-¿Marian?
Esa
mujer... esa mujer se parecía a ella, solo que... ¿llevaba un
carro? Si, era un carro y.. estaba acompañada con un hombre y un
adolescente. Agarré la mano de Álvaro con fuerza. La mujer no se
giró, volví a llamarla y al parecer, se enteró.
Si,
es ella... La misma mujer que se presentó en casa de mis abuelos el
día antes de la boda, la mujer que me había contado todo, la mujer
que me dio la vida.
-¿Míriam?
-Preguntó al verme- Oh dios mio -Sonrió- Ven aquí cariño -Dijo
mientras abría sus brazos-
La
miré dudosa. ¿Iba o no iba? Hice una mueca y ella lo vio, suspiró
y se acercó a mi, lentamente, como si yo fuera a huir cuando se
acercarse. Acepté su abrazo. Cierto era que, aquella vez que me
contó todo, decidí perdonarla ya que, parte de culpa la habían
tenido mis supuestos abuelos pero, ella si hubiera querido me hubiera
podido buscar.
-¿Tu
no estabas... -Dijo mientras me miraba de arriba a bajo-
-S..Si
-Tartamudeé- Lo perdí. -Noté como unos brazos rodeaban mi cintura-
-Oh,
entiendo... -Se hizo un silencio incómodo- Mira, te presento a
Alberto mi... -Me miró- marido.
-Hola
-Dijo el señor, levantando la mano-
-Hola
-Y
bueno, esta pequeña se llama Liss. -Dijo mientras cogía a la
pequeña de unos.. ¿tres o cuatro años?-
-¿Es
tu... -Me callé, no me atreví a preguntar-
-Es
tu hermana -Soltó de golpe-
Y
de repente PUUUUUUUUUUM, tengo una hermana. ¿A caso no supo contarme
esto antes? Creo que... me va a dar algo.
-¿Que
haces aquí Marian? -Dije molesta. Esto me superaba-
-Hemos
venido de vacaciones -Dijo ella-
-¿Seguro?
-Alcé una ceja y me crucé de brazos. Marian miró a su marido, él
asintió y suspiró-
-Vale...
Hemos venido aquí porque Alberto quería conocerte y, no me parecía
justo, ocultarle la verdad a Liss. Ya ha sufrido una hija mía las
consecuencias, no quiero que la otra pase por lo mismo. -Volví a
alzar la ceja. ¿Se piensa que me voy a tragar ese discurso?-
-¿Te
crees que soy tonta? -Contesté tajante-
-Amor..
-Dijo Álvaro-
-No,
amor, no... ¿Porque no me dices de una vez la verdad? ¿Eh? ¿Tanto
te cuesta? ¿Tanto te cuesta decirme la verdad? Dime -Marian suspiró-
-Eres
más lista de lo que creía. -Miró al suelo- Hoy es tu cumpleaños.
-La miré-
-Si...
¿Y que? -Seguía cruzada de brazos-
-Pues,
quería... -Suspiró- Esto es difícil para mi -Me miró- Se que no
he estado en tu vida y se que de un día para el otro no puedo
aparecer de la nada y acapararte, pero he estado muucho tiempo
lamentándome, cada fecha que pasaba, no podía dejar de pensar lo
mayor que te estabas haciendo y que, a lo mejor, necesitarías a tu
madre para organizar tu cumpleaños.. Pero directos al grano, hemos
venido porque queríamos y queremos formar parte de tu vida Miriam.
Queremos estar contigo. Supongo que... ¿Feliz cumpleaños? -Alzó
los hombros y sonrió-
-Anos
anos -Dijo la pequeña sonriendo- eliz! -Alzó los brazos- Muak muak
-Tiró los brazos hacia mi, como si quisiera que la cogiera-
Miré
a mi... a Marian, ella me acerco a... ¿Liss? La cogí encantada. Era
una niña preciosa y muy idéntica a mi, a pesar que tuviera los ojos
verdes. Una vez que la tenía en brazos, Liss me abrazó y me besó
la mejilla. “Abrazo de oso”
Dijo Marian. Liss me miró divertida, hizo pucherito y me abrazó con
todas sus fuerzas. Dios, casi me ahoga. ¿Como una niña tan pequeña
podía tener tanta fuerza?
-Siento
interrumpir este momento -Dijo Álvaro- Pero amor... tenemos que
irnos ya...
-Eh..
si.. -Marian cogió a la niña- Bueno... esto... -Me rasqué la
cabeza- Supongo que nos volveremos a ver. -Arrugué las cejas.
¿Porque dije eso?-
-Si,
claro -Sonrió Marian- Nos encantaría volver a verte, Miriam.
-Si...
bueno pues... Adiós.
Levanté
la mano, para despedirme mientras la otra la tenía entrelazada con
los dedos de Álvaro. Andamos y andamos durante media hora, hasta que
Álvaro se paró delante de un hotel. Me miró y sonrió. Entramos y,
mientras me susurraba que me quedase donde estaba, él se acercó a
recepción, donde allí le dieron unas llaves. Regresó junto a mi,
me cogió de la mano y me llevó hasta los ascensores.
-¿Que
hacemos aquí? -Pregunté confusa-
-Comer.
-Sonrió-
-Pero...
El comedor está abajo. -Mordí mi labio-
-Bueno,
no solo se puede comer en el comedor -Me guiñó el ojo-
-Tengo
el culo adolorido. -Solté de repente, provocando que Álvaro soltase
una carcajada-
-Eso
no es ningún impedimento, corazón. -Besó mis labios muy
lentamente-
-¿A
caso quieres que no sobreviva al día de mi cumpleaños?
-Mmmm,
si no sobrevives a mi, me da algo. -Me guiñó el ojo. -
-Aquí
hay tema, pero vamos... -Reí-
-Habrá
que complacerte hoy. ¿No crees? -Sonrió-
-Mmm
¿Y si quiero que me complazcas aquí mismo? -Pregunté mientras me
acercaba a él lentamente-
-Por
mi, encantado. Pero en un ascensor no debe de ser muy cómodo -Dijo
mientras pasaba sus brazos por mi cintura-
-¿Y
quien dice que no? -Mordí su labio-
-No
hagas eso -Gruñó-
-¿Porqué?
-Volví a hacerlo-
-Porque
perderé los papeles. -Dijo mientras me acorralaba en la pared-
-A
mi no me importaría -Le besé-
-Mmm,
lástima que ya estemos en la planta -Dijo mientras miraba como se
abrían las puertas- Aunque, podemos seguirlo en la habitación.
-No
veo la necesidad de estar en un hotel -Arrugué las cejas- ¿No
podríamos ir a casa?
-Nope.
-Dijo mientras echó a caminar por el largo pasillo-
-¿Porque?
-Porque
no.
-Jo.
-Hice puchero-
-Venga,
acabará gustándote -Se paró en seco y me cogió en brazos-
-¡Bajame!
-Grité-
-Nope.
-Álvaro
por favor, bajame. -Bufó y me bajó- Bien echo bonito -Revolví su
pelo-
-¡Hey!
-Apartó su cabeza-
Paró
en seco, me agarró de la cintura, pegándome a él y, literalmente,
me comió la boca. Hay que ver este chico lo pasional que es cuando
le entra el venazo. Chocamos contra una puerta, Álvaro puso sus
manos en mi culo y yo di un salto, rodeando sus caderas con mis
piernas. Como pudo, abrió la puerta y me apoyó en una pared.
Mee encanta tu novelaa!! Siguee prontoo porfa... es asdfghj,un besaazo guapaa
ResponderEliminarMe alegro de que te guste!
EliminarUn besito!
Hola cielo!!!!
ResponderEliminarMe encanta como siempre jajajaja!!!
Quiero mas!!!
uhhhhhh tiene una hermana y enzima se lo dice el dia de su cumple ay madre!!!
Me encanta alvaro yo tambien quiero que me hagan eso por mi cumpleaños es un amor.
Besos, María
Creo que, no serás la única que desea que Álvaro le haga algo así en un día de cumpleaños... Principalmente porque.., ¡Yo quiero! jajajaja
EliminarMe alegra de que te guste, aunque a mi no me haya convencido mucho.
Besitos preciosa! :)