Capitulo 53

[Narra María]

-Si, claro.. no quiero que me sigas cargando más. -Dije mientras me bajaba de su espalda-

-Eso no es problema mujer, no pesas -Soltó una pequeña carcajada y abrió la puerta- ¿Te gustan los gatos? -Le miré desconcertada-

-Si, bueno... más o menos. ¿Porque lo preguntas?

-Porque yo tengo uno -Me miró y se rió- No te preocupes, es inofensivo, es muy vago y no araña apenas. Aunque depende de la persona porque a Carlos siempre le araña

-Pobrecito. -Reí-

-Ponte cómoda, voy a buscarte una chaqueta

-Si, tranquilo.

Dani desapareció tras subir unas escaleras, me quedé sola en ese inmenso salón. La casa estaba bien decorada y muy limpia para que viviese un chico. Me dirigí a una de las estanterías, donde habían marcos de fotos, libros y DVD's. Me saqué la chaqueta y la dejé colgada en una silla, miré el sofá y allí estaba el gato. Era de color gris y era bastante chiquitito. Me senté a su lado, y él me miró. Los gatos no me gustaban mucho, ya que son traicioneros. El gato se me acercó y se puso encima de mis piernas, volviéndose a recostar. Poco a poco le fui acariciando. Ese gato no es como los demás.

-Vaya -Dijo Dani- Veo que le has gustado -Le miré-

-Si bueno...

-No suele ponerse encima de la gente, a caso que no sea yo o Blas. Breaker baja de ahí anda, que la vas a llenar de pelos. -Pero el gato pasó de él y me lamió la mano cuando dejé de acariciarlo- Gato traidor, después no vengas buscándome -Intentó parecer indignado pero no lo consiguió y rió-

-Los gatos son así. ¿Como has dicho que se llama? ¿Breaker? -Le miré divertida-

-Si, le pusimos así... Nos pareció un nombre original.

-Es muy original. Breaker -Le toqué la cabeza- ¿Quien es el gatito más lindo? -Dije mientras lo cogía y le daba un besito- ¿Que vamos a hacer? -Dije mirando a Dani-

-No lo se. ¿Que te apetece hacer? -Levanté los hombros-

-Lo que a ti te apetezca -Sonreí-

-Bueno, primero de todo, ponte la chaqueta -Dijo mientras se acercaba y me la daba- Y segundo... No se que podemos hacer, quizás ver una pelicula, ir a dar una vuelta... no se.

-Como usted diga señor -Dije mientras me ponía la chaqueta que, me iba un poco grande, solo un poco- No me queda mal ¿Verdad?

-Que esperabas chica, se elegir bien la ropa -Rió- Es la más chiquitita por así decirlo, así que supuse que te iría bien.

-Oh, muchas gracias. -Dije mientras besé su mejilla- ¿Que te parece si vamos a dar una vuelta?

-Por mi perfecto. Anda, vamos.

Dani se despidió de Breaker, que este volvió a pasar de su cara. Salimos y Dani cerró la puerta con llave. Fuimos sin rumbo por las calles de Madrid, haciendo el tonto y riéndonos. Llegamos a un parque, y nos sentamos en el césped.

-Bueno, cuéntame algo de ti -Dijo cuando acabamos de reír-

-¿De mi? -Pregunté y asintió- Pues no hay mucho que contar, mi vida es muy aburrida.

-Cuenta, cuenta.

-Pues a ver... Me llamo María, tengo dieciocho años, estoy en la universidad estudiando veterinaria, tengo una hermana, Ariadna -Le miré- Me encanta Auryn, soy BlueHeart... Y no se... Ah, mis padres están separados, amo a mi madre pero es muy pesada y eso... -Me callé, no sabía que más decirle-

-Mmmm, si que es aburrida, si -Rió-

-Ya te lo dije... No me haces caso -Hice un puchero y él rió-

-¿Y no tienes novio? -Volví a mirarlo-

-Emm, no. rompí con él hace tres o cuatro meses -Suspiré-

-¿Puedo preguntar porque? Si no quieres contármelo esta bien.

-Oh, si, em... no es nada del otro mundo en verdad y es una historia un poco larga.

-Tenemos tiempo... quiero escucharla, si no te importa. -Forzó una sonrisa... Aquello no era realmente cómodo-

-Pues verás, conocí a Pedro cuando yo tenía quince años cuando todo pasó -Dani abrió los ojos de par a par- No pensemos mal, soy un ángelito -Me puse los dedos en la cabeza, haciendo la corona- Bueno, el caso es que todo empezó por un juego. Los amigos de mi hermana se quedaron a dormir a mi casa y yo estaba con ellos, propusieron jugar a la botella y nos tocó, yo estaba un poco asustada -Me encogí- bueno, nunca me había besado con alguien, y tener mi primer beso jugando a la botella no era algo que me agradase, pero en aquellos momentos él me atraía y mucho.

“Solo nos besamos esa vez ya que yo dejé de jugar porque me aburría. A partir de ese día, algo entre nosotros cambió. Pedro no paraba de mirarme y cuando quedaba con algún amigo mío me celaba. Yo no entendía su comportamiento y me molestaba mucho, lo que hacía que me acabara enfadando con él. Nuestra relación se basaba en insultos el uno al otro. Hasta que una noche, en mi casa, la pelea subió de tono, me llamó de todo -Suspiré- entonces, no se como pasó, que acabamos besándonos. Cada vez que nos veíamos, cada vez que estábamos solos, aprovechábamos para besarnos.

“Empezamos a salir a escondidas, todo era perfecto, él... bueno, él fue el primero -Dani me miraba con atención- El primer novio, recuerda que soy un ángel. -Los dos reímos- Pasó un año, todo entre nosotros era perfecto, nos considerábamos novios, pero no lo hicimos publico hasta que mi hermana y su amiga nos pillaron en el parque. Les explicamos todo y yo temía la reacción de mi hermana, pero a mi pesar, se lo tomó bastante bien, aunque nos llevásemos tres años. Y bueno, no te quiero aburrir más -Reí- Pasaron los años, y entre nosotros se puede decir que estábamos bien, eramos felices juntos, aunque nunca llegamos a... ya sabes. -Le revolví en el césped incómoda- pero, hace un año, más o menos, Pedro estaba raro conmigo, no era lo mismo, a penas me abrazaba o me besaba. Estaba muy distante conmigo y yo eso lo noté, lo sabía y lo dejé pasar.

“Hace tres meses descubrí que hacía mucho, se veía con una chica. Eso rompió todos mis esquemas y mi mundo se vino abajo. Ese mismo día, los amigos de mi hermana se volvieron a quedar en casa, ya que mi hermana no estaba bien. Eso es otra historia que ya te contaré más adelante, si quieres, claro -Él asintió- Aproveché y le dije que me dijera la verdad, que le había pillado. La conversación se fue torciendo, acabamos los dos gritando y él acabó diciéndome de todo, un montón de cosas que me dolieron y le giré la cara. Entré en mi casa y me encerré en mi habitación. Todos habían escuchado la conversación y podía escuchar como discutían todos abajo, y alguien se largó dando un fuerte golpe con la puerta. Desde entonces, no he vuelto a verle, ni le he cogido las llamadas ni nada...

-Menudo idiota -Susurró-

-Si... pero no importa. Él se lo pierde -Levanté nos hombros- Estuve todo ese mes llorando, no me moví de la cama ni para ir a la universidad. Hasta que decidí que eso se acababa ahí, que no iba a enamorarme nunca más y que mucho menos seguiría llorando por un idiota. -Suspiré-

-Bien dicho. No merece pena dar lágrimas a alguien que no se lo merece... Y mucho menos tu -Le miré- No tenía derecho a decirte todo y hacer lo que hizo solo porque no quisiste entregarte a él.

-Ya. -Me sentía muy incómoda hablando de eso con él, pero no se porqué, sabía que podía confiar en él- Pero bueno, pasado pisado.

-¿Enserio no quieres volverte a enamorar? -Negué rotundamente-

-No. No quiero. No quiero volver a sufrir.

-¿Y si te enamoro que pasaría? Ya sabes que yo soy muy guapo y todas esas cosas -Solté una carcajada, la cual tapé con mis manos-

-Mister ego al ataque. -Reí- Y cariño, tu me tienes enamorada mucho antes -Le guiñé el ojo y solté una carcajada al ver su cara. Se había callado- Es broma, es broma. No hace falta que pongas esa cara, ni que te hubiera dicho algo horrible.. jo. -Me quejé-

-No... es que no me esperaba esa respuesta.. nada más -Rió- Es hora de ir a comer. ¿Vamos a un restaurante o comemos en mi casa?

-En tu casa mejor, no?

-Lo que a ti te pasa es que te has encariñado con Breaker, no lo niegues.

-Es un gatito muy lindo. -Le miré- Pero a pesar de eso, mi estima hacia los gatos no cambia. -Reí y me levanté- Anda, vamonos, tengo hambre

Le tendí la mano para ayudarle a levantar. Este la agarró y al intentar levantarse, me tiró encima de él. Nuestras frentes estaban juntas y nuestras respiraciones chocaban una con la otra. Mis nervios estaban a flor de piel. Dani se acercó un poco más, y de repente se giró, quedando yo abajo y empezó a hacerme cosquillas.

-No JAJAJAJAJA para JAJAJAJA pp... por favor JAJAJAJAJA

-No pienso parar. -Dijo mientras seguía con las cosquillas-

-Por favor JAJAJAJAJA antes de que haga algo de que nos arrepintamos -Dije de carrerilla para volver a estallar de risa-

-Oh, ¿Que me vas a hacer?

-Por favor...

Dani no me escuchó, seguía haciendome cosquillas y yo no paraba de moverme, para que me soltara. Al moverme, sin querer le di en sus partes y rápido se apartó, muriéndose de dolor.

-Ostras, lo siento Dani. -Dije incorporándome a mirarlo y me mordí el labio- Lo siento, lo siento..

-Joder... -Se quejó- Como vuelvas a dame otras de esas, me dejas sin carné de padre. -No pude evitar reír ante esa expresión- ¿Encima te ríes?

-Te dije que iba a pasar... Debiste de haber parado -Le miré mal- Para la próxima ya sabes

-A la próxima te ato en un sillón y te haré consquillas hasta que te mees encima. -Nos miramos un rato y nos reímos. Supongo que los dos nos imaginamos esa situación-

-Anda... perdóname.. no quise darte. -Le puse puchero-

-Estas perdonada... -Dijo mientras se levantaba con dificultad-

-Ahora supongo que no me querrás ver más, y me abandonarás y se cancelará nuestro día juntos -Hice puchero y Dani se rió-

-Por una patada no te dejaré tirada. ¿Estas tonta? Aunque me muero de dolor... -Dijo incorporándose-

-Jope, de verdad... me siento mal.

-Creo que sabrás defenderte sola, si alguien se mete contigo... un poco más fuerte y le dejas KO..

-Si.. bueno, prefiero no estar en ninguna situación de esas.

Comenzamos a andar hasta casa de Dani, una vez allí, le ayudé a hacer la comida. Y como siempre, con risas por medio. Mientras los espagueti se hacían, comenzamos a hacer la salsa. Cogí un poco de salsa en un dedo y le manché la nariz, me reí y Dani se devolvió y me manchó toda la cara. Me enfadé.

-¿Se puede saber porque me has manchado toda la cara cuando yo solo te he manchado la nariz? -Me crucé de brazos-

-Pues, porque así estas más buena. -Le miré y él rió-

-No hace gracia, ahora oleré a salsa de tomate. -Hice puchero-

-Anda, ven aquí -Dijo mientras cogió un trapo de cocina-

Un brazo suyo rodeaba mi cadera, y me atrajo hacia él, mojó la punta del trapo y empezó a sacarme el tomate de la cara, no se sacaba la sonrisa ni queriendo. Cuando acabó, se pasó el trapo por su nariz. Nos quedamos mirándonos un rato, mientras poco a poco nuestras caras volvían a tenerse cerca y nuestras respiraciones volvían a chocar. No podía dejar de mirar esos ojos, que tanto me gustaban. Bajé la mirada hacia sus labios y volví a mirarle a los ojos. Nuestras frentes estaban apoyadas una contra la otra.