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viernes, 26 de julio de 2013

Capitulo 17




- ¿Que te pasa Míriam?
- Yo... Tengo que contarte algo - Le dije muy seriamente y suspiré-
- ¿Que pasa Míriam? Me estas asustando - Volví a suspirar -
- Veras, el caso es que... mi padre tiene novia
- ¿¡Enserio?! ¡Hay Mimi eso es genial! ¿Y porque no te alegras?
- Pues el caso es que, la chica con la que está, Cloe.. - Marta me interrumpió - 
- ¿Cloe? Que nombre más feo por favor... 
- Es la madre de Ana - Dije rápidamente - 
- ¿La madre de quien? - Abrió los ojos -
- De Ana
- Ana... ¿Que Ana? - Volví a suspirar. Marta no sabía nada de eso -
- ¿Te acuerdas que en el cumple de Andrés, él desapareció? - Asintió - ¿Y te acuerdas de aquella chica delgada, morena, muy mona que entro en mitad de curso? - Volvió a asentir - Pues Andrés se empezó acercar a ella y se alejaba cada vez más de mi, total. Que en su cumpleaños invitó a la Ana esa. Y cuando desapareció, él estaba con ella. Se besaron. 
- ¿Que? - Preguntó anonadada - ¿Pero no era que ya no te quería mas? - Negué - ¿Me mentiste?!
-  No te mentí, solo que te oculte una parte de la verdad. No quería que os enterarais de que era la cuernuda de la escuela. El día que Andrés rompió conmigo, después se fue con la zorrasca. 
- ¿Como lo sabes? 
- Porque el lunes recibí unas fotos. Cuando se besaron en la fiesta, y del mismo día en que rompió conmigo.
- Ya me extrañaba a mi que cortara así sin mas, de un día para el otro - Suspiró - Y ya me extrañó cuando hablaste con el y empezaste a decirle de todo a la chiquilla. ¿Porqué no confiaste en mi Mimi? 
- No lo sabia nadie Martu. Entiéndeme... 
- No, no te entiendo. ¡Entiéndeme tu a mi! Yo te lo cuento todo. Yo te lo digo todo. ¿Y tu? ¿Que es lo primero que haces? ¡Ocultármelo! ¿Lo sabe alguien más? - Asentí - ¿Quien? 
- Marta por favor... 
- Ni por favor ni ostias. ¿Quien más lo sabe Míriam? ¡Dímelo! 
- Mi padre. - Suspiré - 
- Solo lo sabe tu padre... ¿O lo sabe alguien más? ¡Desembucha joder Míriam! ¡Se que lo sabe alguien más! - La he cagado... - 
- Álvaro. - Abrió los ojos de par en par. Estaba muy enfadada -
- ¿¡Que?! - Gritó - ¿Como puede ser que se lo cuentes antes a Álvaro que a tu mejor amiga? ¿Desde hace cuanto lo sabe Míriam?
- Desde... la piscina. En Mallorca.
- ¡Increíble! - Dijo dando palmas - ¡Increíble! Ole tu Míriam. ¡Si señor! Prefieres confiar en desconocidos que en tu mejor amiga. Si, si. ¡Cada día te superas! - Dijo mientras se daba la vuelta para irse -
- ¡Para Marta! Por favor, no te enfades. Entiéndeme. 
- Entiéndeme tu a mi Míriam. ¿Como crees que me siento? ¿Como crees que me ha sentado que mi mejor amiga no me cuente sus cosas y prefiera contárselas a un extraño?
- No es un extraño Marta.
- Ahora no, pero por aquel entonces si. ¡Es que yo flipo contigo de verdad! ¡Yo flipo! 
- Marta por favor... - Dije con los ojos llenos de lágrimas -
- Ni Marta ni ostias. ¿Me has ocultado algo mas? ¿Eh? Sabes que odio que mis amigas me escondan cosas. ¡Lo sabes perfectamente! Y es lo primero que haces. ¡Flipo contigo tía, de verdad! 
- Marta... 
- ¡Olvídate de mí! ¿Vale? ¡Olvida que existo! 


Marta se fue muy enfadada. Subió por las escaleras para ir a su habitación y dio un portazo. Álvaro entró. Se que había escuchado todo. Me puse a llorar. ¿Porque se puso así? No lo entiendo. ¿Porque no intenta entenderme? ¿Tan difícil le resultaba? Álvaro me abrazó. Una de las cosas que más odiaba en el mundo era pelearme con mi mejor amiga. No podía vivir sin ella. Es como mi hermana. 


- Voy a hablar con ella - Dije levantándome pero Álvaro no me dejo - 
- Será mejor que la dejes sola amor. 
- No puedo Álvaro - Dije llorando - No quiero perderla... no quiero 
- Tranquila. Respira anda. Mañana hablas con ella, ya verás que se le va a pasar. 
- No se le va a pasar Álvaro. Se lo tenía que haber contado... Joder tío. No se porqué se lo oculte. - Empecé a pegar al sofá - ¡Joder! - Grité - 
- ¡Eh! ¡Eh! - Dijo Álvaro agarrándome, como si él fuera una camisa de fuerza - Tranquilízate  Te vas a hacer daño. 


Yo no podía parar de llorar ni de dar patadas. Álvaro me cogía y me levantaba a veces para que dejase de pegar al sofá. Pero no podía. Vale que Marta odiaba que le ocultasen cosas, pero podía entenderme a mi ¿no?. No es algo que me guste airear por ahí de que Andrés me puso los cuernos. ¿Porqué no me entiende? Quizás porque a ella no le han puesto los cuernos todavía.. No, no es eso. Creo que ya se lo que es. Le jode que se lo haya contado a Álvaro y a ella no. Pues más se cabrearía su supiera que fue el primero en enterarse por mi. Porque supongo que quien me envió las fotos, se debe haber encargado de contarlo por ahí, o no. Paré de darle patadas a las cosas y abracé a Álvaro. No podía... No podía estar enfadada con Marta. 


- Vamos a dormir, anda. Mañana hablas con ella y lo intentas arreglar. ¿Vale? 


Seguía abrazada a Álvaro. No estaba de humor. Le dije que si no le importaba que me fuera a dormir a mi habitación y él me dijo que no pasaba nada. Es tan comprensivo... Entré a mi habitación y me puse el pijama. Me estiré en la cama. No podía dormir, no dejaba de llorar... Estuve un buen rato llorando hasta que la puerta de mi habitación se abrió. Me sequé las lágrimas. Alguien se puso a mi lado y me abrazó. Era Marta. 


- Siento haberme portado tan mal contigo - Me dijo mientras me abrazaba - 
- Siento no haberte explicado todo desde un principio. Pero me tienes que entender - Noté como asentía - 
- Lo se. Me tendría que haber puesto en tu lugar y lo siento. Álvaro tiene razón. 
- ¿Álvaro? - Asintió - ¿Has hablado con él? 
- Si, acaba de venir a mi habitación. 
- ¿Y que te ha dicho? - Dije mientras me incorporaba en la cama - 
- Pues que tenía que ponerme en tu lugar, que no estabas preparada para contárselo y que tu se lo contaste porque él te explicó algo. - Asentí - Y que se lo has contado hoy a tu padre. - Volví a asentir - 
- Lo siento mucho amiga. Se que te lo tenia que haber dicho, se cuanto te molesta y no hice nada al respecto, me callé como una mala puta. ¿Me perdonas? 
- Claro que te perdono amiga - Me abrazó - Pero prométeme que no me vas a ocultar nada nunca más ¿Vale?
- Te lo prometo - Sonreí y la volví a abrazar - 


Marta se quedó a dormir conmigo, igual que cuando eramos enanas. Cada vez que nos enfadábamos, íbamos al cuarto una o de la otra, nos pedíamos perdón y dormíamos juntas. Y por lo que se ve eso no cambia. Nos quedamos dormidas en seguida. Al día siguiente, me gustaría decir que me despertaron los rayos de sol, pero no fue eso. 


- ¿Papá? - Dije frotándome los ojos - 
- Hola princesitas
- Hola Carlos - Dijo Marta frotándose los ojos - 
- Chicas, yo me tengo que ir ya hacia el aeropuerto.
- ¿Ya te vas? - Asintió - 
- Supongo que Míriam te ha puesto al corriente ¿No?
- Si Carlos, me alegro mucho por ti. Ojala te salga todo bien. Te lo mereces. 
- Gracias cielo. Bueno, tengo que irme ya - Dijo mirando su reloj - Dentro de poco estará aquí el taxi. Me alegro de que las dos os encontréis bien. Cuidaros ¿Vale? - Asentimos - 
- Cuídate papá


Nos dio un beso en la frente a cada una y se fue. Mi móvil sonó. Era Álvaro dándome los buenos días por whatsapp. ¿Mas divino por favor?. Sonreí y le contesté. 


- Eh - Le dije a Marta - ¿Nos hacemos una foto de buena mañana? - Pregunté - Quiero aprender a manejar este cacharro 
- Vale, pero si es horrible se repite ¡Eh! 


Nos hicimos un montón de fotos, hasta que dimos con una que nos gustó. La subí a instagram y a twitter. "De buena mañana con mi amiga. Te quiero mucho amiga " Puse. Estuvimos remoloneando un rato en la cama y hablando, cantando y riendo. Me encantaba estar así con Marta. Mi móvil volvió a sonar, era un tweet de Carlos. " Venga pequeñas, venir a desayunar con nosotros... ¡Tengo hambre! jajaja " Este Carlos... ¡Siempre estaba hambriento! Bajamos a desayunar, el desayuno ya estaba echo y la mesa preparada y los chicos viciados al twitter, como no. Carlos me pidió que le trajera el colacao, no podía desayunar con él. Cuando lo cogí y me giré, Carlos me hizo una foto en la cual posé sin pensar. ¡Que pesaditos! 


- Has quedado perfecta - Reí -
- ¿Con estos pelos de loca? Lo dudo. Déjame adivinar... La vas a subir en twitter 
- ¿Como lo sabes? - Se hizo el sorprendido - 
- Yo lo se todo querido - Bromee y le di el colacao -


"A una de las princesitas de la casa le gusta el colacao. ¿No serás tu mi alma gemela? jajaja " Vaya cosas tienen estos chicos. Están viciadisimos, y la verdad es que yo también. A veces, por pura pereza a gritar o a hablar, lo decíamos por vía Twitter o Whatsapp. Si es que estabamos viciados. Pasamos el desayuno con risas y más risas. Eran geniales. 


- Oye, hay que bajar a comprar - Dijo David - 
- Y hay que limpiar - Dijo Dani - 
- ¿Que tal si nos dividimos las tareas? - Preguntó Blas - Yo obviamente hago el vago
- Tu vas a limpiar el baño - Dijo Álvaro y todos rieron menos Blas - 
- Siempre lo más guarro me toca a mi... - Suspiró - 
- Eso por bromear siempre - Dijo Carlos - Yo voy a comprar
- Yo te acompaño - Le dije -
- Marta ¿Me acompañas a comprar el líquido para fregar? - Preguntó Álvaro y Marta asintió -
- Yo cambiaré las sabanas y pongo la lavadora - Dijo Dani - 
- ¡No! ¡Dejamelo a mi! - Dijo Blas - 
- No, tu limpias el baño - Dijo Dani y rió - 
- Maldita vida - Dijo Blas indignado - 
- Pues yo voy a barrer y esperare a que regreséis para fregar la casa ¿Vale? - Dijo David - 


La verdad es que se repartieron las tareas de la casa bastante bien, y no se quejaban por hacerlo, excepto Blas. Me duche rápido, tiempo récord. Me puse unos tejanos, una camiseta de tirantes azul turquesa que me llegaba hasta el ombligo y las vans. Me peiné y salí corriendo para ir a comprar con Carlos. 


- ¡Porfin! - Dijo Carlos - Has tardado una vida 
- Solo he tardado veinte minutos y encima voy con el pelo chorreando - Suspiré - ¿Nos vamos? 


Bajamos al centro de Madrid. Que calor que hacía. Todos nos miraban, bueno, más bien miraban a Carlos, como no. Nunca me iba a acostumbrar. De vez en cuando se le acercaba alguna fan a pedirle un autógrafo o alguna foto y él no se negaba. Estuvimos apunto de entrar en el supermercado, pero Carlos se quedó embobado. ¿Hacia donde miraba? 

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