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lunes, 21 de octubre de 2013

Capitulo 72




[Narra Míriam]





Los rayos de sol se colaban por la ventana. Remoloneé un poco, me daba mucha pereza levantarme de la cama. Me giré lentamente y estiré la mano hacia el otro lado. Me levanté sobresaltada al notar la parte de la cama de Álvaro fría. ¿Donde habría ido? Miré toda la habitación y vi un ramo de rosas, enorme, encima de mi mesita. No pude evitar morder mi labio y pensar que tenía al mejor novio del mundo. Cogí el ramo, y en él vi una targetita blanca.

Feliz cumpleaños amor. Difruta de tu día, te lo mereces. Te ama, Álvaro”

Simplemente es tan asdfghjkl. Me levanté de la cama y salí de la habitación. Vi unos pétalos en el suelo que hacían un camino. Los miré extrañada y los seguí. Esos pétalos conducían hacia una de las habitaciones de invitados. Abrí la puerta y me encontré con un enorme paquete encima de la cama. Otra vez, me mordí el labio. ¿Porqué era tan perfecto? Me acerqué hacia el paquete y retiré el lazo que le envolvía con cuidado, abrí la caja lentamente y en él pude ver un vestido precioso, de color negro. Dentro de la caja, había otra nota.

Espero que el vestido te guste y haya acertado con la talla, si no, seré el peor novio del mundo”


Mordí otra vez mi labio. Salí de la habitación en busca de Álvaro y, para mi asombro, me encontré a Nala, con un lazo bastante exagerado en el cuello y el cual llevaba una caja alargada. Me agaché, cogí a Nala en brazos y le saqué el lazo junto con la caja. Lentamente abrí la caja y me encontré con una pulsera de plata, en la parte delantera estaban nuestros nombres escritos, y detrás, la fecha de cuando empezamos. Y otra vez, me encontraba mordiéndome el labio, al recordar aquel viaje a Mallorca.
Me dirigí a la cocina y me lo encontré allí, sentado en la cocina. Me abalancé sobre él.


-Jopé, no tenías porqué molestarte con tantos regalos -Le besé- Con las flores me basta -Mordí de nuevo mi labio-
-Es lo que te mereces princesita -Me besó la frente- Te mereces esto y mucho más.
-No digas eso, me siento mala persona -Suspiré-
-¿Porque? -Preguntó extrañado-
-Pues, porque yo para tu cumpleaños no te compré nada...
-Míriam... -Me abrazó- A mi me da igual, si me regalas algo o no, a parte que para esa época no estábamos juntos -Suspiró-
-Ya pero... igualmente -Hice un puchero- No tienes que gastarte el dinero en comprarme cosas, tu eres mi regalo perfecto -Sonreí- Con que sonrías y no te vayas nunca de mi lado, es suficiente. -Álvaro sonrió y me senté en sus piernas-
-Anda, vamos a desayunar que esto me ha dado trabajo...
-Nadie te ha pedido que lo hicieras amor. -Sonreí- Por cierto, todo esto tiene pinta de ser delicioso -Besé su mejilla-


Desayunamos entre mimos y risas. Nadie había llamado para felicitarme, aunque poco me importaba con tal de estar con Álvaro. Este, me dijo que me cambiara y que cogiera unos guantes y una bufanda, aunque me parecía extraño ya que empezaba a hacer calor, las cogí sin rechistar. Bajé y Álvaro estaba allí, esperando. Salimos y no sabía donde nos dirigía. Hubo un momento en que, me obligó a vendar los ojos, iba completamente agarrada en él para no caerme. Pasado un buen rato, noté que estábamos en un lugar frío y nos paramos. Álvaro me sacó la venda y pude ver donde estábamos. ¡Una pista de patinaje!


-Álv, no se patinar -Dije cuando trajo los patines-
-Para eso no tengas problema, yo te enseño -Le miré desconfiada-
-¿Tu desde cuando sabes patinar? ¿Eh? ¿Eh? No me fío..
-Gracias mujer, gracias -Rió- Se patinar, para tu información... -Suspiró- Venga, no seas quejica y vamos.


Nos pusimos los patines y los guantes, Álvaro entró confiado en la pista, no tanto como yo. Si, soy una miedica de cuidado, pero es que nunca en mi vida había patinado sobre hielo. Puse primero un pie, y al poner el otro, casi me caigo. Me agarré a la barandilla, maldiciendo a los ancestros de Álvaro.

-No te rías, capullo...
-Lo siento...es que... -Estalló en una carcajada- No agarres tan fuerte la barandilla, que la vas a romper.
-Oh, cierra el pico, barbudo. -Gruñí- Maldita la hora que me has traído aquí... ¿No ves que lo estoy pasando mal?
-Oh, venga ya, si no has dado ni un paso -Se acercó a mi- Anda, ven -Me tendió sus manos-
-¿Puedo fiarme de ti?
-Mujer, claro que si. Te fias de mi sobre otras cosas y en esto no? Vas a herir mi orgullo... -Hizo una mueca y suspiré-
-Ok.
-Principalmente, pon los pies rectos, y deslizate poco a poco con ellos. Venga, tu puedes.


Le hice caso, intenté poner los pies rectos, intenté deslizarme, pero no conseguí nada, bueno, si... una caída mortal...


-¡Oh dios mio! Que dolor! -Álvaro reía- No te rías imbécil, ayúdame a levantarme -Le tendí las manos y me levantó-


Seguíamos intentándolo, poco a poco iba logrando patinar, aunque tenía el culo adolorido y mojado.


-¡Joder Álvaro, no voy a poder sentarme en un mes! ¡Que dolor! -Dije frotándome el culo-
-Que exagerada, eso no es nada.
-¿Que no? Caete tu cada vez que patines, a ver si te va a doler el culo. -Gruñí-
-Eu, no te enfades.


Álvaro se acercó a mi y me abrazó, pero, como yo soy tan torpe, resbalé y caímos los dos, llevándome yo todo el golpe.


-Ouch -Me quejé- Álvaro, pesas mucho, me duele el culo, me duele la espalda... -Lloriqueé- ¿Haces el favor de levantarte? Me duele todo. -Hinché los morros-
-No seas llorica -Dijo mientras colocaba un mechón de mi pelo detrás de mi oreja- ¿Enserio peso tanto? -Dijo horrorizado-
-No, pero ya sabes que me encanta quejarme -Reí y le besé-
-Eres única pequeña.
-Y llorona -Le saqué la lengua-


Álvaro se levantó y me ayudó a levantarme con cuidado. Seguimos patinando, pero esta vez sin caerme. Creo que, empezaba a cogerle el tranquillo pero... ¡Tenía toda la ropa mojada!

-¿Quieres que nos vayamos? Empiezo a tener hambre y tu estás mojada.. -Dijo mientras me cogía de la mano-
-Si por favor -Suspiré- Tengo el culo adolorido -Reí-
-Quejica -Susurró-
-Te he escuchado, feo. -Le solté de la mano- Puedo ir yo sola hasta la salida, gracias.
-¿Segura? Seguro que te caes -Se burló-


Le miré desafiante, empecé a patinar hasta llegar casi a la puerta sin resbalar  Digo casi, porque me caí de culo antes de poner un pie fuera de la pista. Álvaro se reía a carcajada limpia y a mi no me hacía gracia. Vale, si, me había divertido, los golpes ya no dolían, me lo tomaba a risa cada vez que me caía, pero que se riera cada vez que me veía en el suelo, me estaba empezando a molestar. Saqué mis patines estando en la pista, me levanté como si nada y salí. Álvaro dejó de reír al instante, salió de la pista, se sacó los patines lo más rápido que pudo y me siguió hasta dentro. Una vez allí le di mis patines a la chica y ella me dio mis zapatos. Me senté en el banco y me los puse, mientras a Álvaro le daban sus zapatos. Se los puso y me abrazo.

-Vamos, no te molestes... Sabes que no lo hago con mala intención... -Besó mi mejilla-
-No, si que me molesto -Me crucé de brazos- Una cosa es que te rías las primeras veces, pero todas las que me caigo? Eso ya es exagerado... parece que solo quieres burlarte de mi. -Dije cruzándome de brazos- Me estoy hartando.
-Eu, lo siento... -Me giró- Lo siento si te ha sentado mal que me ría, no lo he echo queriendo... Vamos, mírame -Dijo levantando mi cara, obligándome a mirarlo- Sabes que te quiero ¿Verdad? -Asentí- No lo he echo con mala fe, se que eres una patosilla y una llorica, pero vamos... Hemos venido a que a divertirnos, es tu cumpleaños -Suspiré-
-Y parece que a nadie le importa -Solté-
-¿Porque lo dices? -Se rascó la cabeza- 
-Pues, porque nadie me ha llamado -Suspiré- Ni siquiera Marta... de las demás a lo mejor me lo esperaba, pero de Marta... de Marta no -Suspiré-
-A lo mejor te felicita después... -Me miró- Ya sabes, Marta está con Hugo que son culo y mierda y las chicas con los chicos igual, quizás que esta tarde te llamen o algo..
-No se... -Suspiré- Tampoco es que me importe mucho, pero... no se. -Suspiré-
-Jode, lo se -Besó mi frente- ¿Vamos a comer? Yo invito -Le miré-
-Ni se te ocurra.
-Oh, claro que si que se me ocurre, es el cumpleaños de mi novia, hoy vivirá como una princesita. -Sonrió-
-Si vivir como una princesita es llevarte golpes en el culo cada dos segundos... ¡No quiero ser una princesa! -Levanté los brazos-
-Estás loca -Dijo riendo-
-Pero me amas tal y como soy.

-Eso es verdad -Me besó la frente- 

2 comentarios:

  1. Hola cielo!!!
    Me encanta y quiero que sigas asi porque eres grande.
    Besos
    PD: siento que sia tan corto pero es que estoy de examenes y no tengo tiempo :( sorry

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    Respuestas
    1. Jajaja tontita mia! como no, siempre fiel a tus comentarios :))
      Me alegro de que te guste, en serio!
      Besazos!!!!!
      PD: Suerte para los examenes!!

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