POV
MÍRIAM.
El
viernes llegó, y tal como llegó, se fue.
Tan
solo faltaban cinco minutos para las nueve y aún me quedaba
recogerme el pelo. Después de tanto drama en que ponerme, opté por
un vestido negro, largo, de media manga y con un escote decente.
Leire
hoy no estaba muy fina, no dejaba de llorar cada dos por tres y,
lloraba aún más cuando la dejaba en el moisés.
El
timbre sonó. Oh, dios, salvación. Corrí hacia la puerta y la abrí.
Allí estaba él, con su barba de siempre, con su camisa negra con
las mangas remangadas hasta el codo y los dos primeros botones
desabrochados y llevaba puestos sus pantalones vaqueros.
-Suerte
que llegas. La niña no ha dejado de llorar en todo el día y solo
falta peinarme. ¿Puedes cogerla un momento y acabo de arreglarme?
-Claro
-Sonrió-
Besé
su mejilla como agradecimiento y subí corriendo las escaleras. Me
senté en mi tocador y empecé a hacerle el moño con mucha
paciencia. Cuando lo tuve listo, me eché un poco de colonia, me
calcé en mis tacones y puse lo esencial en el bolso de mano.
-Ya
estoy. ¿Nos vamos?
Él
asintió. Se levantó del sofá y dejó a la niña en el carro y
salió hacia afuera con ella. Cerré la casa con llave y nos
dirigimos hacia su coche. Mientras yo plegaba el carrito, él se
encargaba de poner bien la sillita en el asiento de atrás.
Llegamos
a un bloque de pisos, Álvaro metió el carrito con cuidado dentro
del ascensor y picó al segundo piso.
-¿Enserio
no tenéis problemas por quedaros con la pequeña? -Preguntó Álvaro
por tercera vez desde que habían abierto la puerta-
-Que
no pesado. -Dijo el chico rubio- nosotros nos encargamos de todo, si
pasa algo, ya llamaremos.
-Está
bien.
-Disfruten
de la noche -Dijo la chica morena-
Ambos
asentimos. Álvaro cogió de mi mano y entrelazó sus dedos con los
míos.
-¿A
donde vamos?
-Arriba.
Le
miré interrogante. ¿A que se refería con ir arriba?
Entramos
en el ascensor y él picó el último botón. Cuando llegamos, se
colocó detrás de mi y tapó mis ojos con sus manos.
-Cierra
los ojos -susurró- no intentes ver nada, si no, no será una
sorpresa.
Dejó
un beso en mi cuello. Escuché como una puerta se abría y me empujó
con cuidado para que avanzara.
-Voy
a destaparte los ojos, cuando te diga, abre los ojos. ¿De acuerdo?
-Asentí-
Poco
a poco, sentí como sus manos se alejaban de mis ojos. Estos aún
estaban cerrados.
Sus
manos se posaron en mis caderas, acercándome a él.
-Puedes
abrirlos, princesa. -susurró en mi oreja-
Abrí
lentamente los ojos. Quedé realmente sorprendida.
El
lugar era muy espacioso. Habían pétalos de rosas esparcidos por el
suelo. Había un colchón en el suelo, con una manta cubriéndola,
también llena de pétalos. A su lado, había una pequeña mesa con
dos velas en el centro y un par de cojines en el suelo.
-Álvaro...
esto es hermoso. -Me giré a mirarlo-
-¿Te
gusta?
-Me
gusta. -Sonreí y besé su mejilla-
-Pues
espero que te guste la comida que he echo.
-¿Has
cocinado tu? -arqueé una ceja-
-Sip,
pero no te esperes que sea algo del otro mundo.
Él
me indicó que me sentase en el suelo. Desapareció unos segundos,
para volver con una placa de cristal. La dejó encima de la mesa y le
miré curiosa.
-¿Has
hecho espaguetis para nuestra cita? -levanté una ceja divertida-
-Es
lo único que se hacer. -Agachó la cabeza-
-Que
tierno. -puse mi mano sobre la suya- seguro que están buenos.
-Eso
espero.
*
-¿Entonces
dices que casi me echo a llorar porque te arañé la espalda? -Sentí
como mis mejillas ardian-
-Sip,
te pusise muy roja como ahora. Cuando los chicos se dieron cuenta,
empezaron a molestarte y tu solo escondiste la cabeza en mi cuello.
Justo como ahora.
Solté
una pequeña carcajada.
-Me
da muchísima rabia no recordar nada. -hice una mueca contra su
cuello-
-Poco
a poco todo llegará. ¿Si?
-Ajam...
cuéntame algo más.
-¿Que
quieres que te cuente? -Preguntó mientras acariciaba mi pelo-
-Mmm,
¿como me pediste que me casara contigo?
-Ems,
si, me acuerdo. -soltó una risita- fue el día de tu cumpleaños.
-dijo mientras seguía acariciando mi pelo- esperé a que todos te
dieran los regalos, entonces, simplemente me arrodillé, te solté el
verso y aceptaste.
-¿Te
acuerdas de lo que me dijiste?
-Si
-¿Podrías
repetirmelas? -le miré y el asintió-
-¿Sabes
que te quiero verdad? Eres el amor de mi vida Míriam, quiero pasar
cada minuto, cada segundo a tu lado. Quiero hacerme mayor y envejecer
contigo. Quiero ser yo quien despierte a tu lado todos los días,
quiero ser yo quien te despierte, quiero ser yo quien te ame, quien
te haga reír... Quiero ser tu último. Se que hemos tenido problemas
-Se acercó a mi- Todos por mi culpa, y, estoy muy arrepentido de
ellos. Te has alejado de mi, te has ido de mi lado, sentí que te
perdía, sentí que ya no te tendría a mi lado. -Suspiró y me miró-
Es cierto todo eso de que te das cuenta cuando vale una persona para
ti una vez que la pierdes. Daría mi vida por ti, sin importar el
resto.
Por un momento, sentí un
leve mareo, una opresión en el pecho. Si. Recordaba esas palabras.
Ese momento.
-Una cosa, antes de
iros. -Dijo Álvaro llamando la atención de todos- Bueno... eh...
todavía falta mi regalo -Dijo mientras se sonrojaba-
-¿Te acabas de
sonrojar? -Pregunté- No me lo puedo creer.
-Si bueno... eh...
-Carraspeó- A ver, se que es un poco precipitado. ¿Sabes que te
quiero verdad? -Asentí- Bueno, pues.. Yo quería decirte que... Eres
el amor de mi vida Míriam, quiero pasar cada minuto, cada segundo a
tu lado. Quiero hacerme mayor y envejecer contigo. Quiero ser yo
quien despierte a tu lado todos los días, quiero ser yo quien te
despierte, quiero ser yo quien te ame, quien te haga reír... Quiero
ser tu último. Se que hemos tenido problemas -Se acercó a mi- Todos
por mi culpa, y, estoy muy arrepentido de ellos. Te has alejado de
mi, te has ido de mi lado, sentí que te perdía, sentí que ya no te
tendría a mi lado. -Suspiró y me miró- Es cierto todo eso de que
te das cuenta cuando vale una persona para ti una vez que la pierdes.
Daría mi vida por ti, sin importar el resto.
-Vete al grano Álvaro,
estamos ansiosos -Dijo Carlos-
-Como siempre,
rompiendo el momento bonito, eres un palurdo -Dijo Dani y le pegó
una colleja. Todos reímos-
Álvaro se levantó un
poco los pantalones, se agachó apoyando todo el peso en una pierna,
con una mano cogió mi mano y con la otra se la metió en el
bolsillo, sacando una pequeña caja azul oscura de terciopelo. Oh
dios mio. Dime que no es lo que creo que es. Miré a Marta y esta
estaba abrazada con Hugo, mirándonos demasiado... ¿Emocionada?
Volví a mirar a Álvaro, abrió la caja y dejó ver un precioso
anillo con un diamante chiquitillo. Dios, creo que me voy a caer, me
voy a desmayar. Me flaquean las piernas.
-Míriam... -Dijo
mientras sacaba el anillo- ¿Quieres casarte conmigo?
Me miró a los ojos,
lentamente se levantó. No sabía que hacer, ni que decir. ¡Pero di
algo tonta! ¿Que hago? ¿Que digo? ¿Quiero casarme? Si, claro que
quiero, pero no todavía, no quiero que me mal interprete, pero yo
ahora no quiero casarme... Tengo que acabar la universidad... Dios,
porque estás quieta. Tienes la mirada de todos, incluso la de él
encima tuya y no dices nada.
Le miré y, una
sonrisilla tonta se me escapó, seguida de un par de lágrimas.
-Si -Susurré-
-¿Que has dicho?
-Preguntó mi abuela y la fulmine-
-Si, si, si. -Me eché
encima de él- Claro que quiero. -Le besé-
-¿Princesa?
¿Princesa, te encuentras bien? ¿Me escuchas? -me zarandeó-
-Yo...
yo..
-Ey,
ey. -llamó mi atención- te sangra la nariz.
Se
separó de mi, levantándose del colchón a por unos pañuelos de
papel. Limpió con cuidado la sangre que caía de mi nariz.
-¿Estas
bien?
-Lo
recuerdo Álvaro.
Él
me miró extrañado.
-¿Que
recuerdas princesa?
-Recuerdo
como... como me pediste que me casara contigo. -sentí como un par de
lágrimas caían por mis mejillas- lo recuerdo Álvaro.
Me
estrujó contra su pecho. Empezó a repartir besos por toda mi cara,
acabando en mis labios.
No
tardé en responder el beso. Me acomodé encima de él, poniendo cada
pierna a un lado, quedando a horcajadas. Sus manos recorrieron mi
espalda y se quedaron en mis caderas. Rodeé su cuello con mis brazos
y entrelacé mis manos con su pelo, tirando de el levemente. Álvaro
soltó un jadeo sobre mis labios.
Poco
a poco, me acostó en esa cama, encima de los pétalos. Sus manos
bajaron hasta mis muslos y poco a poco, subió mi vestido hasta mi
cadera, y su mano se quedó en mi culo. Lo apretó, haciendo que mi
cuerpo se levantase para querer estar aún más cerca de él. Tan
cerca que, no entendía, porque me asustaba.
-Para...
para, por favor. -Dije mientras me separaba de él-
Álvaro
se separó de mi, y arrugó las cejas.
-¿Que
pasa?
-Yo..
Yo... todo esto... creo que... -me quedé callada-
-Princesa,
¿estas bien?
Temblé,
cuando tocó mi mejilla como si esta se fuera a romper.
-Siento
que vamos demasiado rápido. -Solté- se que lo que pasó el otro
día. Se que, puedo parecer una desesperada en busca de sexo, pero...
esto va demasiado rápido. Quiero decir, yo no se si soy así, o si
no soy así. Pero, realmente, no me siento preparada pera esto. ¡Es
que ni siquiera yo me entiendo! -Alcé la voz-
-Eh,
eh... tranquila. -Me acurrucó contra su pecho- Yo no tengo prisa.
Olvida lo del otro día. Te dije que si iba a carecer de sexo, lo
carecería, solo para volver a conquistarte. Realmente me importa
poco el sexo.
-Pero
se que abra algún día que lo necesites y tengo miedo de que puedas
recurrir a otra persona. -Suspiré-
-No
lo haré. -acarició mi mejilla-
-¿Como
puedes estar tan seguro?
-He
cometido muchos errores contigo en esta relación. No pienso cometer
ninguno mas. Quiero estar contigo, solamente contigo, y si eso
implica que no vamos a hacer el amor, pues... no haremos el amor. Mi
prioridad es que tu estés bien, y que logres recordarme. Quiero que
me quieras igual como te quiero yo. Quiero que logres recordar todo
lo que hemos pasado juntos. Como ya te he dicho, quiero envejecer
contigo.
_________________________
¿Me podéis hacer un favor? ¿Si? Es simple. Solo necesito que entréis aquí https://evenenough.blogspot.com/. Es un enlace que acabo de hacer de una novela que se me acaba de ocurrir. No estáis obligadas a leerla, para nada. No tiene nada que ver con Auryn (aviso). Es una historia trágica, o eso quiero hacer. Tan solo necesito que os paséis por ese link, que la leais y que escribáis vuestro comentario respeto si queréis que suba el prólogo o no. Porfiiiii, no os cuesta nada. Besitoooos!
https://evenenough.blogspot.com/
¿Me podéis hacer un favor? ¿Si? Es simple. Solo necesito que entréis aquí https://evenenough.blogspot.com/. Es un enlace que acabo de hacer de una novela que se me acaba de ocurrir. No estáis obligadas a leerla, para nada. No tiene nada que ver con Auryn (aviso). Es una historia trágica, o eso quiero hacer. Tan solo necesito que os paséis por ese link, que la leais y que escribáis vuestro comentario respeto si queréis que suba el prólogo o no. Porfiiiii, no os cuesta nada. Besitoooos!
https://evenenough.blogspot.com/
@MiriamGarrido_
Capítulo corto, pero hermoso. Es que Álvaro es un amor preparándole todo esto. Él daría todo por ella y eso significa amor verdadero. Aish, que bien que empieza a recordar.
ResponderEliminarSIGUIENTE :)
P.D: intentaré leerla. No prometo nada porque no sé si tendré tiempo, pero lo intentaré :)
Sabes que siempre son cortitos, mi imaginación no da para mucho jajajajaja
EliminarHola cielo!!!
ResponderEliminarMe encanta el capítulo cada vez estoy mas enamorada mas de Alvaro es un amor de persona.
Con ganas de saber mas!!!!
pd: intentare leerla pero aun tengo que leer la de mi bella traicion
Me ha encantado este capitulo, espero que la sigas ya que es fantastica.
ResponderEliminarPd: Nunca pense que me gustaria tantp una novela.