quedar con mi hermano. Un placer estar con vosotros. 
- Igualmente Andrea - Le dije - Espero verte pronto - Sonreí - 
- Lo mismo digo. 
- Espérame, que te acompaño - Dijo Carlos mientras se vestía -
- No hace falta Carlos. 
- ¿Como vas a bajar a estas horas tu sola por aquí? Anda ya. Te acompaño. 
- Vale - Rió - Hasta luego chicos - Dijo lanzando un par de besos al aire - 
- Adiós - Dijimos todos a la vez - 


Me separé de Álvaro y me fui a la toalla. Estaba cansada y necesitaba una ducha. Me metí dentro de la casa y fui rumbo a mi habitación, cogí un conjunto de ropa interior y mi pijama y fui rumbo a la ducha. Dejé la ropa encima del lava manos y las toallas encima del retrete. Abrí el agua y esperé a que se calentara un poco. Mmmm. Podía notar como el agua recorría mi piel, y volvía a mojar mis pelos. Me sentía limpia. La puerta se abrió y se volvió a cerrar. La cortina estaba corrida, así que no veía quien era, aunque me lo figuraba. Se empezó a desnudar y entró en la ducha. 


- ¿Que haces aquí? - Dije mirándolo - 
- Pues quiero ducharme con mi novia. ¿Es que a caso no puedo? - Negué la cabeza - ¿Porque?
- Porque usted es demasiado sexy para bañarse conmigo. 
- ¿Si? - Dijo acercandose a mi -
- No se acerque tanto, señorito. O sufrirá con las consecuencias - Le volví a mirar y me tapé los ojos - 
- ¿Porque se tapa los ojos señorita? - Preguntó mientras me los destapaba - 
- Porque usted esta extremadamente sexy y provocatibo. Y no me apetece nada ver lo que tiene usted. 
- Será que no lo has visto veces ya. 
- Mmmm - Dije acercándome a él - Quien sabe. Puede ser que si o puede ser que no. 


Los dos nos miramos y estallamos a carcajadas. Nos besamos y nos sumergimos en las gotas de agua que caían de la manguera de la ducha. Álvaro puso sus manos en mi culo, suena un poco basto, pero es lo que hay. Puso sus manos en mi culo y me subí a él con cuidado. Me puso contra la pared de la bañera, mientras besaba mi cuello. Mmmm. Él sabía perfectamente que era mi punto débil. 

Capitulo 20






Todos listos, todos duchados, todos vestidos, todos al centro comercial. Si. Los chicos habían dicho de ir al centro comercial para comprarse algo de ropa. ¡Que raro!. Fuimos andando hasta casa de Andrea a buscarla, parecía buena chica. Cuando llegamos, abrió la puerta y nos sonrió, nos dio dos besos a cada uno y seguimos adelante. Era inmenso el centro comercial. Fuimos entrando en tiendas, a ver si los chicos encontraban algo que comprarse. Carlos llevaba como cuatro gorros comprados ya. ¡Que obsesión por los sombreros! David y Dani se compraron un par de camisetas y Blas una camisa. Álvaro no veía nada que le convenciera y me pidió ayuda. Que chico. No había nada de mi agrado. Fuimos tienda en tienda para a ver si podíamos encontrar algo, pero nada, a Álvaro no le gustaba nada. Me estaba estresando. ¿Porqué tenia que ser tan complicado para la ropa? 


- Amor, ¿te gusta esto? 


Me enseñó unos pantalones tejanos oscuro pitillos. Asentí, eran chulos. Álvaro sonrió. Los chicos seguían mirándose cosas. Álvaro se acabó cogiendo los pantalones que le sentaban de maravilla y alguna que otra bermuda. Marta comentó que se quería comprar algún vestido o algo, para salir de fiesta ya que todo lo que tenía, lo tenía más que visto. Andrea y yo colaboramos con ella. Teníamos mono de comprarnos algo. Entramos en la primera tienda que vimos ropa de chicas, Marta empezó a mirar cosas, igual que Andrea. Andrea se acabó cogiendo algún que otro short y alguna camiseta o top sencillo. Me encanta como viste esta chica. Marta se cogió un vestido negro, con flores, también era muy bonito. Todos encontraban algo que comprarse, menos yo. En verdad, no tenia ganas de comprarme nada. Hacía mucha calor para estar cambiándome todo el rato. 


- ¿Tu no te vas a comprar nada? - Preguntó Blas y negué - ¿Porque no?
- No hay nada que me llame la atención. - Suspiré - No voy a gastarme el dinero en cosas que no me gusten
- ¿Quieres que te ayudemos a buscarte algo? - Preguntó David - 
- No, gracias chicos, pero no tengo ganas de comprar nada.
- Que raro, una chica que no quiere comprar cuando esta de compras. ¿Que le has echo a Miriam y quien eres tu - Bromeó Carlos y le di un suave puñetazo en el hombro - 
- ¿No quieres nada? - Preguntó Álvaro y negué - Bueno, pues esperamos a que las chicas acaben de probarse las cosas y vamos a comer. ¿Os parece bien? 


Todos asintieron. Marta y Andrea, con la tontería, se compraron como tres bolsas cada una de ropa. ¡Madre mía! Fuimos a comer al Burger a petición de los chicos. Nos sentamos y empezaron a hablar y a decir gilipolleces. Como siempre. Me quedé enbobada mirando a una chica alta y castaña. Su andar me era reconocido. Me disculpé un momento y me acerqué a ella. Estaba mirando un vestido azul turquesa precioso. Me puse a su lado y miré el escaparate. Me acababa de enamorar. 


- ¿Bonito el vestido eh? - Preguntó y la miré -
- ¿Como es que vienes a Madrid y no me dices nada? - Me miró y se sorprendió - 
- No me lo puedo creer - Gritó y los chicos nos miraron - ¿Pero que haces tu aquí? - Dijo abrazándome - 
- Pues lo mismo que tu, supongo. - Reí - Estoy viviendo aquí. 
- ¿Desde cuándo tía? ¿Porque no me dijiste nada?
- Porque fue todo un poco precipitado - Reí - Pero  bueno, aquí estamos. ¿Y tu que tía? ¿Estas aquí de vacaciones?
- No tía, han ascendido a mis padres, y nos hemos tenido que mudar aquí a Madrid. Llegamos ayer por la tarde, y como estaba aburrida en casa he decidido venir a comprarme algo. ¿Y tu? ¿Con quien estas?
- Estoy con Marta y con mi novio. 
- Me alegro mucho por ti Mimi - Sonrió - Ya lo he visto por twitter. Nada más y nada menos que con Álvaro de Auryn. Que pillina - Rió - A ver si quedamos una tarde y me presentas a los chicos - Me guiñó el ojo - Creo que tu y yo tenemos que hablar de muchas cosas 
- ¿Y si te los presento ahora? - Le pregunté - Venga va, ven
- ¿Eh? Vale, pero primero deja que me compre este vestido, que, con lo gafe que soy yo cuando me lo quiera comprar no estará 


La acompañe a comprarse el vestido, y... ¡Acabé comprandomelo yo! Es que yo y el azul turquesa somos demasiado compatibles, también me apoderé de un mono del mismo color que el vestido. Mi baba se caía. Salimos de la tienda y fuimos rumbo a los chicos. 


- Chicos - Llamé su atención y todos me miraron - Os quiero presentar a una buena amiga mía del instituto. Ella es Eunice. 
- Hola, yo soy Dani - Se levantó y le dio dos besos -
- Yo soy David - Le dió dos besos - 
- Yo Carlos 
- Yo.. Yo soy Blas. 


Se puede decir que, Blas, se quedó embobado mirándola y creo que Eunice también.  Eran tan monos.. 


- ¿Te quieres sentar con nosotros? - Preguntó Blas -
- Eh.. no puedo - Aspetó Eunice - He bajado para comprarme un par de cosas, pero tengo que irme ya. 
- ¿Eres nueva en la ciudad verdad? - Preguntó David - Nunca te había visto
- Si, acabo de mudarme. - Sonrió -
- ¿Quieres que te acompañemos? - Le pregunté -
- No, tranquila. Mi casa esta justo al lado, así no creo que me pierda - Dijo con un poco de nervio - Espero - Rió - 
- Bueno, pues un placer Eunice - Dijo Blas con una sonrisa - 
- Igualmente chicos - Me miró - ¿Nos ponemos en contacto? Hace mucho tiempo que no nos vemos. 
- ¡Claro que si amiga! Hablamos esta noche y quedamos ¿Te parece bien? 
- Perfecto. Un besito - Dijo mientras lo lanzaba - 


Eunice se fue corriendo. ¡Ni que la hubieran asustado! Aunque, una debe tener mucha suerte para conocer en un día a todos los chicos de Auryn. Eunice se había puesto mucho más guapa, y... no la recordaba tan alta. Unas demasiado y otras tan poco... 
Acabamos de comer, y decidimos irnos hacia casa. Estábamos agotados. Carlos invitó a Andrea a venir, y ella acepto. Cuando llegamos a casa, los chicos dijeron de ir a la piscina que había detrás de la casa. Dos semanas viviendo en la casa y me acababa de enterar que había piscina. ¿En que mundo vives Miriam? Nos pusimos el bañador, mientras que los chicos buscaban toallas para poder secarnos los ocho. ¡Si es que no les faltaba de nada!. Salimos afuera. ¡Menuda piscina!. Los chicos estiraron las ocho toallas en el suelo. No tenía ganas de bañarme. Así que me quedé tumbada con las chicas, mientras los chicos hacían el tonto en la piscina. El sol quemaba. 


- Entonces.. ¿Vosotras de donde sois? - Preguntó Andrea - 
- De Jaén -  Contestó Marta - 
- ¿Y vivís con ellos? - Asentimos - Que guay - Sonrió - 
- Si, pero no por mucho tiempo - Dije - 
- ¿Y eso? - Preguntó Andrea - 
- Estamos muy bien con ellos, son adorables. Pero no queremos abusar de su confianza - Dijo Marta - Llevamos ya más de dos semanas aquí y la verdad es que les coges mucho cariño, pero sigues sintiendo una incomodidad impresionante. 
- Entiendo - Dijo Andrea - ¿Y queréis mudaros al centro? 
- No sabemos lo que haremos Andrea. - Dije suspirando - No sabemos como se lo tomarán los chicos.. 
- ¡Venga va, tu no engañas a nadie! - Dijo Marta - Tu no quieres moverte de aquí por el simple echo de que Álvaro y tu vivís en el mismo techo - Reímos - 
- Vale, me has pillado. A lo mejor si que quiero quedarme aquí, pero no estaría mal tener nuestro propio piso. ¿No crees? - Le dije a Marta -
- Pues la verdad es que si.. ¿Pero como lo pagamos tía? Nuestro dinero no llega para pagarlo. 
- Algo se nos ocurrirá.  -Reí - Pero Andrea, no digas nada a los chicos por favor, ellos no saben nada de esto
- Tranquila, yo no diré nada - Sonrió -
- ¿De que habláis chicas? - Dijo Álvaro mientras se tumbaba encima mío - 
- Noo Álvaro - Dije - No quería mojarme.
- ¡Uy! Lo siento amor - Me besó la mejilla - Estas ardiendo. Te vas a quemar. 
- ¿Me pones crema en la espalda por favor? 
- Claro. - Álvaro agarró el pote de crema y me desabrochó el sujetador - ¿Y de que hablaban?
- De cosas de chicas - Dijo Andrea - 
- ¿Se pueden saber? 
- No - Dijo Marta - Son cosas de chicas Alvarito, y que yo sepa tu no eres ninguna chica.
- No, no lo soy, pero podría hacerme pasar por ella. 
- Ni se te ocurra - Le advertí - Vamos, te mato
- ¿Porqué no puedo hacerme pasar por una chica? - Dijo, con un tono de burla -
- Pues, porque a mi me gustan los chicos, y si tu te haces pasar por una chica, tendré que romper contigo. - Les guiñé el ojo a las chicas - 
- Bueno, bueno, bueno señorita. Usted rompe conmigo y seré yo quien la mate. ¿Entendido? - Dijo separando sus manos de mi espalda - 
- Entendido señorito, pero continúe con el masaje - Reí - 


En todos los sentido era perfecto. Esos masajes que me estaba dando mientras esparcía la crema por mis hombros... Me estaban dejando atontada. El timbre de la puerta sonó y los chicos se miraron entre ellos, soltando un "No puede ser verdad" David salió corriendo de la piscina y rodeó toda la casa hasta llegar a la puerta. Al cabo de cinco minutos regresó, acompañado de una chica. Era alta, rubia, parecía simpática. ¿Quien era?


- ¡Hola chicos! - Dijo con en un tono muy dulce - 

Capitulo 19






[Narra Carlos]


Había pasado ya un día. ¡Que rápido se me hizo! Me estaba vistiendo, había quedado con Andrea. Estaba nervioso. Me puse unas bermudas de color rojo con una camiseta de rayas negra y blanca y mis queridas Onitsuka Tiger. No me despegaba de ellas desde que hicimos la promoción. Me puse desodorante y un poco de colonia. Bajé andando hasta el parque. ¡Que calor que hacía! llegue a las 15:55. Por esperar cinco minutos no pasaba nada. Nada más sentarme me taparon los ojos, cosa que no tuvo éxito porque llevaba las gafas de sol. 


- ¿Quien soy? 
- Mmm - Me quedé pensando - Andrea


Andrea rió. Y se sentó a mi lado. Imposible no reconocer esa voz y su perfume. Iba guapísima  Se puso un vestido blanco con estampado de flores, era de tirantes. Me quedé embobado mirándola. Era perfecta. 


- ¿Porque me miras tanto? - Volvió a reír -
- Estas preciosa - Se sonrojó -
- Muchas gracias - Sonrió -
- ¿Vamos? - Dije levantándome -
- ¿A donde? 
- ¿Que te apetece hacer? 
- No se. Lo que tu quieras. 
- ¿Te apetece ir a tomar un helado? - Asintió -

Fuimos a una heladeria. Más bien aquella que tiene el yogur al cual le puedes poner todo lo que tu quieras. Nos cogimos uno cada uno. Yo pedí el mío con un montón de chocolate. ¡Como no!. Andrea también se lo cogió de chocolate, con bastante chocolate. Yo reí y ella me pegó en el hombro. Nos sentamos a comer, y ella me contó un poco de su vida. Le encantaba el helado, se acababa de mudar aquí a Madrid, era muy extrovertida, un poco pasota y un poco rebelde, le encanta reírse y es independiente.


-¡Ah! - Dijo Andrea llevando se una cucharada de yogur a la boca - Antes te mentí - La miré -
- ¿Como que me mentiste?
- Pues que te dije que no me gustaban las cursiladas  y las cursiladas me encantan - Sonrió -


Es que era perfecta. La chica de mis sueños. No paraba de reír y de vez en cuando soltaba su vena pícara. Era perfecta. Cuándo acabamos el helado, fuimos a dar una vuelta. Es verdad eso de dicen que en un día si te puedes enamorar. Esto es un caso. Andrea me encantaba, su risa, su forma de ser, su todo. Después de dar una vuelta, volvimos al parque y nos sentamos en el césped. Estuvimos hablando de varias cosas, novios, novias,amigos etc. Cuanto más tiempo pasaba con ella, más me gustaba. Los aspersores se encendieron, empezaron a echar agua y Andrea soltó un grito que me hizo reír, acto seguido se levantó y me miró. Me levanté y la agarre por la cintura y le cogí la mano, como si fuéramos a bailar un vals. 


- ¿Que haces? - Dijo Andrea con una sonrisa - 
- Bailando - Dije mientras me empezaba a mover... era muy torpe - Se que bailo mal, pero tengo que intentarlo. ¿No?
- De echo, no bailas tan mal - Dijo, mientras le daba la vuelta - 
- ¿A no? Mira que en cualquier momento puedo pisarte un pie
- No creo que lo hagas. Confío en ti. 


Estuvimos bailando durante un largo rato y cada vez que le daba la vuelta, se acercaban más nuestras caras. Nos quedamos a tan solo unos centímetros. 



[Narra Álvaro]



Fui a dar una vuelta por el centro con Míriam ya que, en casa los dos nos aburríamos. Íbamos cogidos de la mano, cuándo un grupo de fans se acercó. Sonreí e me hice un par de fotos con ellas. No dejaban de gritar... ¡Ni que nunca me hubieran visto!. Agarré a Míriam y nos fuimos. Algunas, llegaban a ser pesadas con tanto grito. Pasamos por un parque. Había una pareja bailando entre los aspersores. ¡Que locos!


- Amor, ¿Ese no es Carlos? - Dije señalándolo - 


Le vi la cara cuando hizo que la chica se diera la vuelta. Si. Era él sin duda. Con esas bermudas rojas... ¡Era inconfundible! 


- Vamos a molestarles un poco - Le dije mientras le estiraba del brazo - 
- No, no. Déjalos. Pobrecillos
- Va, no seas tonta. Tengo curiosidad de saber quien es la chica. 
- Yo no me pienso mover - Dijo cruzándose de brazos -
- Bueno, eso tiene arreglo. ¡Carlos! - Grité - 


Carlos se separó de la chica. ¡Ups! Pude ver que me estaba maldiciendo por lo bajo. Le cogió la mano a la chica y le susurró algo en el oído y ella asintió. Los dos venían hacia aquí.


- Hola chicos - Dijo Carlos con un poco de mal humor - 
- Hola bonito - Dijo Míriam y le di un golpe en el hombro - ¡Hay! - Gritó - ¿Porque me pegas? 
- ¿Bonito? ¿Bonito? Parece que él sea tu novio y yo no - Le dije un poco celoso cosa que hizo que Miri riera. - 
- Mi amor, si yo te quiero a ti - Me besó y miró a la chica - Perdón por no presentarme. Yo soy Míriam. 
- Ya lo se - Rió y Míriam se la quedó mirando - Eres famosa por twitter por el simple echo de salir con él - Me señaló -
- Ah, entiendo - Dijo Míriam un poco desconcertada - 
- Bueno, yo soy Andrea - Volvió a reír y nos dio dos besos - 
- Mira la hora que es - Dije mirando el reloj, para así dejarlos solos - Vayámonos anda, que tenemos que hacer la cena para todos los glotones. 
- ¿Igual estaría bien no? - Dijo Carlos -
- Si, bueno, encantada - Dijo Míriam sonriendo a Andrea - Ya nos veremos. 
- Si en verdad, yo ya tendría que irme ya. Mi hermanito me esta esperando en casa con sus amiguitos. - Nos sonrió - ¿Te apetece quedar otro día? - Le preguntó a Carlos -
- Si, claro - Le sonrió -
- Pues te llamo. - Le miró - Te llamo yo ¡eh! - Rió y Carlos asintió. Estaba embobado con la chica - Un placer chicos. 


Nos sonrió y nos dio un beso a cada uno. 



[Narra Carlos]


- ¡Carlos! - Gritaron desde el otro lado de la calle - 


Me separé de Andrea y miré quien era. Álvaro. Como no. Maldecía para mis adentros. ¿Porque siempre me tienen que interrumpir?. Le cogí la mano a Andrea y me acerqué a ella. 


- ¿Te importa si vamos a saludar? - Ella asintió y sonrió -


Me encantaba su sonrisa. La verdad es que era una chica que siempre estaba sonriendo y riendo. Fuimos hacia Álvaro y Míriam. 

- Hola chicos - Dijes con mal humor - 
- Hola bonito - Dijo Míriam y Álvaro le dio un golpe en el hombro - ¡Hay! - Gritó - ¿Porque me pegas? 
- ¿Bonito? ¿Bonito? Parece que él sea tu novio y yo no - Le dij un poco celoso cosa que hizo que Míriam riera. - 
- Mi amor, si yo te quiero a ti - Le besó y miró a Andrea - Perdón por no presentarme. Yo soy Míriam. 
- Ya lo se - Rió y Míriam se la quedó mirando - Eres famosa por twitter por el simple echo de salir con él - Señaló a Álvaro -
- Ah, entiendo - Dijo Míriam un poco desconcertada - 
- Bueno, yo soy Andrea - Volvió a reír y les dio dos besos - 
- Mira la hora que es - Dijo Álvaro mirando el reloj. Si, si Álvaro. Ahora intenta arreglarlo. Ya te enterarás cuando lleguemos a casa - Vayámonos anda, que tenemos que hacer la cena para todos los glotones. 
- ¿Igual estaría bien no? - Dije con un tono un poco borde. Quería estar a solas con Andrea. -
- Si, bueno, encantada - Dijo Míriam sonriendo a Andrea - Ya nos veremos. 
- Si en verdad, yo ya tendría que irme ya. Mi hermanito me esta esperando en casa con sus amiguitos. - Les sonrió - ¿Te apetece quedar otro día? - Me preguntó -
- Si, claro - le sonreí -
- Pues te llamo. - Me miró - Te llamo yo ¡eh! - Rió y asentí - Un placer chicos 



Me quedé embobado mirándola como se iba. Tenía el vestido pegado al cuerpo. Era evidente que no iba a dejar que me llamase ella, esta vez la iba a llamar yo. Tenía su número grabado así que... Esta vez me tocaba a mi. Fuimos tirando. Íbamos los tres callados. Empezaba a tener frío. ¡A quien se le ocurre! Reí para mis adentros. Ha estado bien esta noche. Ella ha estado bien, es perfecta. Puedo decir oficialmente que me he enamorado.