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domingo, 8 de septiembre de 2013

Capitulo 57



[Narra María]



Hacía dos días que estaba en Jaén, con Ariadna y mis primas. Mis padres llegarían mañana. Ayudamos con lo que pudimos en los decorativos de la casa, ya que la boda y el banquete lo hacían en ella. La casa era enorme, parecía la típica mansión de película con un montón de hectáreas.
Durante estos tres días, he estado hablando con Dani. Él me decía que no me preocupara, que las cosas con mis padres se arreglarían. Pero... Yo no quería arreglarlas. Mi padre me llamaba insistentemente todos los días, pero no le cogía el teléfono, no me interesaba hablar con él, y mucho menos después de la “paliza” que me dio.
Iba tan metida en mi mundo, que me olvidé de poner las sillas en sus sitios. Me dirigí hacia ellas, y poco a poco las fui colocando. ¡Que pesadez!


-Ui, lo siento -Dijo una voz que se me hacía reconocida-
-No pasa nada... -Dije- ¿Estas bien?
-Si... no ha sido nada -Miré a la chica-
-Oh -Dijo ella mirándome- ¿María? ¿Eres tu? -La miré un poco desconcertada. ¿Quien era?-
-Si... Lo siento pero... ¿Quien eres?
-Temía que me dirías eso -Rió- Soy Míriam -Sonrió- Me parece muy bonito que no te acuerdes de tu propia prima -Se cruzó de brazos-
-Si... bueno, lo siento. Hace mucho que no nos vemos y...has cambiado -Reí-
-La verdad es que si. Tu también has cambiado -Sonrió- ¿Que te parece si tomamos un descanso y hablamos? Tenemos que ponernos al día
-Por mi perfecto, estoy cansada de colocar sillas... tengo la espalda reventada -Suspiré-


Nos sentamos en una de las mesas y empezamos a hablar y a recordar. Míriam me habló de su madre, que se había presentado el día anterior y que seguía en shock, me dijo que estaba embarazada y que el padre andaba por la casa. Me preguntó sobre la herida del labio, y no me quedó más remedio que contárselo, se quedó un poco horrorizada, pero no se si era peor lo mío o lo que le hicieron sus abuelos a su madre. ¡Esto parece una puta novela! Estuvimos hablando hasta que un chico moreno con barba nos interrumpió. Me quedé sorprendida. ¡Álvaro!

-Hola amor -Dijo dándole un beso en la mejilla-
-Hola vida -Sonrió- te presento, ella es María, mi prima.
-Encantado -Dijo dándome dos besos- Yo soy Álvaro -Sonrió-
-Encantada -Sonreí- Y si, ya se quien eres -Me miró- Larga historia -Sonreí-


Estuvimos hablando un rato, hasta que Ariadna me envió un mensaje “Sal de esa casa lo más rápido que puedas, nuestros padres de dirigen hacia allí. Te espero en el aparcamiento

-Bueno -Dije mirando el reloj- tengo que irme ya. Un placer volver a hablar contigo prima -La abracé- Y que sepas, que me has ofendido Álvaro -Me miró sin entender y reí- Nos vimos en una firma de discos hace muy poco -Puse mis manos en las caderas- Nos vemos mañana en la boda. ¡Hasta luego!


Me alejé lo más rápido que pude. Subí al coche de Ariadna y nos fuimos al hotel. Le conté que me había encontrado a Álvaro en esa casa, y que era novio de nuestra prima y que iban a ser padres. Ella flipaba. Estaba reventada, así que fuimos a cenar en el restaurante del hotel y subimos a la habitación. Me puse el pijama y caí rendida. Al día siguiente, Ariadna me despertó a las diez de la mañana. La boda era a la una así que habíamos quedado las chicas a las once en la mansión para ayudar a la novia. Me duché, me vestí y cogí mi ropa y todos los complementos, igual que Ariadna y nos fuimos a la mansión. Una vez allí, Míriam nos abrió la puerta, la saludamos y entramos. Fuimos a la sala de estar, donde estaban haciéndole el recogido a la novia. Se la veía feliz y muy nerviosa. Nosotras acabamos de ultimar los últimos detalles y fuimos a vestirnos. Cuando estaba vestida, opté por recoger mi pelo, así se vería bien la espalda y con ella el tatuaje, aunque me pondría una americana encima. Me hice un moño, ni muy alto ni muy bajo. Ariadna se rizó las puntas de sus pelos y los dos mechones que se le venían a la cara. Míriam y Ana llevaban el mismo vestido ya que eran las damas de honor y llevaban una trenza a lo bajo de la cabeza que se acababa transformando en un moño un poco extraño. La mañana se nos pasó volando. No vi a mi madre por ningún sitio, lo cual hizo que estuviera más cómoda durante toda la mañana. Llegó la hora. Cloe estaba más que de los nervios. Míriam y Ana pasaron las primeras, dando comienzo a la ceremonia. Carlos estaba allí plantado en el altar. Yo y Ariadna estábamos a primera fila. Cloe llegó y la ceremonia como siempre, fue aburrida, cuando acabó, Ariadna y yo salimos las primeras hacia el final de las sillas, yo con pétalos y Ariadna con arroz. Empezamos a repartirlos y cuando los novios se acercáron a nosotras se los tiramos.


-Oye, ¿esa no es María? -Dijo una voz un poco más lejos de mi-
-Que dices... -Se calló- Ostras, ese tatuaje.. -Dijo una voz ya conocida por mi, y mi espalda se tensó-
-¿Que pasa? -Preguntó Ariadna cuando notó lo que me pasaba-
-Creo que Dani está aquí.
-¿Que? -Dijo mirando con cuidado detrás nuestra- ¿Que vas a hacer?
-No... no lo se. Me da vergüenza -Noté mis mejillas arder-
-Yo de ti, iría y saludaría. -La miré y asentí-


Le di mi bolso a Ariadna y me encaminé hasta donde estaba Dani de espaldas, hablando con el resto de los chicos. Cogí un poco de carrerilla y me subí a caballito a su espalda.


-Pero que coñ.... -Dijo una vez que me subí en su espalda-
-Esa boca señorito -Dije intentando sonar seria pero no pude, estallé a reír y bajé de su espalda- Ya veo cuanto te alegras por verme -Dije poniendo mis manos en mi cintura. Típico de mi.-
-Ves como era ella -Dijo Carlos-
-¿Y esta hermosura quien es? -Dijo David-
-No me habías dicho que conocías a Dani -Dijo Míriam-
-Si bueno, fue un pequeño detalle que se me olvido -Levanté los hombros-
-A ver, esperate que me pierdo -Dijo Blas- ¿Vosotras dos de que os conocéis?
-Somos primas -Dijimos a la vez, nos miramos y reímos-
-Vale -Dijo Blas- Entonces, ella es la chica que nos contaste el otro día ¿no?
-Sip -Dijo mientras me pasaba un brazo por el cuello-
-María... -Dijo una voz grabe y volví a tensarme- María... -No hice caso, hasta que me tomaron del brazo- Te estoy llamando.
-Suéltame -Le miré con odio- ¡Que me sueltes he dicho! -Dije gritando y soltándome de su agarre- ¿No has tenido bastante ya? ¡Dejame en paz de una vez!
-Hija por favor...


No contesté, miré a los chicos ellos asintieron y me largué de allí, dejando a mi padre ahí. ¿Es que hasta cuando estaba con gente no me dejaría en paz? Me adentré en la casa, me encerré en el baño. Me quedé apoyada en la puerta y me fui deslizando. Puse mis brazos al rededor de mis piernas y me eché a llorar. ¿Porque no podía esperar a encontrarme sola? ¿A caso no le bastó con lo que me dijo en casa? ¿No podía dejarme sola? Pasé un largo rato llorando y maldiciendo a mis padres, hasta que alguien llamó a la puerta.


-¿María? Va, sal de ahí dentro.
-No quiero, dejame sola Dani, por favor..
-No quiero. Quiero estar contigo María, por favor. Ábreme la puerta.


Tras un largo silencio, me levanté y le abrí la puerta, sin importar nada mi aspecto. Me senté en la tapa del batér y miré hacia otro lado, secándome las lágrimas. Dani entró y se sentó delante mío.

-Hey, no dejes que eso te afecte...
-¿Como quieres que no me afecte Dani? -Le miré- No es capaz de esperar a que esté sola para hablar, lo tiene que hacer ahí... delante de todos vosotros. -Rompí a llorar de nuevo-
-Tranquila -Dijo abrazándome- Tranquila... ya verás como todo esto se arreglará...
-Es que no quiero que se arregle Dani, ellos me echaron de casa, mi padre me puso la mano encima cuando nunca lo hizo, solo porque les mentí y les dije que me iba con Ariadna y no contigo. -Escondí mi cara en su cuello- Yo no quiero volverlos a ver... para mi ya están muertos...
-No digas eso pequeña... -Dijo mientras acariciaba mi espalda con cuidado-
-Estoy sola Dani... sola...
-Ey, -Dijo mientras me cogía la cara- No estás sola, tienes a tu hermana -Esperaba, anhelaba que me dijera que estaría ahí, conmigo... pero no- tienes a tus amigos María... no estás sola.
-¿Amigos? -Le miré incrédula y solté una pequeña carcajada- Si a amigos te refieres que tu ex mejor amigo te robe a tus amigas y las separe de ti, como si tuvieras la peste... para eso prefiero no tener amigos. Mi vida es una mierda Dani.. -Sollocé- A veces solo pienso que he nacido para sufrir... y un millón de veces preferí no haber nacido.
-No digas eso ni en broma -Dijo serio- ¿Que haría yo sin ti? -Le miré a los ojos- Dime. ¿que haría yo?
-Pues, seguirías como siempre has estado hasta ahora. Con tus amigos y quizás a alguna chica que te quiera -Suspiré-
-No quiero a otra chica que no seas tu, María. Yo te quiero a ti. ¿Me escuchas? Te quiero. Me da igual que no tengas amigos, me da igual como te lleves con tus padres, me da igual que vivas sola o con tu hermana, me da igual que seas la chica patosa que me enamoró... Me da igual dejar de hacer lo que hago si eso te hace feliz, me da igual que no me quieras a tu lado cuando más me necesites porque siempre estaré ahí, estemos bien o estemos peleados. Eres importante para mi, y mira que solo nos conocemos de una semana.
-Pero... pero Dani, ni siquiera me conoces del todo. ¿Quien te dice que cuando me conozcas del todo, salgas corriendo por la puerta? ¿Eh? ¿Quien te dice que si nos conocemos de verdad acabamos odiándonos? Las palabras se las lleva el viento Dani... Lo aprendí hace tiempo... Yo no quiero que me demuestren las cosas con palabras, si no con echos...
-¿Y que te parece si nos damos un tiempo para conocernos? María de verdad, quiero que estés en mi vida, quiero ayudarte en todo lo que pueda, quiero ser ese pilar que ayudará a que tu mundo no se derrumbe encima tuyo, quiero ser esa persona que te saque sonrisas, quiero ser esa persona que despierta a tu lado con una sonrisa irradiante por haber dormido con la persona que más quiere en el mundo. Por favor... deja que lo intente, déjame entrar en tu vida, dejame entrar para quedarme. Por favor.


No me di cuenta cuando me mordí el labio. Simplemente Dani era perfecto, sabía todo de él por ser la persona que es, pero no estaba segura... Si, le conocía por todo lo que decían las revistas, lo que decía él y el libro, pero no conocía como era en persona, no le conozco tan bien como yo pienso, pero.. esas palabras, ese gesto de querer estar conmigo y de apoyarme en todo lo que necesite... Sin duda le quería en mi vida, le quería a mi lado.



-Dani, tu ya formabas parte de mi vida en aquel momento que choqué contigo la primera vez. Comenzaste a formar parte aquella tarde en el centro comercial. No tienes porqué pedirme que te deje entrar en mi vida si ya estás dentro. Yo también quiero conocerte, quiero ser parte de tu vida, quiero ser la mujer que te haga feliz en toda la faz de la tierra, yo también quiero ser ese pilar que levante tu mundo cuando se te derrumbe, quiero despertar a tu lado, quiero estar contigo.. -Le miré- En todos los sentidos -No pude evitar sonrojarme- Quiero tocarte, quiero hablarte, quiero besarte... No voy a rechazar ni lo más mínimo lo que me estás diciendo, porque se que te importo igual o más de lo que tu me importas a mi. -hice una pausa- Aunque eso no es cierto -Reímos y coloqué mis manos en su preciosas y delicadas mejillas- Quiero que me dejes amarte Dani.



 

1 comentario:

  1. OMG!!!! Ha sido absolutamente perfecto!!!
    Me has echo llorar y todo, me encanta.
    Sigue asi porque eres una gran escritora.
    Tu novela es perfecta!!1

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