-¿Porque
no despierta? Ya lleva así más de un mes... -Sonó una voz
preocupada-
-Tranquilo,
ya despertará. Tu tranquilo..
-No
puedo estar tranquilo, no puedo, no puedo mientras la pequeña llora.
-Su voz se quebró- ¿Que puedo hacer yo? Siento que estoy
fracasando... No puedo continuar sin ella.
¿Qué?
Espera. Rebobina. ¿Llevo así un mes? ¿Llevo como? No puedo
moverme. Los pies, las piernas, mis manos... no puedo moverlas, ni
siquiera las siento. No tengo la suficiente fuerza como para
moverlos. ¿Porque veo negro? ¿A caso soy ciega? No, creo que no...
¿Quien está hablando? ¡No puedo verlos! No se de quien son esas
voces. Estoy desorientada.
Escucho,
escucho perfectamente, pero no soy dueña de mi cuerpo. No soy capaz
de decir palabra, de abrir los malditos ojos y ver quien es el que
solloza día y noche. El que está conmigo todo el día, el que me
habla y me dice cosas bonitas.
-Mi
amor, por favor... vuelve, vuelve con nosotros... La niña, la niña
está grande... Solo ha pasado un mes, lo sé, pero tendrías que ver
lo hermosa que se está poniendo. Tenemos que verla crecer juntos, lo
dijiste, no me abandones ahora por favor... Te quiero demasiado como
para perderte.
¿Quien
era la persona que me hablaba? ¿Porqué decía que me quería?
Aggggg.... No entiendo nada. ¿Que coño está pasando? ¿Que pasa
conmigo? ¿Porque no puedo controlar mi maldito cuerpo? ¿Porque no
me despierto?
Quiero
despertar, quiero moverme, quiero mirar, sentir... Pero no puedo, la
luz negra vuelve a atraparme y vuelvo a caer en la inconsciencia.
Me
despierto. Teóricamente me despierto, pero sigo viendo negro. Oigo
como un chico susurra y canta. Oigo unos sollozos de un bebé. Siento
curiosidad por saber quien son. Es la misma voz de siempre. La misma
canción, la misma voz, la misma persona.
“Es
más fácil olvidar que perdonar, no te dejaré de amar”
cantaba el muchacho una y otra vez. La canción es preciosa y
pegadiza y la voz... oh, podría jurar que hace que me ponga los
pelos de punta.
Siento
unas manos encima de mi, sus manos encima de mis manos, solloza otra
vez y otra y otra. Pide, ruega a Dios que me devuelva. Jura y perjura
que me cuidará, que me protegerá de todo lo malo a cambio de que
vuelva. Oh, este chico debe de quererme demasiado. La oscuridad se
vuelve a apoderar de mi.
Uno,
dos, quizás más de tres pinchazos siento en la cabeza. Oh, puedo
mover el dedo. Lo siento, lo noto, noto como se mueve, débil pero se
mueve.
Anoche,
anoche sentí unos labios encima de los míos. Dios, esa sensación,
esa sensación era maravillosa. Nunca antes la había experimentado,
creo. El chico solloza cada noche. Habla con las enfermeras y con la
gente que me viene a visitar cada día. Solloza de nuevo. Rompe en
llanto. ¿Tan importante soy para él que ni siquiera se separa de
mi?
Quiero
despertarme, quiero verle la cara, quiero decirle que no se preocupe
por mi, que todo el rato he estado aquí, que estoy aquí. Quiero
gritar a los cuatro vientos que estoy viva, que estoy consciente, que
escucho todo. Pero todo es tan confuso. Si estoy aquí, ¿porque coño
no puedo ver, ni hablar, ni moverme? ¿porque solo puedo escuchar y
estar en estado vegetal?
Cuatro,
cinco, seis pinchazos. Otra vez. Malditos pinchazos, maldita vida. El
chico no deja de sollozar y estoy confusa. ¿Quien soy? ¿Quien es
él? ¿Y el bebé? ¿Y toda esa gente que me viene a ver? Agggg, no
recuerdo nada. ¿Porque estoy así? ¿Porque no puedo moverme?
Hambre.
Tengo mucha hambre. También tengo mucha sed, tengo la garganta seca
y el tubo que tengo en la nariz me la seca aún mas.
Siento
el mismo apretón de manos de cada día, el mismo beso en los labios,
las mismas plegarias, el mismo chico diciéndome cuanto me ama y que
tengo que volver con ellos.
Oh,
cariño. Si tan solo supiera quien eres... si tan solo supiera porque
tienes tanto amor hacia mi, porque te quedas día y noche a mi lado,
porque tienes tanta esperanza a que despierte, si tan solo lo
supiera...
Mi
corazón está encogido. No soporta escuchar los llantos del chico
que siempre está conmigo. Se nota tanto que me quiere, tiene un amor
tan grande hacia mi que me duele. Me duele estar así, me duele
escucharle llorar y que no sea capaz de mover ni un puto dedo para
que deje de llorar. Para que sepa que estoy ahí, con él,
escuchándole a ratos.
La
oscuridad vuelve a atraparme.
Hace
días que no escucho nada. ¿Se habrá cansado de esperarme? No se,
no escucho nada. O tal vez si. Una especie de ronquido flojo. Creo
que está dormido.
No
puedo evitar imaginarme cosas, cuando estoy despierta y nadie habla
ni hay movimiento por la habitación ni nada. Me imagino a un chico,
un chico guapo, con ojos verdes, una nariz perfecta y unos labios
demasiado besables. La cara esta bañada por una capa suave y pequeña
de barba que, le hace extremadamente sexy. Y para rematar, tiene la
voz del chico que llora por mi cada día. Definitivamente el chico
perfecto.
Otra
vez la maldita oscuridad me atrapa y me lleva lejos. Muy lejos.
Abro
los ojos. Si, los abro. Veo borroso. ¿Donde estoy? Solo veo una
habitación blanca. ¿Donde estoy? Muevo la mano, la llevo a mi
cabeza. La tengo vendada. Cierro los ojos. Vuelvo a abrirlos. En mi
mano hay una vía. Siento mi cuerpo pesado, como si me hubiera pasado
un camión con mil elefantes por encima.
Miro
a mi alrededor. No hay nadie que conozca. La puerta se abre y entra
un chico. Está hablando con una chica que va vestida con un pijama
verde y una bata.
-Lo
siento Álvaro, pero yo no puedo hacer nada más. Esto ya no depende
de la ciencia, depende e ella y de sus constantes. -Suspiró- ¿Porque
no te vas a casa y descansas? Será lo mejor.
-No
quiero moverme, no voy a dejarla sola.
-Agua.
-Susurré, aunque no lo bastante audible-
Ellos
siguieron hablando, creo que sobre mi.
-Agua.
-Dije un poco más alto y llamé la atención de aquel par de
individuos-
La
chica me miró, sorprendida. Se acercó a mi y comenzó a chequearme.
¿Que le pasaba? Me esta agobiando. Me alcanzó un vaso de agua y
bebí un poco. Me sacó el aparato que tenía en la nariz, oh dios,
que bien se estaba sin eso.
-¿Que
hago aquí? -Pregunté-
-¿Como
te encuentras? -Preguntó el chico-
Me
quedé mirándolo, era hermoso. Realmente hermoso. ¿Porqué sentía
que lo conocía? ¿le conocía? Claro que no. estaba cien por cien
segura de que no le había visto en mi puñetera vida. Quizás solo
sea el médico.
-Bien...
eso creo. ¿Que me ha pasado, doctor?
El
chico frunció en ceño y miró a la chica de verde.
-¿Te
duele algo? -Preguntó el moco-
-La
cabeza. Es como si me la hubieran pisado. -Susurré- ¿Porque estoy
aquí?
-¿Te
acuerdas de algo? -Negué con la cabeza- ¿Sabes como te llamas?
-¿Florencia?
-Dije un nombre al azar. El primero que se me vino a la cabeza. El
chico que estaba delante mío frunció el ceño-
-Míriam,
esto es serio. Deja de bromear ¿quieres? -Miré hacia todos los
lados y después le miré a él-
-¿Te
refieres a mi?
-Claro,
a quien si no?
-¿Me
llamo Míriam?
-Deja
el estúpido juego, no tiene gracia.
Me
quedé mirándolo y suspiré. Sentí una presión en el pecho.
¿Porque me reñía? ¿Porque me sentía tan mal cuando habló a si?
Me
llevé la mano a la cabeza y vi como algo brillaba en él. Era un
anillo. Un anillo. ¿Estaba casada? Fruncí el ceño y lo toqué.
-No
estoy bromeando -Dije después de un largo rato- No me acuerdo de
nada... No se quien soy, no se donde vivo, no se que demonios hago
aquí. No se quieres sois vosotros. No se nada. -Me llevé las manos
a la cabeza-
-Álvaro,
sal fuera un momento.
Los
dos salieron a fuera, ellos hablaban y hablaban. Miré por la
ventana. Solo se veía un bosque y los coches aparcados. ¿Se puede
saber que demonios pasa conmigo? ¿Porque no recuerdo nada?
La
médica entró.
-Vale,
Míriam. Hace un mes sufriste un accidente, donde tu marido, tu hija
y tu salisteis heridos. Tu fuiste la que salió más perjudicada ya
que el coche chocó en el lado donde tu ibas. Te diste un fuerte
golpe en la cabeza, por eso has estado todo este mes en coma.
-¿En
coma? ¿Un mes? ¿Tanto? -La miré y asintió-
-Si
Míriam, si. Te tendremos un par de días aquí, como mucho. Te
aremos unas placas, las pruebas que hagan falta para ver si estás
bien y, cuando tengamos el resultado te irás a casa. ¿Vale?
-Asentí- Intenta no preguntar sobre tu vida, deja que los recuerdos
vengan solos. Si te duele la cabeza, solo descansa ¿Vale? No
intentes forzar la memoria porque entonces podría ser peor. ¿De
acuerdo?
-Si,
si.. Claro.
-Bien,
si necesitas algo, dile a Álvaro que me llame.
-Si
pero, disculpa... ¿Quien es Álvaro?
-Álvaro
es el chico que estaba aquí dentro hace un poco. Él es quien te va
a cuidar y el que te dirá todo lo que quieras saber, pero te
advierto, no intentes forzar la memoria. Será peor.
Asentí.
La muchacha o moco o quien fuera se fue. Nadie más entro. Mi corazón
se aceleraba y solo quería que el chico barbudo entrase por esa
puerta y se sentase en el sofá. Mis manos sudaban, mi corazón iba a
cien, el sudor bajaba por mi frente. ¡Entra ya por favor!.
Con
el móvil en la mano, el chico barbudo entró y se sentó a mi lado.
Soltó un suspiro y me miró. Nos quedamos mirando y por un momento,
juré que había notado cierto rubor subir por mis mejillas. El chico
era realmente atractivo y yo no le recordaba.
-Oye...
¿Te puedo preguntar algo?
-Lo
estás haciendo -Dijo el barbas sin apartar la vista de mi-
-¿Estoy
casada?
-Si.
Me
lo quedé mirando y bajé la vista hacia mi anillo. El hombre barbudo
estiró su mano izquierda, rozando la mía. Entonces vi, un anillo
idéntico al mío. Exactamente igual. Le miré e hice un mohín. ¿Que
se suponía que debía de hacer? No le conozco y creo que eso es lo
que me da más rabia.
-Es
idéntico al mío. -Estúpida, estúpida, estúpida-
-Si,
lo es. -Sonrió-
-Eso
quiere decir que... -Le miré- ¿estoy casada contigo?
El
hombre barbudo asintió y algo dentro de mise revolvió. ¿Como podía
estar casada con un chico realmente guapo y no acordarme de nada?
El
hombre barbudo me miró, y sonrió con tristeza. Le miré y le hice
una mueca.
-Lo
siento. -Me disculpé-
-¿Porque
lo sientes?
-Pues
porque tu estás aquí, preocupándote por mi, y yo ni siquiera se
quien eres.. -Dije mientras jugaba con mi anillo.-
-Tranquila,
no pasa nada. -Sonrió-
Mal.
Me sentía mal. ¿Como podía tener a un chico a mi lado muerto de
tristeza por mi culpa? Pero, es que no se porque me siento tan mal.
No le conozco, tendría que ignorar esto que siento, ¿no? ¿no sería
lo más lógico?
__________________________________________
@SmileerAuryn
PER.FEC.TO
ResponderEliminarMe encanta, en serio, y que impotencia al principio no??? Pero que ganas de más y más ♥.♥
Me alegro de que te haya gustado ;)
EliminarMe has emocionado!!!!! Sigue pronto por favor!!!
ResponderEliminarEn cuanto pueda subo! :)
EliminarTiaaa escribes geniall!! Me encantaa:) Pobrecito Alvaro:( jajajaja @angelamarito
ResponderEliminarEn fin, pobre Álvaro, me sabe mal por él, pero todo esfuerzo merece la pena ji,ji,ji. Me alegro de que te haya gustado. Un beso
EliminarDios!!!!! Acabo de morir, literalmente!! Me encanta el capítulo es absolutamente perfecto. Se me ha encogido el carazon es tan triste, la forma en la que ella sufre viendole a el sufrir sin ni siquiera acordarse es algo tan hermoso!!! Me encanta es que no tengo pasalabras, espero que subas un nuevo capítulo pronto porque loe estare esperando con ansias como tu fiel lectora.
ResponderEliminarBesos, María.
Así me gusta María. Me alegro de que te haya gustado y espero yo también subir pronto.. ¡Ideas, Ideas, necesito ideas! jajajajajaja
EliminarBesos!
Totalmente diferente a la primera temporada. Me alegro de que te vayas superando en cada capítulo. Siento la tardanza.
ResponderEliminarSIGUIENTE :)