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domingo, 21 de julio de 2013

Capitulo 4



¿Que hago? ¿Voy y se lo cuento? ¿Y si quedo como una tonta? ¿Y si luego se burla de mi? Y lo peor... ¿Y si después se aprovecha?


-¿Y? Siéntate aquí conmigo. - Le dio palmas al sofá -
- No quiero explicártelo Álvaro. No quiero que te rías de mi, ni que te burles de mi, ni nada por el estilo
- ¿Pero por que clase de persona me estás tomando? - Se hizo el ofendido - Mira, si quieres te explico una anécdota que me pasó. - Le miré -  ¿Quieres escucharla? - Alcé los hombros - Pero prométeme que no vas a decir nada. Me avergüenzo de mi mismo y todo. ¿Me lo prometes? 
- Si
- Pues mira. Hace poco yo estaba con una chica, Daniela. Era muy guapa y cada vez que estaba con ella me hacía sentir mejor persona y era capaz de convertirme un día oscuro en claro. Ella siempre tuvo complejos y desconfianzas respecto a mi carrera. - Le miré - Cuando pasaba mucho tiempo con los chicos, ella se pensaba que le ponía los cuernos, y siempre llamaba y enviaba mensajes a los cuales la mayoría de veces ni contestaba porque no me enteraba. 
- ¿Y que tiene eso de malo? - No entendía -
- Pues, que un día, cuando llegué a casa. Encontré todo el salón revuelto, todas nuestras fotos boca a bajo y ropa esparcida por el suelo. Lo primero que pensé fue que habían robado. Pero eso era imposible porque la ropa hacía un camino hasta la habitación. 
- No... ¿Enserio? ¿Te puso los cuernos? - Asintió - Pues la chica es un poco tonta, osea, no se como pudo dejar escapar a un chico como tu 
- Gracias por el cumplido, pero esto no es todo... 
- ¿A no? - Negó con la cabeza -
- Después de que les pillara, lo dejamos por un tiempo. Ella volvió a mi suplicando que la perdonara, que se había equivocado y que fue un error que no iba a volverlo a hacer. Y yo, como estaba tan enamorado de ella, la perdone. Y volvimos. Los chicos me dijeron que si me lo hizo una vez, volvería a hacérmelo, pero yo no les hacía caso. Hay personas que cambian. Pero este no fue el caso. Yo sabía que se estaba viendo con alguien, pero no quise abrir los ojos, pensaba que eran imaginaciones mías y que los chicos solo intentaban ponerme contra ella. Hasta que un día, hicimos una cena en casa, con mis amigos y los amigos de ella. Fui muy inocente. Un amigo mío puso la excusa de que se iba al baño y justo Daniela dijo que se iba a cambiar de zapatos porqué no les gustaba. Así que, como tardaba tanto la fui a buscar. Y volví a pillarla. 
- ¿Y que hiciste? - Pregunté mientras me acariciaba la mano -
- Nada. Cuando se fueron todos, le monté la del siglo. Hice sus maletas y la eché de casa. Me quedé destrozado y se lo dije a los chicos y ellos.. ya sabes, vinieron a verme. Estaba super destrozado. Yo la quería, de verdad.
- Entiendo
- Por eso, ahora no confío mucho en el amor, hasta que apareciste. 
- ¿Eh? 


¿Perdón? ¿He escuchado bien? ¿Que tengo que ver? 


- Pues eso. Deje de creer en el amor, cuando saqué a Daniela de mi vida. Pero apareciste tu, y mi mundo ha dado un giro. Pero bueno, no hablemos de eso... habrá tiempo. Hablemos de ti. ¿Que te ha pasado? ¿Ha sido culpa de algún mal nacido?  - Asentí - ¿Que te ha echo?
- Pues... bueno... Nosotros llevábamos dos años y medio juntos... - Hice una mueca -
- Carai 
- Este año, entró una chica en el instituto... Es.. mucho más guapa que yo, es morena, con ojos claros... me supera - Suspiré - Cuando Andrés y yo hicimos los dos años, noté que algo cambió. El se estaba distanciando de mi y justamente se estaba haciendo amigo de esta chica, Ana. Yo al principio no estaba celosa, pensé que era normal, que no siempre tenemos que estar juntos, pero cada vez íbamos perdiendo más la comunicación - Se me llenaron los ojos de lágrimas - Y.. para la fiesta de cumpleaños de él, vino Ana, super guapa y elegante, todo el mundo la miraba y Andrés se quedó embobado. Él estaba a mi lado, y se fué con ella. ¡Me dejo sola! - Lloré - Al principio me dio igual porqué yo estaba con mis amigas. Pero empecé a mosquearme cuando llevaba un buen rato con ella y hacía como que yo no existía. 


Me duele mucho recordarlo... Se portó muy  mal conmigo. Es la primera vez que le cuento algo a un desconocido, bueno, a medias. Me sentía tan bien con Álvaro... veía como me miraba, esa mirada de compasión.. Odio esa mirada. La dichosa mirada de la puñetera fiesta, cuando todos me miraban... 


- Entonces, de repente vino Andrés y me dijo que teníamos que hablar y fuimos a fuera. Allí él me dijo que estaba confuso. Yo no quise escuchar más, no estaba preparada... Me fui, me fui...
- Quizás deberías haberte quedado
- No, sabía que cortaría conmigo. Por eso cuando llegue a casa apagué el teléfono y le dije a mi padre que si Andrés llamaba que le dijera que no había llegado y que si llamaba la mañana siguiente que le pusiera alguna excusa. No estaba preparada. Ese fin de semana me mentalicé de lo que podía pasar. El lunes, falté a clase, porqué Andrés vino a verme. Estaba echo polvo... Como si hubiera estado llorando toda la noche. Entonces me dijo, que no podía más, que estaba muy confuso y que no quería hacerme daño, pero que creía que se estaba enamorando de Ana... A mi eso me sentó como una patada en el culo. Después de que me lo dijera, me dijo que cortaba conmigo, que yo ya no le hacía falta, que Ana le daba todo lo que él quería. - Álvaro me abrazó y me quedé acurrucada en su pecho - ¿Tu sabes lo mal que me hizo sentir? Lloraba como una magdalena y a él no le importaba, le suplicaba que volviera conmigo pero me decía que no, y que ya no estaba seguro de si me seguía queriendo. Eso fue la gota que colmó el vaso. Me puse muy histérica, le golpee a mas no poder, le chille y el ni se inmutaba. Lo ultimo que me dijo fue un 'Lo siento' y se largó de mi casa. Me pasé toda la semana super mal,  me costó muchísimo poder concentrarme para los exámenes de la Selectividad. Marta siempre estuvo a mi lado, y fue ella quien dijo que si aprobamos nos iríamos para aquí. 
- Ha valido la pena el esfuerzo ¿No? - Le mire - Digo... Estás aquí
- Si.. Y respecto lo de esta mañana... me puse así porque me envió un mensaje - Se lo enseñé - Después me llamó y se lo cogí 
- ¿Porqué? ¡Que tío más idiota! No merece la pena que le hables Miri... - Le miré - Puedo llamarte Miri ¿No? - Asentí - ¿Y porqué esa cara? 
- Porque siempre me han llamado Mimi...y no Miri -reí -
- Ah, bueno, siempre hay una primera vez para todo ¿no? - Asentí - Lo que decía. No merece la pena que sufras por tal idiota, es decir, hay tíos mejores por todo el mundo, mírame a mi - Reímos - 
- Creído - Le golpee en la barriga -
- Pero esto no es todo Álvaro...
- ¿Como que no? - Negué con la cabeza -
- No, a la semana de dejarlo, recibí un sobre con unas fotos. Una de esas fotos era del cumpleaños de Andrés, Ana y él se estaban besando  y las demás fueron del lunes que rompió conmigo. - Suspiré - ¿Porque siempre me toca sufrir? No lo entiendo.
- Bueno - Me tocaba el pelo -


Madre mía, este chico, entre los abrazos, el masaje del pelo y yo que sigo apoyada en su pecho... No se que puede llegar a pasar, pero estoy muy nerviosa. Olía tan bien... Hueles tan bien Álvaro... Si no me supiera controlar no se donde acabaríamos o que estaríamos haciendo en esos momentos. 


- Hay tíos mejores que él Miri, no merece la pena. ¿Sabes? Yo cuando aprendí la lección de Daniela, juré no enamorarme más de nadie, y si llegaba a enamorarme, iría despacio - tragué saliva -
- ¿Que quieres decir? - Pregunté mientras alzaba la cabeza para mirarlo - 
- Te voy a ser sincero... 

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