-Porque?
-Porque
no tienes ni idea lo que causas en mi
Pasó
sus manos al rededor de mis caderas y me acercó a él. Mi corazón
latía a mil por hora. Porque me ponía tan nerviosa?
-Pero
no cambiemos de tema, porque dices que tienes un vago recuerdo?
-P-Porque...
-Carraspeé- recuerdo que escuchaba unos llantos y que alguien
hablaba conmigo cada día. No reconocía la voz y por más que quería
despertar para saber quien era el que estaba conmigo y lloraba cada
noche no podía. -Hice una mueca-
-Yo...
siento si te molestó, pero...
-Para
nada. -Acaricié su mejilla- solo... recuerdo que me sentía triste
porque no lograba reconocer la voz, y sabía que realmente, el dueño
de esa voz, lo estaría pasando mal, mal por mi... por mi culpa.
-No
fue tu culpa... quizás si hubiéramos tardado un poco más, si ese
camión no se hubiera saltado el maldito stop, estaríamos bien y
felices.
-Yo...
lo siento mucho, de veras. -Escondí mi cara en su cuello-
*
Me
encontraba sentada encima de la mesa del comedor. Había desalojado
todo y había sacado todo el pilón de fotos que habían en una caja.
Intentaba ordenarlas por orden cronológico, sabía que por mi sola
no podría hacerlo, así que más o menos me fui guiando sobre la
fecha que había detrás de ellas. Desde que era pequeña, hasta
ahora. Realmente, no sirvió para nada. Los recuerdos no volvían y
yo me daba por vencida.
-Esta
foto no va aquí -Dijo él señalándola. Mis colores automáticamente
subieron-
-No?
-Nope.
Esta nos la hicimos después de Mallorca, osea, tendría que ir aquí.
-La colocó después de una foto, en la cual ambos salíamos
sonriendo y abrazados. Él con traje y yo con vestido. Esa foto me
causaba curiosidad.-
-Oye,
esta foto -La señalé- fue en Mallorca?
-Sip.
-Íbamos
a algún sitio, cierto?
-Habíamos
quedado para cenar.
-Puedes
contarme lo que pasó?
-Claro
-Sonrió-
Dejó
a la pequeña en el moisés y él se sentó en el sofá. Yo le imité.
-Esa
noche íbamos a un restaurante un poco bastante caro, yo escogí el
lugar y la comida que íbamos a comer. Habíamos cenado entre risas
y bromas. Básicamente, esa noche, fue una de las mejores. -Sus ojos
brillaban- Después del restaurante, fuimos hacia la playa, tu te
sacaste los zapatos y fuiste directa a ella. -Sonrió- Lo recuerdo
como si fuera ayer. Te veías perfecta. Nos sentamos y tu apoyaste la
cabeza en mi hombro, y me susurraste que te lo habías pasado bien,
que no te arrepentías de nada de lo que estaba pasando y yo te
respondí que nunca me imaginé que alguien me hiciera sentir tan
especial como me hacías sentir tu. Esa noche te dije que te quería,
tu no respondiste, solamente me sonreíste y te tiraste encima mío.
Y bueno... podemos decir, que esa fue la primera vez que hicimos el
amor. -Abrí los ojos -
-Enserio?
Quieres decir que lo hicimos... en medio de la playa? -Él asintió y
sonrió-
-Era
de noche Míriam, la playa estaba desierta y no había nadie,
simplemente nos dejamos llevar.
-Guau.
-Me levanté y me dirigí a la mesa, volviéndome a sentar en ella-
Nos queríamos mucho, verdad?
-Si.
-Pude ver algo de nostalgia en sus ojos- Sabes? Esa misma noche, te
dije que te vinieras aquí, a Madrid, con nosotros.
-Pero...
yo no soy de aquí? -Arrugué las cejas-
-Nop,
tu eres de Jaén.
-Y
nos conocimos en Mallorca, me equivoco?
-No.
-Entiendo...
Y que pasó?
-Estás
preguntona eh...
-No
es eso. -Volví a sonrojarme. Eso se estaba haciendo común en mi- Es
solo que, me da rabia no poder recordar nada. Han pasado casi tres
meses desde el accidente y solo tengo en mente la pelea y casi
nuestra sesión de sexo. -Mierda. Levanté la vista y le miré-
-Es
por eso, por lo que te sonrojas a menudo? -Rió divertido-
-No
tiene gracia vale? No me lo pones nada fácil, esas imágenes no
salen de mi cabeza, es como si fuera un disco rayado, no paro de
sentir tus manos recorriendo mi cuerpo, o tus labios besuqueando mi
cuello... y no me lo pones nada fácil cuando te entran los ataques
de pasearte por la casa sin camiseta.
-Tu
estabas acostumbrada a eso. -Levantó los hombros sin darle
importancia-
-Antes,
tu mismo lo has dicho, pero no ahora... -Malditas mejillas, pondría
la mano en el fuego a que, estarían apunto de explotar y habrían
restos de mi, esparcidos por toda la casa-
-Y
no te encantaría revivir algún momento de esos? -Dijo mientras
subía y bajaba las cejas-
-Cochino
-Le di un manotazo en el hombro-
No
me había dado cuenta de que él estaba tan cerca de mi. Volvió a
agarrar mi cintura, como anoche, y me acercó a él con cuidado,
supongo que, por si me asustaba. Dejé mis piernas caer por el borde
de la mesa, ya que las tenía cruzadas y rodeé sus caderas con
ellas, juntandole aún más a mi.
-Estoy
segura que a la antigua yo, eso no le habría importado. -Le miré
directamente a los ojos- Pero creo que a esta, le da un poco de
vergüenza.
-Vergüenza?
Vergüenza porque? No sería la primera vez.
-Para
mi, relativamente, si sería la primera vez. -Me sonrojé-
-Te
sonrojas muy rápido. -Se acercó poco a poco a mi, hasta llegar a
pegar nuestras frentes-
-No
se que es lo que causas en mi...
-Te
sonrojas por mi? -Mordí mi labio inferior y asentí- El labio. -Dijo
mientras lo sacaba de mis dientes-
Inconscientemente,
sonreí. Que pasaba si me mordía el labio? Supongo que nada bueno,
pero quería comprobarlo. Creo, creo que ya se por donde va la cosa
si me muerdo el labio y, creo que en estos momentos, no me
importaría. Sonreí de una forma pícara y volví a morder mi labio
inferior. Él me miró como diciéndome que me lo advirtió y,
literalmente, devoró mis labios.
Miles
de mariposas se encontraban revoloteando dentro de mi estómago.
Llevé las manos hacia su cuello y automáticamente mis dedos se
enredaron en su pelo. Tiré levemente de ellos, haciendo que él
separase sus labios de los míos y soltase un leve gruñido. Solté
una pequeña carcajada y, esta vez, fui yo quien devoró sus labios.
Sus
manos exploraban mi cuerpo, mientras mis piernas se apretaban contra
sus caderas, pegándolo más posible a mi. Metí mis manos por
debajo de su camiseta y acaricié lentamente su espalda. Él hizo lo
mismo conmigo, solo que él logró sacarla. Él se separó de mi y me
miraba. Y otra vez, mi rubor se apoderó de mi cara, debido a que no
llevaba sujetador debajo del pijama. Él se mordió el labio y, como
impulso, le volví a besar. Como podía haber pasado tanto tiempo sin
probar sus labios? Bueno, técnicamente en este caso tendría que
decir que como podía haber pasado tanto tiempo sin besarle.
Justo,
cuando su camisa estaba fuera de su sitio, el timbre de casa sonó.
Él seguía besándome, sin importar quien estuviera fuera. El timbre
se hizo insistente, me separé de él, bajé de la mesa y me coloqué
mi camiseta, mientras que él iba bufando a abrir la puerta.
-Holaaaaa!
-Se asomo una cabellera rubia por la puerta-
-H-Hola.
-Arrugué las cejas-
-Que
haces aquí melón?
-Pues,
he venido a ver a mis dos preciosidades -Dijo mientras entraba en
casa- Como estás? -Me abrazó-
-B-Bien,
supongo. -Contesté algo incómoda-
-Porque
estás tan roja? -Levantó una ceja- Oh dios mío, dime que no he
interrumpido una de vuestras sesiones de sexo salvaje.
-Carlos...
-Advirtió él-
-Encima
tenéis a la niña como testigo... como se os ocurre?! Animales, con
lo chiquita que es... -La sacó del moisés- Tienes unos padres muy
irresponsables, lo sabes verdad? -Besó su frente-
-Quieres
callarte de una puta vez? -Gritó molesto-
-Amigo...
tendrías que ir a bajarte eso.
Seguí
con la mirada lo que el chico rubio estaba señalando. Su... su cosa
había crecido un poco más de lo normal. Mis ojos casi se salen de
su lugar y como no, el rubor estaba ahí. El rubio soltó una
carcajada y él, tras rodar los ojos salió disparado hacia arriba.
-Me
podría no haber creído que no hubiera interrumpido nada, si él no
estuviera así y su camiseta no estuviera ahí tirada en el suelo.
Giré
disimuladamente para mirar hacia donde había lanzado la camiseta.
Más roja no podría estar, maldita sea.
-En
fin... no has interrumpido nada -Alcé los hombros-
-Como
te encuentras? -Cambió de tema-
-Pues,
bien. He perdido la memoria, no estoy enferma. -Me crucé de brazos-
-Lo
sé, pero debe de ser una mierda eso de no reconocer a nadie -Alzó
los hombros y se sentó en el sofá-
-No
tienes ni idea.
El
rubio puso a la niña encima de sus piernas, con cuidado. Agarró sus
pies y empezó a jugar con ellos.
-Siento
lo que pasó. -Murmuró-
-No
fue tu culpa. -Le miré-
-Lo
sé. Álvaro lo esta pasando realmente mal.
-Lo
sé.
-No
es el único -Arrugué las cejas-
-A
que te refieres?
-Te
acuerdas el día que vinimos aquí, todos? -Asentí- Ellos también
están jodidos. Sobre todo Marta.
-La
chica morena? -Él asintió-
-Si,
es bastante duro para todos que no sepas reconocernos, pero, supongo,
que es lo que nos toca aguantar.
-Sinceramente,
dudo que recuerde algo más.
-Has
recordado cosas? -Asentí- El que?
-Como,
como a mi padre, cosas que han pasado con Álvaro, incluso cuando
conocí a Àlex.
-Has...
Has vuelto a hablar con él? Has vuelto a verle?
-Hace
poco salí con él. -Levanté los hombros-
-Sientes
algo por él? -Retuve la respiración. Siento algo por él? Àlex me
hace sentir segura, me hace reír y hace que me olvide de todo lo que
me está pasando. Pero, en cambio, Álvaro me hace sonrojar, me pongo
nerviosa cuando está conmigo, y cuando está a milímetros de mí,
siento que voy a morir de lo deprisa que me late el corazón, cuando
me besa, siento mariposas en mi estómago. Pero... realmente, quiero
a Àlex?-
-Yo...
no se. -Suspiré- Creo que no. Àlex me hace reír y hace que me
olvide de todo, pero tampoco se exactamente que es estar enamorada
-Le miré- Ahora, realmente no lo se.
-Estar
enamorado.. es una cosa complicada sabes? Pero, en mi caso, cuando
estoy con Andrea, mi novia -Me miró- siento que la quiero tener a mi
lado a todas horas, siento que si ella se va de mi vida, voy a morir.
Cuando ella está cerca de mi, parezco un adolescente, mis manos
sudan y tiemblan, mi corazón se dispara cuando la tengo realmente
cerca, siento que la quiero proteger y cuidar. Con ella, veo que
tengo futuro, que ella será la madre de mis hijos y que, dentro de
cuatro meses, lo será.
Ambos
nos quedamos en silencio. El rubio le hacía cosas a la pequeña para
que riera, pero ella no le hacía caso. Escuchamos un leve carraspeo
y ambos nos giramos. Él había bajado por las escaleras, tenía el
pelo mojado y llevaba unos pantalones de chandal. Solté un suspiro y
miré al rubio.
-Quieres
quedarte a comer?
-No...
tengo que ir con Andrea. Solo he venido a ver como estabais. Siento
haber interrumpido.
-No
pasa nada. -Le sonreí-
-En
fin.
Se
levantó con cuidado y dejó a la pequeña en el moisés. Se despidió
de ambos y se fue.
-Es
realmente raro.
-Si,
pero le adorabas. -Le miré-
-Enserio?
-Si,
para ti era como un hermano. Creo que, él también lo está pasando
mal aunque intente ocultarlo.
-Me
siento tan culpable -Escondí la cara entre mis piernas, ya que
estaba sentada en el sofá-
-Porque?
Tu no has tenido la culpa.
-Porque
no dejo de hacerlos sufrir.
-Pero
es que, vuelvo a repetir, no fue tu culpa.
_____________________
MI BELLA TRAICIÓN: CAPITULO 11 http://areyouwannamakemyday.blogspot.com.es/2014/04/capitulo-11.html
@smileerauryn
Aaaaai que me encanta! *-* y que oportuno el charlie! Jajajajajaja a ver a ver como avanza esto y cuando empieza a ir mejorando su memoria.
ResponderEliminarPor favor sube capitulo
ResponderEliminarCarlos interrumpiendo jajaja ha sido muy incómodo para los dos.
ResponderEliminar¿Àlex o Álvaro? Es su decisión.
Una duda: si Álvaro no llevaba camiseta ¿cómo es que se lo quitó y está en el suelo? D:
SIGUIENTE :)