[Narra Carlos]
Acompañé
a Andrea hasta su casa, aunque ella no quería que la acompañara
porqué no quería que volviera solo. ¿Como podía ser tan mona?
La
acompañé hasta su puerta y ella buscaba sus llaves en el bolso.
- No me tienes que dar las gracias Andrea. ¿Como quieres que te deje bajar sola hasta aquí? ¡Ni aunque estuviera loco te dejaría bajar sola!
- No se como agradecértelo, de verdad – Sonrió -
- Ya me lo recompensarás con algo – Me acerqué a ella -
- Algo se me ocurrirá, no te preocupes -Soltó una risita nerviosa- Será hora que entre ya, mis padres deben estar a punto de salir
- Vale. ¿Podemos quedar antes de que me vaya de gira? -Andrea asintió-
- Llámame cuando te vaya bien. ¿Vale? De mientras seguimos hablando -Me besó la mejilla- Buenas noches rubiales.
- Buenas noches princesa
Inicié
rumbo para irme. Pero algo me detuvo. Me sentía incompleto, me
faltaba algo. ¿Pero el qué?. Me giré y vi que Andrea me estaba
mirando. No hizo falta decir nada, era el momento perfecto. Inicié
camino hacia ella, y ella dejó su bolso y sus cosas en el suelo y
vino hacia mi. Nos quedamos mirando el uno al otro. Que ojos más
bonitos tenía, me perdí en sus ojos. Volví al mundo real, cuando
sentí el contacto de sus labios con los míos. ¿Desde cuando una
chica tomaba la iniciativa? ¡Bah! Carlos cállate ya, y disfruta. Le
seguí el beso, agarré su cintura e hice desaparecer los centímetros
que separaban nuestros cuerpos, ella rodeó mi cuello con sus brazos.
Cuando nos separamos, Andrea me abrazó, como si se hubiera puesto
tímida. La puerta de su casa se abrió y de ella, salió una muchacha bastante joven, cosa que hizo que Andrea se separase.
- Oh, estás aquí -Dijo la muchacha con un tono dulce- Nosotros ya nos vamos. Acuesta a tu hermano temprano, no te olvides
- No, mamá, tranquila -Volvió a sonreír-
- ¿Y esta preciosidad de chico? -Preguntó su madre mientras me miraba de arriba a bajo-
- Carlos, ella es mi madre, Aurora. Mamá él es Carlos, un amigo
Se
podía decir que esas palabras, me habían sentado como el culo. ¿A
caso después de lo que acababa de pasar, solo seríamos amigos? La
madre rió.
- De
verdad, no se como los jóvenes de hoy en día llamáis 'amigos'
cuando ha pasado algo. -Me quedé helado- Se os nota en los ojos.. y
en los labios -Rió su madre- ¡Jorge, vamos que llegaremos tarde!
- Ya
estoy aquí -Dijo mientras cerraba la puerta-
- Andrea,
que alegría que estés aquí, no me hacía gracia dejar a tu hermano
solo. - Me miró- ¿Y tu quien eres?
- Soy
Carlos.
- Encantado
Carlos – Dijo estirándome la mano- Yo soy Jorge, el padre de
Andrea – Sonrió- Bueno, nosotros nos vamos, que se nos va a pasar
la hora. ¡Portaros bien!
- Si
papá -Dijo Andrea mientras le daba un beso-
- ¿Te
vas a quedar con ella Carlos?
- No,
yo ya me voy hacia casa, que mis compañeros me están esperando para
cenar.
- Que
lástima. Bueno, ha sido un placer conocerte.
La
madre de Andrea soltó una pequeña carcajada y se fueron los dos
cogidos de la mano. La verdad, es que los padres de Andrea parecían
majos. Cuando ya se habían ido, Andrea se sonrojó. No entendía el
motivo. Cogió todas sus cosas del suelo y me miró.
- ¿Estas
seguro de que no te quieres quedar? -Pregunto con un tono super
dulce-
- No,
gracias. -Sonreí- La verdad es que los chicos me están esperando en
casa.
- Entiendo.
Bueno, otro día será. -Se acercó- Buenas noches Carlos -Me besó-
- Buenas
noches preciosa.
Andrea
entró en su casa y yo me quedé allí, plantado, congelado. Pensando
en el beso que me acababa de dar. La verdad es que no entendía su
reacción y eso, era lo que me atraía de ella. Era una caja de
sorpresas. Una caja de sorpresas que estaba ansioso por abrir. Llamé
a los chicos para decirles que iba de camino. Cuando llegué, todos
estaban preparando la mesa, menos Mimi y Álvaro. Me imagino que
estarían haciendo. Me senté con los demás en la mesa y esperamos a
que los dos tortolitos bajasen.
- ¿Y
esa cara de tórtolo Carlitos? -Preguntó Marta- ¿Ha pasado algo
entre Andrea y tu?
- Se
puede decir que si
- Pero
no seas tan estirado hombre. ¡Cuéntanos! -Dijo Blas con entusiasmo-
- Pues,
hubo un momento en que nos quedamos mirando, y ella me besó.
- ¿Ella?
-Dijo David- ¿Enserio fue ella? -Asentí-
- Si,
y no solo una vez, sino dos. Y encima, he conocido a sus padres.
- ¿Como?
- Dijo Marta-
- Pues
eso, justo después de que me besara, salieron sus padres y se
presentaron y pues, su madre nos pillo
- ¡Que
fuerte! -Dijo Dani- ¿Pero os pillo cuando os estabais besando?
- No,
osea, fue algo raro, porque cuando sus padres salieron, solo
estábamos abrazados, pero su madre nos dijo que teníamos un brillo
en los ojos y los labios rojos –Los chicos rieron-
- Que
brutos.
Por
fin, Álvaro y Mimi bajaron. Ellos si que tenían un brillo en los
ojos. Si es que de verdad, que poca vergüenza tienen jajaja. Blas
había preparado macarrones con tomate. Mm sus macarrones estaban
deliciosos. Nos servimos y hablamos un poco de todo. Álvaro y Mimi
no paraban de mirarse. ¿Que les pasaba? Sería un misterio que
tardaría en descubrir, o no. Tengo que hablar con ella, se que ella
me lo contará.
- ¿Y
que Blas, te ha gustado la chica de hoy eh! - Dijo Álvaro-
- La
verdad es que me ha atraído muchísimo. Es muy guapa.
- Si
quieres te la presento -Dijo Mimi-
- Pues
no veo porqué no -Blas soltó una carcajada-
- ¿Que
haréis vosotras cuando no estemos? -Preguntó Dani-
- Pues
no lo sabemos. -Dijo Mimi-
- Supongo
que buscaremos trabajo. -Dijo Marta mientras comía-
- ¿Trabajo?
¿Para qué? Si aquí estáis muy bien y no tenéis que pagar nada.
- Pero
es que no es plan de que abusemos de vosotros, a parte los ahorros
que tenemos se nos están gastando y conviene que empecemos a
trabajar, si nos queremos pagar la matricula para la universidad.
- ¿Sabéis
que vais a estudiar? -Les pregunté-
- Yo
voy a estudiar empresas -Dijo Marta con un tono orgulloso-
- Yo
educación infantil -Dijo Mimi con una sonrisa de oreja a oreja-
- Esta
muy bien eso -Dijo David- Las dos cosas tienen bastantes salidas.
- Si,
pero es que cuesta un dineral, y no queremos pedir dinero a nuestros
padres. Sería abusar mucho, encima de que ya estamos lejos... -Dijo
Marta-
- Por
eso, teníamos pensado bajar mañana al centro para echar un par de
currículums.
- ¿Y
bajaréis andando todos los días? Porque no tenéis el carnet
ninguna de las dos.
- Eso
es lo que os íbamos a decir -Dijo Mimi tragando saliva-
- Habíamos
pensado en mudarnos -Soltó Marta muy rápido-
- ¿Os
queréis mudar? -Blas se había ofendido-
- No
os ofendáis -Dijo Mimi mirándonos- Lo que pasa es que habíamos
pensado en que si nos cogían en algún lado para trabajar, alquilar
un piso en el centro, para así no tener que madrugar demasiado.
- ¿Pero
después volveréis aquí? -Preguntó Álvaro, y por su tono de voz,
el no estaba al corriente de nada de esto-
- No
creemos -Dijo Marta muy tranquila-
Y
será verdad que las alegrías de la casa se nos van. No puede ser.
Pero tampoco quiero obligarlas a quedarse. Entiendo por una parte que
se quieran ir, si consiguen trabajo, estamos un poco demasiado
alejados del pueblo, pero por una parte, no entendía porque se
querían ir, si aquí tienen de todo. Pero ella sabrán. Es su vida,
yo con tal de verlas cada día me conformo.
- ¿Que
os parece si llamo a Eunice para que mañana se venga a pasar el día
aquí? -Preguntó Mimi mirando a Blas-
- A mi me parece perfecto – Dijo Blas y soltó una risa nerviosa-
- Pues si Eunice se viene, le digo a Andrea que venga. Así aprovecháis y os conocéis un poco mas.
- A mi me parece perfecto – Dijo Blas y soltó una risa nerviosa-
- Pues si Eunice se viene, le digo a Andrea que venga. Así aprovecháis y os conocéis un poco mas.
Le
envié un whatsapp a Andrea, diciéndole que mañana habíamos quedado
todos en casa, para estar todo el día en la piscina y hacer una
barbacoa. Andrea me dijo que no sabía que iba a hacer mañana y que
todo dependía de sus padres, tenía que hablar con ellos para haber
si podía quedarse con su hermano así ella podría subir. Mimi
estuvo hablando con Eunice, que esta, no le puso ninguna pega cuando
le dijo de quedar mañana con todos nosotros. Blas se puso nervioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario