Translate

viernes, 25 de abril de 2014

Capitulo 8 ST






-Porque?
-Porque no tienes ni idea lo que causas en mi

Pasó sus manos al rededor de mis caderas y me acercó a él. Mi corazón latía a mil por hora. Porque me ponía tan nerviosa?

-Pero no cambiemos de tema, porque dices que tienes un vago recuerdo?
-P-Porque... -Carraspeé- recuerdo que escuchaba unos llantos y que alguien hablaba conmigo cada día. No reconocía la voz y por más que quería despertar para saber quien era el que estaba conmigo y lloraba cada noche no podía. -Hice una mueca-
-Yo... siento si te molestó, pero...
-Para nada. -Acaricié su mejilla- solo... recuerdo que me sentía triste porque no lograba reconocer la voz, y sabía que realmente, el dueño de esa voz, lo estaría pasando mal, mal por mi... por mi culpa.
-No fue tu culpa... quizás si hubiéramos tardado un poco más, si ese camión no se hubiera saltado el maldito stop, estaríamos bien y felices.
-Yo... lo siento mucho, de veras. -Escondí mi cara en su cuello-



*




Me encontraba sentada encima de la mesa del comedor. Había desalojado todo y había sacado todo el pilón de fotos que habían en una caja. Intentaba ordenarlas por orden cronológico, sabía que por mi sola no podría hacerlo, así que más o menos me fui guiando sobre la fecha que había detrás de ellas. Desde que era pequeña, hasta ahora. Realmente, no sirvió para nada. Los recuerdos no volvían y yo me daba por vencida.


-Esta foto no va aquí -Dijo él señalándola. Mis colores automáticamente subieron-
-No?
-Nope. Esta nos la hicimos después de Mallorca, osea, tendría que ir aquí. -La colocó después de una foto, en la cual ambos salíamos sonriendo y abrazados. Él con traje y yo con vestido. Esa foto me causaba curiosidad.-
-Oye, esta foto -La señalé- fue en Mallorca?
-Sip.
-Íbamos a algún sitio, cierto?
-Habíamos quedado para cenar.
-Puedes contarme lo que pasó?
-Claro -Sonrió-

Dejó a la pequeña en el moisés y él se sentó en el sofá. Yo le imité.

-Esa noche íbamos a un restaurante un poco bastante caro, yo escogí el lugar y la comida que íbamos a comer. Habíamos cenado entre risas y bromas. Básicamente, esa noche, fue una de las mejores. -Sus ojos brillaban- Después del restaurante, fuimos hacia la playa, tu te sacaste los zapatos y fuiste directa a ella. -Sonrió- Lo recuerdo como si fuera ayer. Te veías perfecta. Nos sentamos y tu apoyaste la cabeza en mi hombro, y me susurraste que te lo habías pasado bien, que no te arrepentías de nada de lo que estaba pasando y yo te respondí que nunca me imaginé que alguien me hiciera sentir tan especial como me hacías sentir tu. Esa noche te dije que te quería, tu no respondiste, solamente me sonreíste y te tiraste encima mío. Y bueno... podemos decir, que esa fue la primera vez que hicimos el amor. -Abrí los ojos -
-Enserio? Quieres decir que lo hicimos... en medio de la playa? -Él asintió y sonrió-
-Era de noche Míriam, la playa estaba desierta y no había nadie, simplemente nos dejamos llevar.
-Guau. -Me levanté y me dirigí a la mesa, volviéndome a sentar en ella- Nos queríamos mucho, verdad?
-Si. -Pude ver algo de nostalgia en sus ojos- Sabes? Esa misma noche, te dije que te vinieras aquí, a Madrid, con nosotros.
-Pero... yo no soy de aquí? -Arrugué las cejas-
-Nop, tu eres de Jaén.
-Y nos conocimos en Mallorca, me equivoco?
-No.
-Entiendo... Y que pasó?
-Estás preguntona eh...
-No es eso. -Volví a sonrojarme. Eso se estaba haciendo común en mi- Es solo que, me da rabia no poder recordar nada. Han pasado casi tres meses desde el accidente y solo tengo en mente la pelea y casi nuestra sesión de sexo. -Mierda. Levanté la vista y le miré-
-Es por eso, por lo que te sonrojas a menudo? -Rió divertido-
-No tiene gracia vale? No me lo pones nada fácil, esas imágenes no salen de mi cabeza, es como si fuera un disco rayado, no paro de sentir tus manos recorriendo mi cuerpo, o tus labios besuqueando mi cuello... y no me lo pones nada fácil cuando te entran los ataques de pasearte por la casa sin camiseta.
-Tu estabas acostumbrada a eso. -Levantó los hombros sin darle importancia-
-Antes, tu mismo lo has dicho, pero no ahora... -Malditas mejillas, pondría la mano en el fuego a que, estarían apunto de explotar y habrían restos de mi, esparcidos por toda la casa-
-Y no te encantaría revivir algún momento de esos? -Dijo mientras subía y bajaba las cejas-
-Cochino -Le di un manotazo en el hombro-

No me había dado cuenta de que él estaba tan cerca de mi. Volvió a agarrar mi cintura, como anoche, y me acercó a él con cuidado, supongo que, por si me asustaba. Dejé mis piernas caer por el borde de la mesa, ya que las tenía cruzadas y rodeé sus caderas con ellas, juntandole aún más a mi.


-Estoy segura que a la antigua yo, eso no le habría importado. -Le miré directamente a los ojos- Pero creo que a esta, le da un poco de vergüenza.
-Vergüenza? Vergüenza porque? No sería la primera vez.
-Para mi, relativamente, si sería la primera vez. -Me sonrojé-
-Te sonrojas muy rápido. -Se acercó poco a poco a mi, hasta llegar a pegar nuestras frentes-
-No se que es lo que causas en mi...
-Te sonrojas por mi? -Mordí mi labio inferior y asentí- El labio. -Dijo mientras lo sacaba de mis dientes-

Inconscientemente, sonreí. Que pasaba si me mordía el labio? Supongo que nada bueno, pero quería comprobarlo. Creo, creo que ya se por donde va la cosa si me muerdo el labio y, creo que en estos momentos, no me importaría. Sonreí de una forma pícara y volví a morder mi labio inferior. Él me miró como diciéndome que me lo advirtió y, literalmente, devoró mis labios.

Miles de mariposas se encontraban revoloteando dentro de mi estómago. Llevé las manos hacia su cuello y automáticamente mis dedos se enredaron en su pelo. Tiré levemente de ellos, haciendo que él separase sus labios de los míos y soltase un leve gruñido. Solté una pequeña carcajada y, esta vez, fui yo quien devoró sus labios.

Sus manos exploraban mi cuerpo, mientras mis piernas se apretaban contra sus caderas, pegándolo más posible a mi. Metí mis manos por debajo de su camiseta y acaricié lentamente su espalda. Él hizo lo mismo conmigo, solo que él logró sacarla. Él se separó de mi y me miraba. Y otra vez, mi rubor se apoderó de mi cara, debido a que no llevaba sujetador debajo del pijama. Él se mordió el labio y, como impulso, le volví a besar. Como podía haber pasado tanto tiempo sin probar sus labios? Bueno, técnicamente en este caso tendría que decir que como podía haber pasado tanto tiempo sin besarle.

Justo, cuando su camisa estaba fuera de su sitio, el timbre de casa sonó. Él seguía besándome, sin importar quien estuviera fuera. El timbre se hizo insistente, me separé de él, bajé de la mesa y me coloqué mi camiseta, mientras que él iba bufando a abrir la puerta.

-Holaaaaa! -Se asomo una cabellera rubia por la puerta-
-H-Hola. -Arrugué las cejas-
-Que haces aquí melón?
-Pues, he venido a ver a mis dos preciosidades -Dijo mientras entraba en casa- Como estás? -Me abrazó-
-B-Bien, supongo. -Contesté algo incómoda-
-Porque estás tan roja? -Levantó una ceja- Oh dios mío, dime que no he interrumpido una de vuestras sesiones de sexo salvaje.
-Carlos... -Advirtió él-
-Encima tenéis a la niña como testigo... como se os ocurre?! Animales, con lo chiquita que es... -La sacó del moisés- Tienes unos padres muy irresponsables, lo sabes verdad? -Besó su frente-
-Quieres callarte de una puta vez? -Gritó molesto-
-Amigo... tendrías que ir a bajarte eso.

Seguí con la mirada lo que el chico rubio estaba señalando. Su... su cosa había crecido un poco más de lo normal. Mis ojos casi se salen de su lugar y como no, el rubor estaba ahí. El rubio soltó una carcajada y él, tras rodar los ojos salió disparado hacia arriba.

-Me podría no haber creído que no hubiera interrumpido nada, si él no estuviera así y su camiseta no estuviera ahí tirada en el suelo.

Giré disimuladamente para mirar hacia donde había lanzado la camiseta. Más roja no podría estar, maldita sea.

-En fin... no has interrumpido nada -Alcé los hombros-
-Como te encuentras? -Cambió de tema-
-Pues, bien. He perdido la memoria, no estoy enferma. -Me crucé de brazos-
-Lo sé, pero debe de ser una mierda eso de no reconocer a nadie -Alzó los hombros y se sentó en el sofá-
-No tienes ni idea.

El rubio puso a la niña encima de sus piernas, con cuidado. Agarró sus pies y empezó a jugar con ellos.

-Siento lo que pasó. -Murmuró-
-No fue tu culpa. -Le miré-
-Lo sé. Álvaro lo esta pasando realmente mal.
-Lo sé.
-No es el único -Arrugué las cejas-
-A que te refieres?
-Te acuerdas el día que vinimos aquí, todos? -Asentí- Ellos también están jodidos. Sobre todo Marta.
-La chica morena? -Él asintió-
-Si, es bastante duro para todos que no sepas reconocernos, pero, supongo, que es lo que nos toca aguantar.
-Sinceramente, dudo que recuerde algo más.
-Has recordado cosas? -Asentí- El que?
-Como, como a mi padre, cosas que han pasado con Álvaro, incluso cuando conocí a Àlex.
-Has... Has vuelto a hablar con él? Has vuelto a verle?
-Hace poco salí con él. -Levanté los hombros-
-Sientes algo por él? -Retuve la respiración. Siento algo por él? Àlex me hace sentir segura, me hace reír y hace que me olvide de todo lo que me está pasando. Pero, en cambio, Álvaro me hace sonrojar, me pongo nerviosa cuando está conmigo, y cuando está a milímetros de mí, siento que voy a morir de lo deprisa que me late el corazón, cuando me besa, siento mariposas en mi estómago. Pero... realmente, quiero a Àlex?-
-Yo... no se. -Suspiré- Creo que no. Àlex me hace reír y hace que me olvide de todo, pero tampoco se exactamente que es estar enamorada -Le miré- Ahora, realmente no lo se.
-Estar enamorado.. es una cosa complicada sabes? Pero, en mi caso, cuando estoy con Andrea, mi novia -Me miró- siento que la quiero tener a mi lado a todas horas, siento que si ella se va de mi vida, voy a morir. Cuando ella está cerca de mi, parezco un adolescente, mis manos sudan y tiemblan, mi corazón se dispara cuando la tengo realmente cerca, siento que la quiero proteger y cuidar. Con ella, veo que tengo futuro, que ella será la madre de mis hijos y que, dentro de cuatro meses, lo será.


Ambos nos quedamos en silencio. El rubio le hacía cosas a la pequeña para que riera, pero ella no le hacía caso. Escuchamos un leve carraspeo y ambos nos giramos. Él había bajado por las escaleras, tenía el pelo mojado y llevaba unos pantalones de chandal. Solté un suspiro y miré al rubio.

-Quieres quedarte a comer?
-No... tengo que ir con Andrea. Solo he venido a ver como estabais. Siento haber interrumpido.
-No pasa nada. -Le sonreí-
-En fin.

Se levantó con cuidado y dejó a la pequeña en el moisés. Se despidió de ambos y se fue.

-Es realmente raro.
-Si, pero le adorabas. -Le miré-
-Enserio?
-Si, para ti era como un hermano. Creo que, él también lo está pasando mal aunque intente ocultarlo.
-Me siento tan culpable -Escondí la cara entre mis piernas, ya que estaba sentada en el sofá-
-Porque? Tu no has tenido la culpa.
-Porque no dejo de hacerlos sufrir.
-Pero es que, vuelvo a repetir, no fue tu culpa.



_____________________

MI BELLA TRAICIÓN: CAPITULO 11                       http://areyouwannamakemyday.blogspot.com.es/2014/04/capitulo-11.html






@smileerauryn




3 comentarios:

  1. Aaaaai que me encanta! *-* y que oportuno el charlie! Jajajajajaja a ver a ver como avanza esto y cuando empieza a ir mejorando su memoria.

    ResponderEliminar
  2. Carlos interrumpiendo jajaja ha sido muy incómodo para los dos.
    ¿Àlex o Álvaro? Es su decisión.
    Una duda: si Álvaro no llevaba camiseta ¿cómo es que se lo quitó y está en el suelo? D:
    SIGUIENTE :)

    ResponderEliminar