Translate

domingo, 23 de febrero de 2014

Capitulo 1 ST


-¿Porque no despierta? Ya lleva así más de un mes... -Sonó una voz preocupada-
-Tranquilo, ya despertará. Tu tranquilo..
-No puedo estar tranquilo, no puedo, no puedo mientras la pequeña llora. -Su voz se quebró- ¿Que puedo hacer yo? Siento que estoy fracasando... No puedo continuar sin ella.


¿Qué? Espera. Rebobina. ¿Llevo así un mes? ¿Llevo como? No puedo moverme. Los pies, las piernas, mis manos... no puedo moverlas, ni siquiera las siento. No tengo la suficiente fuerza como para moverlos. ¿Porque veo negro? ¿A caso soy ciega? No, creo que no... ¿Quien está hablando? ¡No puedo verlos! No se de quien son esas voces. Estoy desorientada.

Escucho, escucho perfectamente, pero no soy dueña de mi cuerpo. No soy capaz de decir palabra, de abrir los malditos ojos y ver quien es el que solloza día y noche. El que está conmigo todo el día, el que me habla y me dice cosas bonitas.

-Mi amor, por favor... vuelve, vuelve con nosotros... La niña, la niña está grande... Solo ha pasado un mes, lo sé, pero tendrías que ver lo hermosa que se está poniendo. Tenemos que verla crecer juntos, lo dijiste, no me abandones ahora por favor... Te quiero demasiado como para perderte.

¿Quien era la persona que me hablaba? ¿Porqué decía que me quería? Aggggg.... No entiendo nada. ¿Que coño está pasando? ¿Que pasa conmigo? ¿Porque no puedo controlar mi maldito cuerpo? ¿Porque no me despierto?

Quiero despertar, quiero moverme, quiero mirar, sentir... Pero no puedo, la luz negra vuelve a atraparme y vuelvo a caer en la inconsciencia.

Me despierto. Teóricamente me despierto, pero sigo viendo negro. Oigo como un chico susurra y canta. Oigo unos sollozos de un bebé. Siento curiosidad por saber quien son. Es la misma voz de siempre. La misma canción, la misma voz, la misma persona.

Es más fácil olvidar que perdonar, no te dejaré de amar” cantaba el muchacho una y otra vez. La canción es preciosa y pegadiza y la voz... oh, podría jurar que hace que me ponga los pelos de punta.

Siento unas manos encima de mi, sus manos encima de mis manos, solloza otra vez y otra y otra. Pide, ruega a Dios que me devuelva. Jura y perjura que me cuidará, que me protegerá de todo lo malo a cambio de que vuelva. Oh, este chico debe de quererme demasiado. La oscuridad se vuelve a apoderar de mi.

Uno, dos, quizás más de tres pinchazos siento en la cabeza. Oh, puedo mover el dedo. Lo siento, lo noto, noto como se mueve, débil pero se mueve.

Anoche, anoche sentí unos labios encima de los míos. Dios, esa sensación, esa sensación era maravillosa. Nunca antes la había experimentado, creo. El chico solloza cada noche. Habla con las enfermeras y con la gente que me viene a visitar cada día. Solloza de nuevo. Rompe en llanto. ¿Tan importante soy para él que ni siquiera se separa de mi?

Quiero despertarme, quiero verle la cara, quiero decirle que no se preocupe por mi, que todo el rato he estado aquí, que estoy aquí. Quiero gritar a los cuatro vientos que estoy viva, que estoy consciente, que escucho todo. Pero todo es tan confuso. Si estoy aquí, ¿porque coño no puedo ver, ni hablar, ni moverme? ¿porque solo puedo escuchar y estar en estado vegetal?

Cuatro, cinco, seis pinchazos. Otra vez. Malditos pinchazos, maldita vida. El chico no deja de sollozar y estoy confusa. ¿Quien soy? ¿Quien es él? ¿Y el bebé? ¿Y toda esa gente que me viene a ver? Agggg, no recuerdo nada. ¿Porque estoy así? ¿Porque no puedo moverme?

Hambre. Tengo mucha hambre. También tengo mucha sed, tengo la garganta seca y el tubo que tengo en la nariz me la seca aún mas.

Siento el mismo apretón de manos de cada día, el mismo beso en los labios, las mismas plegarias, el mismo chico diciéndome cuanto me ama y que tengo que volver con ellos.

Oh, cariño. Si tan solo supiera quien eres... si tan solo supiera porque tienes tanto amor hacia mi, porque te quedas día y noche a mi lado, porque tienes tanta esperanza a que despierte, si tan solo lo supiera...

Mi corazón está encogido. No soporta escuchar los llantos del chico que siempre está conmigo. Se nota tanto que me quiere, tiene un amor tan grande hacia mi que me duele. Me duele estar así, me duele escucharle llorar y que no sea capaz de mover ni un puto dedo para que deje de llorar. Para que sepa que estoy ahí, con él, escuchándole a ratos.

La oscuridad vuelve a atraparme.

Hace días que no escucho nada. ¿Se habrá cansado de esperarme? No se, no escucho nada. O tal vez si. Una especie de ronquido flojo. Creo que está dormido.

No puedo evitar imaginarme cosas, cuando estoy despierta y nadie habla ni hay movimiento por la habitación ni nada. Me imagino a un chico, un chico guapo, con ojos verdes, una nariz perfecta y unos labios demasiado besables. La cara esta bañada por una capa suave y pequeña de barba que, le hace extremadamente sexy. Y para rematar, tiene la voz del chico que llora por mi cada día. Definitivamente el chico perfecto.

Otra vez la maldita oscuridad me atrapa y me lleva lejos. Muy lejos.

Abro los ojos. Si, los abro. Veo borroso. ¿Donde estoy? Solo veo una habitación blanca. ¿Donde estoy? Muevo la mano, la llevo a mi cabeza. La tengo vendada. Cierro los ojos. Vuelvo a abrirlos. En mi mano hay una vía. Siento mi cuerpo pesado, como si me hubiera pasado un camión con mil elefantes por encima.

Miro a mi alrededor. No hay nadie que conozca. La puerta se abre y entra un chico. Está hablando con una chica que va vestida con un pijama verde y una bata.

-Lo siento Álvaro, pero yo no puedo hacer nada más. Esto ya no depende de la ciencia, depende e ella y de sus constantes. -Suspiró- ¿Porque no te vas a casa y descansas? Será lo mejor.
-No quiero moverme, no voy a dejarla sola.
-Agua. -Susurré, aunque no lo bastante audible-

Ellos siguieron hablando, creo que sobre mi.

-Agua. -Dije un poco más alto y llamé la atención de aquel par de individuos-

La chica me miró, sorprendida. Se acercó a mi y comenzó a chequearme. ¿Que le pasaba? Me esta agobiando. Me alcanzó un vaso de agua y bebí un poco. Me sacó el aparato que tenía en la nariz, oh dios, que bien se estaba sin eso.

-¿Que hago aquí? -Pregunté-
-¿Como te encuentras? -Preguntó el chico-

Me quedé mirándolo, era hermoso. Realmente hermoso. ¿Porqué sentía que lo conocía? ¿le conocía? Claro que no. estaba cien por cien segura de que no le había visto en mi puñetera vida. Quizás solo sea el médico.

-Bien... eso creo. ¿Que me ha pasado, doctor?

El chico frunció en ceño y miró a la chica de verde.

-¿Te duele algo? -Preguntó el moco-
-La cabeza. Es como si me la hubieran pisado. -Susurré- ¿Porque estoy aquí?
-¿Te acuerdas de algo? -Negué con la cabeza- ¿Sabes como te llamas?
-¿Florencia? -Dije un nombre al azar. El primero que se me vino a la cabeza. El chico que estaba delante mío frunció el ceño-
-Míriam, esto es serio. Deja de bromear ¿quieres? -Miré hacia todos los lados y después le miré a él-
-¿Te refieres a mi?
-Claro, a quien si no?
-¿Me llamo Míriam?
-Deja el estúpido juego, no tiene gracia.

Me quedé mirándolo y suspiré. Sentí una presión en el pecho. ¿Porque me reñía? ¿Porque me sentía tan mal cuando habló a si?

Me llevé la mano a la cabeza y vi como algo brillaba en él. Era un anillo. Un anillo. ¿Estaba casada? Fruncí el ceño y lo toqué.

-No estoy bromeando -Dije después de un largo rato- No me acuerdo de nada... No se quien soy, no se donde vivo, no se que demonios hago aquí. No se quieres sois vosotros. No se nada. -Me llevé las manos a la cabeza-
-Álvaro, sal fuera un momento.


Los dos salieron a fuera, ellos hablaban y hablaban. Miré por la ventana. Solo se veía un bosque y los coches aparcados. ¿Se puede saber que demonios pasa conmigo? ¿Porque no recuerdo nada?
La médica entró.

-Vale, Míriam. Hace un mes sufriste un accidente, donde tu marido, tu hija y tu salisteis heridos. Tu fuiste la que salió más perjudicada ya que el coche chocó en el lado donde tu ibas. Te diste un fuerte golpe en la cabeza, por eso has estado todo este mes en coma.
-¿En coma? ¿Un mes? ¿Tanto? -La miré y asintió-
-Si Míriam, si. Te tendremos un par de días aquí, como mucho. Te aremos unas placas, las pruebas que hagan falta para ver si estás bien y, cuando tengamos el resultado te irás a casa. ¿Vale? -Asentí- Intenta no preguntar sobre tu vida, deja que los recuerdos vengan solos. Si te duele la cabeza, solo descansa ¿Vale? No intentes forzar la memoria porque entonces podría ser peor. ¿De acuerdo?
-Si, si.. Claro.
-Bien, si necesitas algo, dile a Álvaro que me llame.
-Si pero, disculpa... ¿Quien es Álvaro?
-Álvaro es el chico que estaba aquí dentro hace un poco. Él es quien te va a cuidar y el que te dirá todo lo que quieras saber, pero te advierto, no intentes forzar la memoria. Será peor.

Asentí. La muchacha o moco o quien fuera se fue. Nadie más entro. Mi corazón se aceleraba y solo quería que el chico barbudo entrase por esa puerta y se sentase en el sofá. Mis manos sudaban, mi corazón iba a cien, el sudor bajaba por mi frente. ¡Entra ya por favor!.

Con el móvil en la mano, el chico barbudo entró y se sentó a mi lado. Soltó un suspiro y me miró. Nos quedamos mirando y por un momento, juré que había notado cierto rubor subir por mis mejillas. El chico era realmente atractivo y yo no le recordaba.

-Oye... ¿Te puedo preguntar algo?
-Lo estás haciendo -Dijo el barbas sin apartar la vista de mi-
-¿Estoy casada?
-Si.

Me lo quedé mirando y bajé la vista hacia mi anillo. El hombre barbudo estiró su mano izquierda, rozando la mía. Entonces vi, un anillo idéntico al mío. Exactamente igual. Le miré e hice un mohín. ¿Que se suponía que debía de hacer? No le conozco y creo que eso es lo que me da más rabia.

-Es idéntico al mío. -Estúpida, estúpida, estúpida-
-Si, lo es. -Sonrió-
-Eso quiere decir que... -Le miré- ¿estoy casada contigo?

El hombre barbudo asintió y algo dentro de mise revolvió. ¿Como podía estar casada con un chico realmente guapo y no acordarme de nada?

El hombre barbudo me miró, y sonrió con tristeza. Le miré y le hice una mueca.

-Lo siento. -Me disculpé-
-¿Porque lo sientes?
-Pues porque tu estás aquí, preocupándote por mi, y yo ni siquiera se quien eres.. -Dije mientras jugaba con mi anillo.-
-Tranquila, no pasa nada. -Sonrió-




Mal. Me sentía mal. ¿Como podía tener a un chico a mi lado muerto de tristeza por mi culpa? Pero, es que no se porque me siento tan mal. No le conozco, tendría que ignorar esto que siento, ¿no? ¿no sería lo más lógico?


__________________________________________







@SmileerAuryn

9 comentarios:

  1. PER.FEC.TO
    Me encanta, en serio, y que impotencia al principio no??? Pero que ganas de más y más ♥.♥

    ResponderEliminar
  2. Me has emocionado!!!!! Sigue pronto por favor!!!

    ResponderEliminar
  3. Tiaaa escribes geniall!! Me encantaa:) Pobrecito Alvaro:( jajajaja @angelamarito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En fin, pobre Álvaro, me sabe mal por él, pero todo esfuerzo merece la pena ji,ji,ji. Me alegro de que te haya gustado. Un beso

      Eliminar
  4. Dios!!!!! Acabo de morir, literalmente!! Me encanta el capítulo es absolutamente perfecto. Se me ha encogido el carazon es tan triste, la forma en la que ella sufre viendole a el sufrir sin ni siquiera acordarse es algo tan hermoso!!! Me encanta es que no tengo pasalabras, espero que subas un nuevo capítulo pronto porque loe estare esperando con ansias como tu fiel lectora.

    Besos, María.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así me gusta María. Me alegro de que te haya gustado y espero yo también subir pronto.. ¡Ideas, Ideas, necesito ideas! jajajajajaja
      Besos!

      Eliminar
  5. Totalmente diferente a la primera temporada. Me alegro de que te vayas superando en cada capítulo. Siento la tardanza.
    SIGUIENTE :)

    ResponderEliminar