Translate

lunes, 7 de julio de 2014

Capitulo 13 ST





POV ÁLVARO


Para cuando subió, ella se encontraba con mi camisa y con la niña en brazos, dándole el biberón.

-Esta niña come más de lo que habla -Suspiró- Esta noche no ha aguantado nada, se ha comido como cuatro bibes y aún seguía teniendo hambre.
-¿Quieres que le de yo? -Pregunté, ella asintió-

Al sacarle el biberón de la boca de la niña, comenzó a llorar desesperadamente. La puse entre mis brazos, con delicadeza y tomé el biberón, poniéndolo en su boca.


-Tienes que dejar que la leche llene toda la tetilla y que no haga burbuja. Las burbujas son malas para ella, le llena el estómago y después no para con el hipo.

Asentí levemente y me fijé en darle bien el bibe. La pequeña Leire, miraba hacia todos los lados, mientras succionaba de la tetilla. Ella había heredado mis ojos, sin duda. Ese clásico verde que, solo las personas especiales teníamos. Aunque, nariz y boca era igual que su madre. Sin duda, al día de mañana, tendría que apartar a todos los críos babosos que se acercasen a ella.

-¿En que piensas? -Dijo sacándome de mis pensamientos-
-¿Eh? No... em, es solo que... es preciosa. -Dije mientras observaba a mi comilona hija-
-Si -Suspiró- Temo a que sea una rompecorazones. -Dijo mientras se sentaba en la cama y apoyaba su cabeza en mi hombro-
-Para eso estaré yo, para cuidar que eso no pase.
-Tampoco hay que ser tan estrictos.
-¿Que no? Por favor, has visto que ha heredado mis ojos? Eso hará que un montón de chicos se fijen en ella, a parte de que, es igualita que su madre. Y su madre, es un bellezón, así que, creo que optaré por encerrarla en una torre a mil metros de altura y nosotros nos encargaremos de darle clases.
-¿Eres tonto? -Dijo, mientras me daba una colleja- La niña hará lo que le de la gana, y listo. A parte, ya habrá tiempo para castigarla, ahora, solo hay que observar como crece y admirarla.
-Niña, ¿a quien saliste tan comilona? -Dije una vez que se acabó el biberón-

Subí a la pequeña Leire a mi hombro y, con cuidado, le daba palmas en la espalda, hasta que eructo. Ambos nos estiramos en la cama y dejamos a la niña entre medio de nosotras.

-¿No sería mejor traer la cuna a esta habitación, así la niña dormiría con nosotros?
-¿Y que nos escuche cuando a ti te entren ganas de... ya sabes, hacer eso? -Subió las cejas- Ni de coña. Está bien en su cuarto.
-Pero puede sentirse sola
-Pero podemos traumarla y no quiero que le tenga pánico al sexo porque sus padres lo hacían con ella en la habitación.
-Bueno, solo era una idea -Hice puchero- No hace falta que me comas.
-Y no te como. -Acarició mi mejilla- Es solo que es una idea disparatada, tal vez, más adelante podríamos replantearlo.
-Quizás.
-Por cierto... ¿Marta donde está?
-Ems, pues salió ayer por la noche con Hugo y el bebé. Creo que habían quedado para hablar como harán para turnarse a la niña o algo así.
-Ojalá se arreglen. Lo que menos necesita un bebé es que sus padres estén separados.
-Si...


Ambos nos quedamos callados, mirando a la pequeña que no paraba de mover los brazos y las piernas con euforia. Míriam de vez en cuando le tocaba la barbilla y la pequeña sonreía. Definitivamente, era la niña de mis ojos. Las amaba. A las dos.


**


El día había pasado volando. A la hora de comer, decidí que era mejor irme. Al despedirme, besé sus labios lentamente, disfrutando del beso. Ella sonrió y besó mi mejilla antes de cerrar la puerta. Habíamos acordado que, mientras intentaba enamorarla seguiría viviendo en casa de Dani y María, pero que podía ir cuando quisiera a verlas, incluso me permitía pasar algunas noches con ella.

-¿Se puede? -Preguntaron desde el otro lado de la puerta-
-Claro, pasa.

Una cabellera marrón entró en la habitación. Me senté en la cama, dejándole espacio para que se sentara.

-¿Como ha ido?
-Bien. -Sonreí-
-¿Si?
-Ajam. -Afirmé-
-No seas así, explícame.
-Está bien -Bufé- Cuando salí de aquí, fui a comprar un ramo de rosas, llegué allí, hablamos, pasaron cosas y volvimos a hablar. -Alcé los hombros-
-¿En que habéis quedado?
-En que, intentaré conquistarla y hacer lo posible para que recupere la memoria. Si en un largo tiempo, ella no siente nada y es capaz de recordar o no, la dejaré tranquila. Todo depende de ella.
-Sabes que si no logras hacerlo, sufrirás. ¿Verdad?
-Si, lo sé. -Suspiré- ¿Pero que quieres que haga? Tan solo ha pasado una semana desde que me fui y me siento como el mayor capullo de la historia. No quiero que las cosas se vuelvan a repetir. No quiero perderla y después pensar que podría estar a su lado si no hubiera sido tan gilipollas. -Suspiré- No voy a dejar de luchar por ella. Haré todo lo posible para que vuelva a enamorarse de mi. -Dije convencido-
-¿Y que piensas hacer?
-Supongo que lo típico. -Alcé los hombros- Ya sabes, llevarla a cenar, salir juntos a tomar un café, ir al cine... no sé.
-¿Cuando piensas empezar?
-¿Sinceramente? No lo se. No se ni lo que voy a hacer. -Pasé mis dedos entre mi pelo, tirando levemente de él-
-¿Necesitas ayuda? -Arqueó una ceja-
-¿Que podrías ofrecerme?
-Mmm, no sé, quizás una cena romántica y después la llevas a la playa...
-María, en Madrid no hay playa. -Solté una carcajada-
-Cierto... -Se sonrojó- Pues no sé, lo típico, llevala al cine y después vais a cenar. Sorprédela. Sabes lo mucho que le gustaba que la sorprendieras.
-Cierto, pero no tengo ideas.
-¡Ya sé! -Gritó-
-¿Que pasa por tu cabeza loca?
-¿Que te parece una cena, arriba en la terraza, a la luz de la luna y unas cuantas velas?

Abracé a María. Era una de las mejores ideas que había tenido hasta ahora.

-¡Eso es genial! Dios, no sabes cuanto te adoro.
-Lo sé. -Guiñó el ojo-

Se levantó sin decir nada y salió de la habitación. Yo me quedé pensando. ¿Que podría hacer para cenar? Tenía que sorprenderla. ¿Como haría que ella se sintiera a gusto a mi lado?

La puerta volvió a abrirse.

-¿Que haces aquí?
-Mira que eres pesado. ¿Como piensas subir arriba? Ni siquiera tienes la llave del tejado, idiota.
-Cierto.
-Anda, toma -Me lanzó la llave- Sabes que, allí arriba nadie sube... tendrás que limpiarlo.
-Lo sé -Suspiré- Será mejor que me ponga manos a la obra. -Me levanté y me estiré, haciendo crujir mi espalda.
-¿A estas horas?
-Sip
-Pero está anocheciendo Álvaro.
-No pasa nada, hay que aprovechar las noches de verano -Le guiñé el ojo-


Me dirigí hacia la cocina, cogí un saco de basura, la escoba y el recogedor. Subí las escaleras lo más rápido que pude, abrí la puerta y la cerré, metiendo las llaves en uno de mis bolsillos del tejano. Dejé las cosas en el suelo y encendí una de las luces que habían. Iluminaban super poco, pero algo haría.

Empecé a barrer toda la mierda que se encontraba acumulada. Normal que nadie subiera aquí arriba. ¡Estaba lleno de mierda! Literalmente. Todos los cartones y pinzas que habían por el suelo las tiré al saco. Nunca había visto tanto polvo y tanta tierra juntos en mi vida.

Me rendí. Había echo mucho por hoy. Cogí el saco, junto la escoba y el recogedor. Bajé al piso de Dani y María y dejé, en la puerta, los utensilios. Después, bajé a la calle y tiré la bolsa en el contenedor. Mañana sería un día muy largo de limpieza.


**


El despertador sonaba. Me levanté de un salto. Me vestí y fui a la cocina a desayunar algo. Hoy sin duda, sería un día muy largo.

Después de desayunar, volví a coger la escoba y el recogedor, junto con el cubo y la fregona. Subí arriba. Acabé de barrer lo que faltaba. Llené el cubo de agua, con el grifo podrido que había allí. Por un momento, pensé que no saldría el agua o que saldría sucia, pero no, sin ningún problemas salió.

Como buena ama de casa, dejé todo el patio impecable, la mierda había desaparecido y el suelo se veía muchísimo más limpio que anteriormente. Deberían pagarme por eso. ¡Lo que tengo que hacer para tener a Míriam a mi lado!

Tendría que llamarla y decirle que me reserve un día.

-¿Hola? -Dijeron al lado de la otra línia.
-Hola princesa.
-¿Álvaro eres tu?
-Ajam.
-Oh, hola -Soltó una pequeña carcajada-
-¿Como estás?
-Bien -Se rió- Estoy aquí con la pequeña, deberías verla. ¡Me acaba de sonreír! -Mordí mi labio al escucharla con tanta emoción. ¿Porque es tan linda?-
-Lo que me estoy perdiendo -Suspiré-
-Dah, sabes que puedes venir aquí cuando quieras.
-Lo sé.
-En fin, ¿para que llamabas?
-Oh, si, cierto. Llamaba para decirte, si mañana tenías la noche libre.
-¿Mañana? Es viernes, ¿no?
-Sip
-Mmm, si, no tengo planes, de momento. ¿Porqué?
-Porque quería invitarte a cenar.
-¿A cenar? ¿Me estás pidiendo una cita? -Seguro que tendría una de sus cejas levantadas-
-Podría ser.
-Entonces, si es una cita si. -Rió por lo bajo- ¿Debo de ir muy arreglada?
-Para nada, solo debes ponerte guapa.
-¿Más de lo que soy o es que me acabas de llamar fea?
-Más de lo que eres princesa. -Sonreí- Mañana te paso a recoger a las 9. ¿Te va bien?
-Perfecto, pero... ¿con quien dejo a la niña? Marta no está. -Suspiró-
-Por ella no te preocupes. ¿Esta bien? Os paso a recoger a las 9 y dejamos a la pequeña en buenas manos.
-Perfecto.
-Entonces, hasta mañana.
-Si, hasta mañana.



Colgué. Tenía una sonrisa de bobo que no podía aguantármela. Me hacía tan feliz poder hablar con ella. 




@smileerauryn

3 comentarios:

  1. Siento haber desaparecido así sin más, sin leer ni comentar los capítulos. Pero ya he llegado hasta el último capítulo subido, comentando desde donde me quedé hasta esté. Míralo, que no te miento jajaja.
    Lo que tiene que hacer para volver ha enamorarla. Es que todo un caballero mi Álvaro :3 Esto se está convirtiendo como un amor entre adolescentes.
    Tu novela va cada vez a mejor. Es distinta a otras novelas y eso es lo principal en una novela. Me encanta :)
    SIGUIENTE :)

    ResponderEliminar
  2. dios me encanta tu novela no tengo palabras
    SIGUELAAA:)

    ResponderEliminar