[Narra
María]
Hacía
dos días que estaba en Jaén, con Ariadna y mis primas. Mis padres
llegarían mañana. Ayudamos con lo que pudimos en los decorativos de
la casa, ya que la boda y el banquete lo hacían en ella. La casa era
enorme, parecía la típica mansión de película con un montón de
hectáreas.
Durante
estos tres días, he estado hablando con Dani. Él me decía que no
me preocupara, que las cosas con mis padres se arreglarían. Pero...
Yo no quería arreglarlas. Mi padre me llamaba insistentemente todos
los días, pero no le cogía el teléfono, no me interesaba hablar
con él, y mucho menos después de la “paliza” que me dio.
Iba
tan metida en mi mundo, que me olvidé de poner las sillas en sus
sitios. Me dirigí hacia ellas, y poco a poco las fui colocando. ¡Que
pesadez!
-Ui,
lo siento -Dijo una voz que se me hacía reconocida-
-No
pasa nada... -Dije- ¿Estas bien?
-Si...
no ha sido nada -Miré a la chica-
-Oh
-Dijo ella mirándome- ¿María? ¿Eres tu? -La miré un poco
desconcertada. ¿Quien era?-
-Si...
Lo siento pero... ¿Quien eres?
-Temía
que me dirías eso -Rió- Soy Míriam -Sonrió- Me parece muy bonito
que no te acuerdes de tu propia prima -Se cruzó de brazos-
-Si...
bueno, lo siento. Hace mucho que no nos vemos y...has cambiado -Reí-
-La
verdad es que si. Tu también has cambiado -Sonrió- ¿Que te parece
si tomamos un descanso y hablamos? Tenemos que ponernos al día
-Por
mi perfecto, estoy cansada de colocar sillas... tengo la espalda
reventada -Suspiré-
Nos
sentamos en una de las mesas y empezamos a hablar y a recordar.
Míriam me habló de su madre, que se había presentado el día
anterior y que seguía en shock, me dijo que estaba embarazada y que
el padre andaba por la casa. Me preguntó sobre la herida del labio,
y no me quedó más remedio que contárselo, se quedó un poco
horrorizada, pero no se si era peor lo mío o lo que le hicieron sus
abuelos a su madre. ¡Esto parece una puta novela! Estuvimos hablando
hasta que un chico moreno con barba nos interrumpió. Me quedé
sorprendida. ¡Álvaro!
-Hola
amor -Dijo dándole un beso en la mejilla-
-Hola
vida -Sonrió- te presento, ella es María, mi prima.
-Encantado
-Dijo dándome dos besos- Yo soy Álvaro -Sonrió-
-Encantada
-Sonreí- Y si, ya se quien eres -Me miró- Larga historia -Sonreí-
Estuvimos
hablando un rato, hasta que Ariadna me envió un mensaje “Sal de
esa casa lo más rápido que puedas, nuestros padres de dirigen hacia
allí. Te espero en el aparcamiento”
-Bueno
-Dije mirando el reloj- tengo que irme ya. Un placer volver a hablar
contigo prima -La abracé- Y que sepas, que me has ofendido Álvaro
-Me miró sin entender y reí- Nos vimos en una firma de discos hace
muy poco -Puse mis manos en las caderas- Nos vemos mañana en la
boda. ¡Hasta luego!
Me
alejé lo más rápido que pude. Subí al coche de Ariadna y nos
fuimos al hotel. Le conté que me había encontrado a Álvaro en esa
casa, y que era novio de nuestra prima y que iban a ser padres. Ella
flipaba. Estaba reventada, así que fuimos a cenar en el restaurante
del hotel y subimos a la habitación. Me puse el pijama y caí
rendida. Al día siguiente, Ariadna me despertó a las diez de la
mañana. La boda era a la una así que habíamos quedado las chicas a
las once en la mansión para ayudar a la novia. Me duché, me vestí
y cogí mi ropa y todos los complementos, igual que Ariadna y nos
fuimos a la mansión. Una vez allí, Míriam nos abrió la puerta, la
saludamos y entramos. Fuimos a la sala de estar, donde estaban
haciéndole el recogido a la novia. Se la veía feliz y muy nerviosa.
Nosotras acabamos de ultimar los últimos detalles y fuimos a
vestirnos. Cuando estaba vestida, opté por recoger mi pelo, así se
vería bien la espalda y con ella el tatuaje, aunque me pondría una
americana encima. Me hice un moño, ni muy alto ni muy bajo. Ariadna
se rizó las puntas de sus pelos y los dos mechones que se le venían
a la cara. Míriam y Ana llevaban el mismo vestido ya que eran las
damas de honor y llevaban una trenza a lo bajo de la cabeza que se
acababa transformando en un moño un poco extraño. La mañana se nos
pasó volando. No vi a mi madre por ningún sitio, lo cual hizo que
estuviera más cómoda durante toda la mañana. Llegó la hora. Cloe
estaba más que de los nervios. Míriam y Ana pasaron las primeras,
dando comienzo a la ceremonia. Carlos estaba allí plantado en el
altar. Yo y Ariadna estábamos a primera fila. Cloe llegó y la
ceremonia como siempre, fue aburrida, cuando acabó, Ariadna y yo
salimos las primeras hacia el final de las sillas, yo con pétalos y
Ariadna con arroz. Empezamos a repartirlos y cuando los novios se
acercáron a nosotras se los tiramos.
-Oye,
¿esa no es María? -Dijo una voz un poco más lejos de mi-
-Que
dices... -Se calló- Ostras, ese tatuaje.. -Dijo una voz ya conocida
por mi, y mi espalda se tensó-
-¿Que
pasa? -Preguntó Ariadna cuando notó lo que me pasaba-
-Creo
que Dani está aquí.
-¿Que?
-Dijo mirando con cuidado detrás nuestra- ¿Que vas a hacer?
-No...
no lo se. Me da vergüenza -Noté mis mejillas arder-
-Yo
de ti, iría y saludaría. -La miré y asentí-
Le
di mi bolso a Ariadna y me encaminé hasta donde estaba Dani de
espaldas, hablando con el resto de los chicos. Cogí un poco de
carrerilla y me subí a caballito a su espalda.
-Pero
que coñ.... -Dijo una vez que me subí en su espalda-
-Esa
boca señorito -Dije intentando sonar seria pero no pude, estallé a
reír y bajé de su espalda- Ya veo cuanto te alegras por verme -Dije
poniendo mis manos en mi cintura. Típico de mi.-
-Ves
como era ella -Dijo Carlos-
-¿Y
esta hermosura quien es? -Dijo David-
-No
me habías dicho que conocías a Dani -Dijo Míriam-
-Si
bueno, fue un pequeño detalle que se me olvido -Levanté los
hombros-
-A
ver, esperate que me pierdo -Dijo Blas- ¿Vosotras dos de que os
conocéis?
-Somos
primas -Dijimos a la vez, nos miramos y reímos-
-Vale
-Dijo Blas- Entonces, ella es la chica que nos contaste el otro día
¿no?
-Sip
-Dijo mientras me pasaba un brazo por el cuello-
-María...
-Dijo una voz grabe y volví a tensarme- María... -No hice caso,
hasta que me tomaron del brazo- Te estoy llamando.
-Suéltame
-Le miré con odio- ¡Que me sueltes he dicho! -Dije gritando y
soltándome de su agarre- ¿No has tenido bastante ya? ¡Dejame en
paz de una vez!
-Hija
por favor...
No
contesté, miré a los chicos ellos asintieron y me largué de allí,
dejando a mi padre ahí. ¿Es que hasta cuando estaba con gente no me
dejaría en paz? Me adentré en la casa, me encerré en el baño. Me
quedé apoyada en la puerta y me fui deslizando. Puse mis brazos al
rededor de mis piernas y me eché a llorar. ¿Porque no podía
esperar a encontrarme sola? ¿A caso no le bastó con lo que me dijo
en casa? ¿No podía dejarme sola? Pasé un largo rato llorando y
maldiciendo a mis padres, hasta que alguien llamó a la puerta.
-¿María?
Va, sal de ahí dentro.
-No
quiero, dejame sola Dani, por favor..
-No
quiero. Quiero estar contigo María, por favor. Ábreme la puerta.
Tras
un largo silencio, me levanté y le abrí la puerta, sin importar
nada mi aspecto. Me senté en la tapa del batér y miré hacia otro
lado, secándome las lágrimas. Dani entró y se sentó delante mío.
-Hey,
no dejes que eso te afecte...
-¿Como
quieres que no me afecte Dani? -Le miré- No es capaz de esperar a
que esté sola para hablar, lo tiene que hacer ahí... delante de
todos vosotros. -Rompí a llorar de nuevo-
-Tranquila
-Dijo abrazándome- Tranquila... ya verás como todo esto se
arreglará...
-Es
que no quiero que se arregle Dani, ellos me echaron de casa, mi padre
me puso la mano encima cuando nunca lo hizo, solo porque les mentí y
les dije que me iba con Ariadna y no contigo. -Escondí mi cara en su
cuello- Yo no quiero volverlos a ver... para mi ya están muertos...
-No
digas eso pequeña... -Dijo mientras acariciaba mi espalda con
cuidado-
-Estoy
sola Dani... sola...
-Ey,
-Dijo mientras me cogía la cara- No estás sola, tienes a tu hermana
-Esperaba, anhelaba que me dijera que estaría ahí, conmigo... pero
no- tienes a tus amigos María... no estás sola.
-¿Amigos?
-Le miré incrédula y solté una pequeña carcajada- Si a amigos te
refieres que tu ex mejor amigo te robe a tus amigas y las separe de
ti, como si tuvieras la peste... para eso prefiero no tener amigos.
Mi vida es una mierda Dani.. -Sollocé- A veces solo pienso que he
nacido para sufrir... y un millón de veces preferí no haber nacido.
-No
digas eso ni en broma -Dijo serio- ¿Que haría yo sin ti? -Le miré
a los ojos- Dime. ¿que haría yo?
-Pues,
seguirías como siempre has estado hasta ahora. Con tus amigos y
quizás a alguna chica que te quiera -Suspiré-
-No
quiero a otra chica que no seas tu, María. Yo te quiero a ti. ¿Me
escuchas? Te quiero. Me da igual que no tengas amigos, me da igual
como te lleves con tus padres, me da igual que vivas sola o con tu
hermana, me da igual que seas la chica patosa que me enamoró... Me
da igual dejar de hacer lo que hago si eso te hace feliz, me da igual
que no me quieras a tu lado cuando más me necesites porque siempre
estaré ahí, estemos bien o estemos peleados. Eres importante para
mi, y mira que solo nos conocemos de una semana.
-Pero...
pero Dani, ni siquiera me conoces del todo. ¿Quien te dice que
cuando me conozcas del todo, salgas corriendo por la puerta? ¿Eh?
¿Quien te dice que si nos conocemos de verdad acabamos odiándonos?
Las palabras se las lleva el viento Dani... Lo aprendí hace
tiempo... Yo no quiero que me demuestren las cosas con palabras, si
no con echos...
-¿Y
que te parece si nos damos un tiempo para conocernos? María de
verdad, quiero que estés en mi vida, quiero ayudarte en todo lo que
pueda, quiero ser ese pilar que ayudará a que tu mundo no se
derrumbe encima tuyo, quiero ser esa persona que te saque sonrisas,
quiero ser esa persona que despierta a tu lado con una sonrisa
irradiante por haber dormido con la persona que más quiere en el
mundo. Por favor... deja que lo intente, déjame entrar en tu vida,
dejame entrar para quedarme. Por favor.
No
me di cuenta cuando me mordí el labio. Simplemente Dani era
perfecto, sabía todo de él por ser la persona que es, pero no
estaba segura... Si, le conocía por todo lo que decían las
revistas, lo que decía él y el libro, pero no conocía como era en
persona, no le conozco tan bien como yo pienso, pero.. esas palabras,
ese gesto de querer estar conmigo y de apoyarme en todo lo que
necesite... Sin duda le quería en mi vida, le quería a mi lado.
-Dani,
tu ya formabas parte de mi vida en aquel momento que choqué contigo
la primera vez. Comenzaste a formar parte aquella tarde en el centro
comercial. No tienes porqué pedirme que te deje entrar en mi vida si
ya estás dentro. Yo también quiero conocerte, quiero ser parte de
tu vida, quiero ser la mujer que te haga feliz en toda la faz de la
tierra, yo también quiero ser ese pilar que levante tu mundo cuando
se te derrumbe, quiero despertar a tu lado, quiero estar contigo..
-Le miré- En todos los sentidos -No pude evitar sonrojarme- Quiero
tocarte, quiero hablarte, quiero besarte... No voy a rechazar ni lo
más mínimo lo que me estás diciendo, porque se que te importo
igual o más de lo que tu me importas a mi. -hice una pausa- Aunque
eso no es cierto -Reímos y coloqué mis manos en su preciosas y
delicadas mejillas- Quiero que me dejes amarte Dani.
OMG!!!! Ha sido absolutamente perfecto!!!
ResponderEliminarMe has echo llorar y todo, me encanta.
Sigue asi porque eres una gran escritora.
Tu novela es perfecta!!1