Capitulo 16

- ¿Ana? ¿La que vino a mediados de curso al colegio? - Asintió - ¿¡QUEEEE?! - Grité -
- ¿Que pasa hija?
- ¿Que pasa? ¿Que que pasa? Ana me pasa. Esa fulana se lió con Andrés cuando estaba conmigo papá. Eso me pasa. 
- Hija... yo... Eso no lo sabía. 
- Porqué nadie lo sabe. - Le grité - 
- ¿Porque no me lo dijiste cielo? - Me dijo mientras me acariciaba la mano - 
- Pues porque en su momento me dolía, y no quería aceptar que Andrés me estaba poniendo los cuernos. Y no quería que te enteraras... - Suspiré - 
- Hija mía, ¿porque no? soy tu padre, tengo derecho de saberlo. 
- Pero me daba vergüenza - Suspiré -
- Pues acabo con todo esto. Lo ultimo que quiero es que sufras cada vez que la tengas que ver. 
- ¡No! No lo hagas. Si Cloe te hace feliz, sigue con ella, no tienes porqué cortar con ella por mi papá. Yo quiero que seas feliz y si de verdad te lo hace, no pasa nada. Tengo a Álvaro a mi lado que me va a ayudar a superarlo y tu también estas aquí - Sonreí - Tengo a dos pilares bien fuertes que me pueden ayudar - Sonreí - No dejaré que la putita vuelva a arruinar algo. 
- Esa es mi niña. 


Papá pagó y nos fuimos de la pizzeria. Le echaba tanto de menos... Volvimos a casa y los chicos estaban recogiendo la mesa. Álvaro vino a darme un beso y saludó a mi padre. Papá se fue a dormir, estaba cansado y mañana a primera hora se iba. Nosotros nos quedamos abajo. Nos estiramos al sofá. Notaba a Marta distante de Carlos, y eso me extrañaba ¿Se habían peleado? No creo. La cara de Marta era más de preocupación. 


- Marta, necesito que me ayudes en una cosa - Sonreí y le estiré el brazo - Te necesito ya. 


Marta se levantó, y me acompaño. Fuimos a la cocina. No eran imaginaciones mías, estaba rara. 


- ¿Que te pasa sweetie? - Le pregunté -
- Mimi, si te digo algo... ¿Prometes guardarme el secreto? - Asentí - 
- ¡Pero dime que te pasa zorrita! Me estas poniendo nerviosa. 
- Creo que lo que hay entre Carlos y yo solo es amistad. 
- ¿Porque dices eso? - Marta suspiró -
- Pues, porque cada vez que me besa, no siento nada. Vale que es muy mono y que conmigo se porta de lujo. Cada vez que estoy con él, siento que es como el típico lío de cada noche o cuando hablamos, siento algo que no se corresponde con lo que yo quiero sentir hacia él. ¿Me entiendes? 
- Lo que a ti te pasa es que has confundido la amistad con amor amiga mía - Asintió - ¿Y porqué no se lo dices?
- ¿Y que pasa si le rompo el corazón? No quiero eso Mimi. No quiero irme de aquí. 
- Mírame - Dije cogiéndole la cara - Tu se lo dices. En una relación ante todo debe haber sinceridad y confianza. Tu se lo dices, si le rompes el corazón, entenderemos que no quieras estar más aquí, pero como yo soy tu amiga, me iré contigo. ¿Vale? 
- No, no, no, no. No puedes hacer esto. No puedes dejar aquí a Álvaro... - Dijo mientras se llevaba las uñas a la boca - 
- No te las muerdas. Y no voy a irme de Madrid tonta, te estoy diciendo que, si decides irte, tu y yo mañana vamos a mirar un piso en el centro de Madrid y viviremos allí. 
- ¿Y que pasará con Álvaro? 
- Supongo que si encontramos el piso, no estaremos muy lejos, espero. Puedo venir y él podrá venir al piso. Tu tranquila ¿Vale? 


[Mientras tanto en el salón]


- Chicos tengo que deciros algo - Dijo Carlos con una cara super rara - 
- ¿Que te pasa Carlos?
- Aprovechando que no están las chicas. Necesito deciros algo. Pero me tenéis que prometer que no diréis nada por favor - Asintieron todos - Álvaro ni siquiera a Míriam. ¿Entendido?
- Entendido hermano, pero dinos que te pasa. 
- La cuestión es que... Creo que entre Marta y yo solo hay amistad - Suspiró y todos le miraron - 
- ¿Porque dices eso Carlos? - Pregunto Dani -
- Pues, porque cada vez que me besa, no siento nada - Suspiró - Cuando esta conmigo se porta de lujo. Cada vez que estoy con ella, siento que es como el típico lío de cada noche o cuando hablamos, siento algo que no se corresponde con lo que yo quiero sentir hacia él. ¿Me entendéis? - Todos asintieron - 
- Vamos, que has confundido amistad con amor amigo mío- Dijo Álvaro - ¿Y porqué no se lo dices? 
¿Y porqué no se lo dices?
- ¿Y que pasa si le rompo el corazón? No quiero eso chicos. No quiero que se vaya de aquí. 
- Eh - Dijo Dani - Tu se lo dices. En una relación ante todo debe haber sinceridad y confianza. Tu se lo dices, si le rompes el corazón, entenderemos que no quiera estar más aquí.
- ¿Y si se va? No quiero que se vaya. Es muy importante para mi
- Supongo que si se va, Míriam irá con ella - Dijo David - 
- Eso también lo supongo yo - Suspiró Álvaro -
- Eh, tengo una idea. Si decide irse, ¿Porqué no bajamos mañana por la mañana y hablamos con la hermana de Álvaro a ver si sabe donde puede encontrar un piso bien adornado para dos chicas? - Quizás fue una idea y una pregunta más inteligente que pudo haber dicho Blas - Yo, si queréis me voy a vivir con ellas - Bromeó -
- No, no. Tu te quedas aquí. Y me parece buena idea. Voy a llamar a mi hermana y se lo comento a ver si ella sabe algo. - Sacó el móvil - Mientras tanto, si viene Marta habla con ella. Tiene que saberlo - Carlos asintió -



[Mientras tanto en la cocina]


- Vamos con los chicos anda.. - Dije abrazándola - Cuando lleguemos habla con él. Tiene que saberlo - Marta asintió - 


Fuimos al salón. Estaban todos menos Álvaro. ¿Donde se metió este chico? Carlos no tenía una buena cara y desde luego Marta tampoco. Carlos y Marta se llamaron mutuamente y se fueron a fuera a hablar. 


- Supongo que los dos se tienen que decir lo mismo. ¿No? - Pregunté -
- ¿El que? - Dijo David haciéndose el tonto - 
- Venga chicos, se lo que pasa. No soy tonta
- No sabemos a lo que te refieres Míriam. - Dijo Dani y les miré mal - 
- ¡Venga ya chicos! No soy tonta. 
- Carlos no quiere a Marta - Soltó Blas -
- ¡Vaya! - Dije haciéndome la sorprendida - Eso no me lo esperaba 
- Tío, carlos dijo que no dijéramos nada. - Dijo David - No sabes cumplir con las promesas.
- ¡Eh chicos! - Dije para llamar su atención - Marta tampoco quiere a Carlos. - Los chicos me miraron - 
- ¿A no? - Dijeron al unisono y negué -
- No, Marta siente que Carlos es como su mejor amigo. 
- Carlos siente lo mismo - Dijo Álvaro entrando por la puerta - 
- ¿Donde estabas? - Le pregunté mientras se sentaba a mi lado -
- Hablando con mi querida hermanita. 
- ¡Oh! Entiendo - Sonreí - 


No le di mucha importancia a ese tema. Se que me puedo fiar de él. No tengo porqué preocuparme ¿No?. No lo voy a hacer. Tengo que confiar en él. 


[Mientras tanto en las afueras de la casa]


- ¿Que querías decirme? - Dijo Marta -
- Dilo tu primero
- Va Carlos. dime
- Es que no se como decírtelo  - Suspiró - Lo primero de todo quiero que te quede claro que yo te quiero - Marta asintió - Pero, desde hace unos días, siento... siento como si algo faltase entre nosotros dos. - Carlos suspiró - Es que no se como decírtelo. 
- Que me ves más como una amiga que como una novia - Carlos la miró y abrió los ojos de par en par - 
- Si... Algo así. - Se quedó asombrado por la reacción de Marta -
- Eso es lo que te quería decir yo Carlos. Que desde hace días llevo sintiendo algo que no se corresponde con lo que tendría que sentir por ti cada vez que te beso... Que lo que siento es más como amigos que como pareja. 
- ¿Entonces... No te he roto el corazón ni nada de eso no? - Marta negó y Carlos suspiró - Me alegra saber eso
- A mi también me alegra - Sonrió -
- Entonces... ¿Quedamos como mejores amigos? - Le estiró la mano -
- Si. Mejor amigo - Se la cogió y se abrazaron -


[Mientras tanto en el salón]


- ¿Como tardan no? - Pregunté -
- ¿Como crees que estarán? - Pregunto Dani
- Supongo que seguirán hablando - Dijo Álvaro. 
- Hola chicos - Dijo Carlos entrando por la puerta abrazado a Marta -
- ¿Que ha pasado? - Preguntó David - 
- Nada - Contestó Marta - Mejores amigos - Le besó la mejilla - 
- Entonces... ¿Te quedas aquí? - Preguntó Blas -
- No quiero ser una molestia - Dijo Marta -
- No eres una molestia boba - Dijo Carlos - Tu te quedas aquí. Y no se habla mas. 
- Entonces nada de piso ¿No? - Preguntó Álvaro y todos negamos - Entonces aviso a mi hermana para que no busque pisos. 


Álvaro llamo a su hermana. Carlos y Marta volvían a tener ese brillo en los ojos, como al principio. Me alegraba que por lo menos, fueran amigos. Los chicos empezaron a bromear. Marta se sentó a mi lado y puso su mano en mi rodilla. 


- ¿Que te pasa Míriam? 
- Yo... Tengo que contarte algo - Le dije muy seriamente -