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viernes, 18 de octubre de 2013

Capitulo 71






[Narra Blas]


Estar con ella, es lo mejor que me ha podido pasar en la vida. Ella, ella es mi mundo, mi vida. No puedo dejar de pensar en ella, en su pelo, en su sonrisa, en sus ojos, en su risa... Adoro su risa, se pone colorada como un tomate y se tapa los ojos, como queriendo pasar desapercibida. ¿Porque me trae tan loco? No lo se. Simplemente no lo se. Todo en ella me vuelve loco. A veces, masoca de mi, pienso en como sería mi vida, si no la hubiera conocido o si por alguna razón la perdiera de un día para el otro, y, siento un enorme vacío en el pecho al pensarlo. Llevamos apenas ocho meses y para mi, es como si hubiera estado con ella, toda mi vida. Definitivamente es el amor de mi vida y no quiero cambiarla por nada del mundo.


-¿Blas? -Dijo pasándome las manos por delante de la cara- ¡Hey! -Me zarandeo- ¿Quieres hacer el favor de escucharme? -Dijo indignada-
-¿Eh? Lo siento amor. ¿Que decías? -Dije rascándome la cabeza- Lo siento -Suspiré- Me he quedado en mi mundo. ¿Que me decías?
-Te decía que, creo que ya es hora de que te presente a mi familia -Me miro con... ¿miedo?-
-Eeeeeh, esto... -Volví a rascarme la cabeza- Por mi vale -Dije definitivamente- Sabes lo que opino sobre esto pero.... si es lo que tu quieres, así será -Sonreí y le di un beso-
-Te quiero -Susurró en mis labios-


La abracé como si mi vida se fuera en ello. Al separarnos, dejó un beso en mi mejilla y se fue a preparar. Apenas eran las doce de la mañana y ella había quedado con sus padres para ir a comer a las dos. Me estiré en el sofá y encendí la tele. Bien es cierto, que tengo un pánico enorme en conocer a mis suegros. ¿La razón? No caerle bien a la persona que tanto amaba mi novia, la temida suegra. ¿Que pasaría si la relación entre mi suegra y yo no es lo bastante buena? Bien es cierto que, yo no me llevo mal con casi nadie y no me gustaría tener que hacerlo con mi suegra.


Cuando me di cuenta, Eunice estaba estirada conmigo en el sofá preparada. Me desperecé y me metí en el baño, me duché y me cambié. Bajé abajo y la vi hablando por el móvil, por lo que pude deducir, estaba hablando con María y hablaban de las vacaciones de esta.
Conducí hasta casa de sus padres, estaba nervioso. Tenía la mínima esperanza de que les cayera bien, si no... podía morir en terribles sufrimientos. Aparqué el coche, nos bajamos y Eunice tocó al timbre. De la puerta, salió una mujer de mediana estatura, pelo castaño oscuro, corto y rizado, unos ojos pequeñitos y marrones, por sus gestos deducí que era su madre. Y en efectivo lo era. Ambas se abrazaron como si no se hubieran visto en años y la madre fijó su mirada en mi, poniendome aún más nervioso.


-Ho...Hola -Dije con vergüenza y me rasqué la cabeza- Soy Blas, el novio de Eunice.
-Hola Blas! -Sonrió- Encantada de conocerte... ¡Por fin te decides a venir! -Exclamó y soltó una carcajada- Anda, pasar dentro, la comida está casi echa.
-¿Ha llegado ya papá? -Dijo Eunice pasando una mirada por el comedor-
-Debe de estar apunto de llegar -Dijo su madre entrando en la cocina- Ya sabes que hasta las dos y diez no llega a casa -Levantó los hombros-
-Si... viejas manías -Rió ella- Entonces... ¿Como lo lleváis? -Preguntó con curiosidad y no entendí a lo que se refería- ¿Papá y tu ya lo habéis arreglado?
-Sip, está todo arreglado, ya sabes... las discusiones de pareja es lo que tiene... -Soltó otra carcajada y me miró- Podéis sentaros, no quiero que se os queden los pies clavados en el suelo -Eunice rió y se sentó en una silla y yo, la imité-


La puerta de la entrada se abrió, dejando ver a un hombre con traje. Eunice se levantó corriendo y se tiró en sus brazos.

-¡Jorge! -Le besó la mejilla-
-Hola hija -Dijo besándole la frente- ¿Como estás?
-Bien -Sonrió- Anda, ven, que te tengo que presentar a alguien -Dijo tirandole de la mano-
-¿A quien tienes que presentarme? ¿A tu novio? -Dijo con una cara de sorpresa-
-Sipp, anda ven. -Entraron por la puerta- Blas -Me llamó la atención- Te presento a Jorge, mi padre -Sonrió- Y bueno, él es Blas, mi novio.
-Mucho gusto de conocerle señor -Dije apretándole la mano-
-El gusto es mío -Sonrió- Si me disculpan, voy a cambiarme, odio el dichoso traje -Suspiró- Ahora regreso. -Se fue-


Estuvimos hablando y riendo con la madre de Eunice, mientras ella preparaba la cena. Su padre se sentó en el sofá, viendo la tele y básicamente, las chicas me echaron de la cocina. “Tenemos que hablar de madre a hija” dijeron. ¡Miedo me dan! Suspiré y fui con... ¿Jorge? Al sofá.


-Veo que te han excluido -Dijo echándome una mirada-
-Si.. Tenían que hablar de madre a hija -Rodé los ojos-
-Bueno, no será para tanto ¿no? -Sonrió- ¿Cuanto llevan?
-Ocho meses -Dije firme-
-Uou, eso es mucho eh -Volvió a sonreír- ¿Y lo llevan bien? Digo... no hay peleas de por medio, ni esas cosas ¿verdad?
-Ems, no... de momento no, vamos... intentamos no discutir y hablar las cosas calmados y de momento, nos va bien -Sonreí-
-¿La quieres mucho verdad?
-Con toda mi alma -Dije sincero- Ella... -Miré hacia la cocina y suspiré- Ella es mi mundo -Miré a Jorge-
-La verdad, es que la pequeña se hace querer mucho. Cuando la conocí, ella apenas tenía cinco años y era una niña bastante asustada e insegura -Suspiró- pero era tan adorable... La quise al instante que llegó a mi vida -Sonrió-
-Espera... ¿Quieres decir que ella es... adoptada? -Me sorprendí-
-¿Que? ¿Eh? No -Dijo rascándose la cabeza- ¿Ella nunca te ha contado nada? -Negué con la cabeza-
-Casi no hablamos de la familia, preferímos centrarnos en nosotros y si eso, más adelante, teníamos pensado presentarnos a los padres y ese rollo -Suspiré-
-Entiendo -Dijo desviando un momento la mirada a la televisión y me volvió a mirar- Eunice no es adoptada, lo que pasa, es que su padre... bueno, las abandonó cuando ella tenía cinco años... Yo... bueno, era un gran amigo de la familia y siempre había estado enamorado de Mari -Sonrió al recordarlo- Entonces, cuando las abandonó, yo me uní a ellos y me prometí a mi mismo, que la enamoraría. Eunice desde que empecé a salir con su madre, empezó a llamarme papá y bueno, a mi no me molestaba. La verdad es que yo la sentía como una hija biológica -Alzó los hombros-
-Entiendo...
-Pero eso si... Llegando al papel de padre sobreprotector, espero que... no le hagas daño. Ella ha tenido una infancia muy dura y la adolescencia no es que haya sido su mejor etapa... -Suspiró- Se que esto no ayuda a meterte miedo por si llegas a hacer algo en un futuro, no soy de echar broncas y esas cosas. Pero me partiría el alma verla llorar, y más verla llorar por ti... se le nota a miles de kilómetros que te adora y te quiere... No lo desperdicies porque es una chica que vale millones. -Sonrió y le asenti-
-¿Quien es una chica que vale millones? -Preguntó Eunice entrando por la puerta con la bandeja de comida-
-Ustedes dos -Dijo Jorge sonriendo- Son lo más valioso que tengo en la vida -Las abrazó-
-Bueno, vamos a comer ¿si? -Dijo Mari y me miró- Seguro que debes estar hambriento.
-Un poco, pero es soportable -Solté una pequeña carcajada-


La verdad, es que todo había resultado ser del revés. Los padres de Eunice eran muy simpáticos y la verdad es que no eran tan malos como esperaban. Pasamos la tarde con sus padres, riendo y hablando de un montón de cosas en general. Se nos había echo tarde y decidimos irnos.


-¿Ves como mis padres no eran tan malos? -Dijo una vez entró en el coche-
-La verdad es que son un amor -Sonreí-
-Pues entonces, son como tu -Dijo y me besó-
-Te quiero muchísimo amor, tenlo siempre presente -Se mordió el labio-
-Yo también te quiero muchísimo amor, pero mucho, mucho, muuuuuucho. -Mordió mi mejilla-

-Mira que eres lela -Reí- pero aún así, te quiero mucho. -Besé su frente-

1 comentario:

  1. Hola cielo!!!!!!

    Me encanta, me encanta, yo quiero ser ella!!!! jajaja
    Pobrecito Blas que tiene miedo de sus suegros jajjajaja
    Necesito más y lo sabes, asi que sube pronto!!!

    Besos, María

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