Había
pasado la semana volando. Marta se había ido a vivir conmigo, según
ella, para así tener más tiempo libre con Àlex, pero, lo que menos
me apetecía en estos momentos era descuidarme de ella. Tenía
responsabilidades y no podía irme por las ramas. Álvaro venía de
vez en cundo a ver a la pequeña o a llevársela. Mientras que Marta
se quedaba con Abel, encerrada en casa todo el día. Según ella, no
quería salir para encontrarse con... Hugo? Si, creo que se llama
así.
No
podía negar, que entre Àlex y yo las cosas iban viento en popa, él
era super atento conmigo y siempre estaba ahí cuando me entraban los
bajones y, se lo agradecía muchísimo.
Con
sus amigos, todo iba bien, les cogí cariño en menos de dos días y,
según Àlex, siempre le están diciendo que vaya con ellos o que les
haga una pequeña visita como la última vez. Solo de pensar, en los
unicornios rosas con alas azules y cuerno dorado, me entra la risa.
Están como una cabra.
-Míriam,
acaba de llegar un sobre para ti. – Dijo Marta mientras dejaba el
sobre encima de la mesa y con una mueca –
–Es
un sobre muy grande, no crees? --Imité su gesto –
–Esto
no tiene buena pinta.
–Lo
se.
Di
un suspiro, dejé a la pequeña Leire en el moisés y fui directa a
coger el sobre. En el se veían perfectamente las letras. “Acta
de divorcio”. Me
quedé helada, miraba el papel fijamente y de reojo, podía ver el
nerviosismo de Marta.
–Que
es? – Preguntó mientras jugaba con sus manos –
-Acta
de divorcio. -Mi voz se quebró-
-Maldito
cobarde -Susurró y se abalanzo sobre mi- Lo siento... lo siento
tanto.
-No...
Yo... -Me quedé callada, no sabía ni que decir-
*
Me
partía el alma ver a Míriam tan mal, no podía. Tal y como me dijo
que era una acta de divorcio, después de abrazarla, cogí mis cosas
y me largué de esa casa. Tenía que hablar muy seriamente con
Álvaro. Porque siempre acababa haciendo lo mismo? Porque siempre
acababa abandonandola? A caso había estado jugando con ella hasta
ahora?
No
podía creerlo. Estaba completamente bloqueada. Tenía tantas cosas
que decirle, tanto que reprocharle que era imposible acordarme de
todo.
Álvaro
se estaba quedando en casa de Dani y María, mientras que él
encontraba algo, donde poder vivir, ya que, obviamente, no se iría
al estudio. Toqué el timbre como una desesperada, para que abrieran
la maldita puerta. Este se iba a enterar de lo que vale un peine.
Como se atrebe?
La
puerta por fin se abrió y se asomó un Álvaro dormido, rascándose
los ojos. Le empujé con toda mi fuerza (que era poca) y entré a
dentro.
-Se
puede saber que coño haces? -Grité alterada- Como puedes hacerle
eso? Como puedes dejarla sola? Porque vuelves a repetir el mismo
error una y otra vez?
-De
que me estás hablando?
-De
que te estoy hablando? De que te estoy hablando? -Repetí y reí
irónicamente- De esto estoy hablando -Le tiré el sobre en el pecho-
Pero que clase de pesona eres tu? Dime, alguna vez la has querído de
verdad?
-No
sabes de lo que estás hablando.
-Oh,
claro que si sé de lo que estoy hablando, cariño. -Sonreí- Cuando
pasa algo grabe, siempre te alejas, la dejas sola, dejas que se
enfrente todo esto sola. No sabes lo que es tenerla llorando noche
tras noche, porque no recuerda una mierda, porque se siente inferior
a todos nosotros por el simple echo de que no recuerda. Llora, llora
por ti, porque pensaba que te tenía a su lado, porque te estaba
cogiendo cariño. Mierda Álvaro! -Grité- Como puedes ser tan ciego
y tan estúpido? -Llevé las manos a mi cabeza- No te mereces a
Míriam, no te mereces ni siquiera ver a tu hija.
-Que
está pasando aquí? -Se asomó una María tranquila- Porque tanto
grito?
-Porque
él -Le señalé- No tiene nada mejor que hacer, que enviarle los
papeles de divorcio a Míriam, y de abandonarla de nuevo. Como puedes
ser tan caradura? Enserio tu juras amarla? Porque vamos, si eso es
amar, te aplaudo. -Empecé a aplaudir-
-Callate
Marta. -Gruñó Álvaro-
-Que
me calle? Después de todo lo que has echo quieres que me calle?
-Reí- Estás muy equivocado Álvaro.
-Tu
no eres nadie para decirme lo que debo de hacer.
-Bueno,
para ti quizás no sea nadie, pero para ella si. Soy lo único que
tiene ya que, tu, muy cobarde has huido de su lado, otra vez. Dime,
cuando te vas a dar cuenta que, cuando quieras volver con ella, ella
ya no estará para tí? Cuando te vas a dar cuenta que ella te
necesita a su lado? Ni siquiera la amas, por el amor de dios.
-Si
que la amo. La amo.
-La
amas? -Reí- Enserio? Si tanto la amases no estarías aquí, estarías
allí, ayudándola a recordar y esos papeles ni siquiera existirían.
Ahora, dime la verdad, cada lágrima, cada sollozo, cada palabra que
le dijiste cuando estaba en coma era verdad? Porque sinceramente no
me lo creo.
Dani
y María miraban expectantes la conversación. Álvaro tenía la
cabeza agachada y se rascaba la nuca. Sabía que estaba siendo algo
cruel con él, pero necesitaba abrirle los ojos.
-Intenta
recuperarla Álvaro -Me di por vencida, al ver que no me contestaba-
Tu no eres nada sin ella, y ella no es nada sin ti. Haz algo, antes
de que sea demasiado tarde. Àlex anda revoloteando por alrededor
suyo desde que sabe que no estás y, un día de estos, no me
extrañaría que, te quedaras fuera de su vida para siempre.
Y
tal como llegué, me fui.
*
Marta
se había ido de repente, sin decir nada. Llevaba más de una hora
fuera de casa. Leire estaba dormida y Abel, estaba entre mis brazos,
tranquilo y mirando todo lo que tenía a su alrededor. Estaba
aburrida, no daban nada por la tele, y tampoco estaba por la labor de
buscar algo que mirar, ya que mis nervios se fueron con Marta. Donde
podría haber ido?
Dejé
a Abel en el moisés y fui hacia la cocina para hacerme un bocata,
estaba muerta de hambre. Un portazo en la puerta principal se
escuchó. Salí corriendo a ver que pasaba y vi a Marta, bastante
enfadada.
-Donde
habías ido?
-A
cantarle las cuarenta al idiota. -Rodó los ojos-
-No
tenías porqué hacerlo.
-Si
tenía. No tiene derecho a marearte como lo está haciendo. Es
mayorcito para saber lo que quiere.
-Realmente
no quiero hablar del tema. Estoy hambrienta. -Miré mi queridisimo
bocata-
-Tu
no cambias -Soltó una risita-
-Supongo
-Me encogí de hombros-
-Oh,
lo siento, no quise decir....
-Esta
bien -La corté- es normal.
-Como
están los niños?
-Bien,
Leire sigue dormida y Abel lo he dejado en el moisés. -Miré hacia
el reloj- Va siendo hora de que le de el biberón a la pequeña, si
no quiero que monte el berrinche del siglo.
-Será
lo mejor.
*
(POV
Álvaro)
-Podemos
vernos? -Pregunté después de llamarla reiteradas veces-
-Para
que?
-La
he cagado -Suspiré-
-Que
has echo?
-Necesito
hablar contigo, es urgente. Podemos vernos?
-Está
bien -Soltó un suspiro- en la cafetería de siempre?
-Si
-Bien,
nos vemos en diez minutos.
En
cuanto colgué el móvil, salí pitando de casa de Dani. Necesitaba
hablar con ella, desahogarme y aclarar mis ideas. Tardé diez minutos
exactos en llegar a la cafetería, entré y me senté en una de las
mesas que habían en la terraza. Mi pierna no paraba de moverse, de
lo nervioso que estaba. Sentí una mano en mi hombro y me giré, ella
estaba allí. Me levanté y la abracé.
-La
he cagado. -Susurré-
-Que
ha pasado?
-Le
he enviado los papeles del divorcio. -Solté sin mas-
Ella
me miró, bastante enfadada.
-Pero
tu eres idiota o que te pasa?
-Es
solo que... no soporto más esta situación.
-Pensaba
que lo habíamos dejado bastante claro Álvaro -Se cruzó de brazos-
-Lo
sé, es solo que, no puedo más...
-Prefieres
echar todos estos años por la borda? Es eso?
-No,
sabes perfectamente que no.
-Entonces?
-Es
que....
-Es
que que?
-Estoy
confundido -Pasé mis manos por mi pelo-
-Confundido?
Confundido porqué?
-Es
solo que... volví a encontrarme con Daniela, esta muy cambiada y...
-Me interrumpió-
-Oh
no, ni se te ocurra. -Me desafió- Ni que se te pase por la cabeza.
-Porque?
-Como
que porque? Esa chica te ha echo muchísimo daño, ha jugado contigo
todas las veces que le ha dado la gana y volverá a hacerlo. Álvaro,
sienta la cabeza, ya no estás en la edad de vivir la vida, ya pasó.
Tienes una esposa y una hija en tu casa, las cuales están solas y tu
aquí, diciendome que estás confundido por la puta de Daniela. Es
que realmente has perdido el juicio?
-Eso
pasó hace mucho, y tu lo sabes. -La miré- Se que ha cambiado, lo
noto.
-Si,
como notaste la vez que ella prometió no volver a engañarte y te
engañó con uno de tus mejores amigos.
-Vasta...
-No,
no voy a parar. Tienes que abrir los ojos de una puñetera vez.
Tienes 23 años Álvaro, tienes a una mujer a tu lado, que perdió la
memoria y una niña de tan solo tres meses. Que piensas hacer? Dejar
que ella cuide de la pequeña sola? Dejar que el bebé crezca sin el
amor de un padre? Dejarla a ella moribunda de recuerdos? Eso es lo
que quieres?.
-No.
-Entonces?
-Entrecerró los ojos-
Hubo
un silencio, bastante incómodo. El camarero vino junto nosotros y
pedimos. Ella soltó un suspiro.
-Realmente
te creía más inteligente... -No contesté- Pensaba que había
quedado claro nuestro plan.
-Oh,
vamos. Sabemos que no iba a funcionar.
-Hay
probabilidades de que no, y sabías perfectamente que si no recuerda
nada, tienes la opción de volverla a enamorar.
-Crees
que realmente se volverá a enamorar de mi teniendo al idiota de Àlex
al rededor suyo?
-Pffff,
parece mentira que te estes infravalorando de esa manera. Donde esta
mi hermano? -Se cruzó de brazos- Ella se enamoró de ti tan solo en
una semana, recuerdas? Tal vez si tratas de volverla a enamorar, ella
podrá recordar algo de su antigua vida contigo. Porque no piensas
con la cabeza?
-Entonces
con que pienso?
-Hace
falta que lo diga? En estos momentos estás pensando con el pene. -Me
miró- Intenta solucionarlo, por el amor de Dios Álvaro.
-Después
de lo de los papeles, dudo mucho que quiera verme.
-Ve
a verla.
-Y
que quieres que le diga? “Hola que tal, vengo a ver como estás y a
pedirte que salgas conmigo aunque haya sido un completo gilipollas y
haya pedido el divorcio en menos de lo que canta un gallo”
-Sinceramente,
te quiero mucho pero, eres un completo gilipollas.
-No
paro de cagarla una y otra vez. -Suspiré- Que puedo hacer?
-Tu
sabes perfectamente lo que quiero que hagas y lo que debes hacer. Si
la quieres perder, sigue como estas ahora, poco te falta.
-Me
alientas mucho. -La miré mal-
-Creo
que ya te he dicho lo que debes de hacer, pero tu, sigues
ignorándome. Porque no vuelves a casa? Porque no intentas
reconquistarla?
-Sabes
que no puedo -Suspiré-
-Sabía
que eras muchas cosas, pero no un cobarde que no lucha por lo que de
verdad quiere.
Mi bella traición capitulo 14 http://areyouwannamakemyday.blogspot.com.es/2014/06/capitulo-14.html
@smileerauryn.
mae mia me encanta la novela,cago en Alvaro de verdad xD
ResponderEliminarUy, pues creo que en el próximo capítulo dejarás de odiarle. Ya verás!
Eliminarjajajaj espero que si ajjaja
EliminarAlvaro, muy mal eeh?? jaja madre mia que tio! A ver si aprende ya, y solucionan las cosas entre los dos porque vamos.. (Como siempre, esta genial!!)
ResponderEliminarNo tardarán en arreglarse las cosas. Creo que ha quedado bastante claro lo que Álvaro debe de hacer, ¿no?
Eliminar¿Era su hermana? Y yo pensando que era una amante... jajaja Espero que vuelvan porque sino estarán fatal, Marta ha hecho bien diciéndole esa cosas.
ResponderEliminarSIGUIENTE :)